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PS4
Omega Force
Koei Tecmo
30/08/2016
Lo he dicho antes y lo volveré a decir: si hay un anime al cual la industria de los videojuegos no le ha dado el tratamiento que se merece ese es Attack on Titan. A siete años del inicio de la publicación de su manga y con diversas adaptaciones exitosas a otros formatos como el anime o el cine, resulta increíble notar que todavía no exista un videojuego que le haga justicia a la genial obra de Hajime Isayama.
Que esto sea así no es algo que nos deba de extrañar. Al ser una ésta una historia cargada de drama, violencia, acción y misticismo, ésta se torna en una obra difícil de abordar. No cualquier estudio cuenta con el perfil para poder producir un juego de este tipo y que pueda plasmar correctamente la esencia de la famosa historia. Y eso es algo que en el pasado ya ha quedado demostrado. ¿Verdad Spike Chunsoft?
Dicho esto y si había una compañía que tuviese los recursos necesarios y el conocimiento adecuado para hacer un juego de Attack on Titan, esa era Koei Tecmo, o mejor dicho, su estudio interno Omega Force. Con todo su expertise en juegos de acción y combate como lo son sus series Warriors y con diversas adaptaciones bien realizadas de la talla de Dragon Quest Heroes, Hyrule Warriors o One Piece: Pirate Warriors, resultaba imposible no imaginar que se decidiesen a ir en búsqueda de los derechos de la franquicia. Por suerte se dieron cuenta de ello y, tras analizar sus capacidades, se animaron a tomar el riesgo de hacer un título de Shingeki no Kyojin, ese mismo que pudiese complacer a los fans que tanto lo han esperado.
No les mentiremos, tras probar su experimento podemos decirles que éste les salió muy bien.
El juego de Attack on Titan que nos trae Koei Tecmo es un título que, más que querer revolucionar a la franquicia o dotarla con nuevos bríos, consiste de un proyecto que busca complacer a todos los fans de la serie. Por ello y en lugar de mostrarnos un juego completamente original en cuanto a narrativa se refiere, éste opta por abordar el arco argumental que los seguidores de la serie seguramente ya conocen a la perfección.
La historia del juego de Attack on Titan retoma por completo todos los acontecimientos que se nos presentaron dentro de las dos temporadas del anime; es decir desde que Eren y compañía se inscriben a la milicia e inician su entrenamiento para enfrentar a los titanes, hasta cuando todos ellos salen al mundo exterior para investigar la procedencia de los colosos. A lo largo de los cuatro capítulos que componen a la campaña, podremos revivir muchos de los sucesos importantes que se suscitaron en los episodios animados aunque ahora desde una perspectiva mucho más personal y con una presentación un tanto distinta respecto al manga o el anime.
En sí no puedo decir que la historia del juego sea mala (que de hecho, no lo es en lo absoluto) pero, en definitiva, siento que ésta no se abordó de la mejor manera. Desde el inicio el título da por hecho que quienes acuden a éste ya tienen una idea previa de lo que es Attack on Titan y de su trama general, y eso es un aspecto que termina por influir en la manera en cómo se nos presentan muchos de los conceptos y sucesos principales de la serie. Si eres un fan veterano estamos seguros de que no tendrás problema alguno en comprender todo lo que aparece en pantalla pero, si éste es apenas tu primer acercamiento con la serie, es casi un hecho de que no comprenderás muchas cosas desde el inicio y de que te costará un poco de trabajo comprenderlas después. Peor aún, no podrás disfrutar y captar en su momento de muchas de las referencias que hay al manga o el anime, las cuales están presentes en prácticamente todo momento.
Si pudiéramos recomendarte algo antes de jugar Attack on Titan eso sería que vieses el anime o, cuando menos, que leyeras el manga. Si bien esto no es requisito indispensable para comprender el juego, en verdad ayuda bastante que llegues a él sabiendo de lo que va su trama y de lo que te puedes esperar en él. Hacerlo enriquece bastante la experiencia y hace de toda su narrativa algo mucho más comprensible.
Como ya mencione previamente, Attack on Titan es un juego de acción desarrollado por Omega Force, el estudio detrás de todas las series Warriors. Por esta razón el juego destaca por ofrecernos un título de combate libre en donde se perciben muchos de los aspectos que han hecho popular a las sagas Musou.
