Review – Voodoo Vince: Remastered

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¡Volvió Voodoo Vince, en forma de remasterización!… Yey

Voodoo Vince es uno de esos tantos personajes de videojuegos a los cuales la suerte jamás les sonrió. En su momento éste fue concebido por dos simples pero muy importantes intenciones; la de dotar al primer Xbox con un título de plataforma en 3D que buena falta le hacía y la de crear a un monigote que – en el futuro – pudiese convertirse en mascota de la reciente consola de Microsoft. Por desgracia y aunque éste contaba con un buen gameplay y una gran personalidad, al final no logró despuntar en ventas, su presencia pasó desapercibida por millones de personas y con el tiempo, cayó rápidamente en el olvido.

Desde su salida en el 2003 han pasado ya casi 14 años, mismo en los que el simpático muñeco voodoo no vio ninguna continuación o, peor aún, algún intento por revivirlo. Sin embargo eso es algo que ha cambiado abruptamente ya que Microsoft decidió traernos de manera sorpresiva una versión remasterizada para Xbox One y PC de la que es hasta ahora la única aventura que tuvo Vince en consolas. Ésta lleva por nombre Voodoo Vince: Remastered y, si bien no tiene muchas novedades, ofrece lo necesario como para justificar el regreso del muñeco de trapo a la actual generación.

El regreso de una de las fallidas mascotas de Microsoft

Tal y como su nombre lo indica, Voodoo Vince: Remastered consiste de una reedición del título original que vimos en el primer Xbox aunque con gráficos mejorados. Fuera de ello el título no incluye alguna corrección o adición significativa que complemente a la aventura que varios pudieron disfrutar hace ya más de una década; es decir que, para bien o para mal, éste mantiene los mismos elementos que lo hicieron divertido en su momento (como su historia, gameplay o presentación) pero también retiene aquellos errores que lo mantuvieron al margen de sobresalir.

Empezando por su historia el juego nos lleva a tomar el control de un muñeco voodoo de nombre Vince que, tras ser esparcido con unos misteriosos polvos zombi, se lanza al rescate de su creadora, Madame Chairmaine, la cual ha sido secuestrada por los secuaces de Kosmo the Incrustable, el dueño de un carnaval que planea conquistar al mundo porque no tiene nada mejor que hacer. ¿Su trama suena absurda? Pues sí, lo es, pero esto de poco importa cuando consideramos que el juego se lanzó en una época en donde la mayoría de los juegos de plataforma eran dotados con diseños caricaturescos y solamente buscaban divertirnos con premisas chuscas que no se tomaban nada en serio. Si eres de los que disfrutaba este tipo de proyectos entonces no dudo que lo encontrarás muy carismático.

Al igual que su historia el gameplay se mantiene prácticamente intacto respecto al primer juego. Como ya dije éste es un juego de plataforma en 3D que contempla varios de los elementos característicos del género como lo son saltos, algunos golpes (simples o de tornado al mas puro estilo de Crash Bandicoot), interacción con objetos o enormes cantidades de ítems para recolectar. Adicionalmente, se ve complementado por algunas mecánicas propias como lo son la habilidad para flotar en el aire por unos momentos o un ataque especial con el que podemos destruir a una gran cantidad de enemigos con cómicos ataques voodo en los que nuestro héroe de trapo se tortura a sí mismo.

Aprender a jugar Voodoo Vince es extremadamente sencillo gracias a la poca cantidad de comandos que tiene y eso lo convierte en un título demasiado accesible para cualquier tipo de jugador. Infortunadamente, sigue manteniendo algunos de los errores que tenía su contraparte original en este apartado como en la falta de precisión de algunas de sus acciones (el doble salto o los golpes) y eso, a la postre, llega a complicar un poco su jugabilidad. Esto último no es algo tan grave como para preocuparnos pero en verdad sorprende ver que los desarrolladores no pulieron al máximo los controles.

Gracias a la accesibilidad que tiene su gameplay, el nivel de dificultad del juego es relativamente bajo – incluso con sus peculiares jefes – aunque eso no evita que de vez en cuando nos topemos con acertijos que representan un mayor reto que los convencionales. Si bien no voy a negar que muchos jugadores experimentados sentirán que el juego es un paseo en bote, admito que hubo algunos puzzles que me pusieron a pensar y que me detuvieron más de la cuenta ya que no tenían una solución obvia. Eso sí, todos los retos que aquí vemos no son nada que no se puedan resolver con un poco de atención y unos cuantos minutos de análisis.

