iOS
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NetherRealm
Warner Bros Games
07/04/2015
Mortal Kombat no sólo es una de las franquicias más populares entre los juegos de pelea. Es una propiedad intelectual ampliamente reconocida por el público, sea apasionado del fighting o no. Por ello, no extraña que como complemento de un juego que pinta para ser un hit enorme como Mortal Kombat X, NetherRealm se haya decidido a construir un juego free to play para móviles.
No es casualidad que la más reciente entrega de la saga que hizo célebres a Boon y Tobias aparezca en móviles en este modelo de negocio. Injustice, la exitosa fórmula de golpizas callejeras entre Superman, Batman y anexos, demostró ser una fórmula más que rentable con su aplicación para tablet y celular. Así, Warner y NetherRealm descubrieron un fenómeno de mercado que supieron aprovechar con otras propiedades intelectuales. Así, alcanzaron hasta una concepto que llega a consolas en manos ajenas, como la WWE, para convertir en semidioses a los ídolos del wrestling americano en Immortals.
Con estos antecedentes, Mortal Kombat X arriba con la promesa de al menos recrear la experiencia del título para consolas en iOS. ¿Se cumple este objetivo? Es justo lo que nos interesa ver a continuación.
Si jugaste los anteriores títulos de la marca Netherrealm-Warner en tu dispositivo, ya tienes dominado el fundamento del combate. Toca repetidamente la pantalla para combos semiautomáticos, desliza el dedo para completarlos y toca con dos dedos para bloquear el ataque del enemigo. Al reunir un medidor podrás ejecutar ataques especiales, los cuales harán más daño si realizas de forma correcta una acción específica pero sencilla. Todo esto en equipos de tres contra tres.
Verás fatalities, pero no con la misma frecuencia que desearías. Dichas ejecuciones, realizadas también con acciones simples, están reservadas para los enemigos especiales que te encontrarás. Sí, lucen bien cuando suceden, pero su escasez hace que el juego se sienta un poco lisiado.
Si bien hay quien desearía una jugabilidad más compleja, no podemos olvidar que la intención es llegar a un público más amplio. Con dicha sencillez, la forma de jugar es más amigable para el usuario tomando en cuenta lo limitado de la plataforma en cuanto a control. También queda claro que ninguno de los responsables está dispuesto a arreglar un concepto que no sólo no está roto, sino que ha demostrado ser terriblemente exitoso.
Ahora, en este apartado el juego es bueno. Al menos para los estándares de un título móvil. Sí, es repetitivo pero es funcional para la plataforma y cumple sus objetivos. Luce sorprendentemente bien, aunque para correrlo como se debe necesitas un dispositivo reciente. De otra manera, es probable que tenga problemas con la estabilidad y el funcionamiento (si eso pasa, el mismo juego se encargará de recordártelo).
No hace falta decir que, como buen free to play, el chiste es buscar maneras de que termines pagando. Es cierto, más de uno preferiría pagar un precio completo a tener estas interrupciones, pero el modelo hasta ahora ha sido financieramente exitoso y es casi un hecho que permanecerá vigente un buen rato. Lo interesante es como un juego como Mortal Kombat X para móviles lo hace funcionar.
De entrada está el sistema de cartas. En vez de un roster, tienes una colección de cartas que representan a diversos personajes. Cada uno tiene atributos como ataque, salud, recuperación, entre otros. A su vez, cuenta con espacio para habilidades, elementos de respaldo, e incluso armas u otra clase de equipo útil en el combate. Como es de esperarse, cada uno de estos detalles también se obtiene con cartas.
Es aquí donde el modelo de negocio se complicará (a propósito y como reza la tradición) si no estás dispuesto a abrir tu cartera. Las cartas se obtienen con monedas en el juego, las cuales naturalmente se consiguen lentamente jugando o por paquetes a cambio de dinero real. Si entras al juego con regularidad, obtendrás cartas adicionales al azar. Pero, como puedes notar, el progreso no es muy ágil si no pagas.
Para rematar, el usar a los personajes en combate les reduce su energía. Si se agota, no puedes utilizarlos hasta que se regeneren. Puedes cambiar de cartas en tu equipo para evitar este asunto, pero será común que agotes este apartado y debas esperar. De nuevo, el fundamento es que inviertas en el juego.
El título luce bien para ser de móviles. Si quieres sólo llevar una limitada recreación de la experiencia en tu puede que lo encuentres muy disfrutable. Aún así, es muy notorio el reciclaje del concepto por parte de sus responsables. El que sea una idea exitosa no representa por fuerza que deba repetirse. Para rematar, la jugabilidad es aún repetitiva y el modelo free to play utilizado para generar ganancias toca por momentos los límites de lo abusivo (como sucedía ya en WWE Immortals).
Es un juego funcional para las plataformas móviles y cumple su evidente propósito: servir de publicidad para el juego de consolas y obtener una ganancia. En aspectos técnicos como los gráficos es evidente un avance. Pero, como suele pasar, si buscas una experiencia más profunda no la tendrás. Los objetivos son tan claros que no verás mucho más lejos. Por más que, de vez en cuando, seas testigo de un fatality.