Reseña: Far Cry 3 – El rey del mundo abierto

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Locura.
1. f. Privación del juicio o del uso de la razón.
2. f. Acción inconsiderada o gran desacierto.
3. f. Acción que, por su carácter anómalo, causa sorpresa.
4. f. Exaltación del ánimo o de los ánimos, producida por algún afecto u otro incentivo.

¿Hasta qué punto puede llegar a afectarte un videojuego? Personalmente, soy alguien muy emocional. Conecto de manera inmediata con los personajes y las historias cuando están bien logradas. Odio al antagonista, siento empatía por los héroes y me pierdo en los pixeles que tengo frente a mí, que con el tiempo se vuelven el único espacio en el que quiero estar. Cuando un juego logra eso conmigo, es difícil que lo olvide. Y justo eso me ocurrió con Far Cry 3.

De manera inesperada, Far Cry 3 ha llegado a sorprender a las masas. En un mercado en el que los FPS salen por montones y muchos siguen la misma línea, Ubisoft nos presenta uno de los disparadores en primera persona más grandes de todo el año. Y se los dice alguien que es fan de Halo y Borderlands.

Alabar los aspectos técnicos del juego no sería hacerle justicia. Sí, el juego tiene los gráficos más hermosos que he visto en mucho tiempo y tecnológicamente tiene cosas impresionantes, pero esto es simplemente una herramienta para contarnos una historia. El verdadero mérito del juego es la capacidad que tiene para involucrarte.

La historia te pondrá en el lugar de Jason Brody, un chico que fue con sus hermanos, novia y amigos a una isla tropical, misma que se encuentra sitiada por una banda de piratas, liderada por Vaas Montenegro. Aquí me detendré un momento para decir que Vaas es el segundo enemigo más brillante y mejor creado que he visto en el año, seguido de Handsome Jack en Borderlands 2. La diferencia entre estos dos enemigos es que a Jack lo terminas queriendo, a pesar de no tener alma, mientras que a Vaas quieres matarlo con tus propias manos.

En algún punto, todos ustedes son capturados por Vaas y su pandilla y es ahí cuando todo comienza. Tendrás que aliarte con una tribu local y ayudarlos a liberar el lugar del poder de Vaas, mientras que al mismo tiempo rescatas a tus amigos. Para hacerlo, tendrás que dominar la isla.

Rook Island

Cuando les decía que el juego me capturó por completo, no era broma. Al principio, te sentirás completamente indefenso en la jungla, llena de peligros que van desde animales de toda clase – serpientes, osos, tigres, tiburones, jaguares, etcétera – hasta precipicios y violentas caídas de agua. El sentimiento abrumador de saber que estás en un lugar inmenso es pieza clave en la experiencia total del juego, así como lo es la manera en la que gradualmente dominas todo lo que debes dominar en la Isla.

Posteriormente comprenderás la importancia de la cacería. Y vaya que está bien aplicada. En todos los años que llevo jugando, y a pesar de que el hecho de cazar animales ha cobrado mucha popularidad últimamente en los juegos, ningún juego lo ha logrado como Far Cry 3. Tendrás que tomarte el papel del depredador muy enserio, pero también estar pendiente de no ser la presa, por que en más de una ocasión te darás cuenta de que estás en la mira de un cocodrilo o de un tigre, que se acercó a ti sin que te dieras cuenta.

Además de la caza, está el asunto de la recolección de plantas y flores, algo que será vital si te quieres mantener con vida en la isla. Existen varios tipos, que podrás mezclar o usar solas para generar diferentes efectos, como mayor percepción, repeler animales, saber dónde están tus enemigos y mucho más. Estas dos actividades son las más importantes al entrar al vasto mundo abierto de Far Cry 3, pero representan una pequeña, casi mínima, fracción de lo que ofrecerá.

