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Capcom
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28/02/2025
Monster Hunter se ha convertido en un fenómeno mundial. Si bien las primeras entregas en la serie fueron acogidas por el público japonés, con un nicho en occidente, no fue sino hasta el lanzamiento de World durante la generación pasada que la franquicia de Capcom obtuvo el reconocimiento internacional que se merecía, algo que solo aumentó con la llegada de Rise al Nintendo Switch y plataformas actuales. Este éxito no se logró de la noche a la mañana, puesto que los desarrolladores hicieron todo lo necesario para que su trabajo fuera lo más accesible posible, sin dejar de lado los elementos que hacen especial a esta propiedad. Con cada título y expansión dieron un paso hacia este objetivo, y es innegable que hoy día han logrado su cometido. Esta es una de las razones por las cual Monster Hunter Wilds es una de las experiencias más esperadas del año.
Durante las últimas dos entregas, Capcom se ha enfocado en hacer que aspectos como el combate, exploración y movilidad fueran sumamente accesibles para nuevos jugadores, logrando algo que suena imposible: complacer tanto a veteranos como aquellos que apenas empiezan su cacería en este mundo virtual. La clave de esto fue ofrecer muchas más opciones en estos tres elementos principales y, al mismo tiempo, construir un mundo uniforme, superando las barreras técnicas para crear enormes mapas llenos de vida, en donde el jugador es capaz de perderse en su belleza, o destruir todo a su paso con el objetivo de crear la armadura perfecta. Estas son las bases con las que comenzó el desarrollo de Monster Hunter Wilds, dándole al equipo el espacio suficiente para llevar la franquicia a su siguiente generación.
Monster Hunter Wilds se posiciona como el siguiente gran paso para la serie, con la novedad de que ahora se nos presenta un mundo conectado en múltiples sentidos, eliminando la necesidad de regresar a una base después de una misión, creando un sentimiento de libertad nunca visto en la franquicia. Después de capturar a varios monstruos, no hay duda de que estamos frente a una experiencia única. ¿Es Monster Hunter Wilds la evolución que todos los fans esperaban? ¿La nueva estructura del mundo beneficia o perjudica a la cacería? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
Monster Hunter nunca se ha caracterizado por su historia. A lo mucho, cada entrega nos presenta con un conflicto principal que trata de motivar al jugador, pero este tipo de experiencias usualmente están enfocadas en los monstruos y sus cacerías, aspectos que son capaces de dar pie a recuerdos únicos con un mayor valor que cualquier aventura que Capcom nos presenta como excusa principal. Sin embargo, también es cierto que los desarrolladores han tratado de darle más peso a este aspecto, y con Monster Hunter Wilds nos ofrecen lo que bien podría ser su trabajo más complejo hasta el momento. En lugar de ser solo un pretexto, la narrativa en esta ocasión cuenta con personajes bien definidos y un conflicto que va evolucionando, eliminando cualquier paja que encontramos en entregas pasadas. Todo esto sin dejar de lado a las estrellas: los monstruos.
En las lejanas tierras del este, llamadas The Forbidden Lands, una terrorífica criatura conocida como The White Wraith amenaza con destruir el delicado ecosistema de la región. Nata, un niño que ha sido separado de su tribu tras un ataque de este monstruo, solicita la ayuda del Gremio de Cazadores, y nuestro personaje responde a este llamado. Nuestra tarea es simple, regresar al joven a su hogar, descubrir qué es exactamente de The White Wraith y, si es necesario, ponerle un fin. Esto nos llevará a recorrer múltiples locaciones e interactuar con varios pueblos que están a la merced de un cambio climático que podría destruir su mundo.
Monster Hunter Wilds es un juego sencillo en este sentido. El viaje hacia el este es claro y nos mantiene en una progresión constante, pero esto no significa que sea aburrido, todo lo contrario. Nuestra caravana cuenta con varios personajes que hacen que este trayecto sea bastante interesante. Olivia, Gemma, Alma y Nata nos acompañan en todo momento. Cada aliado tiene una personalidad única, y el juego usa esto a su favor para mostrarnos diferentes caras de su mundo. Después de cada evento importante, es posible conversar con cada uno, y llegar a conocerlos de una forma que les da un mayor trasfondo. Lo mejor de todo, es que los vemos crecer de una forma orgánica a lo largo de esta aventura.
