PS4, PC, PS5
PS5
BlueTwelve Studio
Annapurna Interactive
19/07/2022
Es increíble el pensar que hace prácticamente dos años se liberó la presentación oficial del PlayStation 5, conferencia en la cual nos revelaron ese diseño tan polémico de la consola actual de Sony. Sin embargo, lo que más valió la pena fue la demostración de diversos videojuegos que estarían llegando algunos meses después de que el dispositivo se pusiese a la venta.
Lo que más destacó dentro de todos los anuncios fueron claramente la confirmación de Horizon Forbidden West, Hogwarts Legacy, el remake de Demon Souls y Ratchet and Clank: Rift Apart. Por su parte, uno de esos proyectos que llamó la atención en el directo fue ni más ni menos que Stray, título que tiene a un pequeño gato naranja como protagonista.
Este juego publicado por Annapurna Interactive y creado por BlueTwelve Studio se creó polémica rápidamente, no necesariamente por cosas negativas, sino porque se retraso bastantes veces. Y eso provocó que los fans se preguntaran si acaso tuvo que cancelarse, esto afortunadamente no pasó, pues hace poco la propia Sony anunció con total orgullo que julio sería el mes indicado para su lanzamiento.
Así llegamos a este texto, puesto que estamos en un escenario en el cual el videojuego ha llegado a las plataformas para las que fue destinado. Y por supuesto, ya hemos tenido la oportunidad de echarle las suficientes horas encima como para platicarles a profundidad de todas sus virtudes y defectos. Contando así los aspectos de historia, jugabilidad, diseños de nivel, música y aspecto visual.
¿Habrá la valido la pena todos los años que tuvimos que esperar desde su revelación? O tal vez ¿Solo es una entrega más del montón que generó expectativas negativas para al final decepcionar? Bien, esto lo vamos a ver en la siguiente reseña que con gusto les he preparado, y que así decidan si le van a entrar a esta extravagante aventura que tiene toda la pinta de estar dirigida a los fanáticos de los gatitos.
Sin nada más que mencionar al respecto, es hora de ponernos en la piel de un michi anaranjado y explorar todo lo que Stray nos ha preparado en esta nueva Atomix Review.
La historia de Stray nos pone en el papel de un gato color naranja, personaje que habita junto a su familia en una especie de muro gigante, y parece ser, que día tras día exploran el lugar para buscar algo de comida. Sin embargo, un día pasa un accidente que hace de todos estos viajes de rutina se conviertan en un gran viaje.
Concretamente, el gato naranja se cae debido a la falla de una estructura, lastimándose mucho en el proceso, a tal punto de quedarse inconsciente en el piso de lo que parece ser un túnel muy por debajo de donde estaba su familia. Así el pequeño se pone a buscar una manera de salir y en cierto punto se encuentra con algo muy misterioso.
Mientras recorre los subterráneos de lo que parece ser una ciudad abandonada, es cuando descubre no estar solo, pues se encuentra con unas pequeñas criaturas llamadas Zurkers. Pero estas no son amigables, al contario, se lanzan en contra del pequeño gato para absorber su vitalidad y por ende terminar con su vida en pocos segundos.
Así tras correr por algunos minutos, usando su curiosidad de felino, en un especie de laboratorio logra activar a una clase de androide denominado como B-12, y este puede entender al minino. Por lo que de alguna manera se hacen aliados, y su misión es lograr escapar de dicha ciudad que parece tener una noche eterna tras esos muros.
Aunque el viaje no va a ser fácil, dado que deberán resolver diferentes acertijos, charlar con robots altamente inteligentes para encontrar información, sortear obstáculos con saltos de fe, y claro, volver a cruzar caminos con los Zurkers. Una jornada que se vuelve todo un caos a causa del accidente que llevó al gatito a caer muchos metros abajo.
Francamente, es una historia sencilla, pero más allá de ver cómo salimos del lugar, lo que importa es el trasfondo de por qué no hay humanos a la vista, cómo es que los robots tomaron consciencia propia y cuál fue el origen de los Zurkers. Pistas que encontraremos si nos fijamos en los pequeños detalles del escenario a explorar. Yo no pensaba que la narrativa fuera a ser tan interesante, pero al final me sorprendió de forma positiva.
Empecemos a describir las mecánicas de Stray, y estás son de un juego de acción con elementos de plataformas que sigue una línea que se sale un poco de lo convencional. Esto se debe a que en un inicio se siente cómo si fuera una especie de indie en donde debemos caminar sobre un pasillo hasta llegar a los créditos finales.
Sin embargo, esto no es así, dado que conforme vamos avanzando deberemos regresar a partes clave de la aventura para poder seguir en el desarrollo de la aventura principal. Digamos que es una combinación de estructura lineal con zonas abiertas, mismas que se prestan para hacer una amplia e interesante exploración.
