Es difícil cada que empiezo a escribir una reseña de un título de las series Warriors de Koei, es difícil tratar de no sonar repetitivos cuando se está evaluando un título cuya característica más identificable es esa. A estas alturas supongo me debo ahorrar el discurso de en qué medida este juego sigue siendo lo mismo que siempre ha sido, y qué tan placenteramente se sienta en ese lugar sin importarle lo que yo (o cualquier otro) pueda escribir al respecto. Supongo que debo limitarme a describirles lo que hay de nuevo -si es que lo hay- y maravillarme con que al final del día me sigua pareciendo divertido.
Ésta es la reseña de Dynasty Warriors: Gundam 3
Si alguno de ustedes vive fuera de casa de sus padres y cada cierto tiempo los visita sólo para encontrarse que nada ahí ha cambiado desde la última vez que estuvieron en el lugar; esa es exactamente la misma sensación que me transmiten últimamente los juegos de Warriors en cualquiera de sus variantes. Quizá el sentimiento sea más fuerte esta vez por que a diferencia de años anteriores hemos tenido un montón de entregas en muy poco tiempo; pero en sí de lo que hablo es que jugar cualquier título de la saga es volver a encontrarse con todas esas cosas de las que en algún punto llegaste a hartarte, les abandonaste y cuando vuelves sientes el comfort de lo que conoces, lo que ya te es natural por costumbre y sin importar si está bien o mal.
Dynasty Warriors: Gundam 3 es el tercero (duh!) de los juegos tipo warriors en presentarnos a los populares robots gigantes de Gundam, y sus carismáticos tripulantes, haciendo frente a miles de desechables enemigos a la vez y uno que otro jefe de gran tamaño y un poco más de inteligencia artificial. Si han jugado un warriors antes (y para los que no) sabrán que el sistema de juego consiste en eliminar (literalmente) cientos y cientos de enemigos casi idénticos, y que oponen una resistencia mínima, por el control de territorio en mapas genéricos y mientras machacamos los botones de nuestro control sin mucho esfuerzo o cuidado de lo que estamos presionando. Y así, misión tras misión.
Y en este juego hay muchas, si no te importa lo repetitivo que puede llegar a tornarse entonces DWG3 puede ser un excelente escape al mundo real por mucho, mucho tiempo mientras avanzas entre hordas de robots multicolores que se empeñan en hacer notar su presencia en la pantalla sin más intención que la de estorbar. Nuestro objetivo es masacrarlos con combos de ataques tipo melee que a su vez van llenando una barra de ataque especial que podemos utilizar para acabar con más enemigos a la vez y de maneras muy vistosas. Todo se trata de sentirnos todopoderosos en alguna de nuestras unidades Gundam mientras repartimos sablazos láser, disparos láser y cualquier otro ataque láser que se los ocurra.
Por el lado de los Gundam el título no decepciona y es quizá el punto más atractivo para quien sea fan, hay montones y montones de los robots para seleccionar e ir desbloqueando y aún más expansiones para sus armaduras y powerups de sus habilidades. Esto en teoría resulta bastante destacable pero la verdad es que es más un relleno para hacer lucir al juego menos monótono puesto que ningún cambio es realmente requerido para avanzar en el juego. Puedes cruzarlo todo apretando prácticamente el mismo botón y sin mejorar a tus personajes de así quererlo.
La historia nunca ha sido un punto realmente fuerte de estos juegos y con tantas generaciones de personajes reunidas aquí por el fanservice la verdad es que no podemos esperar nada de este apartado. Todos estos pilotos Gundam y sus respectivos mechas de combate se ven súbitamente atrapados en una dimensión desconocida con miles de enemigos mal intencionados y hay que pelear para salir de la situación. Todos los personajes cuentan con diálogos en voces que se sienten tan forzados y aportan tan poco al juego que cuando los escuchas no sabes si reír con su comicidad o alterarte por su existencia. Es increíble como aún con lo repetitivo de su gameplay apenas ves o escuchas cualquier otro factor del juego y lo primero que piensas es “oh por favor ya dejame seguir jugando y ya”.
El juego está presentado con el estilo de animación 3D con gráficos caricaturizados que sólo el cel-shading permite y la verdad cada vez mejora más. Gráficamente, y al menos en los diseños de los Gundams, el juego es bastante disfrutable tanto en tiempo de juego real como en algunos cinemas muy bien realizados que servirán para hypear a los más fans.
Y así, como no queriendo, he vuelto a cubrir el espacio de un juego de la saga Warriors, mencionando lo mucho que no ha cambiado y lo cada vez más preocupante que eso resulta. Sin embargo, hay una base de fans aparentemente muy grande y extremo fiel que no está exigiendo más de estos juegos, aplicando la de “si no está roto no lo arregles” y mientras así sea seguiremos recibiendo el mismo título con diferente skin… ahí viene Saint Seiya.
Calificación: 6.5
