La entrega definitiva de un juego del que nadie pedía su regreso.

Remasterizaciones por aquí y remasterizaciones por allá. Si hay algo que ha logrado llamar más la atención de la actual generación de consolas es la increíble cantidad de rediciones de juegos que han sido lanzadas, de las cuales la mayoría ni siquiera tienen ni más de cinco años de haber salido a la venta. Puede que a muchos no les guste esto, pero es un camino por el cual las compañías han tendido a irse desde hace algún tiempo

Capcom es una de las empresas que abiertamente ha admitido que tenderá a seguir dicho rumbo en el futuro, a lanzar una mayor cantidad de remasterizaciones y remakes de juegos u entregas originales. Precisamente el proyecto más reciente que han lanzado con esta idea en mente es Devil May Cry 4: Special Edition, título que fue lanzado originalmente en el 2008 y que ahora llega con la intención y promesa de convertirse en la entrega definitiva del juego.

Revive uno de los capítulos más menos preciados de la serie.

Aunque la saga original de Devil May Cry se caracterizó por ofrecernos una jugabilidad increíble, frenética y repleta de acción, personajes más que memorables y locaciones misteriosas y lúgubres, también lo hizo por contar con argumentos y tramas sumamente burdas. Recordemos un poco de que va el cuarto capítulo de la serie.

Al principio de la campaña principal tomaremos el control de Nero, un joven caza demonios con facciones más que similares a las de Dante, que trabaja para el grupo Order of the Swords.

Luego de que el hijo de Sparda asesinará al líder de dicha orden por razones aún desconocidas, el muchacho con poderes demoniacos se embarcará en una misión para encontrar a nuestro héroe. Sin embargo pronto se percatará de que tiene más cosas en común con Dante de lo que imaginaba, y terminará por aliarse con él para descubrir los verdaderos objetivos del grupo al cual pertenece.

Si  esperaban que la historia cambiara o recibiera algunas nuevas escenas que le dieran un ligero vuelco a las cosas, entonces permítanos decirles que no encontrarán nada de eso aquí. La trama sigue siendo igual de simplona que hace 8 años, y aunque hay varios momentos que intentan ser serios y profundos, estos rápidamente se tornarán confusos, absurdos o hasta chuscos. ¡Pero vamos! Por más que se le critique este aspecto a la serie, sabemos que Devil May Cry brilla por otras cosas que no sea su argumento.

Es bueno estar de nuevo en casa.

Dejando la historia de lado la cual en definitiva no es su fuerte, nos encontramos con una entrega que, pese a haber recibido diversas mejoras y balances en su jugabilidad, ésta se siente prácticamente igual que a su versión anterior. ¿Qué tan bueno resulta eso? En el caso de esta franquicia, algo bueno y deseable ya que el juego original contaba con un sistema de juego más que consolidado.

Una vez más el fuerte del juego recae en su gameplay, pero principalmente en su sistema de combos. Devil May Cry 4 invita a los jugadores a que eliminen a las interminables oleadas de demonios que aparecen en pantalla y dentro de cada uno de los niveles por medio de la realización de combos sumamente vistosos y apantallantes.

Más allá de poner a disposición de los jugadores diversos ataques con los cuales se le pueda dar variedad a los enfrentamientos, el título premia a sus usuarios por hacerlo de la forma más exagerada, llamativa y estilizada posible. No es para menos ya que su campaña se encuentra estructurada a manera de misiones en las que debemos obtener la mayor puntuación posible. Entre más frenética y única sea nuestra forma de pelear, mayor puntuación y calificación conseguiremos, y por ende, mayores recompensas.

En el caso de los dos protagonistas, cada uno contará con un set determinado de ataques y movimientos particulares y de armas o estilos similares. Por un lado Nero, el cual se siente como una contraparte un tanto débil de Dante, combatirá con una espada, pistola y los poderes de su brazo maldito. En lo que respecta al icónico caza demonios, este se maneja de una forma más veloz y hace uso de su peculiar sable, sus pistolas duales y los poderes del inframundo que heredó de su padre.

No se dejen engañar, aunque en contexto parecerían ser iguales, existen grandes diferencias en el manejo entre uno u otro protagonista. Es precisamente en este rubro por el cual el juego destaca en su jugabilidad ya que nos premia por experimentar con los comandos y los controles. Dado su repertorio de habilidades y ataques, los personajes nunca se sentirán iguales entre sí y las estrategias que usemos con cada uno variarán entre sí.

Porque dos no fueron suficientes… ¡Más personajes!

La principal adición por la cual Capcom ha venido presumiendo esta remasterización desde su revelación recae en tres personajes nuevos para la entrega: Vergil, Trish y Lady. Mientras que a los dos primeros ya habíamos tenido la oportunidad de controlarlos en juegos previos, la tercera hace su debut de manera oficial como personaje seleccionable. Eso sí, si pensaban que estos solamente consistirían en skins para Nero y Dante, se llevarán una gran sorpresa al saber que éste no es el caso.

Se nota que Capcom puso demasiado énfasis en cada uno de los personajes ya que en definitiva ninguno se siente idéntico entre sí. Pero vamos por cada caso.

En primera instancia se encuentra Vergil, el cual cuenta con un manejo similar al que tenía en Devil May Cry 3: Special Edition. En contraste a su hermano, él solamente se limitará al uso de sus espadas, su guante Beowulf y sus poderes diabólicos y teletransportaciones. Junto a ello se le ha añadido una nueva mecánica de nombre Concentration, la cual hace que el poder de sus ataques aumente mientras más tiempo mantengamos una posición tranquila y menos ajetreada durante las peleas.