Los controles del personaje son bastante sencillos, pues podemos manejarlo en todas direcciones con el stick izquierdo del control, y realizar diferentes acciones con los botones. El más importante es el uso de la X, dado que con este podremos saltar de un lado a otro, aunque solamente es cuando nos ubiquemos en la orilla de las estructuras. Así es, por alguna razón el personaje no tiene salto libre, aunque es posible que se deba al diseño de niveles y físicas.
Podemos subir en casi todo lo que se nos ponga enfrente, desde cajas, tejados, autos, letreros, grúas, tuberías, cables y mucho más. El movimiento se siente bastante fluido, tanto así que podrías sentirte muy cerca de la perspectiva de un gato. Eso sí, no hay manera de caernos de las edificaciones, pues existen una especie de muros invisibles, aún con esto, la experiencia no se siente muy interrumpida.
En cuanto a otros movimientos o comandos, tenemos la posibilidad de tomar objetos pequeños para resolver algunos acertijos con el botón triangulo. Esto va desde usar enchufes para devolver la electricidad, tumbar cuadros de una pared, hasta tirar una cubeta a un ventilador para detener su flujo. Los puzzles no son los más complicados del mundo, pero créeme, cuando completes uno será más que satisfactorio, pues uno que otro que presenta un reto interesante.
También están las acciones de cualquier gato normal, puesto que en ciertos puntos de la aventura podemos tomar una siesta en algún colchón que tenga el comando correspondiente, rascar muros o puertas con las garras y hasta maullar. Esto último puede ser de utilidad para distraer a los NPC y sacar provecho de eso.
Hablando de los NPC, la mayoría de ellos son los robots inteligentes que mencioné en la historia del juego, y deberemos interactuar sí o sí para proseguir con la campaña. Pues cuentan con objetos clave o pistas que nos servirán para resolver algún enigma.
Vale la pena comentar, que solo los vamos a poder encontrar en las zonas semi abiertas del juego, sitios donde podemos explorar a nuestro gusto y a la vez hacer de recaderos al estilo The Legend Zelda, ya saben, con la mecánica de intercambio de objetos. Mismos que se pueden conseguir al interactuar con el ambiente, eso va desde sacar una lata de bebidas energéticas, hasta robar un chaleco de una tienda de ropa.
Y al mencionar la parte del guardado de ítems seguro me van a decir “¿Pero como rayos los puede transportar? Es un gato… ¿No?” Bueno, a continuación contestaré esa pregunta.
Como ya mencioné, durante la aventura podemos acumular los diferentes objetos que nos servirán progresar y quién nos hace el favor de resguardarlos es ni más ni menos que el pequeño B-12. Este es el robot que nos hará compañía durante gran parte del juego, y no es un simple burro carga, también nos ayudará a comunicarnos con los robots NPC, así como activar diferentes mecanismos importantes.
Debo señalar que estas no son sus únicas funciones, pues durante algunas secciones oscuras de los escenarios nos será de gran ayuda con su lámpara. La cual se puede sacar a nuestra disposición con un botón. Por lo que no hay temas de cruzar por mil menús hasta llegar a la opción de desplegar la tan afamada luz que ilumina.
Pero nosotros no seremos los únicos auxiliados por el robot, dado que podremos guiarlo para encontrar diferentes recuerdos sobre su creación, el trasfondo de la ciudad en la que estamos explorando y más datos interesantes. Para poder identificar los recuerdos, basta con tan solo acercarse a ciertos lugares con un aura de color azul, esto para posteriormente presionar X y acceder a la memoria. Algunos están mejor escondidos que otros, por lo que se debe hurgar por todas partes para encontrar los 27 en total.
Con esto podría dar por finalizadas las funciones de B-12, pero realmente falta la más importante de todas, y esa es el uso de una especie de arma para hacer estallar en pedazos a los Zurk. En gran parte del juego deberemos huir de estos seres diminutos, los cuales si llegan a subirse en nosotros empezarán a drenar nuestra vida y por ende, haciendo que caigamos inconscientes sin problemas a los pocos segundos.
Sin embargo, podemos distraerlos con nuestro maullido para alejarlos de alguna estructura a la que deseemos acceder, pues existen momentos en los que debemos hacer tiempo mientras baja un elevador y en este tiempo nos van a perseguir estos sujetos. Pero es ahí donde el robot entra a la acción, usando el arma que ya mencione, para accionarla hay que presiona R. Esta se debe usar de forma sabía, dado que si se abusa va a sobrecargarse y deberemos esperar a que recargue.
Sinceramente, B-12 se siente como el complemento perfecto para el gatito, pues con del pasar del tiempo seguramente te acostumbrarás a los controles de ambos personajes. Es una especie de fusión interesante, de eso te puedes dar cuenta si reinicias el juego y empiezas solamente con las habilidades bastante limitadas, ya que falta ese pequeño acompañante de la mochila.