El caso estelar aquí es Nata, básicamente el personaje principal de esta aventura. El joven comienza como alguien muy ingenuo que no tiene idea de cómo funciona el mundo más allá de su tribu. Es por medio de este viaje y las diversas interacciones que tiene con el resto del elenco que su panorama crece y experimenta un arco narrativo que está muy bien manejado. Su conflicto es universal y fácil de entender. Lo mejor de todo, es que el juego trata al niño y a The White Wraith como dos caras de la misma moneda, creando una relación que nunca habíamos visto con el monstruo principal. Todo culmina en un enfrentamiento que no solo es satisfactorio para el jugador, sino que también lo es para todos los personajes, incluido nuestro Cazador.
Notablemente, nuestro Cazador es más que solo un avatar con el cual podemos interactuar en este mundo. El personaje habla, toma decisiones, y tiene una personalidad marcada que, si bien no se sale de lo tradicional para permitir que el jugador logre crear un vínculo claro, es entretenido de ver en acción, y es algo que probablemente sorprenda a todos los usuarios. Esto se puede notar especialmente en las cinemáticas, en donde brilla al realizar acrobacias y todo tipo de movimientos extravagantes que dejan en claro su posición como la única persona capaz de hacer este trabajo.
Más allá de esto, la historia también le ofrece una estructura más clásica a la experiencia. En lugar de tener que realizar cacería tras cacería hasta que el juego dicte que es momento de un enfrentamiento importante, cada pelea con los monstruos que viven en The Forbidden Lands está ligada directamente con nuestro viaje. Al llegar a un pueblo, es probable que sus habitantes sean atormentados por una criatura, o quizás en nuestro trayecto algo se interponga en el camino. Lo mejor de todo, es que esto da pie a enfrentamientos contra jefes que aceptan su posición narrativa para crear momentos impresionantes que dejan una primera impresión espectacular.
Esta es la evolución más importante que Monster Hunter Wilds le ofrece a la serie en este aspecto. Cada enfrentamiento es más personal, y nunca se repite un monstruo, creando una sensación de progresión que no solo la llegas a sentir con una mejor arma o una armadura más extravagante, sino que el juego va escalando de tal forma que es imposible no asombrarse con uno de los tantos clímax que aquí encontramos. Es algo que hace que la aventura principal sea más directa, y hasta corta en comparación con entregas pasadas, pero aún ofrece el espacio necesario para que pases horas completando misiones y cacerías secundarias.
Para muchos, la historia es uno de los aspectos de menos importancia en cualquier Monster Hunter, pero Wilds lleva este apartado a un nuevo nivel. Si bien aún es muy simple en múltiples aspectos, la forma en la que nuestro viaje va progresando, la manera en la que personajes como Nata experimentan una evolución natural, y el hecho de que ahora cada enfrentamiento tiene un mayor peso, hacen que este sea un avance sustancial para la serie. Nuestra odisea al este por The Forbidden Lands está llena de momentos memorables, y es algo que seguramente convencerá a más de una persona de darle una oportunidad a esta entrega.
Monster Hunter Wilds es uno de los juegos más hermosos de esta generación. El RE Engine de Capcom es una bestia capaz de hacer cualquier cosa que los desarrolladores deseen. Si bien el título no está libre de detalles que dejan ver la edad de este motor, esta entrega nos sigue ofreciendo un mundo que puede cautivar a cualquier persona, y diseños de monstruos que encapsulan a la perfección el terror que estas criaturas emanan con cada uno de sus movimientos. Lo mejor de todo, es que en esta ocasión The Forbidden Lands es una locación con mucha personalidad que está en constante movimiento.
Uno de los aspectos fundamentales de Monster Hunter Wilds es su ecosistema. The Forbidden Lands es un mundo vivo. No solo los diferentes monstruos sorprenden al jugador, sino que esta región presenta una variación de clima y un sistema de día y noche que logran transmitir una escala nunca antes vista en la serie. Todo comienza en un enorme desierto con dunas que se extienden hasta el horizonte, así como un sistema de cavernas que ocultan más de un peligro. Después podemos recorrer una jungla con árboles tan grandes que tapan al sol, y cascadas que miden varios metros de altura. Cada región tiene una temática principal, la cual dicta el tipo de ambiente que podemos recorrer y las criaturas que aquí habitan.