Attack on Titan nos pone en los zapatos de varios de los personajes que hemos visto en el anime y dentro de diversos mapas cerrados en los que podremos desplazarnos libremente en compañía de hasta otros cuatro compañeros (todos ellos NPC). En estos llevaremos a cabo diversos objetivos, mismos de los cuales la gran y amplia mayoría se relacionarán con la aniquilación de varios de los titanes que aparecerán en pantalla. No obstante a ello también habrá diversos tipos de encomiendas que, aunque no se despegan por completo de la premisa anterior, sí la dan mayor variedad al gameplay; misiones de protección de diversas áreas, de escoltar objetivos, de tiempo límite o de liberación de determinadas zonas son sólo algunas de ellas.
A la par de todo lo anterior y mientras buscamos realizar los objetivos principales, durante los capítulos también aparecerán misiones alternativas que, por lo general, consisten de salvar a diversos compañeros de las hordas de titanes que los atacan. Aunque éstas no son indispensables para progresar en la campaña, realizarlas será de gran ayuda puesto que todas ellas nos recompensarán tanto con increíbles ítems y materiales adicionales que nos servirán para forjar armas más poderosas, como con compañeros más poderosos para reclutar.
Pasando de lleno a sus controles, el esquema de combate del juego es relativamente sencillo aunque un tanto truculento de captar al inicio. Como ya dije, el gameplay y muchas de las mecánicas y formas de operar de los ítems y objetos giran en torno al enfrentamiento con los titanes a los cuales solo podremos derribar al encestarles un corte en sus nucas.
De entrada, nuestro medio principal de desplazamiento dentro de los mapas es el dispositivo de maniobras unidireccional (o el equipo de ganchos enormes que cargan los personajes), el cual nos permite movernos grandes distancias por los aires al más puro estilo de Spider-Man. Junto a ello también cargaremos con dos espadas que nos sirven para atacaremos a los monstruos.
Al momento de entrar en combate deberemos de hacer uso de estos dos objetos para movilizarnos y buscar una apertura que nos permita darles ese tajo a los monstruos con el cual sucumben. En un inicio esto parecería ser un tanto complicado de lograr pero, para facilitarnos la tarea, también podremos realizar ataques a otras partes del cuerpo de los titanes como lo son las piernas, brazos, tórax y cabeza. De hacerlo, será más sencillo acceder a su punto débil.
Un aspecto importante que le añade mayor seriedad al manejo de estos artículos es su limitada duración. En todo momento deberemos de estar al pendiente de las reservas de gas con las cuales opera el dispositivo de movimiento y de las cuchillas que tengamos disponibles para las espadas. En caso de que éstas se terminen podremos seguir jugando, aunque será más complicado hacerlo de forma ágil.
Adicionalmente a lo antes expuesto, también tendremos acceso a otro conjunto de ítems que nos permitirán derrocar más fácilmente a los colosos, tales como lo son granadas de luz, bombas de sonido, trampas, entre otras. Conforme más avancemos en la trama, todas ellas irán adquiriendo un rol más importante dentro de nuestras estrategias, motivo por el cual resulta conveniente irte familiarizando con éstas y su uso en cuanto tengas acceso a ellas.
Si hasta ahora ha habido algo que se le ha cuestionado a los juegos de Attack on Titan es que sus gameplays no den esa sensación de rapidez y velocidad que se plasma en la obra de Isayama. En el caso del juego de Koei Tecmo, éste consigue su cometido de manera increíble ya que sus controles son fluidos, veloces, ágiles, dinámicos y hasta frenéticos. Los combates que libremos con los titanes son muy entretenidos, con todo y pese a que al inicio tardas un poco en agarrarle la maña a los controles.
Que la jugabilidad se sienta así se debe en parte a toda esa variedad que hay tanto en personajes como enemigos. Empezando por le enemigos, el juego nos presenta a una cantidad adecuada de titanes con diversas características que los distinguen entre sí. Sin importar si te enfrentas a criaturas pequeñas, delgadas, gordas, con mayor resistencia, de comportamiento impredecible o con partes protegidas, por lo general nunca sentirás que te enfrentas al mismo tipo de enemigo una y otra vez. Es más, hay algunos que requieren que nos acercarnos a ellos con una determinada estrategia para derribarlos, lo cual le añade aún mayor variedad al gameplay.
