PS4, SWITCH
PS4
Omega Force / Square Enix
Square Enix
12/07/2019
¿Qué es Dragon Quest Builders 2? Pregunta con muchas respuestas: es, obviamente, la secuela de Dragon Quest Builders. También es un juego que parece modesto de Omega Force y Square Enix, pero a la mitad de la aventura se convierte en un mundo absorbente que hace palpitar el cerebro y el corazón. También es uno de los juegos de aventuras y puzzle más bonitos que se han hecho en la última década. Y es un juego que va a ser subestimado –porque esa es la maldición de Dragon Quest en América—, pero que quien lo juegue, va a tener una experiencia que pocas veces ha tenido en los videojuegos. ¿Me conviene comprar Dragon Quest Builders 2? Sin ninguna duda. ¿Por qué? Sigue leyendo.
No es necesario haber jugado ningún Dragon Quest –incluso Dragon Quest Builders 1–, para poder entrarle a DQB2, a pesar de que la historia sea una continuación (o más bien, una historia alterna) de Dragon Quest II. Se supone que DQBII ocurre poco tiempo después del final de DQII. Los villanos sobrevivientes se reagrupan y forman una como secta llamada Los hijos de Hargon, y buscan vengarse por la derrota de los villanos Hargon y Malroth a manos de los descendientes de Erdrick. ¿Cómo lo van a hacer? Deshaciéndose de todos los builders, para que ya no reconstruyan nada. Buen plan. Al comenzar el juego, tú eres uno de esos builders que fueron capturados por una banda de los Hijos de Hargon. Sin saber cómo ni por qué estás encerrado en una prisión de un barco, de inmediato te ponen a trabajar –a manera de tutorial–. Cuando los malos se dan cuenta de tus aptitudes, empiezan a valorar las habilidades de los builders y reconsideran su postura. Pero justo cuando la cosa parece que se va a tornar a tu favor, el barco naufraga. Tragedia. Despiertas en una playa de la Isla del Despertar, donde te encuentras con un personaje con amnesia, que se hace llamar Malroth –¡OMG!–. Pero él se convierte en tu aliado y así empieza la aventura.
A lo largo del juego te vas a encontrar con personajes que te guiarán a lo largo de varias islas que irás descubriendo poco a poco en seis episodios, cada uno muy largo. Y conforme la historia avanza, se irán revelando varios secretos y sorpresas. Tal vez la parte floja (por decirlo de alguna manera) de la narrativa es que para que los sucesos sean impactantes para ti, vas a tener que leer mucho los diálogos con los NPC, porque el juego tiene muy pocos cinemas. Pero si te tomas la molestia de ponerle atención a las conversaciones, el juego te recompensa con momentos muy graciosos y emotivos. La lectura te hará crear lazos con los NPC claves que te encontrarás y que reencontrarás a lo largo de la aventura y ese es el fuerte de DQB2. Y créenos que si eres de los que les gusta saltarse las conversaciones, después del primer giro de tuerca, vas a querer leer todo para no perder detalle.
Claro, no podemos –ni queremos– contarte los detalles de lo que te espera en estos seis capítulos que dan más de 40 horas de juego, pero sí podemos decirte que la historia es bien satisfactoria y que igual y hasta te arranca una lagrimita al final.
DQB2 reúne lo mejor de tres géneros: el de mundo abierto y construcción (Minecraft), el de simulación (Harvest Moon, Animal Crossing) y el de RPG (Dragon Quest). Sintetiza muy bien los elementos de cada género y lo mejor es que, a diferencia del primer juego, te lleva mucho de la mano. Podríamos decir que todo el modo de historia de DQB2 es un tutorial muy largo que, al terminarlo, te recompensa con toneladas de sets de Lego que podrás usar para echar a volar la imaginación y construir lo que tú quieras.
Lo básico es la construcción. Por medio de bloques aprenderas a hacer lo más simple con los materiales que tienes a la mano: un cuarto cerrado de cuatro por cuatro con bloques de tierra que puedes encontrar en cualquier parte. Pero poco a poco se complicará. Tu personaje tiene tres cosas importantes para construir: un libro donde apuntará recetas y planos para construir cosas nuevas, una mesa de trabajo para fabricar objetos y bloques con los elementos recolectados (o minados), y un yunque para crear armas, armaduras y martillos que te servirán para enfrentar los peligros y recolectar material para la fabricación de objetos.