Sigue viéndose caricaturesco y divertido como el original

En cuanto a sus escenarios, los niveles en Voodoo Vince: Remastered cuentan con algunos altibajos. Por un lado todos están diseñados con una apariencia caricaturesca y algo retorcida que va acorde con la personalidad del juego y aprovechan muy bien su paleta de colores que juega fabulosamente con los tonos oscuros que resaltan lo lúgubre (e irónicamente alegre) de su ambientación. Por el otro, éstos tienen diversas secciones que van desde espacios abiertos que se ven interesantes de explorar hasta zonas y pasillos estrechos que están un tanto ocultas y que dejan poco espacio para maniobrar. En cuanto a estos últimos, terminarás sufriendo cuando te adentres a ellos sin importar si lo haces por mera curiosidad o porque en verdad necesitas meterte ahí para recoger los objetos objetos coleccionables que ahí se esconden.

De lo anterior se deriva un problema más, quizá el más nefasto de todo el juego: su cámara. Por lo general la cámara que tenemos a nuestra disposición puede ser manipulada de manera libre aunque ésta no ofrece una perspectiva tan amplia como la de otros juegos y su movimiento se siente algo limitado. Si bien esto no representa un contratiempo en las secciones abiertas de los niveles, manejarla en las áreas y pasillos estrechos se vuelve un tremendo martirio que puede incluso afectar la manera en la que actúas o realizas determinadas acciones. Créeme que no miento cuando te digo que el pobre restringido control de la cámara en las zonas cerradas en más de una ocasión me hizo perder una vida o repetir alguna misión desde el inicio.

Otro problema que note va encaminado con una de las supuestas mejoras que recibió esta remasterización. Desde su anuncio, Microsoft nos mencionó que el juego había sido trabajado para contar con gráficos a 1080p y un framerate más fluido, estable y con la capacidad para mantenerse a 60fps. Ciertamente todo esto es verdad pero llega a haber momentos en los que la frecuencia de imágenes cae y se muestra más lenta de lo habitual. Pero, al igual que como enfaticé en otros rubros, esto es algo que difícilmente perjudica a la experiencia.

De ahí en fuera, el juego luce impecable y denota que el equipo de Beep Games Inc. trabajó arduamente para hacer que éste se viera hermoso mientras mantenía esa estructura caricaturesca y extraña con la que se diseñó el primer título. Obviamente y pese al trabajo invertido en ésta, la remasterización no puede ocultar su origen como un juego que surgió en la sexta generación de consolas, pero más que una desventaja, eso le da un mayor carisma a su presentación que se asemeja a la de un dibujo animado de sábado por la mañana.

Mucha personalidad, quizá demasiada para su propio bien

Con un título tan colorido y accesible como éste, muchos se siguen preguntando cuáles fueron las razones que impidieron que Voodoo Vince se alzara como la franquicia que Microsoft deseaba. En lo personal y si me lo preguntan, creo que uno de los factores más importantes que lo provocaron fue la excesiva personalidad que derrochaba el juego.

Voodoo Vince tiene demasiado carisma, quizá demasiado para su propio bien, y eso es algo que en definitiva lo termina por dañar innecesariamente. Por más que Vince tenga un diseño encantador, su forzada personalidad e intenciones por hacerlo ver “cool”, los diálogos chuscos que tienden a abusar del rompimiento de la cuarta pared o las incesantes referencias hacia el hecho de que todo es un videojuego (o en su defecto que nada es real), acaban por hacer caer mal a un juego que tenía todo para cautivar a al mundo. Me resulta triste seguir viendo, a más de diez años, las causas por las que Voodoo Vince no logró hacer click ni con los gamers ni con las audiencias en general.

Finalmente y no menos importante se encuentra el apartado musical, otro rubro que igual dejó espacio para la mejora. En sí el soundtrack del juego está conformado por varias melodías de jazz de tipo Dixieland que le brindan mayor personalidad a su ambientación pantanosa basada en Nueva Orleans. Salvo por un par de rolas pegajosas, el juego cuenta con las composiciones necesarias con las que puede cumplir con su objetivo de ambientar el juego pero hasta ahí; ni más ni menos.

Este juego fue reseñado en Xbox One. También se encuentra disponible en PC (vía Windows 10 y Steam).×

Voodoo Vince: Remastered es una remasterización muy simple que se limitó solamente a pulir los apartados gráficos y visuales de un juego que pasó sin pena ni gloria en el primer Xbox. Visto de manera fría esto es algo tanto buen como malo ya que, así como éste dejó intacto varios de los elementos que hicieron único al juego original, también mantuvo muchos de los errores que lo aquejaron en su momento. Me habría encantado ver que Beep Games Inc. se diese el lujo arriesgarse a hacer más con este proyecto que sólo una reedición que se ve mas bonita.

No, ésta no es la mejor remasterización que hay de un juego en la actualidad pero, al menos, lo que tiene y ofrece lo convierten en un título que disfrutarán quienes lo jugaron en su momento y en una gran oportunidad para que lo conozcan y prueben los millones de jugadores que lo pasaron por alto hace ya 14 años.