XBOX ONE, PC
PC
Moon Studios
Xbox Game Studios
11/03/2020
Microsoft puede ser muchas cosas. Desde un gigantesco corporativo que a casi nadie simpatiza, hasta por ejemplo, haber sido la compañía pionera que se encargó de abrir los primeros caminos para que los desarrolladores independientes pudieran comenzar a llegar a las masas, esto por medio de programas como Xbox Live Arcade que hace no mucho, nos regaló joyas de la talla de Super Meat Boy o el inolvidable Braid. En 2015 sin mucha fanfarrea, los padres de Windows publicaron un pequeño juego bajo el nombre de Ori and the Blind Forest desarrollado por un estudio independiente conocido com Moon Studios. Vaya impacto el que nos llevamos al ver el dominio que estos austriacos tenían sobre el uso de Unity como motor gráfico y más sorprendente aún, la manera en la que interpretaron a los famosos Metroidvania. Una leyenda había nacido y tras una complicada espera, Ori and the Will of the Wisps finalmente está entre nosotros para ratificar que lo sucedido hace cinco años, no fue obra de la suerte o de la casualidad.
El proceso de desarrollo de Ori and the Will of the Wisps fue bastante más duro de lo que se anticipaba. Anunciado en E3 de 2017, el nuevo juego de Moon Studios se fue encontrando con varias piedras en el camino que incluso desembocaron en un par de dolorosos retrasos que nos empezaron a hacer dudar sobre la viabilidad del proyecto. Lo anterior lo decimos porque muchas veces, cuando a un estudio menor se le abre la cartera, las ambiciones se pueden salir un poco de control y causar que una visión creativa se pierda por completo. Sí, sin lugar a dudas, este nuevo título es mucho más ambicioso que su antecesor en todos los apartados, desde escala general, hasta los valores de producción que se le pusieron en su presentación visual y auditiva. Para nuestra fortuna, el trabajo salió adelante y sin temor a equivocarme, te puedo decir que lo más reciente de Xbox Game Studios, es lo mejor que he jugado en este 2020.
El relato que se nos contó en Ori and the Blind Forest fue uno bastante abstracto y hasta ambiguo por momentos, tomando varios elementos de cuentos clásicos de hadas para crear un mundo de fantasía que al menos en su superficie, parecía bastante conciso. Sin embargo, y al menos hablando por mi, la historia del juego rápidamente pasó a segundo o tercer término. No me mal interpretes. El mundo que se nos presentaba era algo que te invitaba a descubrir más, pero por la misma apertura a la interpretación de la narrativa, lo que sea que fuera el destino de nuestro protagonista, dejó de ser mi prioridad. Ahora para Ori and the Will of the Wisps, se intentó crear un lore un tanto más complejo, pero al igual que en su antecesor, tenemos un videojuego en el que la historia puede llegar a ser lo menos importante de toda la experiencia.
Ori and the Will of the Wisps se ubica tiempo después de los hechos que vimos en su precuela. De nueva cuenta se nos pone en los zapatos de Ori, un espíritu del bosque que está en búsqueda de su verdadero destino y que claro, cuenta con poderes especiales para sanar la tierra y seres vivos que se encuentran afectados por fuerzas del mal. Tras cierto hecho que sucede en los primeros minutos de juego, nuestro protagonista no tiene más opción que adentrarse en las tierras de Niwen más allá de las fronteras del bosque de Nibel, esto para darse cuenta de que una fuerza maligna está acabando con todo a su paso.
Conforme vas progresando en tú aventura, te vas topando con una serie de personajes que habitan los lugares que recorres. La gran mayoría de ellos te encargarán ciertas tareas a manera de sidequests que amplían un poco la historia que se está intentando contar. A pesar de que es sumamente divertido y satisfactorio cumplir con esta misiones opcionales, la verdad es que nunca encontré verdadero valor narrativo; es decir, los NPCs se limitaban a decirme que se encontraban mal por tal o cual cosa y no mucho más. Me queda claro que en ningún momento, el objetivo de Moon Studios al momento de hacer Ori and the Will of the Wisps, tuvo que ver con contar una gran historia. Creo que para ellos, el dar contexto y algo de bases para fundamentar por qué estás haciendo lo que estás haciendo, fue más que suficiente.
En caso de que estés buscando un profundo relato con una compleja narrativa y entrañables personajes que se queden en tu memoria para siempre, te cuento que en Ori and the Will of the Wisps no vas a encontrar nada de eso. No quiero decir que el cuento fantástico que se nos presenta esté mal contando ni mucho menos, solo digo que es una parte menor de la experiencia que se nos está presentando. Eres un espíritu sanador y tu trabajo es erradicar el mal. Ni más ni menos. Claro que a muchos seguro les hubiera encantado toparse con una historia mucho más ambiciosa, pero hay que entender que las prioridades para cada desarrollador son diferentes.