Durante gran parte del juego, no podrás improvisar. Combinando la narrativa con las posibilidades para construir, el juego te dirá exactamente lo que tienes que hacer. Por ejemplo, quizá un aldeano te pide que construyas una habitación para dormir y te dirá con precisión lo que necesitas. Si te sales del guion y decides hacerlo a tu manera, no funcionará y no podrás avanzar. Pero esto no es malo, ya que astutamente los programadores te estarán enseñando las mejores bases para que, en el futuro, puedas obtener mejores resultados con tus creaciones. Esto podría dificultar un poco el progreso del juego, pues habrá misiones donde aparentemente haces lo que te piden y no pasa nada y te atoras. Por ejemplo, en alguna ocasión, nos pidieron un cuarto donde teníamos que poner un hongo; construimos el cuarto justo como nos lo pidieron, metiendo un hongo en un cofre, pero no pasaba nada. Sin embargo, se nos ocurrió recoger un hongo con el guante y ponerlo “físicamente” dentro del cuarto, y la magia ocurrió. A veces es frustrante dar vueltas y no entender por qué no pasa nada si lo hicimos como nos lo pidieron, pero después de deambular buscando la respuesta, al encontrarla, nos hizo decir “claro, lo tuve enfrente de mí todo este tiempo”. Y es esa sensación de descubrimiento lo que le da mucho valor al juego. Aunque aparentemente DQB2 nos da todo peladito y en la boca, es gratificante que también nos ponga a pensar en los acertijos, lo que pocos juegos en la actualidad hacen. A diferencia de títulos como Dark Souls –sin demeritarlo, claro–, donde la dificultad está en la fuerza bruta, en DQB2 el reto llega a ser más mental que físico.
Aquí vas a tener algunos elementos a dominar. El primero es lo que tiene que ver con tu personaje. Protegerlo con armaduras y armas para el combate, darle herramientas para recolectar elementos de construcción y cómo mantenerlo saludable. Las armas y las armaduras las aprenderás a lo largo de la historia y no podrás adelantarte; tu progreso aquí está, de alguna manera, supeditado a los requerimientos de tus misiones. Irás subiendo de nivel con los elementos de los RPG tipo DQ, y conforme subas, tendrás acceso a mejoras. Tendrás ataques para combatir y los mejorarás progresivamente –por ejemplo, en algún momento te darán la habilidad de hacer un ataque devastador combinando tu poder con el de Malroth–, así como acceso a recetas para mejorar tus armas y armaduras. Podría sonar complicado pero, como te decimos, el juego siempre mantiene un margen y te da acceso a lo que necesites en ese momento, ni más ni menos, así que, por ejemplo, si obitenes una receta para construir un arma nueva, ten por seguro que ésa es la mejor.
Tu personaje también tendrá herramientas básicas secundarias, como el martillo para minar, el guante para levantar objetos y el recipiente para guardar agua. Estos serán constantes y los mejorarás según se necesite en la narrativa y no tendrás que preocuparte mucho por ellos. Y también tendrás que estar al pendiente de tu estamina; la barra de estamina dependerá de tu hambre. Si estás satisfecho, podrás correr, nadar y pelear sin problema, pero cuando tu nivel de satisfacción llegue a cero, estarás muy limitado, así que tendrás que comer algo. Esta barra de estamina es independiente a la de tu barra de HP, así que, aunque estés lleno de HP, no podrás realizar ciertos movimientos, como correr o luchar constantemente, por ejemplo, si tienes el estómago vacío. Así que vas a tener que llevar dos tipos de objetos, uno que te reponga la estamina y otro que te reponga el HP.
DQB2 añade varias mejoras. La primera es el desplazamiento. Moverte de un lugar distante a otro aquí es más fácil, ya que elimina las alas de quimera –tradicionales del lore de DQ– para ir de un lado a otro, y nos da una perspectiva del mapa en 8-bits donde podremos teletransportarnos a diversos destinos simplemente al activar estaciones –representadas por una esfera–, lo que le da mayor dinamismo. También podremos planear de puntos altos y distantes de las islas para llegar a lugares lejanos. Nuevamente, esto está supeditado a la narrativa del juego y no podrás hacerlo tan seguido, pero algo es algo. Si tratas de llegar por ti mismo a un lugar donde naturalmente no deberías llegar, digamos, nadando, aparecerá un monstruo marino poderoso que te eliminará.
