PS4
PS4
FromSoftware
Sony Interactive Entertainment
06/11/2018
FromSoftware siempre ha sido un estudio de suma importancia para el medio. Desde King’s Field, pasando por toda la saga de Armored Core y hasta llegar a la modernidad de Dark Souls, Bloodborne y próximamente, Sekiro: Shadows Die Twice, el trabajo de esta compañía ha impactado y sobre todo influenciando a un sin fin de desarrolladores de todos los tipos, esto sin mencionar la manera en la que ha afectado nuestra vida como videojugadores. En gran parte, lo anterior se lo debemos al genio de Hidetaka Miyazaki, quien ahora, decidió aventurarse en el mundo de la realidad virtual con una propuesta que ha pasado un tanto desapercibida a pesar del prestigioso ADN con el que cuenta. Sin lugar a dudas, el resultado de Déraciné es interesante, aunque en cosas como de verdad aprovechar la tecnología para la cual fue diseñado, se siente un poco corto.
Antes de pasar a cualquier cosa, es importante resaltar lo diferente que es la visión y concepto de Déraciné si se le compara con cualquier otra cosa de FromSoftware o del propio Miyazaki. Aquí, se tomó la determinación de presentar una idea que fuera totalmente distinta a algo como Dark Souls, por ejemplo, centrándose en una narrativa más explicita y mecánicas de juego que pueden ser abordadas por cualquier persona. El problema con esta filosofía es que además de presentarnos una jugabilidad que peca de sencilla y por momentos aburrida, cuando la historia finalmente empieza a despegar gracias a excelentes decisiones a nivel de guión, aparecen los créditos frente a nuestros ojos diciéndonos que la aventura ha terminado.
En Déraciné tomamos el control de una especie de hada o fantasma que se encuentra rondando los pasillos de un orfanato con varios personajes de importancia mayor. Lo interesante es que nuestro personaje está atrapado en una realidad distinta que la que viven los NPCs. Lo anterior lo digo porque todas las escenas del juego lucen como si estuvieran congeladas en el tiempo y normalmente, las cinematecas o historias se cuentan por medio de recuerdos.
Es bien complicado contarte más sobre el argumento principal de la historia de Déraciné, pues además de que resulta no tan sencillo tomarle el hilo en un principio, cualquier detalle extra que te pueda dar sí sería un spoiler que te arruine parte de la sorpresa.
Lo que sí te puedo decir es que estamos frente a una historia sumamente bien escrita que arranca un tanto lento, pero que pasando la mitad toma una fuerza bastante considerable que tal vez, termina antes de lo que debería. El desarrollo de sus personajes es fantástico y fácilmente te encariñarás con más de uno e inclusive podrás formar verdaderos lazos con ellos gracias a las interacciones que tienen contigo y con el propio mundo que los rodea.
Puede que un inicio sientas que estás frente a una historia bastante simple y no tan oscura como normalmente le vemos a FromSoftware, pero te repito, cerca de la mitad hay cierto suceso que cambia bastante la perspectiva que tienes de las cosas, haciendo que todo se torne considerablemente más interesante y hasta emocionante. De igual forma, creo que los conflictos que se viven al interior del orfanato, así como las motivaciones de las personas con las que te topas, están sumamente bien logradas. Ojalá y hubiéramos podido saber mucho más de ellas.
Describir a Déraciné de manera directa y concreta como videojuego no es tan simple, sin embargo, para que te des una idea general de cómo es que se juega y qué puedes esperar de su estructura, te cuento que estamos frente a un tipo de Point & Click moderno en primera persona en el que la exploración y revisión a detalle de objetos, es crucial para poder progresar, pues de vez en cuando, se te pone el reto de resolver algún puzzle con los objetos que tengas a la mano. Nada tan complejo, pero sí bien diseñado y aterrizado.
La mecánica principal de Déraciné se basa en una acción en la que podríamos decir que le arrancas el tiempo o la vida a cierto objeto, para insertarla en otro que esté muerto y así, darle vida y desencadenar algún hecho o suceso que te dé más información sobre la historia. Lo anterior lo haces usando tus propias manos con los PS Move para manipular artículos de distintos tipos, y con tu propia mirada girando el cuello con el visor del PS VR. Aquí es importante recalcar que además de necesitar forzosamente un PS VR para jugar, un par de PS Move son obligatorios. No, no puedes jugar con el DualShock 4.
Lo anterior tiene que ver con que en la mayoría de los momentos, tienes que ser bastante preciso en cómo es que manipulas un objeto para poder seguir adelante. Creo que algunas de estas acciones se hubieran podido con el control convencional del PS4, pero en otras, me parece que sí hubiera sido un verdadero problema sin las posibilidades que otorgan los PS Move.
Para moverte, basta con apuntar tu mirada hacia cierto punto y después indicar con el control que te quieres mover hacia ese lugar. Para evitar el mareo del que muchos sufren, dichos movimientos se dan con un parpadeo, lo cual, indudablemente ayuda a reducir el mareo pero creo, le resta bastantes posibilidades de exploración a un juego que se basa tanto en ponernos a mover cosas de un lugar a otro, o a encontrar objetos que no están colocados a simple vista.