Al igual que su antecesor, Ori and the Will of the Wisps es un autentico dulce para la vista y para el oido, no obstante, creo que lo que de verdad nos cautivó del trabajo de este estudio fue que en cuanto tomabas el control del pequeño espíritu del bosque, te podías dar cuenta de que algo era completamente diferente a lo que había allá afuera. Moon Studios lo ha hecho de nuevo, presentando un videojuego claramente superior a Ori and the Blind Forest que además de conservar las geniales ideas originales, introduce varías completamente nuevas que se ajustan a la perfección a cómo es que debe fluir todo, pues en efecto, estamos frente a un título que fluye como pocos y que aún más importante, se expresa a través de sus mecánicas de juego y diseño de niveles.
Sin lugar a dudas, el subgénero más explotado en la escena independiente es el de los llamados Metroidvania, el cual, con justa razón, nos empieza a cansar. A pesar de los grandes juegos que hemos tenido sobre esta línea, puede que uno más no emocione mucho. Te puedo decir que al menos en este caso, debes de poner de lado dicho sentir, pues de nueva cuenta, Moon Studios aparece para demostrar cómo es que se hacen las cosas. Ori and the Will of the Wisps es una autentica maestría de diseño de controles, funcionamiento de mecánicas y construcción de escenarios. Estamos frente a un juego que cada una de sus partes se siente como parte de un todo, y que cada uno de sus elementos tienen una razón de ser.
Creo que lo primero que deberíamos de tocar de todo el conjunto que representa Ori and the Will of the Wisps es el tema de su control, pues a mi parecer, es lo que inmediatamente hace click con cualquier jugador. De nueva cuenta tenemos a un protagonista que se siente ligero pero a la vez, con el peso adecuado para interactuar correctamente con los escenarios que se nos van presentando. Una de las grandes características de esta ahora serie, es que Ori sea un ser sumamente ágil que en cada uno de sus movimientos luzca espectacular y que sobre todo, siempre obedezca las ordenes que nosotros los jugadores le vamos dando. Cuando pierdes, es porque algo hiciste mal.
Fiel a cómo es que funciona el subgénero, en Ori and the Will of the Wisps poco a poco se nos van dando diferentes habilidades para abrirnos paso. Algo que me sorprendió de este título en particular es que tan solo después de un par de horas de juego, se te otorga casi el set completo de movimientos básicos del protagonista. Claro que a lo largo de toda la aventura se te van dando más y mejores habilidades, pero lo que te quiero decir es que en poco tiempo ya cuentas con un doble salto, el poder hacer un dash y claro, la famosa habilidad de Ori para usar proyectiles y demás elementos del escenario para lanzarse hacia otros lugares. Probablemente esta última mecánica que te menciono es la que más personalidad la da a estos dos juegos de Moon Studios.
Además de contar con una serie de poderes base, podemos configurar a nuestro gusto varios de los movimientos de Ori, incluidos sus ataques. Usando tres botones, puedes equipar ataques regulares con espada, arco o mazo, así como la habilidad de recuperar salud utilizando energía o incluso el poder invocar a un familiar para que te ayude en la lucha. Hablando de lucha, el combate principalmente melee regresa para ser el fundamento de buena parte de la experiencia y sí, se siente tan visceral y preciso como en el juego anterior. Tal vez mi única queja en este apartado sea que la variedad de enemigos no es tan amplia como estaba esperando. No está mal, pero me pareció bastante extraño el pelear con exactamente los mismos insectos estando en un bosque oscuro, que cuando llegas a una zona desértica. Creo que ahí faltó un poco más de trabajo.
Donde la cosa sí se pone verdaderamente impresionante es en los encuentros con jefes. Sí, en tu aventura con Ori and the Will of the Wisps te toparás con varios enemigos de gran tamaño y varias facetas que te harán la vida de cuadritos. Aquí es en donde más se nota el nivel de reto que tiene el juego, pues hace un gran trabajo combinando esta secciones de combate en las que el jefe muestra diferentes patrones, con partes de puro platforming en el que debes de escapar de una persecución.
Sumado a todos estos poderes de los que te hablo, también podrás desbloquear lo que bien podríamos considerar como perks pasivos. Ori cuenta con tres slots diferentes que amplifican sus capacidades. Por ejemplo, puedes equipar uno que aumenta el daño que haces o que te te deja quedarte pegado a las paredes. La variedad es bastante considerable y constantemente te estarás rascando la cabeza para decidir cuál equipar y cual no. Al menos en mi caso, solía estar cambiando la configuración de mi personaje dependiendo de qué reto tuviera enfrente. Casi como si estuviera personalizando un arma bien afinada para ser lo más eficiente que pudiera en el campo de batalla.
