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Blizzard Team 3, Blizzard Albany
Blizzard Entertainment
05/06/2023
En 1997, Blizzard lanzó un juego con dieciséis calabozos que se generaban de manera aleatoria y que nos llevaban al mismísimo infierno para enfrentarnos con el diablo. Suena simple, pero Diablo sería considerado, desde entonces, uno de los mejores juegos de la historia gracias a sus misiones, enemigos los gráficos, su conectividad en línea y la terrorífica atmósfera.
Esta es la carga y la anticipación con la que llega Diablo IV, un título que, por si fuera poco, necesita redimir el sello de calidad de Blizzard. Un legendario desarrollador que viene enfrentando situaciones adversas desde hace varios años incluyendo escándalos de acoso sexual, críticas por monetización forzada y lanzamientos problemáticos que dañan la reputación tanto de la compañía como de sus mismas franquicias, incluyendo Diablo por su última entrega: Diablo Immortal.
Diablo IV, se anunció en la BlizzCon 2019 para lanzarse en PlayStation 4, PlayStation 5, Windows, Xbox One y Xbox Series X|S. El desarrollo para consolas y PC se llevó a cabo de manera simultánea. El director de esta entrega sería el mismo que se encargó de Diablo III. Pero, debido a la demanda que surgió en 2021 por acoso sexual a personal femenino de Blizzard, se tuvo que cambiar de director, forzando a la compañía a anunciar que el juego no saldría, como se tenía planeado, durante 2022.
A principios de 2023 se llevó a cabo una beta abierta plagada de problemas para Diablo IV y que incluyeron a varios jugadores de la versión de PC reportando severos problemas de sobrecalentamiento y un pésimo desempeño. Se identificó que todos utilizaban una tarjeta gráfica Nvidia RTX 3080 Ti y tanto Blizzard como Nvidia prometieron resolver la situación. Sin embargo, muchos lo tomaron como el augurio de un fracaso inminente que terminaría por sepultar a Blizzard de una manera definitiva.
La historia de Diablo IV es considerada el punto débil del juego, aunque en realidad esto no significa que tu experiencia se vaya a ver afectada de manera negativa. Los juegos de esta franquicia se caracterizan por no contar con una historia que en verdad brille y en este caso, se trata de un relato que puede resultar complicado y abrumador debido a que utiliza muchos nombres de personajes variados que no tienen una verdadera trascendencia ni carisma como para resultar memorables, a excepción de la imponente villana del juego, Lilith.
La historia inicia cuando llegas a una aldea donde comienzan a darse sucesos extraños. Pronto descubrirás que los habitantes se encuentran bajo la influencia de Lilith y conocerás a Lorath Nahr, quien te explica más o menos lo que está sucediendo y cómo existe una profecía acerca del regreso de la hija de Mephisto.
Otro personaje llamado Inarius está convencido de que puede terminar con todo matando a Lilith y de paso ganarse un boleto para regresar al paraíso con esta acción. Aquí aparece Neyrelle, quien te lleva al santuario de Rathma. Dentro de este lugar, Rathma revela que tiene una llave para ingresar al infierno.
Cuando Inarius le exige a Rathma que entregue esta llave, éste se niega y es asesinado por Inarius, como consecuencia Lilith termina obteniendo la dichosa llave, tiempo después.
Entonces viajas a Scosglen para conocer a Donan, quien derrotó a un demonio llamado Astaroth con la ayuda de dos druidas hace muchos años. Lilith se le aparece a los dos druidas para corromperlos liberando a Astaroth de su prisión a cambio de atravesar el infierno sin inconvenientes. Astaroth poseé al hijo de Donan, quien muere tras la derrota del demonio y Donan logra recuperar la piedra del alma que se usó para atrapar a Astaroth en primer lugar. Y decide preparar este artefacto para intentar atrapar a Lilith.
¿Siguen ahí? Supongo que tras leer esto, entienden a lo que me refiero cuando hablo de la historia de Diablo IV, en resumen, existe una profecía que habla del regreso de Lilith y tú tienes que evitarlo, fin del cuento, como mencioné en el podcast, Diablo IV es como un chiste de Polo Polo, no importan los sucesos, el final ni el punchline sino todo lo que te diviertes en el camino y Diablo IV tiene ese elemento adictivo que Blizzard sabe imprimir tanto en esta franquicia como en World of WarCraft.
Diablo IV se apega a una fórmula que ya tiene dominada y que es prácticamente la misma en todos los juegos de su género. En el caso de la PC, que es la versión que reseñamos, olvídate de colocar los dedos en las teclas WASD, aquí utilizarás los números de tu teclado para utilizar habilidades especiales y el mouse para dar click hacia donde quieres que se desplace tu personaje, también puedes dejar presionado el botón izquierdo del mouse y moverlo en la dirección que quieres que camine de manera contínua.
Siendo un RPG de acción, el elemento más emblemático es adquirir experiencia cumpliendo misiones y eliminando enemigos para desbloquear habilidades en un extenso esquema de árbol que puede resultar abrumador a primera vista.
