En esta industria todo el tiempo esperamos mucho de Nintendo, quizás sea porque es, de las tres compañías actuales, la que más tiempo lleva haciendo consolas.
Está de más platicarles que el lanzamiento del Wii U no ha sido lo que esperábamos de una nueva consola de Nintendo, ni siquiera para aquellos que disfrutamos de sus tradiciones, y aunque es muy pronto para decir si el Wii U es un éxito o un fracaso, estos primeros meses han sido desérticos para un hardware con un potencial incierto.
Pikmin 3 no va a vender muchas consolas, ni tampoco va a “justificar” el hardware incluído desde la caja en todo Wii U, pero aun así se las arregla para ser justo lo que quienes nos subimos al barco de esta nueva consola esperábamos: un juego único, lleno de ideas, talento y magia, exclusivo para el Wii U.
Pikmin nace en el Gamecube, una de las consolas menos exitosas de Nintendo, y que tiene la peculiar característica de ser amada por todo aquel privilegiado que la obtuvo. Pikmin 3 comparte ese mismo sabor, el de un juego que, aunque nadie jugó, que cada segundo que pasamos con él, sus imágenes, sonidos y encanto se van quedando grabados en nuestro corazón.
En esta tercera entrega, la historia no se enfoca (del todo) en el Capitán Olimar; en su lugar tendremos la interesantísima historia de tres exploradores del planeta Koppai: Alph, Brittany y Charlie están en crisis debido a que su planeta está al borde del colapso por falta de alimento, y para solucionarlo los tres deberán hacer un viaje interestelar con la difícil tarea de encontrar comida y llevarla de regreso a su hambriento planeta natal. Obviamente, como en toda buena historia, las cosas se complican al punto en que la misión se vuelve de supervivencia, por fortuna los Pikmin te ayudarán en esta difícil labor.
Los juegos de Pikmin tienen un formato que progresa en días. Estos “días” consisten en un corto periodo de tiempo donde aterrizas en una región del planeta, tal y como funcionan los días en “la vida real”, donde sale el sol y al final se pone; hagas lo que hagas, cuando el día termine todo tu grupo regresará a la nave para escapar de la peligrosa noche, y todos tus Pikmin que estén con el grupo, o en una tarea específica, morirán bajo las duras reglas de la naturaleza. Pikmin 3 no está limitado a 30 días como el primer título de la serie, ahora podrás tomarte el tiempo que quieras, siempre y cuando tengas raciones para sobrevivir; estás se consiguen recolectando frutas que te encuentras explorando este planeta, lo cual crea un balance perfecto porque, si bien no hay tiempo que perder, hay muchísimas cosas que ver.
No por nada el juego incluye una fabulosa cámara que te permite tomar fotos y publicarlas inmediatamente en Miiverse. Aunque siempre he dicho que las cámaras son la cereza del pastel cuando tienes un espacio virtual digno de fotografiar, Pikmin 3 nos pone en primera persona desde la perspectiva de una hormiga. Sobra decir que estoy maravillado ante esta característica, y me muero de ganas de ver todo lo que ustedes, y todos los que jueguen, suban a la comunidad de Pikmin en Miiverse.
Pikmin 3 mantiene un ritmo increíble durante su corta campaña. De todas maneras, hay razones para regresar y explorar todas las regiones debido a que algunos de los nuevos Pikmin los obtendrás casi al final de la aventura, y únicamente podrás explorar estos niveles en su totalidad hasta tener todos los tipos. Pikmin 3 es casi casi un RTS Metroidvania donde volverás a regiones pasadas para abrirte camino por nuevas rutas y nuevos retos.
Jamás dominé el multi-tasking en Pikmin 2, situación que en Pikmin 3 se convierte en obligatoria por lo que te sugeriría abordarla desde el principio con el fin de lograr la mayor cantidad de tareas en el corto tiempo de los días en del juego. Es aquí donde el GamePad súbitamente se convierte en una herramienta bastante útil: a la hora de hacer las cosas rápido con un sólo personaje, cuando se trata de multi-tasking, el GamePad es el rey.