Respecto a la alimentación, a diferencia del primer juego, aquí nos la ponen más fácil. Todo el proceso de cultivar tu comida es más simple e inmediato. Desde el principio podrás construir granjas y hortalizas para sembrar y cosechar la comida para ti y para los habitantes de los poblados que construirás. Te encontrarás con diversos modos de tener cosechas; por ejemplo, sembradíos normales sobre tierra fértil, u hortalizas acuáticas –para cosechar caña de azúcar–, o especiales –para los tomates–. Pero todo esto lo aprenderás de manera fácil, con las misiones que el juego te va poniendo. Después aprenderás a cocinar los ingredientes al fuego y, más adelante, la cosa se complicará. Pero para cuando llegues a lo enredado, no va a ser problema, pues el juego ya te habrá dado las bases para que deduzcas tú solo la parte difícil.
A lo largo del juego descubrirás que en cada capítulo vas a tener que sentar las bases para que un poblado se desarrolle. Varios NPC te pedirán misiones que, al cumplirlas, incrementarán la calidad de vida de los habitantes y te recompensarán con corazones de agradecimiento. Estos likes te ayudarán a desbloquear nuevas islas para que puedas continuar con tu aventura, además de que le subirán de nivel a tu pueblo y avances poco a poco en la historia.
Los jugadores que ya habían probado el juego anterior, encontrarán recompensante que DQB2 añadió dos cosas importantes. La primera es que ahora ya puedes desplazarte en el agua, tanto en la superficie como debajo de ella. Para bucear, tu límite será la barra de estamina, que se incrementará conforme subas de nivel. La otra, muy bien recibida, es la de la perspectiva en primera persona, que te ayudará para ser más preciso en la recolección de elementos y en la colocación de bloques.
Si pudiéramos resumir todas estas mejoras respecto a la primera entrega, diríamos que DQB2 en similar a Dragon Quest Heroes 2 respecto a su antecesor, ya que muchas de las opciones que nos hubiera gustado ver en la primera parte, se añadieron con creces en la secuela.
Además, DQH2 añade la opción de multijugador –sin mencionar las opciones secundarias, como la de tomar fotos y compartirlas entre la comunidad de jugadores–. Tres jugadores podrán unirse a tu mundo –o tú al de ellos– y colaborar en las creaciones. Si bien esta modalidad no incluye en el modo de historia, es un añadido muy bien recibido en esta secuela que extrañamos en la primera parte. Este modo no va a estar disponible de inmediato y tendrás que avanzar en el modo de historia para poder usarlo, pero al estar disponible, se convierte en una clase de subjuego que aumentará las horas de diversión, especialmente después de terminar el juego.
Por supuesto, DQB2 no está exento de imperfecciones. Quizá la más irritante es la de los comandos. Debido a que es un juego con muchas alternativas de movimientos, llega a ser molesto que cuando queremos, por ejemplo, recoger algo, presionamos el botón sin darnos cuenta de que en lugar de tener el martillo, tenemos el bidón para recolectar agua, o que sin querer empezamos una conversación con Malroth –nuestro inseparable aliado–, en vez de destruir el bloque que queremos. Asimismo, muchas veces es fastidioso que no coloquemos los bloques donde queremos, por la perspectiva. Aunque con el modo de primera persona se resuelven muchos de estos problemas, de cualquier manera, cuando se presentan, llega a dar la sensación de que el juego no está muy bien diseñado. Pero en una evaluación final de costo-beneficio, los errores o, mejor dicho, vicisitudes de la naturaleza del juego, llegan a pasar a segundo plano, y aprendemos a lidiar con las inexactitudes en vez de reprocharlas.
Sin afán de inyectártelo en tus venas, debemos decir que DQB2 se luce en su oferta de creatividad. Da muchísimos elementos de diversión y enganche en su modo de historia, y lo mejor es que después de las más de 40 horas obligatorias de su modalidad principal, nos deja un mundo abierto de posibilidades creativas que le dan muchísimo valor de rejuego, además de dejarnos un excelente sabor de bola al terminar la aventura principal. Si te gusta Minecraft o Lego, si te gustan las historias bonitas y los títulos de personalización tipo Animal Crossing, Dragon Quest Builders 2 es un título que no debes dejar pasar, sobre todo porque es una excelente introducción al lore de Dragon Quest, no sólo por sus monstruos carismáticos o sus motifs clásicos de la serie –llenos de humor y sentimientos positivos–, sino por el diseño de personajes y la música –orquestada por las bandas sonaras clásicas escritas por Koichi Sugiyama–. Además, el mundo abierto y creativo que te espera después de un estupendo modo de historia, valdrá cada centavo que inviertas en él. Lo recomendamos más en la versión de Switch, ya que al ser un título que no exige gráficos despampanantes, debido a la adicción que puede provocar, será una obligación jugarlo en todas partes, en todo momento.