Como sucede en cada juego, los monstruos son las estrellas, y en Monster Hunter Wilds tenemos una selección impresionante. Chatacabra y Quematrice son perfectas introducciones a este mundo. El primero es un enorme sapo que es capaz de extender su lengua, con saliva tan húmeda al grado de que deja un rastro de lodo por todos lados. Por su parte, el segundo es una criatura que utiliza el árido ambiente para crear fuego con su cola, dándonos el primer acercamiento a la familia de los dragones.
De los pocos que puedo hablar, mis favoritos son Balahara, un enorme gusano de arena que puede girar su cuerpo y taladrar hasta crear un socavón del cual es difícil escapar. Uth Duna es una salamandra que sale de caza cada lluvia torrencial, posee una piel que lo protege de cualquier ataque, y cada vez que salta provoca un pequeño tsunami. Nu Udra, por su parte, es un pulpo gigante que, más que estar inspirado en su contraparte marítima, parece que fue creado por H.P. Lovecraft, puesto que sus enormes tentáculos negros y resplandecientes ojos azules son una clara advertencia que solo alguien tan intrépido como el Cazador estaría dispuesto a ignorar.
Si bien cada monstruo resalta por sus propias características, los jefes tienen la ventaja de que están asociados con un fenómeno climático. Ya mencioné el caso de Uth Duna y la lluvía torrencial, pero también destaca Rey Dau, un enorme dragón eléctrico que utiliza las tormentas de arena para obtener un poder adicional y dejar en claro que no hay un depredador más fuerte que él en la región inicial. Esta es la manera en la que el ecosistema de Monster Hunter Wilds funciona. Cada criatura obtiene un beneficio sustancial de su ambiente, y utiliza este factor a su favor para dejar en claro su posición en la cadena alimenticia.
Lo mejor de todo es que esto no acaba aquí, puesto que una vez que derrotamos a cualquier enemigo, podemos usar sus pieles, garras, colmillos y huesos para crear el equipo perfecto. Visualmente hablando, siempre es interesante ver la forma en la que el diseño de un monstruo se transforma en una armadura, la cual recontextualiza muchos de los elementos que caracterizan a una criatura. Esto da pie a, por ejemplo, que un Rompopolo, el cual se caracteriza por su enorme cola que expulsa veneno, se transforme en un traje púrpura con una máscara de doctor de plaga y tubos que ilustran su resistencia al veneno. Lo mismo se puede decir de las armas, las cuales llegan a lucir idénticas a la pata o al pelaje de una de estas bestias.
Más allá de las criaturas, Monster Hunter Wilds también cuenta con extenso repertorio de personajes principales y secundarios, los cuales tienen diseños que con capaces de cautivar al jugador al instante y los apoyan con su identidad. Alma, por ejemplo, es la experta en el campo, y alguien que deja en claro su papel dentro del Gremio con sus lentes, diadema y el hecho de que siempre tiene su libro a la mano. Olivia, por su parte, representa la esencia básica del Cazador, con un enorme mazo siempre a su espalda. El único detalle es que las cinemáticas no están sincronizadas bien con el audio en inglés, resultado en momentos en donde el actor se expresa de una forma que no corresponde con sus movimientos fáciles de su personaje, así como las ya clásicas bocas que se quedan abiertas cuando ya no hay audio, y viceversa.
Por otro lado, Monster Hunter Wilds tiene un gran apartado técnico, con tres opciones para todos los interesados. Primero tenemos un modo enfocado en el rendimiento, ofreciendo 1080p a 60fps. Después contamos con una opción dedicada al aspecto visual, el cual nos da la oportunidad de disfrutar de esta entrega a 4K y 30fps. Por último, y mi recomendación, tenemos una alternativa balanceada, la cual ofrece 4K escalada y 40fps. Junto a esto, el título nos permite eliminar el tope de cuadros por segundo, por lo que es posible jugar por arriba de lo recomendado, aunque esto varía. Sin embargo, hay un par de detalles a notar, como el hecho de que muchas de las locaciones cuentan con follaje que carga justo cuando vamos pasando, así como personajes y enemigos que corren a un frame rate más bajo mientras más lejos estén, pero nada que arruine la experiencia. Por si fuera poco, aquellos con un PS5 Pro podrán gozar de funciones mejoradas.
