Cada año llega esa época en la que en cualquier canal con programación enfocada a los niños son más comerciales que programa en sí, sobre todo cerca de navidad donde todos alguna vez pedimos un juguete; recuerdo que hace un par de décadas me emocionaba de ver las alocadas situaciones que presentaban los anuncios de Hot Wheels, y es que casi cualquier niño deseó tener aquella pista que armaras por todo tu cuarto, llena de accesorios, zonas de choque y otros de tus juguetes en situaciones con las que quizá tu imaginación convertía la simplicidad de lo que te rodeaba en aquellos sorprendentes escenarios que veíamos en los comerciales.

Les comento lo anterior porque jamás imaginé que un producto lograra capturar de forma tan fiel todas aquellas locuras que soñábamos los fans de Hot Wheels, y aunque han existido a lo largo del tiempo una buena cantidad de videojuegos inspirados en los vehículos de juguete de Mattel, me parece que hasta la fecha nadie había logrado un resultado tan divertido y con un trato premium de la marca como lo ha hecho Playground Games con esta expansión llena de horas de adrenalina conduciendo por su gigantesca red de pistas anaranjadas y azules.

¿Quién mejor que el estudio que ha hecho el mejor juego de Xbox One hasta la fecha para entregarnos esta expansión? No queda una sola duda que Forza Horizon 3 es una exclusiva de las plataformas de Microsoft que bien vale la compra de un Xbox One para cualquier fan de los juegos de carreras, y es que luego de que del lado de su competencia cerraran estudios con suma tradición en títulos del género que sin que necesariamente fueran simuladores buscaban entregar experiencias completamente enfocadas en la diversión –Liverpool Studio y Evolution Studos de PlayStation–, Microsoft tiene un poderoso aliado en Playground Games que nos ha demostrado que puede retomar un nombre de enorme peso como lo es la franquicia Forza en su divertidísimo spin-off Horizon para entregarnos el mejor juego de carreras que no busca la simulación como su principal objetivo.

Ya con Blizzard Mountain, Playground nos dejó claro que se tomaba las cosas muy en serio al tratar de ofrecer un escenario que aumentara la enorme variedad que ya teníamos en sus paradisíacos escenarios australianos en cuanto a terrenos que impactan directamente en las mecánicas de juego, ahora con Hot Wheels cumplieron el sueño de cualquier fan de la marca con el mejor tratamiento que alguien pudiera darle a una licencia tan popular como lo son los vehículos de juguete más famosos del mundo.

En lugar de encogernos a la escala de cualquier coche de juguete como solía pasar en la mayoría de los videojuegos inspirados en la marca, lo que hizo Playground con esta expansión para Forza Horizon 3 fue más bien poner sobre una isla paradisíaca pistas tamaño real para poder manejar el vehículo que queramos sobre ellas al lado de algunos emblemáticos coches de Hot Wheels que quizá no caben en nuestro bolsillo pero podemos conducirlos como cualquier otro automóvil real sobre sus pistas.

Vamos pues a revisar lo que nos ofrece.

¡Plástico y maravillosa locura!

Les voy a ser sincero, luego de ver los primeros videos y el gameplay de Hot Wheels me dije a mi mismo, “sí, la verdad se ve increíblemente cool pero ¿no será un poco aburrido ir sobre las pistas cuando Horizon siempre se ha tratado de abrir tu propio camino?” Vaya qué equivocado estaba pues transformando un poco su fórmula tradicional, esta expansión nos ofrece un nuevo sabor a su velocidad y adrenalina, justo lo que puede esperarse de una buena expansión.

Este paquete llega con fuertes cambios para la serie, pues obviamente si vas manejando sobre pistas de plástico suspendidas a manera de puentes queda completamente eliminado el factor de salirte del camino y seguir manejando, entonces más bien tendrás que ser muy cuidadoso en cada curva peraltada, rizo, saltos y todo lo que encuentres en tu camino, pues aunque hay pistas que llegan a tener una pequeña pestaña en sus bordes que evitan que caigas al vacío, los daños a tu vehículo por los choques constantes contra las mismas comenzarán a afectar los componentes del coche como su dirección y la potencia máxima importantísima en las rectas donde todos luchan por rebasar.