Con esto llegamos a la parte final de la jugabilidad, la cual me gustó a pesar de contar con pequeñas limitantes, uno que otro bug en los que se atasca el avatar, así como la falta del salto libre y un poco más de horas de exploración. Claro, es un juego independiente a pesar de contar con el apadrinamiento de PlayStation, pero le hubieran caído bien algunas horas extra de duración, pues llega a un punto en el que seguro querrás mas acción felina/robot.
La parte gráfica de Stray es un poco extraña, dado que hay secciones del juego que se ven maravillosas y algunas otras que no tanto, esto se puede deber a que una vez hay limitaciones pues también está disponible en PS4. No digo de ninguna manera que se vean mal, solamente que pudieron ser mejores con el poder de una PS5 en todo su potencial.
Aún con todo esto, el equipo de BlueTwelve logró hacer un gran trabajo de ambientación que se agradece, con esas calles desoladas en las que todo luce sucio por el tiempo de abandono por parte de los humanos. Así como los elementos de naturaleza que poco a poco se van adueñando del concreto y recuperando lo que una vez le perteneció a la tierra.
Desde los primeros tráilers se notaba la estética con colores neón y toques estilo Cyberpunk, característica que se conserva en diseño de personajes e iluminación de los diferentes anuncios de los pasillos, calles, interior de casas y demás. Todo es bastante tenue en este videojuego, y la verdad le va como anillo al dedo por el contexto que nos pone la historia.
En cuanto a cómo se ve el pequeño gato naranja, con atención al detalle en el pelaje, animaciones al momento de correr, rasguñar, dormir y claro, saltar de un lado a otro. Y si bien se ve de manera decente, vuelvo a recalcar que las cosas pudieron mejorarse con una exclusividad con PS5. No obstante, me sorprende las cosas que se siguen elaborando con Unreal Engine, trabajo que se reconoce sin problema.
Pasando a la música que compone al videojuego, cumple con ser un acompañamiento ideal para cada momento, ya que hay de todo para todos. Con melodías suaves para los momentos de exploración, las cuales pueden cambiar de repente a ritmos más electrónicos en escenas de acción, y también algunas con alta tensión para aquellas zonas en las que el sigilo es una prioridad.
Recorrer las calles iluminadas con una pieza musical ligera es algo que no puede pasar desapercibido en este juego, la integración se hace de manera orgánica y mencionarla nunca está demás. Incluso, en algún momento de la aventura te puedes encontrar a un músico urbano que te pide partituras y tocará una pista diferente según sea su número. A eso le podemos sumar que podemos cambiar la música de la rocola en diferentes bares o restaurantes de las zonas semi abiertas.
Para terminar la parte sonora no quería dejar de lado a los efectos, de los cuales derivan sonidos electrónicos propios de computadoras, golpes, entre otros que nos van a hacer sentir bienvenidos dentro del gameplay. Por supuesto, escuchar maullar y ronronear al minino es de los más agradable, tal cual pasa en la vida real.
En conclusión, puedo asegurar que Stray es un juego altamente recomendable, valiendo la pena totalmente los dos años que tuvimos que esperar tras su anuncio inicial en la revelación de PS5. Y si bien, es una propuesta indie, puedo entender lo complicado que debió ser el adaptar los movimientos de un felino y llevarlos a un videojuego.
Tiene sus elementos increíbles como jugabilidad entretenida, con una división de fases lineales y otras un tanto más abiertas, gran combinación para que no se sienta durante toda la campaña que vamos corriendo por un pasillo. Y las misiones son un goce de completar, y sobre todo, satisfactorias, dado que se presenta de vez cuando uno que potro puzzle que exigirá un minuto de silencio para pensar en cómo resolverlo.
Claro, las limitantes de movimiento pueden molestar un poco, pues solo podemos saltar desde las orillas y cuando nos aparezca el comando del botón correspondiente al control. Aún con eso, hay una compensación que llega en forma de gráficos aceptables que van muy de la mano con la música y sus diferentes tintes que van desde lo más melancólico hasta lo enternecedor.
Si estabas esperando el juego con emoción, déjame decirte que vale totalmente la pena echarle una garra, sobre todo si quieres experimentar una jugabilidad rica, que no necesariamente debe ser perfecta. Por otro lado, si buscas un juego con cientos de horas por detrás, lamentablemente Stray no puede cumplir con la expectativa, pues como casi todo indie, a lo mucho durará una seis o siete.
En resumen, BlueTwelve Studio supo sorprendernos con un título que cualquier tipo de jugador puede probar sin problemas, con una jugabilidad intuitiva que va a gustar bastante a los fanáticos de las producciones independientes. El único problema, es que al final nos quedamos con ganas de tener más aventuras al lado del pequeño gato.
Stray está disponible en PS4, PS5 y PC. La versión que jugamos para este análisis fue la de PS5.