Juan es un jimador sin mucha suerte, vive pacíficamente en un campo de agave a las afueras de Pueblucho, su vida cotidiana lo lleva a realizar las tareas de un tequilero común y corriente. Juan está enamorado de la hija del Presidente y ella también lo está de él. Todo parecía funcionar tranquilamente en esta pequeña comunidad hasta que un día un charro cadavérico de nombre Carlos Calaca decide raptar a la dama antes mencionada y comenzar a causar estragos en las delgadas líneas que dividen el mundo de los vivos del de los muertos. Es entonces cuando Juan al intentar interponerse es vencido por Calaca, levantándose entonces en un mundo en ruinas, los azares del destino llevan a nuestro protagonista a obtener una máscara que le da poderes de luchador, con los cuales intentará reestablecer el orden antes de que Calaca lleve a cabo su maléfico plan, fundir el mundo de los vivos con el de los muertos donde él sea el gobernante supremo.
Lo antes escrito es la premisa narrativa de Guacamelee! el nuevo juego de Drinkbox Studios, estudio independiente de Toronto que ofrece uno de los beat’em ups más interesantes de este año, que tiene una extraña frescura tanto de jugabilidad como en su atomósfera que lo hacen digno de ser revisado. Algunos de ustedes se preguntarán lo natural ¿es cierto que es un juego basado en la cultura mexicana? ¿es cierto que está lleno de estereotipos insultantes hacia nuestro pueblo? Sigan leyendo que hablaré de eso en un momento.
Lo primero que este título ofrece al jugador es la inmersión inmediata en un contexto curiosamente Mexicano, todo el mundo de Guacamelee! está cargado gráficamente de un atavío absolutamente familiar para cualquiera de los que habitamos en este país, entremezclado con cientos de referencias al imaginario colectivo actual de los juegos independientes, otros más clásicos y memes de internet.
Mi primera sorpresa -al ver que todos los personajes hablaban “pocho” con manierismos absolutamente mexicanos- fue inicialmente de choque cultural con el título; ¿Pa’SuMecha?, tiene que ser la primera vez en la historia que un videojuego dice Pa’SuMecha, en mi cabeza le preguntaba ¿te estás burlando de mi país o le estás haciendo un tributo respetuoso y culto? Y Guacamelee durante las siguientes horas se dedicó a responder esa pregunta con un rotundo SÍ a ambos interrogantes: El juego utiliza estereotipos que deberían resultar ofensivos para el nacionalista acérrimo que no tolera al mexicano agavero de sombrero, más al mismo tiempo el arte y desarrollo de la narrativa del título se dedica escena tras escena a deleitarnos con uno de los primeros juegos ambientados en México que realmente parecen entender los matices y subtextos de nuestra cultura. Me pasó entonces que le escribí a @PunisherIV y nuestra conversación fue la siguiente: “Puni ¿Está mal que Guacamelee me esté llenando de un extraño orgullo de ser Mexicano?” y su respuesta “Para nada, es todo lo que nacho libre debió de ser”. En ese momento me di cuenta de algo, a pesar de que el título estaba utilizando imágenes comunes para forzar el contexto mexicano, la ejecución de este es mas que humillante y totalmente lo contrario, un juego que finalmente utiliza los estereotipos para llenar de orgullo a un videojugador Mexicano. El juego está barrocamente atascado de chistes locales y referencias que cualquier jugador internacional puede disfrutar pero solo alguien que ha vivido en esta cultura va a entender al cien por ciento.
