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PS4
Vanillaware
Atlus
07/06/2016
Seamos honestos: ha sido una generación de reediciones. Remasterizaciones, remakes y demás formas de hacer que un juego de hace no mucho puedan ser disfrutables con las posibilidades que ofrecen los nuevos sistemas. Pero hay de versiones a versiones y no es lo mismo volver a poner disponible un juego muy popular a rescatar una joya del olvido.
En 2008 vimos Odin Sphere, un relato mágico por parte de Vanillaware. Nos entregó un juego de rol de acción en dos dimensiones, el cual sería el molde para los juegos del estudio por venir. Pero no sólo es su manera de jugarse lo que llama la atención, sino un impresionante apartado artístico por parte de George Kamitani. Aún así, dista de ser una obra de culto pese a que los aficionados a este tipo de juegos reconocen su importancia.
Es por ello que resulta importante verlo de nuevo a través de esta nueva versión, con la cual agregan al nombre Leifthrasir. Se trata de una palabra que podría definirse como “Amor a la vida” y da nombre a uno de los dos humanos que sobrevivirán al fin del mundo en la mitología nórdica. Es justo lo que esta edición ofrece: preservar un juego más que digno para que sobreviva a las generaciones. La pregunta es simple: ¿cómo lo hace?
Más que un trasfondo mitológico, la trama es cercana a la de un cuento de hadas. Uno contado en siete libros, los cuales narran como las tierras de Erion se sumergen en una brutal guerra. Soldados notables han caído en los diversos bandos, mientras reinos completos se han sumido en la ruina. Vemos diferentes perspectivas y, por supuesto, cada una corresponde a la de un personaje particular. Todo funcionando con una energía particular representada en cristales Phozon, la cual puede ser reunida para crear armas. Incluyendo el Balor, la esfera del mismo Odín.
Empezamos con Gwendolyn, una valquiria hija de Odín que desea ganarse el favor de su padre. Para eso utuliza la lanza de Phozons de su hermana caída en combate y, por momentos, parece más interesada en la victoria que en su propia vida. Cornelius, convertido en Pooka (conejo antoropomórfico) combate utilizando una espada que obtiene poder de estos cristales. Mercedes, la princesa de las Hadas, debe guiar a los suyos en esta peculiar guerra y para ello utiliza una poderosa ballesta. Velvet debe pelear en nombre del caído reino de Valentine y, para ello, utilizará una cadena. Finalmente Oswald, como el Caballero Sombra, deberá sobrevivir a los combates con una espada realmente peculiar.
No importa si eliges las voces en inglés o japonés, la trama vale la pena que la veas. Incluso el formato en el que se presenta, de libros independientes, es notable. Hasta la selección de capítulo es genial. No es una historia que haya revolucionado los videojuegos, pero su ritmo y la presentación con ilustraciones de alto calibre la hacen más que disfrutable.
El fundamento del gameplay es muy similar al de los juegos beat ’em up clásicos. Hay ataques básicos, los cuales te permiten realizar combos y encadenar muertes de enemigos. Aunque no es el único recurso que tienes al alcance. Cuentas la oportunidad de utilizar ítems, tanto para recuperar algún detalle de tu estatus, así como poderes especiales que vas desbloqueando conforme subes de nivel.
Lo interesante es que, pese a las diversas posibilidades, no es un juego complicado. Sólo basta que te expliquen cómo funcionan cada una de los posibilidades, a las cuales accedes presionando un botón, para combinarlas con los ataques regulares y sacarles el máximo provecho. Esta sencillez ante el uso de las posibilidades hace más disfrutable el juego e, incluso, lo acerca con jugadores que pueden ser hasta ajenos al rol como tal. Se siente tan natural, con todo y la progresión, que resulta uno de sus principales aciertos.
No sólo el combate está bien hecho, sino que los jefes tienen su chiste. Cada uno tiene no sólo un patrón, sino detalles peculiares que hacen la pelea con ellos algo digno de disfrutar. Deberás pensar bien tus estrategias para sacarle provecho a estos aspectos. Ahora, seamos honestos, todos los jefes son presentados con diálogos que tal vez no sean perfectos. Pero vaya que le dan emoción a lo que está por venir.
Si no te bastaba, puedes utilizar alquimia para construir objetos como bombas y pociones, las cuales pueden ser útiles en diversas situaciones. Incluso podrás crear ítems de diversa calidad dependiendo de cómo mezcles los recursos a tu alcance. De nueva forma, suena complicado pero no lo es. Incluso hay tutoriales para sacarle más provecho.
Los niveles está en dos dimensiones, pero pueden ser circulares o rectos. Cuando son circulares el chiste es encontrar más de una salida para tomar diversos caminos disponibles. Esto le da al juego una posibilidad de exploración interesante, sobre todo si lo que quieres es obtener objetos para salir de un apuro o llevar tu personaje a nuevas alturas.
El trabajo de George Kamitani a nivel artístico es lo que se lleva el juego. El diseño de personajes roba la atención y hace lucir al juego como un cuento de hadas. Esto le da mayor peso, tanto a la jugabilidad como a los diálogos, para lucir. La resolución de 1080p ayuda a que se potencie dicho encanto, aunque incluso en la versión clásica (porque, sí, puede jugar el título en el formato original) se ve de lujo.
Los entornos son bellos aunque se repiten unos con otros, más con este aspecto de los niveles circulares. Pero, en el puro planeo del diseño, son un acierto. Es una pena que no se distancien mucho entre nivel y nivel, lo cual puede dar una sensación repetitiva. El que el juego te ponga a eliminar enemigos muy similares entre sí a montones no ayuda mucho, ni el que uses durante largo rato a un personaje y tengas que compenetrarte con uno nuevo cuando ya tenías a uno conocido.
La música ayuda a dotar de tonos de fantasía medieval al juego. Sin embargo, pese a sus tonos de época y a veces hasta melancólicos, no alcanza a lograr la majestuosidad en los soundtracks de otros juegos de rol. Eso sí, es muy fácil ligar estas aventuras a lo que estás escuchando.
Odin Sphere Leifthrasir es un muy buen juego. Tiene un gran, pero gran apartado artístico. Se juega de una manera muy divertida y, si no intuitiva, sí fácil de aprender. Nos otorga una historia digna, aunque no grandilocuente y, de paso, es más que disfrutable. Limitaciones en cuanto a lo repetitivo que llega a ser, o a que se nota que es un juego ya con mucho tiempo a cuestas, lo alejan de ser un juego aún más interesante.
Si lo que quieres es una buena historia, con la suficiente duración y que te dé cierta recreación a nivel visual, no te puedes perder estos cuentos de lujo. Si no está dispuesto a perdonar sus diálogos o esa sensación de repetición, o quieres algo aún más ligero, no lo toques. Depende de tu estado de ánimo el cómo puedas disfrutar el juego. Y si estás en el mood de un relato así, es más que recomendable.