Imaginemos por un momento los programas, los virus y los antivirus, los bits y los bytes; materialicemos todos los componentes de un mundo digital y démosles características humanas, ahora tomemos el control de un mundo en el cual todo toma un ángulo reluciente y futurista, donde los cielos son oscuros y los suelos relucen un blanco azulado. El juego de Tron: Evolution plantea un puente entre la opera prima de Steven Lisberger y la continuación a lo que se empezó hace aproximadamente 28 años, Tron: Legacy o Tron: El Legado.
Recomendación previa: Esta reseña contiene varios spoilers de la película
Antes de hablar del juego, ahí les va un pequeño resumen de la famosa pelicula de 1982: La película original habla de la historia del personaje que interpreta Jeff Bridges, Kevin Flynn, quien víctima de un fraude pierde la propiedad sobre los derechos de autor de una serie de juegos que llevan a la compañía ENCOM al éxito. En dicha película se introducen personajes como Tron, un programa de seguridad que ayudaría a Flynn a acabar con CCP (un mainframe de inteligencia artificial de la compañía) y un acercamiento muy interesante al mundo digital llamado Grid. Mediante un viaje y varios encuentros Flynn consigue el archivo que arregla las cosas y toma control de la compañía. Tras varios años como CEO de ENCOM, Flynn logra sacar varios juegos exitosos y llevar a la empresa a la punta de la industria, pero en estos años, Kevin también pasa tiempo en la Grid. Entonces podemos comenzar a hablar del juego.
Tron: Evolution sirve como precuela de la nueva película y secuela de la novela gráfica, Tron: Betreyal, el juego retoma el último viaje de Flynn a la Grid y las razones por las cuales se queda. El jugador toma el lugar de un programa de seguridad llamado Anon que busca investigar una conspiración en el mundo de Tron. Las gráficas se ven bien, aunque no sorprenden como otros juegos del 2010, pero lo que sí reluce son los contrastes que se manejan y los reflejos en las superficies negras con los iluminados blancos.
Al inicio se da el clásico tutorial de como manejar al personaje, se dan los controles y cómo puede el jugador, o “usuario” si nos ponemos coquetos, controlar al “programa”. En general se puede decir que es muy parecido a un Prince of Persia o hasta un Assassins Creed, pues se tiene la habilidad tipo parkour donde puedes correr rapidamente sobre las paredes, escalar y dar saltos a grandes distancias, pero todo se maneja con un estilo muy fresco. Las recargas de vida, o “energía”, se hacen corriendo a través de superficies ubicadas en paredes o columnas, y las peleas son combinaciones de combate acrobático y peleas con el famoso disco de datos que se nos presentó en la película original.
Como es evidente, se manejan las “Lightcycles”, motocicletas que cargan con un haz de luz por detrás usado para terminar al oponente, además de los tanques, como aquel que manejaba el programa “CLU” cuando trataba de encontrar el archivo que contenía la verdad en cuanto a los juegos y el verdadero creador de estos, Flynn. Las batallas con los jefes pueden llegar a tornarse complicadas pero muestran ser entretenidas y las “cut scenes” nos ayudas para comprender lo que está pasando. Un aspecto que cabe resaltar es aquel de los upgrades pues curiosamente eso es lo que son. Debido a que se trata de programas cada que se aumenta la experiencia, la versión el programa que se maneja hace un “update” y entonces la memoria del programa se expande, dándole así la posibilidad de almacenar más información.
En lo que se refiere a la historia, el jugador busca ayudar al mundo cibernético creado por Flynn a deshacerse de un virus que se ha esparcido y un tirano que se ha apoderado y tomado control del mundo, ensuciando la reputación de Flynn y obligándolo a esconderse para conservar su vida. Creo que de los momentos más interesantes son cuando te toca conocer a Quorra, CLU o al mismísimo creador Kevin Flyyn.
Sorprendentemente, el multiplayer en línea de Tron: Evolution está bastante bueno. Hasta 10 personas pueden entrarle al fiestón de Lightcycles, tanques y guerra de discos. La acción se puede tornar frenética, como si todas las ideas desde 1982 se plasmaran en un multiplayer de Tron. El modo multiplayer es por sí sola es una razón suficiente para que los fans de Tron le echen un ojo, además de que puedes brincar entre la campaña principal y el multiplayer y seguir juntado puntos de experiencia. ¿Qué tiene en su contra? El número de jugadores que en realidad juega Tron todos los días.
El soundtrack del juego tiene un par de canciones de Daft Punk y nos permite entrar en un ambiente donde se da a entender que la historia de Tron aún no se ha contado, que lo que se está jugando es una introducción a la película, y que los juegos de pixeles han evolucionado y han dado lugar a este y otros más.
Tron: Evolution es un juego bastante entretenido que sirve como vínculo entre la nueva película y los demás productos, pero el juego dura un par de horas, el combate llega a volverse repetitivo y los renders de Jeff Bridges y Quorra son de verdadera risa comparados con los logros de la nueva pelicula. De todas las películas que merecían tener un juego, Tron era la más indicada, pero al final solamente se queda como otro juego malo basado en una película. ¿Algun dia veremos un juego a la altura? Espero que sí.
Calificación: 6.0
Este juego fue reseñado en la consola Xbox 360.
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