PS4, XBOX ONE
Zen Studios
Zen Studios
16/09/2014
Hubo una época en la que el mercado de los videojuegos se comenzó a sobrepoblar con juegos de ritmo, el resultado fue una gran invasión de plásticos en juegos como Guitar Hero, Rock Band, Band Hero y DJ Hero. Fui parte de los consumidores que disfrutaron de este tipo de juegos, sobre todo después de una fiebre adolescente por Pump it Up y los juegos arcade de ritmo.
El día de hoy podría decirse que este tipo de juegos pasaron de moda, el resultado es que ciertamente seguimos teniendo títulos de este género, pero son tan escasos que sus lanzamientos anuales caben en los dedos de nuestras manos.
Entre esos juegos de ritmo está KickBeat, un interesante experimento creado por Zen Studios, equipo cuya especialidad es la creación de mesas de Pinball virtuales aunque han también explorado otros géneros como el de estrategia con Castlestorm. No es la primera vez que recibimos este título que originalmente se estrenó en PS3 y PS Vita hace un año, pero sí la primera ocasión que lo vemos en consolas de nueva generación con el subtítulo de Special Edition.
Durante una etapa de mi vida practiqué artes marciales, en específico el Tae Kwon Do, entre lo que más me divertía de este deporte estaban las Formas, una sucesión de movimientos preestablecidos con los que demuestras tu técnica en la ejecución de diferentes patadas, golpes y defensas. Durante mis lecciones incluso había espacio para la creatividad, teníamos eventos de exhibición en los que creábamos nuestras propias formas musicales incluyendo una melodía de nuestro agrado para acompañar la presentación. En este tipo de ejercicios teníamos que coordinarnos a la perfección, seguir el ritmo de la música y al mismo tiempo concentrarse en las técnicas que estábamos demostrando.
Les platico lo anterior porque algo muy similar es Kickbeat, un juego de ritmo y Kung-fu. En este título tomas el control de un personaje al centro de un escenario que se comienza a invadir por enemigos que llegan de distintas direcciones.
Los controles son los botones principales del control, de manera que debes seguir el ritmo en el que llegan los enemigos y sus direcciones para golpearlos justo al tiempo de su ataque y así vencerlos antes de que ellos te golpeen a ti.
Para tu comodidad el juego incluye pistas visuales a través de los colores del uniforme de los rivales. Si es amarillo, habrá un espacio de tiempo normal entre un ataque y el siguiente; si es azul, los ataques sucesivos serán muy rápidos; si es rojo tendrás que oprimir dos botones a la vez puesto que llegarán dos enemigos en un ataque de forma simultánea.
Hay enemigos que incluyen objetos que te ayudarán dentro de los niveles como bombas, multiplicadores de puntuación y escudo antidaños. Para obtener sus beneficios tienes que golpearlos con dos clicks sucesivos a los botones en lugar de uno.
Finalmente hay tres marcadores en la pantalla: 1) tu puntuación que se verá beneficiada por multiplicadores que se suman al completar una cadena de ataques sin errores; 2) una barra de vida que se vacía cuando fallas en tus ataques y los rivales te golpean; 3) un indicador de poder que liberas cuando está lleno y duplica tus puntos, muy similar al Star Power de Guitar Hero.
En resumen eso es Kickbeat, una serie de más de 20 canciones en este juego de combate rítmico.
El juego presenta un modo campaña, por lo que tiene una historia qué contarnos. Seguiremos la historia de los jóvenes Lee y Mei en campañas por separado que nos cuentan su propia historia, aunque los escenarios y las canciones son exactamente las mismas y no sabemos entonces qué sentido tiene hacerte jugar dos campañas completamente idénticas.
Al terminar la campaña desbloqueas el modo libre que te permite jugar la canción que tú prefieras en la dificultad que tú elijas, con el escenario y personaje de tu preferencia.
La historia que cuenta el juego es sencilla, llena de clichés y poco sobresaliente, pero se disfruta al tener cutscenes con bellos artes dibujados a mano.
Kickbeat es un juego muy difícil, pero me da la impresión de que esta dificultad es en parte por algunos defectos en el diseño del juego.