Una de las cosas que Diablo IV hace genial es que, los novatos del género pueden prácticamente ignorar todo esto que parece complicado e ir descubriendo poco a poco de qué se trata cada cosa en el menú conforme dominan cada aspecto básico del juego y su curiosidad va despertando.
Hay gente que le llama “droga dura” a este tipo de juegos que hace Blizzard y, supongo que no hay mejor forma de explicarlo. Empiezas con lo básico y Diablo IV te va atrapando, llevándote a personalizar tu experiencia de juego con el grado de complejidad que te sientas cómodo, siempre habrá manera de llevarlo a niveles más hardocore, esto incluye la modalidad permadeath, en la que el grado de dificultad de la campaña incluye una muerte permanente y la pérdida de tu personaje y todas sus habilidades y niveles si esto sucede. Definitivamente una modalidad de juego para los que desean tentar a la frustración al grado máximo.
Existen cinco tipos de personaje, mago, bárbaro, druida, rogue (o como dicen en español “pícaro”) y el nigromante cada uno tiene diferentes atributos y te los explico rápidamente:
BÁRBARO
Es una especie de tanque, es la mejor opción si lo tuyo es pelear cuerpo a cuerpo, su especialidad es el daño físico y es tal vez también la mejor elección para un principiante, sus habilidades defensivas y de ataque tienen un equilibrio casi perfecto.
DRUIDA
Los druidas son asombrosos, pueden transformarse en osos o lobos por cortos momentos
y dominan la magia, combina la fuerza de un bárbaro con algunas habilidades mágicas. Lo mejor de dos mundos.
HECHICERO
Diría que esta clase es para los que ya tienen cierto grado de experiencia en este tipo de juegos, pero si te atrae ser un magazo, elige esta clase. Son los más frágiles de todos, pero tienen la mayor variedad y calidad de ataques mágicos.
PÍCARO
Son rápidos, y pueden alternar entre ataques cuerpo a cuerpo y a distancia, tienen un buen arsenal de opciones aunque personalmente siento que necesitan ser parte de un equipo para llevar su efectividad al límite.
NIGROMANTE
Pueden resucitar a los muertos para recibir su asistencia en combate, también pueden utilizar gran variedad de armas, una clase muy interesante que definitivamente debes probar.
Diablo IV es un juego inmenso, y justo cuando sientas que dominas algo, descubrirás que puedes llevar las cosas a otro nivel. Pasarán algunas horas antes de que desbloquees los portales para viajar rápidamente y aún más para que logres desbloquear las monturas, y eso es parte de lo que hace que el gameplay sea adictivo, que siempre va construyendo sobre capas para ofrecerte una experiencia fresca y motivarte a descubrir qué sucederá después si sigues evolucionando tu personaje.
Con misiones principales, secundarias y eventos que suceden de repente en tiempo real, es difícil que puedas soltar el mouse por un momento. He descubierto que el viaje rápido por portales ha ayudado a que por fin avance un poco en la historia debido a que no puedo ir de un lugar a otro, por cercano que se encuentre, sin enfrascarme en una pelea contra un ejército de esqueletos, un grupo de murciélagos o unos jugosos gusanos gigantes que proporcionan una gran satisfacción al ser explotados con mis ataques especiales.
Si puedo decir algo bueno acerca del requerimiento del juego por estar conectado en línea todo el tiempo para poder jugar, es que, de alguna manera te ayuda a hacer amigos. En tus aventuras te encontrarás con otras personas reales enfrentándose a hordas de enemigos y puedes ayudarlos, salvarlos o ellos pueden llegar a rescatarte cuando más lo necesitas. Si tienes las mínimas habilidades sociales o suerte, puede que aquí encuentres un clan o un grupo que te acompañe a completar un calabozo que te estaba causando problemas. Si por otro lado, eres un bully digital o quieres buscar problemas, puedes visitar una de las dos zonas PvP para medirte con el resto de los jugadores.
La única queja que puedo pensar que se puede tener acerca de Diablo IV, es que el juego no brilla en cuanto a innovación. Pero dada la situación actual por la que atraviesa Blizzard, no puedes criticarlos por “ir a la segura”. Lo cual en este caso, ni siquiera significa algo malo.
Los cambios en esta nueva entrega son mínimos y esperados: los árboles de habilidades y mayores diferencias entre las clases de personajes son algo que sabíamos que tenían que ser nuevos. Sin embargo, esta es una fórmula que le funciona al desarrollador y que da como resultado un producto bien diseñado que logra ejecutar de manera efectiva cualquier cambio o novedad (por pequeña que sea) que se implementa.
Diablo IV cuenta con una historia principal que va desbloqueando nuevas habilidades y zonas de un gigantesco mapa de mundo abierto dividido en cinco regiones: Kehjistan que es una zona desértica, Scosglen, La Estepa Seca, Fractured Peaks que es una zona montañosa y el pantanoso Hawezar. Cada una de ellas es entre diez y veinte veces más grande que las zonas más grandes que vimos en Diablo III. ¡Es inmenso!