Seguro que para este momento te seguirás preguntando ¿qué es lo que hace tan especial al trabajo de Moon Studios? Digo, ya sabemos que el control sobre nuestro personaje es algo fuera de este mundo pero te diría que lo que diferencia a Ori and the Will of the Wisps de todo lo que se le pueda parecer, es su estructura, forma y sobre todo, cómo es que fluye como videojuego, esto sin mencionar que como te comentaba al inicio de esta reseña, estamos frente a un título que todos sus elementos tienen una razón de ser y que en ningún momento sientes que estás jugando una sección que solo fue colocada ahí para alargar de manera artificial la vida de la experiencia que estamos teniendo.
En su base, Ori and the Will of the Wisps funciona como cualquier otro Metroidvania: tenemos estos niveles muy en forma de túnel con distintas divisiones que constantemente te están deteniendo porque requieres de tal o cual nueva habilidad para seguir adelante. Lo que le da verdadera personalidad a este juego es que cada una de sus secciones está bien delimitada, por lo que podríamos considerar niveles independientes que tenemos que resolver de diferentes maneras, ya sea combatiendo, resolviendo un puzzle o superando complicadas plataformas con las habilidades y poderes que tenemos a la mano.
Más que un juego de acción, te diría que Ori and the Will of the Wisps es un sofisticado platformer que justo dentro de estas secciones en las que tienes que dar saltos muy precisos, se esconden problemas que tienes que resolver. Lo que te quiero decir con esto es que no solo se trata de habilidad y reflejo. En muchas ocasiones, te deberás de detener un buen momento a analizar la situación para ver cómo es que te debes de mover. Construyes y planeas con pura lógica y después ejecutas con tu habilidad. Sobra decir lo increíblemente placentero que es completar cualquiera de estas partes en las que en efecto, se le nota el nivel de reto que tiene el juego y sí, las secuencias de escape en el que todo se trata de reaccionar lo más rápido que puedas, están de regreso.
Algo que me encanta de Ori and the Will of the Wisps es lo sincero que es en cómo es que está construida su estructura. Al ser retos mayormente complicados que difícilmente podrás completar en el primer intento, cuando llegas a morir, de inmediato y prácticamente sin espera, el juego te vuelve a colocar al inicio de esta sección, es decir, no es como otros juegos del género en el que si pierdes, se te regresa a tu último punto de guardado. Justo por este tipo de decisiones de diseño digo que tal vez, más que un Metroidvania como tal, podríamos considerar que estamos frente a un título de plataformas, acción y puzzles.
El diseño de niveles de Ori and the Will of the Wisps es simplemente brillante, pues acentúa de una manera perfecta las viejas y nuevas mecánicas de juego. Dicho asunto se puede ver de manifiesto a lo largo de toda la experiencia, pero te diría que tal vez cuando más lo noté y cuando dije “estos tipos de Moon Studio están en otro nivel”, fue cuando llegué a la sección desértica en la que se te da un poder para enterrarte en la arena. Cuando entierras a Ori en alguna de estas partes, éste no se detiene y cuenta con el poder de dar un impulso cuando sale a la superficie, parecido a como cuando estás en el agua. La manera en la que se uso esta idea y se mezclo con el resto de las mecánicas del juego, dieron como resultado algo verdaderamente especial en términos de control, sobre todo.
Ya para concluir esta sección, te cuento que como se nos prometió, la escala de Ori and the Will of the Wisps es considerablemente mayor a la de su antecesor. Además de que existe un punto en el que se te dan varios objetivos principales que puedes completar en el orden que quieras, tenemos una gran cantidad de quests secundarios por completar. Tal vez si te vas directo por la historia principal y no haces demasiado caso a estas tareas opcionales, te tomará unas 12 horas completar el juego, las cuales, evidentemente se pueden ir al doble o triple si te pones a buscar todos los secretos que se tienen, cosa que te recomiendo, pues a pesar de su forma de niveles bien delimitados que intentan ser escondidos por un mundo que puedes visitar a placer, la exploración es algo que normalmente se premia.
Seguro recordarás que sin importar a quien le pusieras Ori and the Blind Forest, quedaba completamente maravillado por sus preciosas gráficas y su impresionante dirección de arte. Costaba trabajo pensar que Moon Studios estaba haciendo uso de un motor genérico como Unity para presentar un trabajo tan bien logrado y que sobre todo, se viera y se escuchara de una manera tan diferente. Ahora con más madurez y claro, mayor presupuesto, tenemos que Ori and the Will of the Wisps es una autentica delicia sonora y visual que simplemente te dejará con la boca abierta todo el tiempo, pues cada una de sus escenas son pinturas perfectas que dan ganas de enmarcar para exhibir en una sala de arte.
