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PS4
Tokyo RPG Factory
Square Enix
19/07/2016
De todas las épocas que han surgido durante los años que llevan existiendo los videojuegos, sin duda alguna la tan mencionada Era dorada de los JRPG es una de las más recordadas entre los gamers de todo el mundo. No es para menos ya que, durante su auge, surgieron varios exponentes que todavía al día de hoy se siguen venerando como joyas del género y hasta de la industria en sí.
A más de 15 años de haber concluido tan memorable etapa, todavía existen varios personas que siguen añorando aquellos años en los cuales las compañías niponas nos sorprendían con increíbles juegos plagados de contenidos y que, pese a las limitantes que había en aquel entonces, conseguían trasladarnos a fantásticos mundos en donde vivíamos asombrosas aventuras, conocíamos tramas memorables y disfrutábamos gameplays de alta calidad. Precisamente de entre quienes aún anhelan aquella era se encuentran varios miembros de Square Enix, desarrolladores que con varias décadas de experiencia han intentado crear algo con lo cual pudiesen hacernos recordar esos buenos momentos.
Luego de muchos años de insistencia y de analizar cuidadosamente el mercado, la compañía detrás de Final Fantasy y Dragon Quest por fin ha decidido brindarle la oportunidad a esos talentosos creadores que tanto han buscado revivir esa dorada era. Para ello creó un pequeño estudio de nombre Tokyo RPG Factory, productora que se ha planteado como único objetivo el de crear juegos que consigan capturar la esencia de los títulos de antaño pero con la ayuda de la tecnología actual.
Ahora y a casi dos años de su fundación, el reciente equipo de Square Enix se encuentra listo para demostrarnos de lo que ha sido capaz de crear con su primer juego, uno al cual incluso la propia compañía se ha atrevido a catalogar como un proyecto artesanal. Su nombre es I Am Setsuna y, por lo que hemos podido ver de éste, tiene todo lo que los fans de antaño han estado buscando por varios años.
I Am Setsuna es un juego único y diferente que se separa en gran medida de muchos otros referentes del género que hemos visto durante los últimos años. Que esto sea así se debe en buena parte a la tristeza, sentimiento sobre el cual se estructura y desarrolla todo el concepto del título y que se busca transmitirle al jugador en todo momento. Desde su historia o la manera en cómo se desenvuelven los personajes, hasta la forma en la que se erige su mundo o su repertorio musical, son sólo algunos de esos aspectos en los cuales se puede percibir dicha sensación.
Empezando por su historia, el juego nos llevará a conocer un mundo helado y desolador en el que humanos y demonios habitan en conjunto. En dicha tierra existe una antigua costumbre que dicta que las personas deben de ofrecer el sacrificio de una doncella cada 10 años para así apaciguar la ira de los seres del inframundo. Precisamente dentro del mencionado mundo tomaremos el control de un mercenario que, en medio de una nueva época de ofrenda, le es encomendada una misión especial: la de asesinar a la doncella que se sacrificará en favor de los humanos. Dicha mujer es Setsuna, una valiente chica que se encuentra decidida a ofrecer su vida con tal de garantizar un nuevo y breve periodo de paz.
Tras vivir un accidentado encuentro con la doncella en el que queda al descubierto su principal objetivo, nuestro héroe se verá obligado a cambiar de planes y a acompañar a Setsuna en cumplir su misión. Es así como da inicio la travesía, una en la cual la chica y su ahora escolta se irán topando con diverso personajes que se unirán a su causa, en la que conocerán los estragos que está causando la ausencia de un sacrificio alrededor del mundo y en donde descubrirán la triste verdad que hay detrás de tan lamentable tradición.
Mientras que muchos otros JRPG buscan relatarnos historias alegres o con narrativas complejas, I Am Setsuna nos ofrece una trama relativamente simple y muy melancólica. Si bien es cierto que desde los primeros minutos se nos deja en claro cuál será el desenlace de su narrativa, conforme vamos avanzando las percepciones de depresión y tristeza que se desprenden del título irán aumentando de manera constante hasta el punto de inclusive tornarse insoportables.
En lo personal, el juego me provocó una sensación que pocos títulos habían conseguido, la de hacerme sentir melancólico y deprimido con cada una de mis acciones. Aunque no es la primera vez que me topo con una experiencia similar, he de reconocer que I Am Setsuna me tomó desprevenido puesto que no esperaba que un juego con un perfil como el suyo pudiese transmitirme tanto con tan pocos recursos. Es una experiencia similar a la que ofrecían algunos JRPG de los 90 y que, ahora, Square Enix logró capturar para este proyecto. Eso en sí es un logro por demás admirable y un aspecto destacable del juego.