Algo que le hemos reconocido a Playground con Forza Horizon ha sido lo bien que se siente llevar tu vehículo a todos los tipos de terreno que nos ofrece y hablando del tema es bueno que el plástico juega un papel fundamental en esta expansión. Así como las ruedas de los coches reaccionan distinto a la tierra, arena, lodo, agua y pavimento, ahora tenemos un nuevo terreno que es tan divertido –y resbaloso cuando llueve– como te lo imaginas por lo que pensar en nuevas estrategias de frenado y de conducción es una buena idea, así como aprovechar algunas texturas distintas sobre la pista en las curvas que a pesar de ser un arriesgue al estar próximas al vacío te otorgan un poco más de fricción que te puede dar una ligera ventaja frente a tus rivales .

El plástico de las pistas, además, fomenta que tengas la velocidad necesaria para los alocados trazados de los circuitos en los que tenemos rizos, subidas y bajadas completamente verticales y otras locuras que al tenerte de cabeza recordarás lo divertido que era desafiar a la gravedad en los juegos de conducción futurista como F-Zero y Wipeout. También resulta muy divertido ver cómo hay tramos de pista que recordarán todos aquellos fans de Hot Wheels como montones de divisiones que se vuelven a juntar en un solo camino a lo largo de los circuitos, saltos sorprendentes sobre aros de fuego, medios tubos y aquellas curiosas intersecciones diseñadas para chocar en las que será todo un desafío encontrarte con el resto de competidores.

Quizá lo más divertido son esos impulsores que también tenían nuestras pistas de juguete –y que siguen sonando como si funcionaran con baterías–, gracias a los cuales tomamos la velocidad necesaria para pasar los rizos o desafiar la gravedad en tramos retorcidos o curvas con peraltes exagerados que te hacen sentir en una montaña rusa en la que seguramente las fuerzas G acabarían con cualquier piloto, pero ¿apoco no es divertido y soñar al ver todas estas locuras pasar de los juguetes a la vida real? Como en Forza Horizon 3 se mezcla perfectamente la simulación con la diversión del manejo arcade es muy desafiante controlar el vehículo al caer de un salto impulsado a un tobogán, por lo que resulta todavía más alucinante ver volar los coches al caer mal como si fueran juguetes, o quedar completamente vencidos ante el volante y dar trompos en los que es difícil recobrar el rumbo; es quizá ese toque de simulación con la locura de correr sobre el plástico y en esos alocados trazados los que logran que Forza Horizon 3: Hot Wheels sea un verdadero deleite para los pulgares al competir en sus carreras.

La isla de tus sueños… mucho contenido por explorar

Visualmente Forza Horizon 3 siempre ha sido un dulce para la pupila y con esta expansión no es la excepción, ver un atardecer reflejando el anaranjado sol sobre el plástico de la pista recién mojada por una llovizna no tiene precio, mismo caso de que anochezca y veas los fuegos artificiales del festival Horizon muy cerca de tu auto cuando vas en la parte más alta de una de las pistas que parecieran lanzarte a toda velocidad hacia el cielo. Además de lo anterior me gustó mucho el escenario que se eligió para colocar estas alocadas pistas pues recrea muchas de las situaciones que nos hacían soñar los empaques de los juguetes que comprábamos: una hermosa playa domina la mayor parte del terreno pero también tenemos saltos entre rascacielos de una ciudad, chatarra en una zona llena de tierra muy árida, una montaña llena de retorcidas pistas a su alrededor o ¡una zona tropical con dinosaurios!

Una vez que se ha creado el escenario perfecto ¿de qué nos serviría si no tuviéramos retos dentro del mismo? Prepárense pues la expansión nos ofrece horas y horas de contenido muy bien planeado para aprovechar ese paraíso de plástico. Al igual que en la campaña principal de Horizon 3 y Blizzard Mountain tenemos eventos que van desde carreras en circuitos o pistas de un punto A a uno B, hasta eventos esporádicos como marcar la mejor velocidad frente a una cámara, mantener velocidades en promedios altos en zonas designadas a sumar altas puntuaciones por ello, derrapar en segmentos determinados o ponerte a buscar coches Hot Wheels abandonados. No podemos olvidar también las famosas listas de deseos que nos ponen objetivos muy específicos como metas de tiempo o puntuación a bordo de un vehículo específico, en este caso obviamente nos pondrán detrás del volante de alguno de los Hot Wheels entre los que destacan clásicos como el Twin Mill (1969) o modernos como el Bone Shaker (2011) o el Rip Rod (2012).

