PS4, XBOX ONE, PC
XBOX ONE
Jo-Mei Games
Electronic Arts
05/07/2019
Existe una frase que, aunque trillada por las películas y las series de TV, corresponde a la realidad de muchas personas: enfrentarse a uno mismo, es hacerlo contra tus propios monstruos. Cada vez más, los videojuegos adoptan temas que antes podrían parecer imposibles de representar, incluso de retomar, ya que requieren no solo de conocimiento, sino de grandes recursos narrativos para representar un tema tan delicado –y cotidiano– como la salud mental. Con esto en cuenta, EA Originals nos trae Sea of Solitude, un título que busca sumergirnos en una aventura introspectiva.
Hace unos años que Sea of Solitude se dio a conocer en todo el mundo; en aquel entonces, juegos como Celeste (2018) o Hellblade: Senua’s Sacrifice (2017) también seguían en el tintero, pero pocos nos imaginábamos que estudios relativamente pequeños o que iban empezando su historia habrían de generar una marca en los videojuegos debido a su profundidad y capacidad de adaptar la depresión, ansiedad y otros temas oscuros en forma de una experiencia jugable. Jo-Mei Games se embarcan en Sea of Solitude, el cual nos presenta a Kay, una chica en busca de una chispa de luz en medio de la oscuridad y una respuesta a la pregunta: ¿cómo y cuándo me convertí en un monstruo oscuro e incapaz de ver lo positivo de mi vida?
Desde el inicio del juego, algo que nos gusta es la sensación de calidez e intimidad con la que Jo-Mei Games nos presenta su creación ya que Cornelia Geppert, directora creativa del mismo, te recibe diciendo que “Sea of Solitude se inspira en su experiencia propia”, cuya fase la llevó a querer representar ese proceso tan difícil de depresión por el cual atravesó. La premisa es relativamente simple, a pesar de contar con representaciones poderosas de lo que, al menos, Cornelia experimentó durante su proceso de depresión.
Kay, nuestra protagonista, se ve sumergida en la oscuridad y será nuestra misión la de descubrir los diferentes escenarios, que suelen navegarse y caminarse como un juego de aventuras convencional, ciertos coleccionables y en general, acertijos ambientales sencillos. La aventura se divide en capítulos, los cuales te piden eliminar a criaturas oscuras y de ojos rojos atravesando varios obstáculos y, en general, restos de estructuras aisladas por el agua. Para ello, Kay es capaz de limpiar pequeñas fuentes de luz, para luego canalizarlas a puertas y caminos intrincados que le permitirán seguir adelante.
Y cada uno de estos caminos va acompañado de algún recuerdo o comentario catalizado por algún elemento en el juego; por ejemplo, hay coleccionables como mensajes en botellas que hablan de personas en su vida, de cómo lidiar con la soledad o el sentimiento de ser “un desastre”, de tener una percepción de ser una persona inútil e incapaz de ver por su propio bien y más. Quizás mientras lees esto pueda no sonar tan profundo, pero tomemos en cuenta que es un juego realizado por apenas unas 12 o 15 personas, lo cual es todo un logro para el juego que llegaron a desarrollar.
Aunado a lo anterior, Sea of Solitude podría no tener los escenarios más complejos o los mejores desarrollados, pero lo que sí tiene es una esencia que se irá ganando tu corazón poquito a poco, así como abriendo un poco más tus ojos hacia la realidad que viven muchas personas en el mundo, todos los días. En este aspecto, es importante mencionar que Electronic Arts ha apoyado títulos interesantes en su búsqueda por saciar la sed de proyectos más personales entre sus filas, como es el caso de Unravel, A Way Out y Fe bajo su sello EA Originals.
Estéticamente hablando, tenemos a un juego con una gama de colores agradable y que no oculta sus intenciones al momento de representar a los momentos negativos con oscuridad y los positivos con una luz cálida, a pesar de que el diseño de niveles tampoco sea muy complejo. Quizás si Jo-Mei Games agregase algunos acertijos más exigentes y que, a su vez tuvieran un significado muy puntual para el personaje, Sea of Solitude sería una experiencia más concisa.
Por último, el apartado musical es aceptable, ya que básicamente son muy pocos los temas que llegan a acentuar ciertos momentos en el juego. No obstante, en cuanto a la física del juego es realmente buena, algo que no siempre suele tener éxito en entregas de estas dimensiones.
A pesar de sus buenas intenciones y origen, Sea of Solitude resulta ser un proyecto que recae de gran forma en su apartado gráfico, para olvidarse un poco del diseño de niveles. Al mismo tiempo, el título cuenta con analogías evidentes, pero que no ofrecen una mayor profundidad narrativa, a pesar de tratarse de un juego con base en algo tan intrincado como los problemas mentales. Al jugar Sea of Solitude podrás entender un poquito mejor lo que personas como Cornelia Geppert experimentaron, aunque no de una forma tan contundente como habrías esperado.
Sea of Solitude ya está disponible para PlayStation 4, PC y Xbox One.