Definitivamente los mejores juegos de Kirby son aquellos que utilizan al turbo-cute y redondo personaje como un lienzo (rosa) de nuevas ideas que se separan un poco de sus entregas tradicionales como Kirby’s Adventure, pasando de Kirby’s Pinball land a Kirby’s Dream Course y, por supuesto, de Kirby: Canvas Course a Kirby and the Rainbow Course, estos spin-offs han sido por mucho las mejores experiencias que Kirby tiene para ofrecer (a excepción de Epic Yarn).

A unos meses del lanzamiento del Nintendo DS, Hal Laboratory hizo su primer experimento con pantallas de control táctil, el resultado fue Touch! Kirby, conocido en América como Kirby: Canvas Curse, título que fue uno de los pioneros en mostrarnos el (en ese entonces inocente) potencial de los juegos con controles táctiles. En lugar de tener control de Kirby, Canvas Curse te permitía dibujar líneas por las cuales la bola rosa podía rodar, colgarse y demás; esta nueva secuela para Wii U expande el concepto e intercambia las tradicionales copy abilities por transformaciones.

En la exploración de ideas que saquen provecho del GamePad, apuesta y característica principal del Wii U, Nintendo ha sido bastante impredecible. Por otro lado, algunos pocos triunfan en ofrecer una experiencia óptima gracias a la segunda pantalla y definitivamente Kirby and the Rainbow Curse es uno de ellos. HAL laboratory se esmeró en el preciosísimo estilo visual del juego, haciendo que todo lo que está presente en éste parezca hecho con plastilina, es una verdadera lástima que, debido a su naturaleza touch, tendrás que estar viendo el juego streameado a la pantalla del GamePad en lugar de apreciarlo en toda su gloria en tu HDTV.

Mientras que Canvas Course puso los cimientos de las mecánicas incluídas en esta secuela, Kirby Plastilina (PlastiKirby) se siente como la idea completamente desarrollada, donde en lugar de simplemente tratar de que Kirby tenga una plataforma, aquí tendrás que usar tu stylus para alterar el mundo alrededor de la bola rosa, desde abrir una cascada para que Kirby pueda pasar hasta crear los rieles por los cuales cuelga Kirby en su modo góndola.

Al más puro estilo de Nintendo, la mayoría de sus níveles que tienen mecánicas distintas a las “normales” únicamente viven en los escenarios en que se estrenan; me hubiera encantado revisitar la idea del nivel en el que tienes que controlar a dos Kirbys.

En cada uno de los 20 níveles incluídos en el juego (ni se asusten, son como siete horas de campaña sin sacar el 100%) tendrás que coleccionar 100 de las estrellas dentro de los níveles si es que quieres destruír bloques de metal para así obtener algunos cofres escondidos, hablando de estos, cada nivel tiene cinco (en su mayoría nada fáciles de obtener) que desbloquean hermosos modelos de personajes en toda su plastilinezca gloria, también algunos otros te darán canciones del juego para escucharlas en increíble modo Sound Test muy al estilo del último Smash Bros de Wii U.

Hablando del soundtrack, en su mayoría está compuesto por remixes clásicos de la serie (como el fantástico Vegetable Valley de Kirby’s Adventure de NES que está aquí abajito) el veterano de HAL Laboratory Shogo Sakai (que seguramente han escuchado hasta el hartazgo en los soundtracks de la serie Smash Bros.) junto con Megumi Oohara (de fama de Doraemon) compusieron juguetonas melodías que le quedan como anillo al dedo a esta aventura.

Kirby and the Rainbow Curse se une a Captain Toad ofreciendo propuestas exclusivas para Wii U a un precio de 40 dólares, 20 abajo del full price al que estamos acostumbrados en pagar y aunque para muchos de nosotros estos títulos tienen un valor sentimental mucho mayor a las demás propuestas de la industria, definitivamente estas experiencias compactas hechas a la medida del GamePad a este precio las convierten en algo atractivo para quienes no acostumbran consumir Nintendo.

Para concluir, Kirby Plastilinita es otra divertida entrega para la ahora increíble librería del Wii U, aunque supongo que si a este punto Mario Kart o Smash no han hecho que te compres la consola casera de Nintendo, nada lo hará. Para los afortunados que tenemos la dicha de tenerla, atásquense, Rainbow Curse es un juego de la ingeniosa HAL Laboratory, desarrolladora que construyó Satoru Iwata personalmente y que sin duda es un firme primer paso de Kirby en el Wii U.