La historia no es el único apartado por el cual brilla I Am Setsuna. Desde su revelación en el E3 del año pasado, Square Enix mencionó que este proyecto sería uno que llevaría a los jugadores a revivir la bella época de los JRPG de los 90, década en la cual el gameplay lo era prácticamente todo. Por lo visto, el pequeño estudio de Tokyo RPG Factory consiguió su cometido de una manera magistral.
Para la ocasión, los desarrolladores retomaron el esquema básico de batalla de uno de los RPG más famosos y queridos de aquella época, Chrono Trigger, y lo complementaron con algunas adiciones que le añaden cierto grado de profundidad a su gameplay. Si jugaste este clásico del SNES, seguramente te resultará muy familiar pero, si no fue así, entonces déjanos decirte que te acomodarás a él rápida y fácilmente.
En I Am Setsuna tomamos el control de una pequeña party de hasta 3 integrantes dentro de combates dinámicos en los que las acciones de todos los involucrados se ven regidos por un sistema especial, el del denominado Active Time Battle. En lugar de tener turnos, aquí los personajes contarán con una barra individual que se irá llenando rápidamente conforme pasen los segundos y que, tras cargarse, nos permitirá seleccionar el tipo de acción que deseamos hacer (atacar, usar movimientos especiales o consumir un ítem).
A la par de esta barra, el esquema de pelea también sobresale por utilizar el campo de batalla de una manera más activa y por hacer que la posición de los integrantes del equipo adquiera mayor importancia dentro de nuestra estrategia. Pese a que no podemos mover directamente a los personajes, muchos de los movimientos que tenemos permiten que éstos se desplacen, que abarquen mayor espacio o que afecten a más de un objetivo de manera simultánea. Sin importar si planeamos hacer un corte circular con la espada o curar a un compañero, tendremos que tener siempre en cuenta el lugar donde se encuentran parados todos los miembros del grupo ya que esto nos permitirá aprovechar de mejor manera o no el turno que tenemos para moverlos.
Adicionalmente a esto, el sistema de batalla también se ve complementado por otra opción importante como lo es la de los ataques en conjunto. Aunado a los movimientos especiales y de magia que consumen puntos especiales, los personajes irán adquiriendo la habilidad para combinar varias de sus destrezas con las de sus demás compañeros, ya sea en parejas o hasta en tercias. Obviamente dichos ataques consistirán de movimientos mucho más poderosos, vistosos y de mayor campo de alcance, ideales para usarse en momentos difíciles como lo son frente a oleadas de enemigos o ante jefes poderosos.
Hasta este punto el gameplay del juego aparenta ser un vivo bosquejo del que conocimos en Chrono Trigger. Si bien no negaremos que esto es en cierta forma verdadero, de igual forma debemos reconocer que éste consigue separarse de su referente inmediato gracias a algunos apartados adicionales.
El primero y quizá más importante de todos recae en la manera en como los personajes adquieren sus habilidades especiales. Mientras que en los RPG suele ser común obtener nuevas destrezas conforme aumentemos de nivel, en I am Setsuna conseguiremos más movimientos mediante piedras especiales conocidas como Spritnites, las cuales pueden ser equipadas en cada uno de los personajes de manera limitada. Éstas las encontraremos en diversos lugares aunque la forma más común en las que las obtendremos será mediante su propia creación, proceso que requerirá del uso de diversos ítems y materiales que hallaremos en el mapa o, en la mayor parte de los casos, tras las peleas con los enemigos.
Obviamente entre más avancemos en la historia iremos encontrando mejores materiales que nos servirán para forjar Spritnites mucho más poderosos. Así mismo, no está demás decir que éstas se convertirán en pieza importante para progresar más fácilmente en la trama. Por ello y una vez que tengas acceso a su proceso de fabricación, te sugerimos que te pongas a crear cuantas piedras puedas lo antes posible.
Otro detalle que le añade mayor dinamismo a los combates es el Momentum Mode, un pequeño boost para cada uno de nuestros movimientos que puede ser activado con la ayuda de una barra especial adicional localizada junto a las de vida, magia y ATB. En contraste a estas últimas, ésta se irá cargando con cada golpe que hagamos o recibamos o, inclusive, con el tiempo que dejemos pasar sin seleccionar ninguna acción. Cuando se llene, ésta nos permitirá otorgarle un pequeño bonus a los ataques o habilidades que hagamos, sin importar si se son individuales o de conjunto.
Finalmente y no menos importante se encuentra un efecto conocido como Singularity. De manera similar al Momentum Mode, éste nos brindará algunos bonos especiales por tiempo limitado aunque su aparición será más aleatoria debido a que ésta no la controla el jugador. No obstante, existe una mayor probabilidad para hacer que éstas se presenten si es que activamos correctamente el Momentum Mode.