Tendrás la opción de utilizar otros controles. Puedes usar el Wii U Pro Controller, o bien el Wii Remote con Nunchuk, que funcionan exactamente igual que las versiones de Pikmin 1 y 2 de New Play Control! que salieron hace algunos años para Wii. Obviamente, para quienes jugaron estas versiones, esta última opción será la adecuada, aunque sacrificarás la libertad de mover la cámara a donde quieras con un segundo análogo, pero probablemente te acostumbres a resetear la cámara cada que quieras cambiarla de dirección.
Pikmin 3 hace excelente uso del GamePad, mientras que la touchscreen provee de un obvio pero útil mapa, y además añade la posibilidad de activar acciones secundarias tocando la pantalla. Como anteriormente lo mencionaba, el GamePad se convierte mágicamente en una cámara virtual que funciona en 360 grados de donde estés sentado jugando.
Todo esto puede sonar bastante complejo pero Pikmin 3 se las arregla para presentar todo esto ágilmente, y dándote el tiempo suficiente para que puedas dominarlo. Al contrario del primer título en la serie, Pikmin 3 bien puede ser jugado de manera bastante relajada, yéndote por la ruta panorámica.
Los nuevos Pikmin abren posibilidades inexploradas en títulos pasados; por ejemplo, los Pikmin alados (rosas) te permiten llevar fruta (o lo que sea) de un punto a otro sin preocuparte si hay ríos u otros obstáculos, y también podrán abrir cierto tipo de puertas. Pero, sin lugar a dudas, mis favoritos son los preciosos Pikmin pétreos, pequeñas rocas durísimas que pueden quebrar vidrio, cristal y demás objetos; aventarlos es tan placentero como tirarle una piedra a la ventana.
Los Pikmin tradicionales (rojo, amarillo y azul) siguen teniendo su atractivo. Nada como ver a los Pikmin azules caminar en el fondo de un riachuelo para sacar fruta que, de otra manera, jamás habrías podido hacer. Los Pikmin blancos y morados que conocimos en el segundo título están únicamente presentes en el modo multiplayer.
Hablando del multiplayer, Pikmin 3 cuenta con dos tipos: Mission funciona de manera similar al modo de historia cooperativamente con otras personas en tres subcategorías, cada una de éstas tiene metas distintas (recolectar un tesoro, combatir o matar algo), todas tienen un tono único y no repiten nada del modo de campaña (a excepción de las batallas con los jefes). Rápidamente te darás cuenta de que si no cooperas, te va a cargar la *hingada, a ti y a tu compañero. El modo multiplayer, aunque limitado, es divertidísimo; es una verdadera lástima que no se haya incorporado el modo cooperativo en el modo de historia, ya que como anteriormente comentaba, esas tareas multitask podrían ser abordadas por varias personas de manera increíble. Lástima.
El otro modo se llama Bingo Battle, y es básicamente Lotería pero aplicada a Pikmin: tendrás que recolectar alguna fruta u objeto que te aparece en la pantalla, así como completar una línea horizontal, vertical o diagonal para ganar. Decir que es divertido se queda corto para describir las mentadas de madre que escucharás de tus oponentes jugando esto.
Pikmin 3 es una maravilla mientras dura (yo lo “acabé” en 10 horas y media, aunque aún me falta recolectar algunas cosillas). Si a esto le sumas el multiplayer, tendrás un juego que puede ser disfrutado por ti y por todo aquel que se de el tiempo de conocer sus mecánicas con calma. Gráficas hermosas y un soundtrack fabuloso son aderezo de un juego increíblemente bien diseñado que desborda encanto.
Pikmin 3 es un título que recibe con los brazos abiertos a todo aquel que tenga la oportunidad de jugarlo, sin importar si has jugado los títulos anteriores de la serie, o si conoces el trabajo y tradición de la gran N. Los temas y tonos que los talentosos de Nintendo EAD Group 4 nos pintan en este hermoso y misterioso jardín tienen maneras inexploradas de contar historias, maneras distintas de divertinos, Pikmin 3 hace lo que hace como ningún otro juego en el mercado.
Después de nueve años de ausencia, Pikmin 3 es todo lo que hemos esperado, una aventura increíblemente emocionante y emotiva que todo poseedor de un Wii U tiene que jugar.