La progresión el Festival de Hot Wheels para Forza Horizon 3 funciona de la misma manera en que lo hizo Blizzard Mountain, se sustituyen los fans para desbloquear nuevas pruebas por medallas que se logran una por completar la carrera –con nombres tan cool como los sets de Hot Wheels–, dos por completarla y ganarla y la tercera casi siempre por alcanzar retos específicos de puntuación o tiempo. La verdad en lo que más invertí tiempo fue en la diversión de obtener la tercer medalla de las pruebas, me pareció muy desafiante que sin importar la dificultad increíblemente flexible y personalizable de Forza tuviera que concentrarme en hacer movimientos limpios, cierta cantidad de derrapes o alcanzar tiempos específicos para lograrlo.

Regresando al punto que comentaba en el apartado anterior de que pensaba en el riesgo de que no fuera muy divertido competir sobre pistas establecidas, puedo comentar que además de descubrir lo diferente que es manejar sobre el plástico mi mayor sorpresa llegó de lo bien que van subiendo en intensidad los eventos; los primeros nos ponen a competir con vehículos de la clase más baja y van subiendo de intensidad y de velocidad, de manera que cuando llegas a las carreras de clase S2 y traes tu Lamborghini, McLaren, Ferrari o cualquier otra bestia de metal a velocidades vertiginosas sobre el plástico descubres la emoción y el reto de las frenadas, los rebases espectaculares, la importancia del resoplo y montones de estrategias que más que nunca son muy necesarias para dominar los mounstros de plástico a los que te enfrentas en esta expansión.

Si ls digo que son MUY abundantes los contenidos del festival de Hot Wheels para nada exagero, y es que cuando ya vas con más de 70 medallas luego de un fin de semana intenso tratando de conquistar las pistas y ves que se sigue desbloqueando lo mejor en esa curva de intensidad creciente, te das cuenta que la expansión vale cada centavo de sus $349 pesos mexicanos ($20 dólares en los Estados Unidos) que cuesta el paquete.

Comentarios finales: Un verdadero sueño hecho realidad para los fans de Hot Wheels

Mi experiencia con Forza Horizon 3: Hot Wheels fue de menos a más, aunque me emocionó muchísimo la elección del tema y me encantaron sus primeros videos comencé a jugar la expansión con la incredulidad respecto a que si efectivamente sería tan divertido manejar sobre las anaranjadas pistas que rodean la nueva isla del juego tanto como lo eran las carreras off-road del resto de la serie. Mi sorpresa y emoción fue creciendo conforme avancé de clase en los eventos; conocer el plástico como nuevo terreno, romper mis coches al ir rebotando en las paredes de las pistas, dominar el volante luego de cualquiera de sus abundantes saltos y admirar el excelente tratamiento que se le dio a una de una de mis licencias favoritas me hicieron gradualmente comprender que estaba frente a una de las mejores expansiones de un año que mucho ha aportado a esta industria que tanto nos apasiona.

Nuevas mecánicas, y la imaginación de crear un paraíso de pistas de plástico con divertidísimos eventos hacen valer una fantástica expansión que no hace más que comprobar lo valioso que es Forza Horizon 3 para los juegos contemporáneos de carreras, un producto de altísima calidad que cumple al entregarnos toda la emoción y la adrenalina de la velocidad en sus fantásticos eventos; es un juego que debe recordarse en las páginas doradas de la historia de esta industria y definitivamente un producto que dominará los tops a la hora de recapitular las mejores exclusivas del Xbox One.

Cada minuto que pasé con Forza Horizo 3: Hot Wheels fue un flashback a esa infancia en la que me apasionaban los vehículos miniatura de Mattel y el poder de la imaginación de esas situaciones con las que los comerciales nos vendían esos juguetes que terminábamos recreando en nuestras casas; sin lugar a dudas el equipo de Playground ha logrado en un videojuego que muchos de esos sueños se hayan hecho realidad y por eso recomendamos esta expansión como un indispensable para los fans de Hot Wheels y los amantes de los juegos de carreras.