Apple ha lanzado al mercado partes de reemplazo de varios de los componentes más vitales de su último dispositivo, el iPhone 16. Entre estas partes se encuentran los componentes más susceptibles a dañarse, como la cámara fotográfica o la batería. Algunas piezas serán compatibles tanto con los modelos básicos que son el iPhone 16 y el iPhone 16 Plus, como con las versiones más avanzadas como son el iPhone 16 Pro y el iPhone 16 Pro Max. Otras piezas tendrán versiones específicas para cada modelo, ajustándose a las características de cada uno.
La cámara de reemplazo básica para el modelo estándar y el Plus tendrá un precio de 169 dólares, mientras que la cámara para los modelos Pro y Pro Max valdrá 249 dólares. Para los iPhone estándar, la batería tendrá un costo de 99 dólares y para las versiones Pro costará 119 dólares. Una nueva pantalla tendrá un costo de entre 279 y 379 dólares, dependiendo del modelo específico del teléfono.
Hacer estas reparaciones solo es posible mediante el uso de herramientas especializadas, las cuales Apple también ofrece para la renta por un costo de 49 dólares. Pero este servicio solo está disponible para los Estados Unidos, siendo excesivamente aparatoso y complejo para el usuario promedio.
Apple tiene una extensa historia con entorpecer y dificultar el proceso de la reparación por parte del usuario. Sus dispositivos están diseñados de manera que se hace completamente imposible hacer algo tan simple como cambiar la batería sin el uso de utensilios especiales. Esto tiene como consecuencia que el consumidor tenga como única opción acudir a un proveedor oficial, los cuales son los únicos con las herramientas y el conocimiento requerido para reparar los dispositivos.
La nueva tanda de componentes de reemplazo, junto con ciertos cambios recientes en la política interna de la compañía, parece estar gradualmente facilitando la habilidad de pequeños comercios y técnicos independientes para realizar reparaciones a los dispositivos de la icónica manzana.
Vía: The Verge