Déraciné, al igual que casi todo lo que hay actualmente para cosas como el PS VR, hace sentido dentro de la realidad virtual, aunque creo, sus mecánicas de juego no terminaron por despegar y aprovechar de mejor manera todas las posibilidades que esta tecnología tiene para ofrecer dentro del gaming. Lo que te quiero decir con esto es que si bien, estamos frente a una experiencia sumamente inmersiva, jamás sentí que el visor que llevaba puesto fuera indispensable para poder jugar. No vería ningún problema si en cierto momento se toma la decisión de sacar a este título para poderlo jugar sin un PS VR.
El ritmo como videojuego que tiene Déraciné definitivamente no es para todos. Lo pausado que llega a ser su gameplay seguramente desesperará a más de uno, además de que algunas de sus actividades sí llegan a ser tediosos y hasta aburridas, casi como si estuvieras trabajando solo para obtener esa nueva cinemática y poder saber más de su interesante historia. La verdad es que a pesar de ser su primer intento en el mundo del VR, no puedo evitar sentirme extrañado que en un juego de FromSoftware, lo que más haya fallado fuera la jugabilidad. No entiendo a qué se debió esto, pero es algo por lo que no terminé por disfrutar demasiado la obra que tenía enfrente.
Una de las cosas que hace al VR moderno tan especial, es su capacidad de llevarnos a espacios completamente diferentes a los de nuestra realidad y de muy buena forma, conseguir engañar a parte de nuestros sentidos de que sí estamos presentes en ese lugar. A pesar de que Déraciné no apuesta por llevarnos a una tierra fantástica o al espacio exterior, la manera en la que representa este orfanato y escuela, es verdaderamente destacada.
Al igual que pasa con los Dark Souls, en donde por su excelente diseño de niveles, en realidad no necesitas de un mapa tal cual para poder ubicarte por ti mismo en sus laberintos, en Déraciné pasa poco tiempo después de que sientes esta mansión como si fuera tu propia casa, incluso comienzas a hacer uso de laberintos y distintos caminos para encontrar tu siguiente objetivo. La manera en la que FromSoftware entendió el uso de espacios dentro de la realidad virtual es fantástico, incluso te hace pensar que son un estudio con mucha experiencia trabajando con esta tecnología cuando en realidad, a penas es su primer título.
Lo mejor de todo este asunto es que no estamos hablando de un lugar vacío, sin vida y sin cosas por hacer. Déraciné es de esos títulos que normalmente premian tu curiosidad y deseo de explorar, incluso te diría que en más de una ocasión te podrás atorar por completo si es que decidiste no revisar bien los lugares que se encuentran a tu alrededor. Entiendo que lo anterior puede sonar un poco tedioso y hasta aburrido, sin embargo, a pesar de que en efecto, el juego suele perder ritmo en más de una ocasión, la mayor parte del tiempo estaba genuinamente interesado en ver qué escondía tal o cual rincón de este espacio virtual.
Sin lugar a dudas, Déraciné tiene varias complicaciones en su diseño general como videojuego, pero resultaría sumamente injusto decirte que la forma en la que están construidos sus niveles falla. El trabajo de Miyazaki y compañía en este apartado es sumamente limpio y bien llevado en todo sentido, apoyando a las mecánicas de juego tan simples con las que cuenta para elevarlas un poco del estado en el que se encuentran.
De lado de las gráficas y dirección artística, me parece que FromSoftware también supo perfectamente cómo expresar la atmósfera en la que busca sumergirnos. Al inicio es bastante raro ver toda esta paleta de colores cálida, misma que emana un sentimiento de esperanza y alegría, no obstante, como te comentaba, poco a poco el juego se va torna oscuro en su narrativa, asunto que contrasta de manera muy especial con el ambiente en el que nos encontramos. El sonido ambiental apoya mucho a estos esfuerzos, sobre todo gracias a las posibilidades que brinda el procesador extra con el que cuenta el PS VR.
Déraciné es un juego que te llenará el ojo y el oido casi en todo momento. El tema de no poder movernos de manea tan libre en este espacio, es aprovechado para mejorar la fotografía del título. En más de una ocasión me tuve que detener por un momento para ver cómo entraba la luz por una ventana o para apreciar a cierto personaje mientras hacía alguna de sus actividades diarias. Sí, es una obra contemplativa muy bien ejecutada.
Para que el medio se pueda mover hacia adelante, la experimentación y los riesgos inherentes que vienen con ella, son completamente necesarios. La realidad virtual dentro del gaming parece que finalmente alcanzó cierto punto para poderse convertir en un producto de consumo viable, sin embargo, hasta los principales desarrolladores siguen descubriendo maneras de explotar esta maravillosa tecnología. FromSoftware se une a la tendencia con un intento definitivamente interesante, pero al que le faltó algo de visión y conceptos para reforzar mecánicas poco innovadoras.
Recomendar Déraciné es bastante extraño, pues lo pasiva que puede ser la experiencia que nos presenta, seguramente lo harán no tan digerible para muchas personas. Entiendo perfectamente el gran potencial que el PS VR tiene para contarnos grandes historias de las que podamos ser participes, pero me parece que en esta ocasión, el estudio desarrollador perdió un poco de vista que antes que nada, debía presentar mecánicas más elaboradas para que su relato no pierda ritmo de manera tan constante.