Todos estos elementos en conjunto forjan un gameplay que, aunque familiar, se siente relativamente fresco y muy accesible para quienes apenas se inician en el género. De hecho y hablando un poco de su dificultad, podemos decir que I Am Setsuna ofrece un nivel de reto adecuado y muy moderado. Aunque los jugadores de la vieja escuela sentirán por varios momentos que las peleas son sumamente fáciles, los principiantes hallarán en ellas un desafío adecuado. O bueno, al menos hasta que te topes con los jefes, los cuales se convierten en una verdadera amenaza hasta para los más experimentados.
Al igual que su gameplay, el apartado gráfico y visual de I Am Setsuna fue diseñado de tal forma que busca asemejarse a los JRPG de la década de los 90. Ya sea por la perspectiva isométrica en la que lo jugamos o por la manera en cómo se estructuraron sus niveles y personajes, sentirás que estas frente a una especie de clásico del SNES remasterizado.
Por otro lado y como ya lo mencionamos, el diseño de sus escenarios y personajes son otros de los elementos que le añaden ese toque melancólico que distingue al juego. Explorar ese mundo nevado en compañía de personajes que sólo buscan cumplir con la misión de escoltar a Setsuna hacia su triste destino es algo que te hace sentir que vives una travesía desesperanzadora en la que, sin importar lo que hagas, el resultado será cruel para todos.
Pese a lo anterior, por desgracia este apartado también se ve afectado por diversos problemas que, irónicamente, derivan del propio esquema retro del juego. Por mencionar un ejemplo de ello, el mapa general que exploramos se ve vacio y plano, sin muchos elementos con los que podamos interactuar y en donde el desplazamiento se torna tan lento que en más de una ocasión terminarás por desesperarte. Esto último se percibe aún más cuando debes hacer backtracking o cuando no sabes que hacer y tienes que ponerte a explorar.
Los niveles y escenarios también sufren por este aspecto. La gran y amplia mayoría de los que visitamos consisten de enormes pasillos con pocos caminos que podemos tomar y que por lo general conducen a una sola salida. Tomando esto en cuenta, el progreso del juego se percibe como algo muy lineal o monótono y en donde, por lo general, será la propia trama la que nos limitará a solamente ir de un punto A a un B. Esto último disminuye considerablemente las posibilidades para aventurarte a nuevas áreas.
Al ser este un proyecto con un presupuesto relativamente ajustado, Tokyo RPG Factory supo solventar de una manera muy original y fresca un apartado tan importante como lo es el de su musicalización. Para I Am Setsuna el equipo de desarrollo apostó por dotar al juego con un soundtrack conformado de puras melodías de piano. Dicha apuesta, aunque beneficia enormemente al propio concepto del juego, lamentablemente no termina por acoplarse del todo al mismo
Por un lado las melodías de piano logran aumentar ese sentimiento de tristeza y melancolía que la historia, los diálogos, las secuencias de interacción y el diseño de escenarios nos exponen. Sin embargo y cuando pasamos a otros apartados como lo son los combates o la ambientación de determinadas áreas, los arreglos llegan a sentirse un tanto fuera de lugar y hasta con carencia de personalidad. Aunque de manera general podemos decir que es bella, hay que reconocer que los arreglos no siempre se adecuan a toda ocasión.
Cuando Square Enix dijo que I Am Setsuna sería realizado por un grupo pequeño de desarrolladores que añoraban la época dorada de los juegos de rol, me mostré un tanto incrédulo. Aunque me consideró un fanático de la vieja escuela, hace mucho tiempo que perdí la fe por encontrarme con un título que pudiese hacerle justicia a esa increíble etapa; más aún considerando todas esas promesas fallidas de estudios que han dicho que regresarían a las raíces del género. Pese a ello y tras probar el primer proyecto de Tokyo RPG Factory, puedo decir que al fin estamos frente a un digno representante de aquella fantástica era.
Sí, es cierto que tiene sus defectos, incluso muchos de ellos derivados de la propia fórmula retro con la que se concibió al juego en sí. Sin embargo y pese a que sus creadores contaron con otras adversidades como lo fueron el poco tiempo de desarrollo o los recursos limitados, el producto que nos ofrecen es uno que bien vale la pena probar; más aún si eres de los que añora o ha clamado por alguna especie de secuela espiritual para Chrono Trigger.
I Am Setsuna es un JRPG increíble que se estructura sobre los fundamentos de varios de los JRPG que marcaron historia y lo consigue de tal forma que no se siente como algo anticuado ni mal diseñado. Como si esto no fuese suficiente su premisa triste y nostálgica en conjunto a su increíble música, apartado visual y diseño de personajes, la dotan con una personalidad tan única y que pocas veces se ven tan bien llevadas en un juego.
Por más extraño que parezca, vivir la melancólica aventura de Setsuna es una experiencia inigualable y bella. Y créenos, eso es algo que te va a encantar.