Monster Hunter Wilds es una bestia visual. Es uno de los juegos más hermosos de la generación actual gracias a su increíble dirección de arte. Su ecosistema es algo vivo, en donde cada locación y los diferentes monstruos que la habitan viven en armonía. Los diseños de las criaturas son simplemente magníficos, dejando en claro su gran tamaño y el peligro que representan. Cada criatura es llevada a un nuevo nivel cuando se transforman en una armadura o un arma. Si bien la sincronización de voz con los personajes pudo ser mejor, cada aliado cuenta con un estilo único que representa a la perfección su rol en el Gremio. Desde un punto de vista técnico, el título ofrece las opciones necesarias para que cada usuario tenga la experiencia que desee, y aunque hay un par de tropiezos, nada lo suficientemente grande. Esta es, sin lugar a dudas, una de las mejores experiencias de la serie.
Al momento de una cacería, uno pensaría que una experiencia como Monster Hunter Wilds estaría enfocada por completo en el diseño de audio, logrando transmitir el terror de cada criatura por medio del sonido. Si bien es cierto que el título le da un gran enfoque a esto, el trabajo de Capcom también cuenta con un soundtrack espectacular de principio a fin, el cual sabe balancear a la perfección la paz que significa la preparación para una pelea, la emoción de enfrentarse a una de estas enormes bestias, y el sentimiento de victoria que uno puede experimentar al concluir una misión.
El audio es uno de los factores más importantes de Monster Hunter, y Wilds utiliza el diseño de audio para darle vida a The Forbidden Lands. Desde lo bullicioso que llegan a ser los pequeños pueblos y los asentamientos del Gremio; pasando por el silencio que uno puede experimentar al recorrer cada escenario del mapa, dejando que la naturaleza se apodere de nuestros odios; hasta la brutalidad que presenta golpear el hueso de una criatura con un enorme martillo. Sientes que de verdad estás en este mundo, y es muy fácil identificar exactamente en qué parte del mapa te encuentras por la forma en la que tus pisadas resuenan, ya sea que se ahoguen con el agua o formen un eco en una cueva.
Por su parte, cada una de las bestias tiene un rugido único, el cual usan para intimidar a las pequeñas criaturas que habitan este mundo, e incluso es capaz de detener al Cazador por un instante. De igual forma, cada uno de sus ataques es tan eficaz como una bomba, por lo que están acompañados de explosiones que pueden retumbar en tus tímpanos por un instante. El terror que cada criatura representa no es algo solamente visual, sino que sus gritos son parte de su defensa, y cuando llega el inevitablemente momento en el que les haces el suficiente daño, sus gemidos nos recuerdan que son simples animales que tratan de sobrevivir día a día.
Sin embargo, nada de esto sería tan fuerte si no fuera por su música. El trabajo que Capcom nos presenta aquí es simplemente fenomenal, y cada composición eleva los enfrentamientos a un nivel impactante para el jugador, y sienta que está peleando contra una terrible bestia que solo desea consumir su alma. Temas como el de Rey Dau y el que escuchamos al pelear contra un monstruo en Windward Plains hacen uso de diferentes instrumentos de vientos, así como un fuerte tambor, los cuales se combinan para dejar en claro la importancia de la pelea. Una vez más, los combates contra jefes destacan al combinar este fantástico trabajo con una serie de elementos visuales que dejan en claro el peligro que se postra frente a nosotros, así como la perseverancia que tiene cada jugador al ponerse cara a cara con una criatura que puede destruir todo a su paso.
