A estas alturas a Estados Unidos se le tacha de tener cantidades grandes de tiroteos en distintas ubicaciones de dicho país, esto va desde edificios gubernamentales, negocios y los más comunes, escuelas. Precisamente uno de estos atentados se llevó a cabo en Uvalde, Texas, ciudad donde Salvador Ramos de 18 años, atacó a la escuela primaria pública, Robb.
El área de investigación de crímenes en el estado se puso manos a la obra para dar con la causa de la decisión por parte del joven, y aunque se pudo culpar a la venta de armas sin restricciones y los problemas psicológicos del sujeto, no fue así. Y es que una vez más, los videojuegos son un factor considerado culpable detrás de tan inhumanos hechos.
En algunas publicaciones se resalta que el asaltante solía jugar Call of Duty y Fortnite con los pocos amigos que hizo, y haciendo claramente hincapié en que esta pudo ser una de las razones detrás de su atraco. Sin embargo, el comentario de los videojuegos se hizo de forma banal, siendo uno de los tantos comentarios que soltó uno de sus ex amigos.
Vale la pena señalar, que uno de los elementos culpables pudo haber sido su vida llena de bullying, dado que en la escuela solían burlarse de sus problemas de tartamudeos y pronunciación. Además, se reporta que su madre no fue una buena influencia, al punto de tener que mudarse con su abuela, persona que fue la primera víctima de este joven.
Nota del editor: Parece ser que las autoridades de todo el mundo coinciden al afirmar que en este tipo de casos los videojuegos son una pista importante, algo que en la mayoría de los incidentes no tiene nada que ver. No obstante, es un comentario que seguramente va a persistir.
Vía: Times Now