Freezer ha vuelto a la vida y con él su inmenso rencor y sed de venganza contra Gokú y sus amigos. La Tierra se encuentra ahora en un enorme peligro y es por ello que los guerreros Z deben de prepararse para volver a unir sus fuerzas y defender al planeta. Esto fue lo que vimos dentro de Dragon Ball Super en esta semana.
El capítulo de esta ocasión inició con el temible Freezer quien ahora se encuentra completo tras haber sido revivido y curado por Sorbet y sus hombres. Sus pocos pero leales soldados le explican cómo fue que lograron traerlo de vuelta a la vida y le informan sobre la deplorable situación actual en la cual se encuentra lo que queda de su poderosa armada.
Tras una breve presentación de los guerreros que todavía se encuentran a su disposición y de un breve análisis, Freezer les revela que su principal objetivo ahora que ha vuelto a la vida es tomar venganza de Gokú, Vegeta y compañía. Para ello y evitar sufrir una tercera derrota frente a estos, menciona que llevará a cabo su plan de invadir a la Tierra dentro de un periodo de cuatro meses, mismo que aprovechará para entrenar –por primera vez en su vida- y volverse más fuerte. Si bien los fieles hombres de éste parecen oponerse en primera instancia, al final terminan por acceder luego de ver una pequeña muestra de su gran y sádico poder.
Mientras Freezer y sus hombres se disponen a preparar todo para que éste lleve a cabo su venganza, Gokú y Vegeta continúan su entrenamiento con Wiss. Mientras lo hacen y tras demostrar un poco de su gran avance, Bills aparece para cuestionarles por su presencia dentro de su planeta. Para su sorpresa, Wiss le explica que ambos saiyajines ya llevan algún tiempo habitando en su planeta mientras él dormía, aunque con la única condición de que le permitan a ellos poder probar de todas las delicias de la Tierra. Esto, para alivió de los guerreros, no termina por enfadar al dios de la destrucción el cual considera que fue algo muy inteligente de ambas partes.
Tras estas secuencias el capítulo da un salto temporal a cuatro meses en el futuro, justo en el momento en el que Freezer y sus hombres ya se dirigen hacia nuestro planeta. De manera repentina aparece un misterioso ser de nombre Jako, el patrullero espacial, quien ha llegado a casa de Bulma. Tras un breve encuentro accidentado con Goten y Trunks, el viajero logra ver a la amiga de Gokú para avisarle del terrible peligro que se aproxima en cuestión de sólo unos minutos. Obviamente Bulma termina por molestarse ante la poca antelación sobre el arribo del revivido villano, pero logra apresurarse para darle aviso a los demás guerreros.
Es así como en cuestión de sólo unos minutos vemos a Krillin (ahora rapado de nueva cuenta), el maestro Roshi, Ten Shin Han, Picoro y Gohan dirigirse hacia el lugar donde arribará Freezer y con la firme intención de hacerle frente. A la par de ello, el invasor de planetas se alista para comenzar su invasión al tiempo que demuestra tener varios planes listos para enfrentar a quienes terminaran por mandarlo al infierno del cual acaba de salir.
Es así como termina un episodio más de Dragon Ball Super, uno que recurrió al uso mínimo de secuencias adicionales o de relleno y que prefirió enfocarse por completo a las secuencias vistas en la cinta de La Resurrección de Freezer. De hecho y aunque éste en lo general estuvo bien, se sintió como uno de los capítulos más acelerados que hemos visto hasta la fecha.
En comparación a episodios previos, en el de esta semana se nos presentaron varias secuencias y momentos que fácilmente podrían haber sido abordados en un par de capítulos. No es como si esto hubiese arruinado por completo lo visto en pantalla, pero en verdad fue sorpresivo ver lo mucho que se abarcó en un solo episodio. Por lo visto al equipo de Akira Toriyama le urge complacer a los fans y fue por ello que buscaron la manera de intentar evitar más retrasos y de llevar a la serie directamente a los momentos que todos esperan ver con muchas ansias: las peleas y los combates.
Así mismo, resulta interesante observar que la serie planea abordar con ligeros cambios a la saga que vimos en los cines. En comparación a la cinta, en esta ocasión Tagoma, uno de los personajes que quizá más se desaprovechó en la película, no murió a los pocos minutos de haber revivido Freezer. En su lugar, para la serie se decidió dejarlo con vida, lo cual parecería indicar a que su rol dentro de la saga será mucho más importante de lo que fue en su momento.
¿Qué tal les pareció el episodio de esta semana? ¿Emocionados por saber que a partir de la próxima semana volverán los combates que tanto ama todo el mundo? No se olviden de compartirnos sus opiniones en la sección de comentarios.
¡Nos vemos la próxima semana, dragonboleros!