Por otro lado los personajes de los cuales podemos tomar el control también son variados puesto que muchos de ellos cuentan con habilidades únicas y stats determinados que los diferencian de los demás. Por mencionar algunos ejemplos Eren es el soldado mejor balanceado de todos; Mikasa es un poco más rápida y puede hacer varios ataques seguidos; Levy es más pesado y tiene acceso a un ataque que puede cargarse; y Armin, el más ligero de todos, cuenta con una habilidad especial con la que puede darle órdenes a sus compañeros quienes complementan sus carencias.
Attack on Titan destaca por contar con un gameplay frenético, uno de sus principales atractivos. Sin embargo esta misma virtud provoca algunos de los más notorios desperfectos del juego. Dada la velocidad con la cual se desarrollan los combates, puedes perder fácilmente el control de muchas de las acciones que realiza tu personaje; desde perderle la vista al titán al cual querías derribar o terminar por apuntar hacia otra parte que no querías, hasta acabar chocando con las paredes, atorarte en calles angostas o esquinas entre edificios, e incluso lanzarte hacia la nada.
Lo peor de todo el problema es que éste también se traslada hacia el propio desplazamiento de los personajes. En más de una ocasión el dispositivo de maniobra me terminó enganchando hacia otra dirección que no quería o, al no poder encontrar nada a que agarrarse, me orilló hacia el suelo y me obligó a caminar. Estos problemas llegaron a ser demasiado incómodos y mucho más comunes de lo que me hubiese gustado y, a la postre, terminaron por afectar considerablemente mi experiencia.
Por suerte Attack on Titan me ofreció otra función que me sacó un poco ese mal sabor de boca que me dejó la imprecisión de sus controles: el del manejo de los titanes. Como se podría esperar, el título nos permite tomar el control de ciertos colosos en algunas partes de la historia y, cuando sucede, el juego se vuelve algo muy divertido. Controlar a uno de estos monstruos y causar destrucción a mi alrededor al tiempo que pateaba los traseros de los titanes enemigos como si fuesen costales de papas, fue uno de los momentos más gratificantes y entretenidos que viví mientras probé el título. Sí, éste tampoco estuvo exento de errores e imprecisiones en sus controles (también me llegue a atorar en unas esquinas) pero, aún así, lo disfrute bastante.
A la par de la campaña principal el juego nos ofrece otra opción de juego, la de Expedición, mismo que puede jugarse tanto de manera offline como online y que a su vez se divide en dos tipos de modalidades distintas, las de inspección y exploración. La primera de ellas consiste en un modo en donde podemos realizar más misiones similares las que vemos en la campaña pero dentro de diversos escenarios. La segunda nos lleva a realizar una serie de objetivos seguidos y encadenados en varios ambientes.
El punto importante de esta modalidad es que ésta se estructura de manera similar a como se desarrollan las misiones de la campaña aunque sin la necesidad de verse limitada por las restricciones de la historia. Es un modo de juego mucho más libre y menos predecible, por así decirlo. Así mismo, destaca la opción de poderse jugar con otros jugadores vía online, aspecto que por sí solo le añade más variedad y dinamismo a las partidas.
Aunque el Expedition Mode consigue extender un poco la rejugabilidad del título, siento que éste no bastó para hacerlo sentir como un paquete completo. Veo muy difícil que, tras acabar con su campaña, este modo consiga mantenerte atado al juego por más de unos días, sobre todo por lo repetitivo en el que éste puede llegar a convertirse si es que no cuentas con amigos con quien jugarlo o con una buena conexión a internet. En verdad eso es algo de lo que más lamentamos.
Visualmente hablando, Attack on Titan se ve increíble, mucho mejor de lo que esperábamos. Cuando en un inicio se reveló que sería un título multiplataforma y que llegaría tanto a PS3 como Vita, temí que éste se viera gráficamente limitado y con visuales que dejarían mucho a desear. Ahora que ya pude jugar una de sus versiones para consolas de actual generación (PS4) me doy cuenta de que dicho temor no tenía fundamento ya que Omega Force dotó al proyecto con gráficos y visuales que combinan el cellshade con artes y diseños en 3D que lo hacen ver asombroso. Sin importar dónde lo veas, el título luce impecable y da la sensación de que estás viendo un híbrido entre el manga y el anime.
