Aunque el término de cross-play es bastante común hoy en día, esta idea era algo complicada de hacer realidad hace un par de años. Aunque Nintendo y Xbox estaban de acuerdo con dejar que sus usuarios jueguen con personas en otras plataformas, como lo que sucedió con Minecraft, PlayStation se negó por un tiempo a esta idea, culminando en el bloqueo total del cross-play en Fortnite durante 2018, algo que no fue del agrado de los jugadores. Ahora, un nuevo documento nos da una mirada a las razones por las cuales Sony actuó de esta forma.
Durante el juicio entre Apple y Epic Games del día de hoy, Joe Kreiner, vicepresidente de desarrollo comercial de Epic, compartió un par de correos entre los responsables de Fortnite y Sony, en donde se reveló que PlayStation estaba en contra del cross-play para compensar las posibles pérdidas de ingresos. Esto fue lo que comentó Kreiner al respecto:
“Anunciamos el crossplay junto con Sony. Epic hace todo lo posible para que Sony parezca héroes. Hagamos de esto una gran victoria para todos nosotros”.
Aunque todas las compañías estaban dispuestas a tener contratos con Epic Games, este no era el caso con Sony. Ya que la mayor base de jugadores de Fortnite se encontraba en PlayStation, ellos tenían la última palabra en este caso. La compañía de este battle royale incluso ofreció crear una colaboración con PlayStation para su presencia en el E3, o agregar personajes únicos, exclusivos para los suscriptores de PS Plus. Por su parte, Gio Corsi, director senior de relaciones con desarrolladores de Sony en ese momento, descartó la idea del cross-play, y señaló que:
“El juego multiplataforma no es un juego rotundo, sin importar el tamaño del título. Como saben, muchas empresas están explorando esta idea y ni una sola puede explicar cómo el juego entre consolas mejora el negocio de PlayStation”.
Como sabrán, en 2019 esto cambió. En agosto de ese año, Sony y Epic Games volvieron a hablar sobre este tema y, aunque el correo compartido el día de hoy no revela cómo es que las dos compañías llegaron a un acuerdo concreto, el documento titulado “políticas, requisitos y procesos multiplataforma” menciona que a PlayStation se le pagaría en dado caso de que los jugadores de esta plataforma contribuyeran cierto porcentaje de los ingresos por cross-play, para así “compensar la reducción de ingresos” de Sony al permitir esta idea. De igual forma, estaría disponible una opción para apagar el cross-play, y se estipula una política que los publishers no pueden transferir monedas virtuales hacia o desde PlayStation.
Por el momento se desconoce si Nintendo o Xbox tuvieron algún tipo de políticas similares. Al final del día, parece que la popularidad de Fortnite en 2018 y 2019 fueron los factores que motivaron a Sony a activar el cross-play en este título, y eventualmente darle paso a otros títulos. Sin embargo, PlayStation no perdió esta oportunidad para beneficiarse de cierta forma.
En temas relacionados, casi el 50% de los ingresos de Fortnite provienen de PlayStation 4. De igual forma, Epic Games no tiene la intención de llevar este título a Xbox Cloud Gaming.
Vía: The Verge