Del lado de las chicas, Trish solamente utilizará su espada como arma principal al tiempo que recurre a poderes eléctricos como una alternativa de ataque. Lady por su parte enfocará su estilo de combate en el largo alcance ya que su especialización es en el manejo de una amplia gama de armas como lo son escopetas, pistolas o lanzamisiles.

En el caso de todos los personajes extras, podremos utilizarlos dentro de la historia principal, aunque de manera separada a la de Nero y Dante. Es decir que podrá ser posible recorrer los mismos niveles y enfrentar a los mismos jefes con cada uno de estos pero en su propia campaña: Vergil por separado y Lady y Trish en conjunto.

Sabemos que este último rubro podría desanimar a muchos y molestar a otros puesto que prácticamente no se les dotó a cada uno con su propia historia por separado. Sin embargo y aunque es verdad que el desplazarse por los niveles en tres ocasiones puede convertirse en algo tedioso o más que familiar, resulta interesante lo mucho que puede cambiar la experiencia ofrecida si manejamos a uno u otro personaje. Sin importar si se trata de alguna pelea sencilla o el combate con uno de los jefes, la perspectiva y manera de abordar cada enfrentamiento se transforma totalmente al grado de hacer sentir al juego como algo fresco, aún y pese a que se trata de algo que jugamos hace más de 7 años.

Como si la simple adición de los personajes únicos no fuese motivo suficiente para darle un brío de aire y frescura a un juego conocido, en Special Edition se implementó una nueva dificultad que lleva el reto a nuevos niveles desde el momento que iniciemos el título por primera vez. Su nombre es Legendary Dark Knight Mode y, como su nombre podría indicar, es la modalidad más difícil en la que podremos intentar acabar el juego. Junto a ello también se encuentra la modalidad turbo, la cual aumenta hasta en un 20% la velocidad en la que transcurre todo en pantalla.

De esta forma Capcom se ha encargado de ofrecerles a los fans de la serie no sólo nuevas formas de jugar sino retos que pondrán a prueba todos esos años que llevan perfeccionando sus habilidades. Hasta los más experimentados veteranos encontrarán algo que les resulte desconocido.

Los años no le han sentado bien a Nero

Pese a que las adiciones logran otorgarle frescura a esta reedición de Devil May Cry 4, por desgracia no todo termina por salir a pedir de boca. Sobre todo en su apartado gráfico y estructuración de niveles.

El juego cuenta con una mejora gráfica que hace que pueda verse y disfrutarse a 1080 y a 60fps y que luzca mucho más fluido que sus primeras versiones. Lamentablemente esto deriva en que pronto salgan a la luz las diversas texturas que, si bien no se ven mal, permiten que nos demos cuenta que el juego no envejeció de la mejor manera.

Para tratarse de una remasterización de la generación pasada, éste no logra verse mejor que las ediciones de PS3, Xbox 360 y PC. Y eso visto desde la perspectiva del año en el que estamos y de las consolas en las que lo jugamos, resulta más que garrafal. No es algo que afecte en lo absoluto a la experiencia de juego, pero en definitiva hacen que no se sienta como algo propio de la generación actual.

A esto cabe añadir el hecho de que la historia no se tocó en lo más mínimo; solamente la jugabilidad. Por tal motivo podemos esperar que una de las principales quejas que recibieron las versiones previas regrese para el infortunio de todos: el backtracking. Así es, en más de una ocasión nos veremos obligados a regresar y recorrer los mismos lugares, aunque con diferentes personajes.

Jackpot!!!

¡Vaya sorpresa la que nos ha dejado Devil May Cry 4: Special Edition! En medio de toda la oleada de remasterizaciones que no logran sentirse como tales, el juego ofrece una bocanada de aire fresco que parecía no podría recibir la serie hasta, posiblemente, la esperada quinta entrega.

Sí, es cierto que éste sigue pecando de los mismos errores de estructuración de niveles que se le criticaron en su momento y que la mejora gráfica, aunque logra hacer que el juego se vea más fluido, solamente expone más el mal envejecimiento de sus gráficas. Pese a ello, la adición de los personajes y de las opciones y modos de juego extra, así como del balanceo que recibió el sistema de combate en general, le otorgan una nueva identidad a un juego que, siendo sinceros no requería de ser mejorado.

Capcom ha logrado hacer de esta remasterización un juego que puede resultar conocido y familiar para muchos, pero que logra ofrecerle algo nuevo hasta a los fanáticos más hardcore de la franquicia.

Mucho se podrá decir del camino que seguirá Capcom en el futuro al retomar varios de sus juegos clásicos y venderlos como un producto renovado. Sin embargo, si los proyectos que nos entregarán próximamente logran recibir cuando menos la misma atención y el detalle que le dieron a Devil May Cry 4, entonces en definitiva no podemos poner objeción alguna.

Devil May Cry 4: Special Edition es, sin problema alguno, la entrega definitiva de esta versión del juego. Tanto los jugadores que lo prueben por primera vez como los veteranos que decidan regresar a éste encontrarán algo que los hará disfrutar del título.

En definitiva ésta es la manera en la que queremos recibir las siguientes remasterizaciones o ports de juegos previos de la compañía, y no a lo que solemos encontrarnos constantemente en franquicias como, digamos, Street Fighter.