“Un tornillo cayó al suelo/ en su negra noche de horas extra./ Cayó vertical y tintineante/ pero no atrajo la atención de nadie,/ igual que aquella última vez/ en una noche como ésta/ en la que alguien se lanzó al vacío”.
Xu Lizhi, un joven chino de 24 años, escribió uno de los poemas más dolorosos y potentes antes de tomar la decisión de suicidarse. Al cumplir 20 años, Lizhi salió de su pueblo natal para probar suerte en una de las tantas ciudades industrializadas de su país.
En el año 2011, llegó a la famosa fábrica de la multinacional Foxxcon. La empresa se encarga de ensamblar y manufacturar todos los dispositivos electrónicos de más consumo y fama en el mundo, es decir, iPhones y consolas Xbox, PlayStation y Wii. El número de trabajadores actualmente sobrepasa los 800,000. Entre ellos se encontraba Xu Lizhi.
Aunque los suicidios en Foxxcon lamentablemente se han convertido en algo usual desde el año 2009, el caso de Xu Lizhi puede mostrarnos el claro ejemplo de una generación sumamente alienada y explotada. Fueron jóvenes con un grado de educación medianamente alto que vislumbraban un futuro más prometedor que el de sus padres y abuelos.
Sin embargo, la sobreexplotación laboral de aquel país asiático, obligó a que muchos de ellos se sumaran a las filas de obreros de mano de obra barata de esos productos tecnológicos. Paradójicamente, esta misma generación es el target principal para estos dispositivos: ellos ensamblaban las consolas y teléfonos que después comprarán a un costo elevado.
Cuando Xu Lizhi llegó a Foxxcon, muchos medios internacionales habían denunciado las precarias condiciones laborales de esa empresa. La ridícula solución de la empresa fue poner barrotes en las ventanas anteriormente tapiadas para que entrara algo de sol a la fábrica. Lizhi trató de escapar de ese lugar y buscó trabajo en otros lugares más afines a sus intereses. No lo logró y renunció durante algún tiempo para dedicarse a la escritura.
Lamentablemente, su condición económica lo obligó a volver a la línea de ensamblaje. Sólo duró un día en la fábrica antes de tomar la fatal decisión de saltar al vacío.
El caso de Xu Lizhi es conocido porque un grupo de amigos reunió sus escritos, los tradujo y los esparció por la red, sin esperar ninguna respuesta más allá de la divulgación de la obra de su amigo.
Las palabras de Lizhi pueden simbolizar la terrible situación emocional y física a la que están sujetos muchos obreros en China y en otros países de aquel continente y el mundo, por el excesivo consumo y demanda de países desarrollados de estos productos.
No se trata de estigmatizar con este caso el consumo de consolas o dispositivos que todos disfrutamos, pero creemos que es importante conocer el trasfondo de toda la economía que rodea a los productos tecnológicos y los claroscuros de esta industria que los desarrolla.
Te dejamos algunos poemas más para que puedas conocer mejor el sentir de Xu Lizhi.
“Taller, línea de ensamblaje, máquina, tarjeta de fichar, horas extra, salario./ Me han entrenado para ser dócil./ No sé gritar o rebelarme,/ cómo quejarme o denunciar,/ sólo cómo sufrir silenciosamente el agotamiento”
《我一生中的路还远远没有走完》
El viaje de mi vida está lejos de completarse
这是谁都没有料到的
Esto es algo que nadie esperaba
我一生中的路
El viaje de mi vida
还远远没有走完
Está lejos de acabar
就要倒在半路上了
Pero ahora está estancada a mitad del recorrido
类似的困境
No es como las dificultades similares
以前也不是没有
Que no existieron antes
只是都不像这次
Pero que no vinieron antes
来得这么突然
Y de repente
这么凶猛
Como ferozmente
一再地挣扎
Repetidamente luchan
竟全是徒劳
Pero todo es fútil
我比谁都渴望站起来
Quiero levantarme más que todos
可是我的腿不答应
Pero mis piernas no cooperan
我的胃不答应
Mi estómago no coopera
我全身的骨头都不答应
Todos los huesos de mi cuerpo no cooperan
我只能这样平躺着
Sólo puedo acostarme
在黑暗里一次次地发出
En la oscuridad, mandando
无声的求救信号
Una silenciosa señal de angustia, una y otra vez
再一次次地听到
Sólo para escuchar, una y otra vez
绝望的回响
El eco de desesperación
FUENTE: Libcom