El ambiente del mundo transmite una sensación de crudez propia de lo medieval. Existen lugares más desolados que otros, encuentras desde panteones, montañas, castillos, aldeas, sótanos, grutas. Y cada una complementa lo visual con efectos, texturas y un sonido increíble.
Durante mi experiencia, nunca ví que se ralentizara la acción a pesar de la cantidad de enemigos y elementos que saturaban mi pantalla. Es impresionante ver cómo pueden convivir las abundantes y exageradas salpicaduras de sangre, explosiones y ataques entre elementales y mágicos al mismo tiempo.
El gore está a todo lo que da, todo el tiempo verás esqueletos, cuerpos en descomposición, empalados, colgados, mutilados. Los enemigos vienen en diferentes tamaños y todos cuentan con un diseño de personajes impecable con el sello de la casa Blizzard. La dirección de arte es magnífica.
Diablo IV es simplemente hermoso, si bien puede que algunos exquisitos se quejen de los modelos de personajes en la pantalla de creación porque no les gusta cómo se ve el cabello, son cosas que nunca vas a notar en la inmensidad de este título.
Hay gran variedad de enemigos y ambientes y cada elemento está representado con excelencia. Si tuviera una queja, sería que es un juego muy oscuro que tendrás que jugar con las luces apagadas o bloqueando la luz de las ventanas si te encuentras en una habitación demasiado iluminada.
Los cutscenes son de otro nivel, curiosamente Blizzard siempre se ha caracterizado por dejarnos boquiabiertos con este tipo de videos desde la era del primer StarCraft, y aquí lo vuelven a hacer.
Hay tantas ocasiones en las que un simple efecto proporciona la mejor experiencia como el reflejo del agua en los charcos de los caminos enlodados. La sensación que te despierta el entrar a un sótano, casi te hace sentir la humedad que rodea a tu personaje. Y todos estos escenarios lúgubres generan la atmósfera perfecta para sentirse en un lugar maldito plagado de seres infernales.
Los sonidos de Diablo IV están diseñados para que te desconectes del mundo real, Blizzard encontró la manera de permitir que los épicos coros y la música de orquesta funcione como música de fondo bastante discreta para acompañar la carnicería en la que te sumerges. Pero lo mejor es cuando comienzas a poner atención a los pequeños detalles como los tintineos que avisan que tus habilidades están listas, las monedas cayendo al suelo cuando abres un cofre o el sonido de la sangrienta explosión cuando eliminas un enemigo, la burbuja de aire en el líquido de una esfera de sangre y el imponente sonido de un mazo al azotarse contra un grupo de esqueletos que se amontonaban para atacarte.
¡Vaya! Hasta los sonidos del menú son especiales, el cambio de armas, colocar gemas o retirarlas de las piezas de tu armadura. Tirar objetos del inventario al suelo y el retumbar del suelo que acompaña al efecto visual cuando subes de nivel, son imponentes.
Un consejo, si juegan en PC paguen su licencia de Dolby Atmos para audífonos (o para su sistema de sonido si cuentan con uno muy pro) en la Microsoft Store, y vuélvanse locos jugando Diablo IV o más bien, escuchando Diablo IV.
Ahora, si existen glitches ocasionales que, cabe señalar, no arruinan la experiencia de juego y también colas para ingresar de vez en cuando en los horarios más concurridos. A pesar de esto el juego se ha estado actualizando para resolver estos pequeños problemas y estamos seguros de que pronto los servidores estarán funcionando de manera óptima.
Diablo IV es lo que podría llamar una secuela ideal, es lo que quisieramos ver como siguiente entrega cada vez sale un juego que nos cautiva. Y una experiencia adictiva que es difícil de ignorar por mucho tiempo. Todo el día estarás pensando en cómo hacer un hueco para completar al menos un pequeño calabozo o una misión secundaria y creo que de eso se trata cuando hablamos de hacer buenos juegos.
Pero, como todo en la vida, no es perfecto. Sí, la historia de Diablo IV es mejor que la de Diablo III, pero no deja de ser intrascendente, tal vez no nos quejaríamos de esto si no se notara que se trabajó mucho en crear a una villana tan imponente como Lilith, esto se siente como un desperdicio, aunque no afecte mucho la experiencia de juego.
Como ya se mencionó, presenta algunos bugs y glitches que se espera se corrijan con los continuos parches que, como juego de servicio, debería recibir constantemente.
Dicho esto, cualquier problema o debilidad de Diablo IV se ve severamente eclipsada por el combate, el botín, los ambientes, y el sonido. Sin mencionar el valor de rejugabilidad que le da contar con cinco clases de personajes y todo lo que hay más allá de la campaña principal.
Diablo IV es uno de los juegos que definitivamente tienes que comprar, no importa si eres un novato del género o un veterano. Este juego tiene la manera de enamorarte y si no me crees, dale 5 minutos, cuando te des cuenta ya habrán pasado 3 horas y seguirás jugando.
Diablo IV está disponible desde el 5 de junio de 2023 para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y Windows.