Hablemos de las mecánicas de juego:
Guacamelee! Es un título de plataformas y de exploración en dos dimensiones del estilo cariñosamente llamado “Metroidvania”, recorreremos mundos semi abiertos donde no podremos acceder a la mayoría de las cosas de inicio y tendremos que estar recorriendo de ida y vuelta entre más poderes vayamos desbloqueando, abriendo el mapa al 100% y consiguiendo todos los ítems y power ups que están tanto visibles como escondidos. A este método tradicional se le suma una mecánica de polaridad de universos en los que Juan Aguacate deberá alternar entre el mundo de los vivos y los muertos para poder acceder a todos los niveles, ya que hay plataformas y objetos que pertenecen a uno u otro mundo y como ambos son morfológicamente similares el jugador estará alternando entre ambos para conseguir llegar más lejos o vencer a los enemigos; que aunque nos dañan en ambos universos solo pueden ser vencidos cuando se está físicamente en el correcto. Es entonces cuando podremos notar que a pesar de ser un juego relativamente corto, toda la experiencia se sentirá natural para un videojugador, la exploración constante y metas que iremos desarrollando harán del viaje uno que recordaremos.
Guacamelee! También es un beat’em up, no es casualidad que nuestro héroe sea un luchador enmascarado con el torso superior descubierto, tatuado y anguloso, mientras unas mallas entalladas darán forma a sus piernas. Una vez que Juan obtiene los poderes de la máscara podrá utilizar combos y llaves dignos de una visita a la Arena México si los luchadores actuales tuvieran fuerza sobrehumana; constantemente lanzaremos a unos enemigos contra otros, jugaremos con ellos en el aire, y les aplicaremos las famosas llaves de lucha que conocemos bien, y será tan divertido como nos lo estamos imaginando: Al estar ejecutando los movimientos tanto el control como el arte del juego nos harán sentir que cada golpe cuenta, y reiremos cuando uno de nuestros enemigos tumbe a otros siete u ocho mientas conectamos combos de 150 movimientos, cada golpe se siente especial y cada enemigo vencido es una diversión, este título como juego de golpizas cumple con su cometido.
Aunado a lo que he dicho antes, Gucamelee! tiene un guion particularmente gracioso, actores memorables llenos de personalidad y nos irá llevando paso a paso por una historia que –aunque tradicional- nos tendrá atentos de principio a fin. Lucharemos contra chupacabras perfectamente bien interpretados, contra alebrijes gigantescos, esqueletos y armadillos. Es un juego que, en cuestión del bagaje cultural, que lleva en las espaldas entrega un producto bien ejecutado.
Incluye además un modo multiplayer donde un segundo jugador podrá elegir a “Tostada” una luchadora mística; este modo funciona bien en la mayoría de los momentos, no hay nada más divertido que malabarear enemigos con tu compañero y ver como en pantalla una verdadera arena de lucha libre pasa frente a nuestros ojos en dos dimensiones. Cuando este modo falla es cuando hay que resolver los acertijos de plataformas ya que al alternar entre el mundo de los vivos y los muertos ambos personajes tienen que estar intentando de solucionar el problema o alguno se quedará atrás, afortunadamente el juego cuenta con un “tráeme acá” para que uno de los dos resuelva el puzzle y el otro lo alcance con el golpe de un botón.
En resumen, el juego que hoy está disponible en la tienda de Playstation para PS3 y Vita es una botana, un desfile de colores y golpizas que difícilmente son discutibles, es en sí un juego hecho para divertirnos viendo en pantalla un espectáculo interactivo, sumado que al mismo tiempo satiriza y enaltece la cultura de los mexicanos. Cada quién podrá formar su opinión en cuanto a esto pero lo que no es discutible: El diseño artístico y las referencias a la cultura de nuestro país, no tienen falla. Recomiendo ampliamente jugarlo en pareja o en solitario, es –fundamentalmente- uno de los títulos más divertidos que he probado este año, no tiene nada nuevo bajo el sol agavero en cuestión de mecánicas pero eso solo lo hace fuerte, no rompe nada y logra atrapar al jugador. Guacamelee! sabe qué tipo de juego es y lo explota, sabe qué contexto utilizar y lo aprovecha, creo que para el precio y la inspiración que puede generar en cualquiera que se digne de apreciar el diseño gráfico en los videojuegos es un imperdible.
Calificación: 9.0