Hace ya diez años que salió Dragon Ball Z: Budokai, el primero de los dos juegos incluidos en esta colección. Hemos visto en este tiempo (y obviamente desde antes) que se ha intentado ordeñar esta increíble franquicia prácticamente de todas las maneras imaginables. Muchos se preguntarán si valdría la pena explorar la posibilidad de revivir estos dos juegos como una colección en alta definición. En un principio, podría parecer que estos dos juegos no fueron tan trascendentes como para relanzarlos de esta manera. Para mí, la respuesta es que vale la pena explorar cualquier cosa que le dé nueva vida a Dragon Ball (tal vez haya que sacar GT de esta ecuación). Otra cosa que podría sonar un poco extraña es tener sólo dos entregas de la serie y que éstas sean la uno y la tres. A pesar de todas la iteraciones que ha habido sobre la misma idea y de todas las consideraciones que podrían hacer parecer que esto no es una buena idea, debo admitir que me emocionó un poco la idea de poder jugar estos títulos en HD.
La manera ideal de empezar a jugar esta colección es precisamente así: con grandes expectativas. El primer Budokai es una experiencia completamente nostálgica, pero con gráficos un poco mejorados. El juego se siente completamente primitivo prácticamente en todos sus aspectos. Esto no necesariamente es algo malo, ya que se esperaría que cualquiera que juegue este título no va a estar buscando una experiencia sumamente revolucionaria. No tiene muchos personajes ni mucha profundidad en cualquiera de sus áreas. El modo historia tiene algunas alteraciones y brincos un poco bizarros. Algo interesante es que, una vez que acabas cada saga, puedes jugar algunas peleas escondidas e incluso ver algunos finales alternos. Poner la voces originales en japonés hubiera sido un bonito detalle; sin embargo, hay que conformarse con las horripilantes voces en inglés. La cereza en este pastel “retro” son los modelos de los personajes que parece que no les metieron nada de mano. En general, el primer Budokai no se logra mantener muy vigente.
Budokai 3 es una historia completamente diferente; sobre todo si lo juegas después del uno. Evidentemente, hay una evolución natural sobre el primero, pero, además de eso, las adiciones que le hicieron junto con las mejoras en las gráficas logran un resultado bastante más decoroso. Los gráficos en HD están bastante disfrutables. Tanto los personajes como los ambientes se ven bastante bien. Otro aspecto muy bien logrado es que, a pesar de que todos los peleadores tienen los mismos ataques básicos, la sensación de pelear con cada uno es bastante diferente y muy coherente con su personalidad. Las batallas no son especialmente fluidas, pero para los fanáticos de la serie llevan un ritmo bastante adecuado entre poderes especiales y pequeños dentro de la pelea.
Algunos otros elementos que son muy bien recibidos son que el juego mantiene esta curiosa mecánica de ir desbloqueando habilidades y con ellas poder personalizar a tu guerrero antes de las peleas. También, el modo historia ahora se llama Dragon Universe: Seleccionas en un inicio a tu guerrero y navegas por el mundo recorriendo la historia desde la perspectiva de este personaje. Al mismo tiempo que haces esto, puedes buscar también las esferas del dragón. Conforme vas avanzando en la historia y ganando peleas tu poder va incrementando al igual que tus habilidades y ganas experiencia. Con esta experiencia, tú puedes decidir cuáles de tus poderes son los que vas a incrementar. Un punto bastante malo de este modo de juego es que toda la interacción de la historia es mediante texto. No hay cortes con cinemáticos animados ni nada por el estilo: sólo dibujos estáticos hablando. Por fortuna, aquí sí incluyeron la opción de poner las voces en japonés. Por otro lado, el roster está bastante bueno y los trajes secundarios también tienen cosas bastante interesantes.
El clavado a la nostalgia que este título propone hace perfecto sentido entre juego y licencia. Es decir, existe un título con mecánicas que en su tiempo funcionaron perfectamente y una franquicia como Dragon Ball que también tuvo sus mejores épocas hace unos años. Hubiera sido muy bien recibido que pusieran algún otro contenido extra, como capítulos remasterizados, para cubrir de alguna manera el que no hayan incluído Budokai 2. Los logros y trofeos, por supuesto, son prácticamente obligados y en general están buena onda. Algunas pantallas (los menús) están 4:3 y, para mi gusto, nunca deja de ser extraño ver las tiras de relleno a los lados.
En general no podría decir que la experiencia haya sido como una genki-dama, aunque tampoco fue tan débil como un golpe de Yamcha. Creo que podría decirse que se queda en un muy digno kikoku. Siete.