Junto a esto, Monster Hunter Wilds también cuenta con un gran elenco de voces. Si bien el problema de la sincronización facial con el inglés es algo muy notorio, todos los actores cumplen a la perfección sus roles. Gemma, por ejemplo, destaca por tener una personalidad activa, por lo que expresa fácilmente sus sentimientos. Por su parte, el actor de Nata destaca al lograr transmitir a la perfección las diferentes emociones por las que pasa el niño. Sorpresivamente, el Cazador también cuenta con una buena voz y, si bien hay cuatro opciones, la que elegí para su versión femenina funciona a la perfección para dejar en clara la idea de que tomamos el control de un personaje experimentado.
Aquí, Monster Hunter Wilds no tiene un solo error. El diseño sonoro, las composiciones, y las voces en inglés son perfectas para el tipo de experiencia que Capcom nos ha entregado. The Forbidden Lands y los monstruos cobran vida de una forma que hacen que el jugador se sienta en paz y en peligro al mismo tiempo. Por su parte, cada una de las canciones creadas para la exploración y el combate elevan sustancialmente la experiencia, al grado de que seguramente este trabajo ganará un par de premios a finales de año. De igual forma, las voces, aunque no concuerdan con lo que vemos en pantalla, cumplen muy bien su función, y cada personaje está bien manejado.
Monster Hunter Wilds no rompe con la fórmula ya establecida de la serie. En su lugar, expande aspectos como la progresión y la exploración, aunque también sacrifica parte de la movilidad y las opciones de habilidades especiales que caracterizan tanto a Monster Hunter Rise. Uno de los aspectos más interesantes de esta entrega es que la barrera que existía entre la sección de preparativos en una base separada de los niveles y las cacerías ha desaparecido. Esto crea una experiencia uniforme en donde tú dictas el ritmo de la aventura.
Claro, aún necesitas hacer todos los preparativos necesarios para enfrentarte a un monstruo de una forma efectiva. Esto significa recolectar plantas, insectos y cuántos ítems sean necesarios para crear posiciones que recuperen vida o te proporcionen un beneficio adicional, trampas que inmovilicen a tus rivales momentáneamente, y municiones con efectos de diferente tipo, algo nuevo para Wilds. Por si fuera poco, también necesitas buscar los ingredientes necesarios para cocinar alimentos que te proporcionen alguna ventaja temporal. Una vez que tengas esto listo, es momento de enfrentar a una de las tantas bestias que se encuentran en las diferentes áreas de The Forbidden Lands. Lo interesante, es que este proceso es mucho más libre, puesto que puedes hacer todos los preparativos necesarios en medio del desierto o la selva, y un par de segundos después iniciar una cacería, por lo que puedes continuar tu estancia en este mundo tanto como lo veas necesario.
Cada bestia es diferente y tiene un comportamiento único. Algunas vuelan, otras corren en tu dirección, y otras más simplemente enloquecen y tratan de destruir todo lo que está frente a ellos. La inteligencia artificial de los monstruos es uno de los mejores aspectos del juego, puesto que cada rival actúa conforme su ambiente y la situación en la que se encuentren. Al cazar solo, su atención estará enfocada casi por completo en ti, pero al llamar a otros personajes, ya no serás el centro de su mundo, pero serán más agresivos. De igual forma, una vez que tomen el suficiente daño, correrán a otro lado, y este es uno de los pocos aspectos que no me terminaron de convencer.
En entregas pasadas, cuando un monstruo escapaba, usualmente su siguiente dirección era elegida al azar, tomando en cuenta dónde se encontraban. Esto no sucede en Monster Hunter Wilds, puesto que cada criatura tiene un patrón muy definido que siguen cuando se alejan del jugador. Esto reduce la idea de que estamos en un mundo vivo, y convierte a la cacería en algo que, eventualmente, deja de sorprender al jugador. Esto también reduce sustancialmente los enfrentamientos entre bestias, ya que cada uno tiene una ruta determinada en la cual rara vez se van a encontrar con otra criatura. Esto no arruina la experiencia, pero es algo que rápidamente se puede notar.
Pese a este detalle, cada enfrentamiento sigue siendo impresionante. Otra vez, los jefes se roban la atención, puesto que estas peleas son caóticas, a gran escala y nos presentan diferentes retos que en algunas ocasiones se sienten como un acertijo que tienes que resolver al instante. Aspectos como la lluvia torrencial en la batalla contra Uth Duna o la tormenta eléctrica con Rey Dau son más que elementos visuales, puesto que le presentan una ventaja ambiental a tus contrincantes, y es tu tarea encontrar la forma de escapar de sus devastadores ataques.