Como te contaba, el relato de Ori and the Will of the Wisps puede ser uno que se te olvidará en poco tiempo, sin embargo, el contexto que da es suficiente para los objetivos que persigue el juego. Sumado a lo anterior, tenemos una ambientación verdaderamente impresionante. Cada una de las partes que recorres dentro del juego luce impresionantemente bien y gracias a su arte, efectos de sonido y claro, espectacular música, se logra crear una atmósfera sumamente profunda. Desde los tenebrosos caminos de un bosque oscuro, hasta las nevadas montañas del norte y las lagunas del oeste, en esta ocasión, los desarrolladores se soltaron el cabello para experimentar con diferentes escenarios que se lograron a la perfección.
El uso de gráficas en tres dimensiones sobre un plano 2D, es algo que Moon Studios hace como nadie y que claro, apoyados por una más que destacada dirección de arte, hacen que su juego le llene el ojo hasta al más exigente. Para rematar, tenemos una gran mezcla de audio que hace que tus golpes sean lo más viscerales posibles y que claro, el estar recorriendo un bosque encantado se sienta justamente como eso. La música completamente orquestada está de regreso con varias piezas que seguramente se quedarán grabadas en tu memoria para siempre.
Pasando al aspecto técnico del juego, hay buenas y muy malas noticias dependiendo de en qué plataforma estés pensando jugar. Primero, te cuento que en mi caso jugué Ori and the Will of the Wisps en su versión de PC. Esto por medio de una GTX 1080 y un Core i7 de séptima generación. El juego, la mayor parte del tiempo corrió sin problemas a un framerate de 60 cuadros por segundo y una resolución de 1080p. Cuando lo subí a 4K, comencé a ver que los cuadros sufrían más y que a veces, la imagen se congelaba por completo, así que mejor decidí regresar a 1080p. De lo que sí no me pude deshacer fue de un molesto bug de audio. Cada que la música cambiaba o hablaba con un NPC, se podía escuchar una especie de tronido con estática, como si conectaras y desconectaras de golpe unos audífonos. Revisé por todos lados para ver si era una problema de configuración, pero nada.
La verdadera mala notica es para los que tienen planeado jugar Ori and the Will of the Wisps en un Xbox One estándar o en un Xbox One S. De acuerdo con lo que me han reportado colegas de la prensa que también están jugando para reseña, estas versiones son un autentico desastre técnico. Además de presentar bugs por todos lados, la acción se ve constantemente pausada porque la imagen se congela por completo para cargar. Errores de grabado y checkpoints que no se registran son otras de las complicaciones, así como texturas que simplemente no cargan. No sé bien cómo sea el desempeño en Xbox One X, pero se me comunica que no mucho mejor al de sus antecesoras.
De acuerdo con información que nos dio representación de Xbox, se tiene planeado lanzar un parche de Día 1 para corregir varios de estos problemas ¿qué tanto arreglará? pues habrá que ver. Lo único que puedo pensar es que a Moon Studios simplemente no lo interesó optimizar su juego para hardware inferior, pues ni modo que no hubiera habido un proceso de control de calidad que notara estas complicaciones. Una verdadera pena. Toma tus precauciones si tenías planeado jugar en consolas.
Mi tiempo con Ori and the Will of the Wisps ha sido simplemente fabuloso. Desde que tuve la oportunidad de jugar y reseñar en su momento Ori and the Blind Forest, supe que la gente de Microsoft no se había equivocado en apoyar a una compañía como Moon Studios, pues tienen una visión y forma de hacer las cosas muy diferente a todo lo que hay allá afuera. Con este nuevo trabajo, los austriacos ratifican su enorme talento y claro, dejan la puerta abierta para adentrarse en proyectos probablemente más complejos en todo sentido. Xbox Games Studios tiene a un autentico diamante en sus filas que esperemos, se siga explotando de tan buena forma como se ha hecho hasta ahora.
Sí, Ori and the Will of the Wisps es lo mejor que he jugado nuevo en este 2020 y para mi, le primer título que puedo decir, tiene prácticamente asegurado un lugar en las listas de lo mejor del año. ¿Candidato a luchar por ser GOTY? Eso se mira mucho más complicado si uno revisa las producciones con las que se tendrá que enfrentar, pero dentro de su visión, alcance e incluso género, veo complicado que alguien se le vaya a acercar. Claro que Hollow Knight se mantiene como realeza dentro del subgénero, pero lo que está haciendo Moon Studios ocupa un lugar ahí junto. Sobra decir que si tienes Game Pass, lo podrás disfrutar desde día uno sin costo extra y créeme que sobre todo, éste lo merece. Da gusto ver a Xbox finalmente presumiendo una joya que esperemos, no se vea tan manchada por lo terribles que son sus versiones para consola.