¿Pero para qué quiero pieles de animales y flores tropicales? Pues las posibilidades son inmensas. A lo largo del juego encontrarás recetas, mismas que te permitirán hacer diferentes tipos de potencializadores con las plantas, o carteras, bolsas y hasta armamento con las pieles recogidas de los animales que cazaste. Esto le da un giro al gameplay totalmente, pues podrás checar qué animal no tienes para completar esa mejora en tu maleta, buscar en el mapa el área donde aparece y lanzarte a la cacería.

Por fortuna, esto no es tarea difícil, pues podrás transportarte de un lugar a otro sin problemas gracias al fast travel. Y si el lugar al que quieres ir no tiene estación de viaje rápido, entonces toma un carro, una camioneta o una cuatrimoto. ¿Es una isla separada de todo lo demás? Entonces puedes tomar un planeador o una moto acuática.

Otro punto que no podemos pasar desapercibido es la toma de decisiones implícita que tiene el juego. Sí bien, la mayoría de las misiones son de llegar a tal punto, cumplir el objetivo y regresar, el chiste está en cómo llegarás ahí y cómo vas a llevarlo a cabo. Puedes tomar cualquier ruta, cualquier vehículo, cualquier técnica para acabar con los enemigos y el tiempo que quieras, algo que te da un gran sentido de libertad.

Algo muy notable del juego es que, si no fuera por la perspectiva, se te olvidaría que estás jugando un First Person Shooter. De hecho, las balas son escasas, el combate no siempre es recomendable y los elementos semi RPG que tiene lo hacen sentir completamente diferente a los FPS de guerra que existen actualmente en el mercado. Esto no significa que el juego sea aburrido, pues a fin de cuentas tú eliges si quieres pasar desapercibido o disparando a todo lo que se mueva.

Si elegiste la segunda opción, entonce tendrás un buen arsenal a tu disposición que va desde pistolas básicas hasta lanzacohetes, que pondrán a temblar a cualquier enemigo que se te ponga enfrente, ya sea un pirata o un inocente tiburón (sí, he intentado matar tiburones con el rocket launcher).

Todo esto, ¿cómo se juega? Pues fascinante. En cuestión de minutos podrás dominar el control gracias a lo intuitivo que es. Se siente tan natural que te sorprenderás al realizar movimientos espectaculares para eliminar varios grupos de enemigos.

Para magnificar el sentimiento de estar en la inmensidad de una isla tropical, Ubisoft nos brinda una banda sonora fascinante, que le queda como anillo al dedo a la temática tribal-moderna del juego. Si le dieron play a la rola, sabrán a lo que me refiero.

Para los que son muy exigentes y dicen que parecen promociones en lugar de reseñas, Far Cry 3 no está exento de errores, pero afortunadamente estos errores no se meten para nada con la asombrosa experiencia general que te brindará el título. No es el juego perfecto, y quizá haya una que otra cosa que sobre, pero estos detalles los descubrirás después de pasarte horas explorando la isla.

Y no tan sorpresivamente, el modo multijugador simplemente está. Es bueno, y cumple su cometido, pero vivirá por siempre a la sombra del magnífico modo de un sólo jugador. Aunque sí cuenta con características interesantes, como el editor de tatuajes o el regreso del tan querido editor de mapas, pero les aseguro que la mayor parte del tiempo se la pasarán en la isla.

Podríamos pasarnos horas hablando de los logros que tiene Far Cry 3, pero se perdería el elemento más importante del juego: La exploración. Descubrir nuevas áreas, nuevos animales o pequeñas islas en medio del mar es sin duda el punto más fuerte del juego. Este juego es el nuevo rey de los títulos a mundo abierto. Si te gusta el género, Far Cry 3 debe estar en tu librería. Si no es así, quizá te sientas muy abrumado, pero de cualquier cosa merece una oportunidad.

Le doy calificación casi perfecta por que tiene mucho que un juego no generaba lo que Far Cry 3 me hizo sentir. En verdad te transportas a la isla. Es toda una experiencia de vida, que si lo juegan en el momento adecuado, como me sucedió a mí, puede ser muy reconfortante y, en muchos niveles, muy liberador. Este juego es una oda a los videojuegos.

Nueve punto cinco.