Traveller’s Tales, el estudio independiente que hace poco fue adquirido por Warner Bros. Interactive, es sin duda uno de los reyes de los videojuegos de licencias. Con más de 20 años de experiencia y decenas de juegos en su portafolio, nos han entregado joyas como Toy Story y A Bug’s Life. También ha demostrado su experiencia con grandes franquicias como Sonic, mostrando su talento con Sonic 3D y Sonic R, los cuales alcanzaron grandes logros técnicos en Mega Drive y Sega Saturn.
Fue a partir de 2005 cuando el estudio comenzó a generar juegos de LEGO basados en distintos universos de licencias, con sólo unos pocos originales, como los relacionados con el universo de Chima y Lego City Undercover, que fue exclusivo para Wii U.
En un lapso de casi una década, Traveller’s Tales ha lanzado más de veinte títulos de LEGO, mismos que en conjunto han vendido más de 60 millones de copias en todo el mundo. Ahora, pocos meses después de entregarnos The Lego Movie Videogame, llega LEGO The Hobbit, para darle seguimiento a la serie LEGO The Lord of The Rings.
La historia de LEGO The Hobbit sigue la de las dos primeras películas que han salido hasta la fecha, me refiero a An Unexpected Journey y The Desolation of Smaug. Quienes temen que salga un nuevo título a precio completo con la historia del cierre de la trilogía pueden estar tranquilos, puesto que para cubrir There and Back Again (la tercera película) se lanzará contenido descargable a finales de año, cuando se estrene en cines.
Entrando al alma narrativa del juego, es indispensable destacar que Lego The Hobbit sigue fielmente la línea argumental de las películas, por lo que pueden esperar ver todos los momentos épicos que tanto disfrutaron en los filmes. Como es costumbre, Traveller’s Tales incluye todo el humor que caracteriza a sus juegos, cuestión que recibe mención especial puesto que la historia del juego contiene bastantes pasajes de solemnidad y tragedia; sin embargo, los elementos de humor siempre se mantienen y se balancean efectivamente con el tono oscuro que The Hobbit puede llegar a tomar.
¿Qué se puede esperar de los gráficos de un videojuego de Lego que aparece en Xbox One y PlayStation 4? Al principio, mis expectativas no eran muy altas al respecto, incluso eran inexistentes. A pesar de esto, el juego logró sorprenderme con excelentes efectos de iluminación, bellas texturas en alta resolución, cientos de elementos en pantalla, la cual se divide dinámicamente cuando hay dos jugadores. La acción jamás baja de ritmo por culpa de detalles técnicos –como los cientos de objetos simultáneos– ni se queda corta debido a los aspectos gráficos: pueden esperar un juego que, aunque no despliega los mejores elementos visuales, sí se encuentra a la altura de un juego de generación actual.
Desafortunadamente, es sólo a través de estos dos pilares que el juego entrega una experiencia medianamente satisfactoria. Como sabemos, gran parte de la verdadera esencia de un videojuego en la mayoría de los casos es el gameplay, el cual deja mucho que desear en Lego The Hobbit. Para explicar detalladamente este punto, comenzaré diciendo que el título no innova en nada respecto a las dos decenas de títulos de Lego ya existentes.
Lego The Hobbit toma la mayoría de las mecánicas de títulos pasados, como la necesidad de encontrar ciertos objetos para crear o construir otros más grandes, sólo que en esta ocasión tendremos que minar por piedras preciosas y destruir todo a nuestro alrededor para coleccionarlos, lo que se torna en cierto modo repetitivo y hasta aburrido después de un largo periodo de realizar la misma acción.
Para simular un poco la sensación de variedad, los muchos personajes del juego tienen habilidades especiales únicas, a través de las cuales se desbloquean caminos para avanzar o descubrir secretos para coleccionar (hecho que ofrece una especie de respiro cada cierto tiempo, pero que en realidad no es suficiente para darle verdadera emoción al título). Debido a que manejamos una compañía de más de diez enanos y miembros de otras especies como hobbits, humanos y elfos, podremos realizar distintas actividades, como empujar bloques con un mazo, andar por puentes hechos de cuerda, jalar ganchos con una especie de látigo y demás acciones que solamente estarán disponibles para ciertos personajes.
Algo que se agradece es el modo cooperativo: Lego The Hobbit cuenta con la opción de jugar a pantalla dividida para compartir la diversión y darle una oportunidad más al juego de ser interesante. Al tener a un acompañante, se añaden elementos como la búsqueda de objetos específicos, la cooperación en los minijuegos y la posibilidad de trabajar en equipo para superar los distintos puzzles. Tristemente, el modo cooperativo termina siendo sólo una máscara que disfraza el gameplay hueco y repetitivo que hay detrás.
Para los que buscan bastantes tareas por realizar y tesoros por encontrar, Lego The Hobbit tiene muchas actividades esperando ser descubiertas. Cada vez que avancemos un fragmento importante de la historia, desbloquearemos áreas completas de la Tierra Media, como The Shire y Bree, entre muchas otras. Una vez desbloqueadas, en nuestro mapa aparecerán decenas de actividades que podremos marcar y después acudir a cada una para ver de qué se tratan. Cabe destacar que muchas de éstas serán imposibles de superar pues se necesitarán personajes, armas o habilidades que aún no hayas desbloqueado, sin embargo, le añade valor de rejugabilidad al título.
Lego The Hobbit no llega a innovar ni a coronarse como el mejor juego de Lego hasta la fecha, sin embargo mantiene la esencia fiel de la serie y nos entrega una agradable experiencia si somos fans de la franquicia y del humor que Traveller’s Tales le imprime. Parece ser que, después de más de 20 títulos, a los videojuegos de la franquicia se les empieza a notar la falta de frescura e innovación que ya les hace falta.