Afortunadamente, el juego nos da múltiples opciones para lograr nuestros objetivos. Nada te detiene de simplemente usar tu espada y golpear al monstruo en la cola, cabeza, alas o patas hasta que sea derrotado, pero también puedes usar trampas, tanto ambientales como aquellas que puedes crear, colocar bombas que explotan al contacto, lanzarle carne que lo envenenará, cegarlo por un instante, o incluso montarlo para, a diferencia de Rise en donde podías controlarlo, simplemente hacerle más daño en una parte específica de su cuerpo. Por si fuera poco, también existe la posibilidad de pedir ayuda en cualquier momento. Si juegas en línea, con una bengala se pueden sumar otros jugadores que estén en el mismo servidor, pero si no tienes a alguien real a tu lado, tres NPCs siempre te proporcionarán la asistencia que deseas.
Una de las más grandes novedades de Monster Hunter Wilds surge al momento de hacerle daño a los enemigos. Si atacas una parte específica de su cuerpo constantemente, se creará una herida. En esta sección, tus ataques serán más efectivos, pero también es posible presionar los gatillos izquierdo y derecho para activar un ataque devastador que cerrará automáticamente la lesión, y te proporcionará con un ítem especial. Es un sistema que premia la agresividad y da más opciones al momento de atacar secciones de una criatura que tal vez sean más resistentes.
Una vez que tu objetivo está lo suficientemente débil, puedes capturarlo o eliminarlo por completo. Sin importar cuál sea tu elección, recibirás una serie de ítems con los cuales se crean armaduras y armas con una temática elemental que te proporcionarán con la defensiva y ofensiva necesaria para enfrentarte a otras bestias. De igual forma, tenemos una gran selección de espadas, mazos, lanzas y otros aditamentos que te permiten jugar de la forma que más te agrade. En mi caso, opté por el martillo, el cual es capaz de hacer mucho daño y, al golpear la cabeza de los enemigos, los inmoviliza por un par de segundos. Lo interesante, es que en Monster Hunter Wilds puedes llevar una arma adicional, dándote la oportunidad de crear combinaciones de todo tipo.
El básico es usar una espada y un arco, dándote la opción de atacar a distancia y cuerpo a cuerpo fácilmente. Por mi parte, mi segunda opción fue una charge blade. Esto me permitió tener una mayor movilidad de ser necesario y, al mismo tiempo, tener una hoja afilada con la cual podía hacer un daño elemental y cortar tantas colas de monstruos como fuera posible. Ahora, es importante mencionar que el cambio no es automático, puesto que necesitas montar a tu Seikret primero. Este animal también hace que recorrer el mundo sea mucho más rápido, e incluso tiene una bolsa adicional para cargar y guardar más ítems.
Como siempre, tu estilo de juego determinará las armas que desees usar. Al jugar en solitario, simplemente emplea lo que más te guste. Sin embargo, al unirte a un equipo conformado por otros usuarios, es mejor que cada uno asuma un rol, ya sea que te dediques a inmovilizar a un monstruo, a cortarle la cola, a proporcionar soporte, o atraer su atención. Es importante que tu grupo de cuatro juegue en armonía para superar algunos de los retos que esta entrega tiene para nosotros.
De igual forma, Monster Hunter Wilds introduce el Slinger. Esta es una resortera con gancho, la cual se usa para recolectar ítems a distancia o activar ciertas trampas ambientales, como un pilar en una pobre condición que al caerle a un monstruo le causará una gran cantidad de daño. Junto a esto, el ítem también se puede usar para disparar cierto tipo de munición que se encuentra esparcida a lo largo de todo el mapa, por lo que se crea una dinámica interesante en donde tienes que estar al tanto de tus alrededores en todo momento. Más allá de su función para recolectar y activar ciertas cosas, el Slinger no es algo que sea muy atractivo, puesto que no ofrece la misma movilidad que el Wirebug en Rise. Si bien tiene sus usos, no es algo que cambie sustancialmente la forma en la que jugamos.
