Tal y como lo hubiéramos esperado, en PlayStation Experience 2016 el PlayStation VR tuvo una gran presencia, y aunque gran parte de los demos eran de juegos que acaban de salir al mercado para que los probaran quienes todavía no adquieren el dispositivo, hubo un par de experiencias first party que llamaron nuestra atención y no podíamos omitir. En este artículo les hablaremos de dos juegos que jugamos con realidad virtual dentro de PSX 2016.
Cuando reseñamos el PS VR les comentamos que una de las ventajas que podría tener el dispositivo respecto a otros visores del mercado es el ecosistema en que se encuentra, al formar parte de una consola de videojuegos, PlayStation puede aprovechar su experiencia con videojuegos para generar propuestas exclusivas que hagan de PS VR un espacio donde los jugadores se sientan cómodos por el tipo de exclusivas que se ofrecen.
Starblood Arena va por ese rumbo, si bien el juego no es una propuesta first party como tal al ser desarrollado por el estudio Whitemoon Dreams, el proyecto está incubado por San Diego Studio de PlayStation para convertirse en una carta exclusiva que se une a otras propuestas generadas por los estudios de Sony pensando en el visor.
Dentro de PSX 2016 jugamos una partida de StarBlood Arena, si bien es un juego que llama la atención por su propuesta multijugador posee retos para un solo jugador que bien te pueden ofrecer diversión en solitario y fue precisamente lo que probamos.
StarBlood Arena es un shooter que al igual que otras propuestas de realidad virtual como Rigs nos ponen en el asiento de una máquina que dispara, de manera que tenemos ataques muy intuitivos localizados en los botones traseros del control y algunas otras opciones tanto defensivas como ofensivas. Si bien la propuesta es que Star Blood Arena sea una batalla de naves voladoras, la física de los vehículos de combate más bien me hizo sentir en una especie de submarino al tener movimientos muy suaves y flotados.
En el demo que estuvo disponible en el evento tuvimos la oportunidad de elegir entre varios personajes que no sólo cambiaron el diseño de la nave, sino también sus diferentes tipos de ataque y características generales, me comentaba uno de los desarrolladores del juego de Whitemoon Dreams que una de las principales apuestas de Starblood Arena estaba precisamente en el diseño de cada uno de los personajes disponibles y las ventajas que cada uno presenta para generar partidas a muerte divertidas o retos de supervivencia en los que aprendas a utilizar bien a cada uno de los personajes y aprovechar sus características.
Aunque no disfruté más de un par de partidas pude notar que el juego funciona bien a nivel de sus controles, como les he mencionado anteriormente todas las acciones del combate me recordaron mucho lo que se hizo con RIGS, aunque acá todo es volando y con una presentación gráfica mucho más colorida y menos realista. Los niveles incluyen espacios abiertos que se prestan mucho para el fuego directo aunque también posee largos pasillos que interconectan varias zonas de la arena de batalla en las que podemos aprovechar para perder persecutores o aprovechar para tomar algunos potenciadores que bien le dan variedad al combate aumentando tu potencia de ataque o defensa.
Cuando jugué RIGS para nuestra reseña encontré muchas dificultades para encontrar personas con quién jugar, fue por ello que no pude dejar a un lado la curiosidad de preguntar al productor del juego por la manera en que funcionaría el matchmaking para solucionar este tipo de dificultades. La respuesta no fue del todo clara y quizá por el momento ni siquiera existe realmente, lo que me comentó fue que el juego dará la opción de llenar con bots la partida para suplir a miembros faltantes y que siempre está la opción de invitar amigos.
Puedo decirles que en general Starblood Arena luce bien, su gameplay en lo poco que probamos luce divertido y con potencial siempre y cuando tengas con quién jugar, por lo pronto entrenarse en los retos en solitario no nos pareció una mala propuesta pero habrá que ver su potencial a largo plazo ahora que sea publicado.
Cuando reseñamos Driveclub VR les comentamos que la experiencia de manejar con realidad virtual era sumamente prometedora, ahora hemos podido probar uno de los juegos más ambiciosos de automovilismo de la marca en este formato y la experiencia fue sumamente satisfactoria, por supuesto estamos hablando de Gran Turismo Sport.
La cabina en la que jugamos con volante y pedales ayudó muchísimo a la experiencia, lo que más puedo recordar es el preciso feedback que me dio la simulación del juego en el que cada que una de las ruedas salía de la pista sentía el peso completo del vehículo sobre el volante reaccionando a la velocidad combinada con la gravedad.
La experiencia VR de GT Sport me gustó mucho más que la de Driveclub VR que se sintió bastante apresurado como les comentábamos en nuestra reseña. Cada detalle de la cabina del vehículo se combinó con un escenario con mejores gráficos que los que nos mostró el juego de Evolution y que muy posiblemente se redujeron para no sacrificar el rendimiento del título. Cabe señalar que nunca sentí la partida inestable en mi sesión de conducción de GT Sport con el dispositivo de realidad virtual.
Algo que no se nos aclaró es si al igual que en Driveclub VR se hicieron modificaciones al modo VR de GT Sport en cuestiones de dificultad, recordemos que el juego de Evolution buscaba entregar una versión mucho más arcade y diluida en la versión que se publicó para el dispositivo de realidad virtual de Sony para comodidad del usuario; el hecho que no nos lo hayan comentado ni hecho explícito nos permite asumir que muy posiblemente este no es el caso de GT Sport que además tiene la ventaja de que se pondrá a la venta como un paquete listo para la experiencia que prefieras disfrutar. A diferencia de Driveclub que su versión VR se vendió como un juego por separado, GT Sport ya vendría listo para que lo disfrutes en tu TV 4K y HDR y a 60FPS con tu PS4 Pro o si lo prefieres en realidad virtual si tienes el dispositivo, todo ello sin tener que comprar un juego aparte que te ofrezca la experiencia de realidad virtual.
Es bueno ver en este caso la realidad virtual como una opción más, evidentemente los que prefieran la mayor calidad visual y disfrutar el juego como fue pensado desde un inicio tendrán la oportunidad de disfrutarlo en su televisor, el tener la opción del VR como un añadido para tener la experiencia inmersiva es una opción que se agradece sin necesidad de adquirir una versión especial del juego.
Lo que más me agrada de GT Sport como un juego de conducción en realidad virtual es que luce mucho menos experimental de lo que fue Driveclub, por el contrario, el demo nos demostró que es una experiencia mucho más sólida y una opción mucho más factible para el que guste experimentar un juego de automovilismo con la inmersión de la realidad virtual.
Después de lo que jugué en PSVR dentro de PSX 2016 –incluyendo el increíble Ace Combat 7– sigo siendo un entusiasta de este tipo de tecnologías y tengo en mis planes a corto plazo adquirir el dispositivo para disfrutar de forma ininterrumpida de la experiencia. Ambos juegos que tuvimos la oportunidad de probar lucen como experiencias que buscan trascender de los simples demos de lanzamiento del dispositivo y buscan realmente ofrecer experiencias mucho más profundas para los consumidores que buscan buenos juegos en realidad virtual.
Estaremos al pendiente de más detalles al respecto de ambos juegos pero por lo pronto nos dejaron con un buen sabor de boca, y nos hacen pensar que ayuda mucho que PS VR forme parte de un ecosistema en el que el dispositivo forma parte de una consola de videojuegos para concentrarse en ofrecernos experiencias que nos agraden a los videojugadores por encima de cualquier tipo de entretenimiento en el formato de la realidad virtual.