El título cuenta con cuatro niveles de dificultad, siendo que en el más básico las pistas son mayores al tener indicadores de los botones del control en la pantalla, conforme elevas la dificultad dichos marcadores y otras pistas visuales como brillos de los enemigos al atacar van desapareciendo, dejando que tu mente prácticamente actúe por intuición ante las oleadas de atacantes.
Vencer todas las canciones en dificultad normal es una tarea sencilla pero mucho más complicada que en cualquier otro juego de ritmo del mercado en su dificultad baja. Cuesta trabajo entender por completo el gameplay, aunque cuando lo haces se vuelve una experiencia adictiva pero también muy repetitiva.
Jugar en los dos niveles de dificultad más altos es un reto no apto para cualquiera, sobre todo porque como juego de ritmo, Kickbeat no sigue patrones amigables y aunque los ataques van coordinados con los beats de la música visualmente es muy confuso reconocer sin sus pistas qué atacante llegará primero entre el caos de la pelea.
Amamos el reto, y lo seguiremos jugando hasta conquistar sus niveles de dificultad más altos, no obstante, parece que esta dificultad no viene del juego así, sino de problemas en su diseño que son una lástima dado que la propuesta de este título es muy interesante.
Entre las canciones hay temas de música electrónica, rock, hip-hop, entre otros, destacando piezas de Marilyn Manson, Papa Roach, Rob Zombie, Pendulum, entre otros. La selección es disfrutable, aunque también son temas poco reconocibles para un público extenso que podría interesarse en el juego.
Quizá hubiera estado bien incluir algunos temas más populares en el repertorio de este juego musical pero ello hubiera implicado que su precio se elevara también por las licencias.
Un año después de su lanzamiento original llega esta Special Edition a consolas de nueva generación estrenándose hoy en PS4. La mejora es, sobre todo, visual, y resulta altamente satisfactoria. Por primera vez en consolas el juego corre a 1080p y 60fps, brillando sobre todo por su fluidez.
Fuera de las mejoras visuales los cambios son pocos.
-Se agregaron algunas pistas de música electronica de enV como única adición al catálogo de melodías original.
–Se quitó la función que te permitía jugar con tu propia música en el juego original, dicha herramienta siempre resultó defectuosa y en lugar de mejorarse fue removida.
-Se conservó el visualizador que te permite ver la ejecución perfecta de las canciones como espectador.
A diferencia de la edición que se publicó inicialmente en PS3 y Vita que era cross-buy es una lástima que ahora en PS4 no conserva dicha ventaja y si la deseas tienes que volver a comprar el juego aunque ya tengas una de las ediciones anteriores; de igual forma si adquieres esta versión no tienes derecho a descargar el juego en PS3 o Vita.
A pesar de sus fallas, Kickbeat es un juego que merece ser jugado por los fans de los juegos de ritmo y si anteriormente nunca lo habías hecho, en su Special Edition te encontrarás con la mejor versión de consolas por su resolución y fluidez que también impacta de forma positiva a su gameplay. Si eres de los que ya lo jugaron, es una lástima que no es cross-buy y que no tiene muchos aportes nuevos, por lo que no tiene mucho caso volverlo a comprar.
-1080p y 60fps estables.
-Divertido, adictivo, difícil, fluido.
-Buena ejecución en general, propuesta muy atractiva en el género de los juegos de ritmo
-A diferencia de las versiones anteriores no es cross-buy
-Hay picos muy altos en dos de sus niveles de dificultad que parecen derivarse de problemas en el diseño del juego más que en la poca habilidad del usuario.
-De Special Edition prácticamente sólo está el nombre, pues son mínimos los aportes nuevos.
Aplaudo el esfuerzo de Zen Studios y siguen estando entre mis estudios independientes favoritos por este tipo de propuestas. Kickbeat es en general un buen juego de ritmo que ahora también podemos jugar en nuevas plataformas, así lo podrán disfrutar más usuarios que anteriormente no le habían dado una oportunidad.
Recomendable si disfrutas de los juegos de ritmo y si son de tu agrado los artistas que se encuentran en su repertorio musical.
Es una experiencia disfrutable y recomendable por diez dólares aunque es una lástima que no sea cross-buy para todos los que ya lo adquirieron previamente.