Monster Hunter Wilds elimina aspectos como el Rampage que vimos en Rise para enfocarse por completo en las cacerías y la exploración, los pilares de la serie. El mundo interconectado hace que sea mucho más fácil ver una criatura a la distancia, pelear contra ella, y después seguir tu camino. Claro, aún necesitas regresar a la base para mejorar tu equipo, comprar algún ítem o interactuar con NPCs importantes, pero ahora tú decides cuándo sucede esto. Es una experiencia que va directo al grano, refinando cada aspecto posible, e incluso cuando la movilidad fue reducida en comparación con la previa entrega, el Cazador sigue siendo capaz de superar cualquier reto y esquivar casi todos los ataques.
Si bien la historia principal fue creada para llevar al jugador de una manera clara por todos los rincones de The Forbidden Lands, ofreciendo una progresión clara que te va enseñando todo lo necesario para obtener la victoria en cada enfrentamiento, la verdadera experiencia empieza en el post-game. El juego te incita a explorar a tu gusto para encontrar cada animal pequeño, pescar para obtener el alimento necesario, recolectar recursos que puedes intercambiar con otras tribus y, lo mejor de todo, reunirte con tus amigos para cazar algunas de las bestias más difíciles que esta entrega tiene para nosotros. Lo mejor de todo, es que incluso el clima de este mundo cambia de forma constante, ofreciendo una experiencia que va evolucionando constantemente.
Capcom ha llevado a la franquicia a un nivel que era un sueño hace solo un par de años. Claramente, The Forbidden Lands es el preámbulo al juego de mundo abierto con el que muchos han soñado, y explorar cada región es entretenido, al grado de que puedes pasar horas simplemente recolectando recursos o capturado especies pequeñas para completar alguna misión secundaria, y aun así te la pasarás de maravilla. Si bien el Wirebug de Rise se extraña, esta entrega se enfoca por completo en lo que hace especial a Monster Hunter, y el resultado son cacerías que te engancha desde el primer rugido del monstruo y, sin importar que tan intimidante sea tu rival, siempre tienes las herramientas necesarias para obtener la victoria.
Monster Hunter Wilds es el mejor juego de la serie. Si bien algunos fans pueden debatir esto, es innegable que los desarrolladores han creado una experiencia que es accesible y conserva la esencia de la franquicia. Su historia, para la sorpresa de muchos, es cautivadora, y es más que una excusa para salir a cazar monstruos, puesto que nos presenta un viaje específico con personajes bien definidos. Cada enfrentamiento tiene un gran peso en esta aventura y nunca sientes que estás perdiendo el tiempo. La progresión es fantástica, y es algo que espero sea una constante en el futuro.
Visualmente hablando, el juego luce impresionante. The Forbidden Lands es una región hermosa con un diseño vivo, en donde es fácil perderse, pero al mismo tiempo es entretenido recorrer cada rincón y asombrarse con todos los secretos y vistas que antes eran un sueño. La música es el acompañante perfecto. El diseño sonoro hace que este mundo se sienta real, y las composiciones elevan cada enfrentamiento. Si bien hay un par de detalles técnicos y las voces en inglés a veces no corresponden con las animaciones de los personajes, en ningún momento se rompe la inmersión que el juego crea fácilmente.
Monster Hunter Wilds va directo al grano, enfocándose por completo en la exploración y el combate. Su mundo uniforme es algo que le da una libertad al jugador nunca antes vista, en donde cada usuario determina cuándo empieza y termina una cacería. Cada elemento ha sido refinado al grado de que cualquier persona puede adentrarse a la serie y entender cómo es que Capcom ha sido capaz de cautivar a millones de jugadores. Hay una gran variedad de armas, enfrentamientos caóticos, y una exploración de primer nivel. Todo esto sin olvidar las bases que han perdurado por años.
No hay duda alguna, Monster Hunter Wilds es uno de los mejores juegos del año, y algo que nos dará mucho de qué hablar a lo largo del 2025. No puedo esperar para todas las actualizaciones gratuitas que llegarán en los próximos meses, así como a la inevitable expansión.