Si pensaban que la actual generación de consolas llegaría a su fin con la salida de Xbox One y PlayStation 4, están muy equivocados. Todavía quedan títulos que nos darán gratas experiencias con nuestros dispositivos actuales, incluso hasta el siguiente año. Uno de los juegos más esperados para el primer trimestre del 2014 es sin duda Dark Souls II, la secuela directa de aquel juego castigador y atemorizante que nos demostró cómo todavía pueden existir experiencias que no llevan al jugador de la mano entre nivel y nivel.
Desde hace poco más de un mes, From Software ha lanzado de manera esporádica una serie de versiones de prueba cerradas de su próximo título, las cuales se han centrado en la experiencia en línea y en el multiplayer. Recientemente tuve la fortuna de participar en estas sesiones y probar algunos de los cambios. A continuación les dejo mis impresiones:
Las sesiones de juego consistían en un periodo de tres o cuatro horas, donde se dejaba al jugador experimentar las nuevas características, así como enfrentarse a nuevos enemigos y dos jefes. No se presentaba nada de la historia, o la línea de tiempo respecto al primer Dark Souls, aunque sí se daban algunas pistas. En la prueba podías escoger personajes predeterminados con distintos roles; el de mi elección fue Temple Knight, un caballero empuñando una alabarda y un escudo, con la capacidad de utilizar algunos hechizos. El demo comenzaba con el personaje levantándose frente a una fogata en un área boscosa llamada Huntsman’s Copse. La ausencia de música y la espesa oscuridad nos recordaban que nos encontrábamos en el mundo de Dark Souls. Lo primero que hice por instinto fue correr, y debido a la falta de luz caí en un precipicio, muriendo instantáneamente. Así, con una muerte en menos de un minuto, recordaba la frase con la que anuncian el juego: “Prepare to die, again”.
Segundo intento: me levanto, corro hacia el lado opuesto y veo un camino. Junto a la fogata, una anciana que se hace llamar Melentia me cuenta la historia de una guerra que sucedió hace muchos años. Me ruega que le compre algo, pues soy su único cliente. A falta de almas, la ignoro y prosigo. Mientras avanzo aparecen decenas de signos blancos, naranjas y rojos en el suelo, es hora de invocar a otro jugador. Después de varios intentos fallidos para lograrlo –puesto que es una versión de prueba, y era de esperarse– me doy por vencido y decido seguir solo. Entro a una cueva en total oscuridad. Leo un mensaje que me recomienda usar una antorcha, el primero de muchos cambios, pues en este juego es indispensable si quieres encontrar el camino y no caerte.
Me encuentro con un enemigo, es hora de probar el sistema de combate, el cual era uno de los pocos elementos que dejaban qué desear en el primer título. Acostumbrado a darle vueltas hasta encontrarle el punto exacto para hacer un backstab, repetí la fórmula. Me doy cuenta de que el sistema es más sofisticado y orgánico, se siente más real, y no sólo una danza circular interminable. Recibo un golpe y contraataco con mi escudo, activando una animación donde mi rival queda aturdido y finalizo con un combo fatal. Un sentimiento muy familiar pero a la vez fresco y renovado.
Es a partir de aquí donde se empiezan a notar las mejoras a la fórmula. Más que cambios, esta secuela directa toma lo establecido y lo retoca para perfeccionar la experiencia. El sistema de combate es más amigable con las espadas dobles, con las cuales puedes hacer combos mortales de hasta cinco golpes. El contraataque con el escudo ya no garantiza la muerte del enemigo, sino que sólo lo aturde por unos instantes. Existen muchas más animaciones para golpes y defensas, dándote muchas más combinaciones para derrotar a las distintas clases de contrincantes.
Los stats del personaje permanecen casi iguales, con la oportunidad de mejorar individualmente al subir de nivel Fuerza, Vitalidad, Destreza entre muchas otras. A éstas se le añaden varias novedades, como la habilidad para mejorar la rapidez al dar golpes o levantar el escudo. La física se siente más fiel a la realidad, a diferencia del pasado, donde un personaje pesado se sentía demasiado tosco y mecánico, y uno ligero carecía de control sobre su dirección: en Dark Souls II éstos se sienten más humanos.
El multiplayer también recibe gran atención en esta segunda entrega. Avanzar en equipo hace una gran diferencia a hacerlo solo. Los enemigos responden al trabajo en grupo, y el combate se maneja de manera más viva. Junto con otros dos jugadores logré explorar las dos zonas que From Software nos tenía preparadas. Pude enfrentarme junto a mi equipo a uno de los jefes, Skeleton Lord, cuya batalla consistía en decenas de esqueletos atacándonos al mismo tiempo que éste.
En varias entrevistas, los productores declaraban que Dark Souls II no se iba a hacer más fácil con el fin de hacerlo más accesible para el público general, pero que la curva de aprendizaje sí sería más amigable. Esto se nota, entre otras cosas, con la adición de las Lifegem, objetos que te permiten curarte aun cuando estás en movimiento y son dejados por los enemigos al morir. Las Lifegem son adicionales a los clásicos Estus Flasks, que se rellenan cada vez que tocas una fogata. Aún así, una de las muestras de dificultad en este juego es la penalización de la barra de salud a la hora de morir: mientras más mueras, más disminuirá el total de tu salud, pudiendo quedar hasta con 50% de tu vida, revirtiéndose solamente con un ítem llamado Stone Effigy, que recupera tu humanidad y tu salud al 100%.
Cabe destacar que el juego consistía sólo en una versión de prueba, y que no representaba fielmente al producto final, que seguramente presentará muchos cambios cuando se lance en marzo. Aún falta mucho por ver, y por lo pronto, luce muy prometedor
Lo que pude jugar se podría considerar como “más de lo mismo” ante los ojos de cualquiera, pero en este caso la frase no tiene una connotación negativa, ya que el gameplay, tanto online como individual, y los escenarios son una delicia. Dark Souls II mejora y potencia esos aspectos a los que les faltaba pulirse en la primera entrega, y da mucho gusto que From Software lo haga ya que experiencias como éstas escasean. Si eres fan de la serie, no pierdas este título de vista, ya que dará mucho de qué hablar.