A reserva de que pueda ver otras versiones del juego como la de PS3 o Vita, puedo decir que sin importar en cual ue plataforma lo juegues, Attack on Titan no se verá feo. Quizá no impresionante, pero para nada horrible.
Por otro lado el estilo artístico es de igual forma impecable. Omega Force logró plasmar toda la personalidad del del mundo de Attack on Titan dentro del juego y eso es algo que se ve reflejado en el diseño de sus personajes, escenarios, enemigos y hasta menús de navegación. De hecho y hablando de los niveles, temía que muchos de ellos consistiesen del mismo mapa pero con elementos reciclados de los demás. Por suerte ese no fue el caso y, en su lugar, recibimos algunos pocos niveles totalmente distintos entre sí.
Lo anterior también aplica tanto para el diseño de personajes como de enemigos. En los humanos y salvo por los NPC genéricos, todos los soldados se ven diferentes, incluso aquellos con los que entramos en contacto como los que nos venden equipo o rescatamos en las misiones alternas. Los titanes por su parte, cuentan con una gama amplia y suficiente de diseños como para hacer que no nos enfrentemos al mismo coloso en más de una ocasión dentro de un buen rato.
Pese a lo anterior, el departamento visual tampoco es perfecto y en varias ocasiones muestra desperfectos, sobre todo cuando se presentan los problemas que ya mencione sobre sus controles. Un ejemplo de ello recae en el framerate, el cual llega a caerse un poco cuando tenemos muchos elementos en pantalla. Otro caso más se percibe cuando la cámara del juego llega a captar texturas y cosas empalmadas entre sí, sobre todo en los momentos en que ésta pierde el rastro de lo que hacemos como producto de la imprecisión de sus controles.
Eso sí, por más defectos visuales que le vi, ninguno de estos fue tan grave como el de los controles. En ese sentido, este apartado no daña considerablemente la experiencia del juego.
Finalmente y en lo que respecta al audio, el título sobresale enormemente. La música que escuchamos en el título fue compuesta especialmente para el juego y no consiste en el mismo repertorio musical que conocimos en la serie animada. No está demás decir que éste sobresale enormemente ya que logra ambientar adecuadamente todos los momentos que vemos en pantalla (cinemáticas batallas, o interacciones) y transmite todas las emociones que se buscan plasmar en las mismas.
Las voces por su parte también son todo un deleite de escuchar. Para la ocasión Koei Tecmo prefirió dejar las voces originales en japonés para cada uno de los diálogos y eso es algo que dota con mayor personalidad al proyecto. Las mismas voces que reconoces de la serie son las mismas que oirás en todo momento.
¡Pues Koei Tecmo se salió con la suya! La compañía consiguió hacer de su Attack on Titan el mejor juego que hemos visto hasta ahora de la serie y uno que, sin problema alguno, le hace justicia a toda su esencia. Pero vamos, con los juegos que hemos visto de la franquicia hasta ahora, esto no era algo tan complicado de conseguir.
Attack on Titan es un gran juego y uno que los amantes de la obra de Isayama en verdad disfrutarán. No es para menos ya que éste nos permite revivir toda la historia que ya pudimos ver en el anime, aunque ahora de una forma mucho más interactiva y personal que te hace sentir parte de su trama y de toda la acción que acontece en ella.
Sí, es cierto el juego no es perfecto y que tiene errores my notorios que, a la postre, afectan la experiencia final. Pero, con todo y eso, nos agradó bastante experimentar con esta nueva propuesta de Omega Force que, por suerte, no cayó en ese estigma de volverse un Warriors más y consiguió alzarse como un juego diferente con su propia personalidad
Si eres fan de Attack on Titan entonces el juego te va a encantar y, no dudamos, que cumplirá varias de tus expectativas. Sin embargo y si planeabas entrarle de lleno a la serie por medio de éste, aunque lo podrás jugar sin problema alguno puede que el título termine por arruinarte muchas cosas de su historia. Más que ser una buena oportunidad para adentrarte en su mundo, vemos al juego como un increíble complemento para el anime y el manga. Por ello y si queda en tus posibilidades, te recomendamos ampliamente empieces por estos antes del juego. Te aseguramos que no te arrepentirás.