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Elevator Games
Elevator Games
31/07/2014
Las plataformas móviles se han convertido en el refugio para el desarrollo mexicano de videojuegos. Aspectos como los costos de desarrollo, el fácil acceso para un público amplio y las dificultades para fondear un proyecto en consolas han trasladado a dichos espacios los proyectos nacionales. Aun así, les ha costado sobresalir en el mar de títulos baratos que han brotado por doquier. ¿Cómo franquear la frontera de la visibilidad? ¿Cómo hacer valer una idea? Éste es, quizá, el principal desafío que enfrenta Celleste, título para iOS desarrollado por Elevator Games.
El concepto es sencillo, pero no por ello peca forzosamente de simple. Tu deber es salvar a las vaquitas galácticas que habitan en mundos pequeños y coloridos que recuerdan al Principito. Hay dos amenazas: la principal son bichos espaciales que quieren cenarse a tus ganado. Si bien pueden infestar los munditos que sirven de escenario, basta con tocar el pad sobre ellos para eliminarlos. El otro son los grandes meteoros que amenazan con provocar un cataclismo si se agota el tiempo para completar el nivel.
A estas alturas, suena como si los niveles fuesen fáciles y, al principio, tienes razón. Basta con limpiarle el camino hacia el portal a tus vacas (que se mueven, comen y duermen a sus anchas como buenas bovinas) para triunfar. Con el tiempo, los enemigos abundarán, tendrás más vacas por salvar y tendrás más obstáculos por sortear, así como recursos por utilizar. Entre estos últimos resaltan los meteoritos limitados para eliminar las piedras que estorben en tu camino o un mapa que ayuda a ubicar a tus vacas en el entorno tridimensional del juego. Las misiones varían entre rescatar a un número determinado de vacunos o proteger a cuantos puedas en un tiempo determinado.
De entrada, hay que destacar la correcta curva de aprendizaje que tiene el título. Los primeros niveles podrían ser calificados como muy fáciles, incluso para el estándar de los proyectos en la plataforma, pero sirven para adecuar a jugadores poco habituados a los puzzles al ritmo y recursos en el juego. Una característica que aprendes en un nivel, como los asteroides, al siguiente estás obligado a utilizarla más a fondo. Esta progresión en los niveles ayuda a que el mayor público posible pueda engancharse en la jugabilidad.
Claro, hay detalles de desventaja. No está mal que la base del juego, el salvar a las vacas de los bichos, sea el elemento predominante en la dinámica. Pero para ciertos jugadores podría resultar repetitivo, pese a la curva de aprendizaje que ya mencionamos anteriormente. Se agradecen elementos que le den variedad al título, como el rescatar a vacas flotantes o los bichos explosivos. Sin embargo, algunos recursos quedan subutilizados. Aspectos como el uso de los meteoritos pudieron ser más cruciales, fuera del abrirte camino, por ejemplo. También nos hubiera encantado una mayor variedad de enemigos. Incluso así, si este detalle logra pasar desapercibido, es posible que te sigas y sigas sin ningún problema.
El juego tiene microtransacciones, las cuales son más estéticas que otra cosa. Se trata de skins temáticos cuyo costo es de un dólar. Al parecer es imposible salir de esta tendencia en la plataforma, aunque se agradece que no todo el contenido adicional se compre. Más bien, lo desbloqueas compartiendo el título con tus conocidos en redes sociales. Dado que la intención es que más gente vea como una buena inversión los 39 pesos que cuesta y no sangrar a los jugadores que se animaron, quizá compartir la palabra de la vaca a cambio de bonificaciones suena a una mejor estrategia para obtener recursos.
(Quisimos citar el merengue de La Vaca aquí, pero no quedaba)
Si algo llama la atención, incluso por encima del gameplay, es el diseño visual que tiene el título. Seamos honestos, los hits de iOS han forjado imperios en torno a este preciso apartado. Las vacas protagonistas tienen un encanto al nivel de otros títulos con mayor presupuesto. Incluso los bichos tienen un atractivo en cuanto a ilustración se refiere, lo cual nos hace pensar aún más en que nos gustaría ver más variedad al respecto. Si las bovinas por defecto te parecen encantadoras, los skins adicionales aumentan este factor. Por ello, se agradece que no te los vendan a mansalva. Eso sí, nos hubiera gustado ver mayor variedad en las ilustraciones entre nivel y nivel.
El juego utiliza Unreal Engine, el cual se ve más aprovechado en el diseño de los escenarios. Llenos de color y a tono con la temática estelar del juego, a veces se sienten como meros tableros de juego. Si bien hubiera quedado bien un poco más de detalle en cada uno, son muy adecuados para la jugabilidad y el ambiente en tres dimensiones añade un poco más de reto. Ahora, el juego puede tardar un tanto en cargar al principio; pero luego, la experiencia es óptima.
La música, al inicio, suena excelente para la temática del juego. Para su mala fortuna, se mueve en atmósferas similares a las de otros juegos independientes. Además, la tonada resulta repetitiva y termina por pasar desapercibida luego de un rato jugando.
En conclusión, tenemos un proyecto en el que se nota cómo el equipo a cargo se ha esforzado por entregar una experiencia superior a la del título promedio en iOS. El diseño artístico impacta y jugarlo resulta mucho más entretenido que las experiencias burdas que inundan la plataforma. Del mismo modo, Celleste resalta que han preferido servir al jugador y exigir un pago razonable por éste y por los detallitos optativos en vez de atascar la propuesta de micropagos abusivos o entregar un proyecto incompleto al cual se le deban ir comprando piezas.
Cierto, su sencillez no da pie a un juego simplón. Sin embargo, la ejecución es lejana a otras obras destacadas del juego independiente. Puede tornarse repetitivo y se siente que sus propios recursos, en cuanto a jugabilidad, no son tan aprovechados como deberían. Fuera de su mecánica principal, aporta muy poco; aunque su intención de entregar un juego entretenido y justo es bastante plausible.
No es el gran proyecto indie ni lo rodea el hype. Aún así, es divertido en el rango que la plataforma ofrece y no se esconde en ser un proyecto pequeño para justificar mediocridad. Pese a sus carencias, exhibe el potencial que tiene el equipo respecto al diseño artístico y jugabilidad. Dependerá de su constancia y de cómo saquen provecho de su experiencia en proyectos como éste, el que entreguen títulos todavía más interesantes en el futuro; es, quizá, lo que más nos llevamos de este juego.