SEGA finalmente se ha decidido a traer un título de Hatsune Miku a Occidente. Estamos hablando, nada más y nada menos que, de Project Diva F. El último juego basado en el popular ídolo virtual de la escena musical pop japonesa. HM:PDF es un juego de ritmo para PlayStation 3 que apela a los ya fans del personaje de cabello en cerceta, pero ¿tiene lo suficiente para sostenerse por sí solo entre un género tan gastado? Descúbranlo en esta reseña.
Hatsune Miku debutó en los videojuegos en el 2009 con Project DIVA para PSP, primer título de la serie, que ahora nos entrega su cuarta versión, esta vez para PlayStation 3 y PS Vita, y por primera vez disponible en Norteamérica.
Aunque en Japón, la estrella del pop computarizada ya es todo un fenómeno cultural, su aceptación fuera de la isla ha avanzado a paso lento pero seguro (salvo en ciertos sectores de consumo otaku, claro está, donde ya se le idolatra como en su país de concepción).
En Project Diva F contamos con dos modos de juego principales, el de ritmo y una extraña interacción con Hatsune y sus amigos. El primero es lo que podemos esperar de un juego musical del estilo: objetos brillantes, que representan un botón a presionar, volarán por la pantalla hasta llegar a una marca donde hay que presionarles con cierto ritmo y entre más precisos seamos mejor será el puntaje obtenido.
El título cuenta con una variedad de 38 melodías para jugar y en cada una contamos con interesantes y muy coloridas secuencias de animación, que sirven como videoclip de fondo para la pantalla. La animación de cómo viajan los indicadores de acción es un tanto rara al principio, pero tan pronto te acoplas al ritmo de las canciones, todo se vuelve como en cualquier otro juego del tipo.
Es el modo de juego DIVA donde las cosas se ponen algo raras; es una modalidad donde el fin es convivir en distintos tipos de eventos sociales, con los personajes del juego. Es un tipo de interacción muy de juego del tipo, y en extremo japonesa. Podremos pasar rato con las idols, darles regalos, participar en mini juegos, personalizarles, comprarles muebles y hasta palpar sus caras. El juego cuenta con una tienda virtual donde gastar los puntos obtenidos en el juego, para intercambiar por vestuarios y accesorios para los Vocaloids.
Si el modo DIVA no satisface tus necesidades, y ya te acabaste y perfeccionaste las canciones en todos sus niveles de dificultad, puedes acudir al modo de edición; en éste, las herramientas para crear tus propios videos musicales son tan vastas, intrincadas y permisivas, que pueden alienar a algunos jugadores no iniciados, pero que sin duda harán las delicias de los más asiduos y creativos. Básicamente puedes personalizar todo lo que normalmente ves en las sesiones de juego predeterminadas, e incluso importar las canciones que tengas guardadas en la memoria de la consola, siempre y cuando estén en formato MP3. Es increíble lo que se puede lograr en esta modalidad si cuentas con la paciencia necesaria, y la suficiente capacidad de planeación.
El juego luce y se escucha de manera excepcional, al menos en su versión de PS3. La versión portátil sufre pero se recupera en su gameplay. Francamente, la elección de plataforma se trata de una cuestión de gustos. Algunos usuarios dicen que la portátil resulta más intuitiva de usar, pero lo que sí es un hecho es que, en la consola casera, Hatsune y compañía encuentran más oportunidad de lucir la impresionante dirección de arte que han recibido para el título. Si la estética de este universo nunca te ha resultado atractiva, este juego no cambiará nada.
Aun así, Hatsune Miku: Project Diva F no es un producto que apele sólo a fans de esta personalidad digital. Cualquiera que guste del J-pop, o de los juegos de ritmo, podría darle una oportunidad y dejarse atrapar por su universo. Es, además, la experiencia Project Diva más completa a la fecha, y una excelente oportunidad para conocer a sus personajes e historias, aunque sea por mera curiosidad.