Una de las campañas más virales que ha tenido el primer semestre del año es la que realizó el filme The Gallows para poder promocionar su película: “Charlie Charlie, ¿estás ahí?”. ¿Se acuerdan? Este juego que causó sensación en redes sociales y que consistía en cruzar un par de lápices, uno encima del otro para generar equilibrio, ambos arriba de un papel dividido en cuatro partes y con las palabras “Si” y “No” para generar la retroalimentación deseada.
Este juego es una variante de la oujia, pero más simple, invocando un ente llamado Charlie y con la gran diferencia de que en este caso no tendrás que tener contacto físico con los lápices, sólo tienes que soltar preguntas al azar y esperar a que el espíritu amistoso, o demonios, te respondan.
Si no te despides de manera correcta de Charlie, dicen que experimentarás cosas extrañas en casa. Este juego provocó mucho morbo por lo mismo. Para despedirte de él tienes que decir “Charlie Charlie, ¿podemos parar?” y tomar los lápices, despedirte y cerrar el portal.
Facebook y Twitter explotó por una semana después de que salió a la luz este juego, figuras del internet, famosos, personas en su casa, cualquier persona podía hacer el experimento. Mucho miedo, muchas historias y muchos videos fueron subidos a la red.
A muchos tomó por sorpresa el saber que este juego era una pifia para poder darle exposición a The Gallows, traducción literal al español: La Horca.
El director Travis Cluff trabajó junto a Chris Luffing para la realización de este proyecto.
Todo comienza en 1993 en la Beatrice High School; el grupo de teatro escenifica la obra de La Horca en lo que parecería ser un día común y corriente en los Estados Unidos. La obra avanzaba con normalidad hasta la escena de la ejecución. El protagonista, Charlie Grimille se acomoda la horca justo alrededor de su cuello y de repente se abre el piso culminando con un error de cálculos y la muerte perturbadora del estudiante en frente de los padres de familia y más alumnos.
Todo este hecho fue grabado por un familiar y el video fue confiscado por el departamento de policía. Años después de la tragedia, Reese Houser (Reese Mishler), jugador del equipo de Americano tiene que cumplir con sus materias y una de ellas es Teatro, de modo que le toca el papel protagonista de la obra representada en 1993, pero él sólo quiere estar en la obra para conquistar a Pfeifer Ross (Pfeifer Brown). Todo el hecho es grabado por su mejor amigo Ryan Shoos (Ryan Shoos), desde la pre producción del espectáculo hasta lo que sucedería después.
Reese no quiere ser parte de la obra, lo detesta, es por eso que recurre a Ryan quien con su poco brillante cerebro decide ir a la escuela en la víspera de la obra para destruir todo el set y así evitar que se realice. Acompañado de Ryan y su novia Cassidy Spilker (Cassidy Gifford), Reese acepta esta situación y se lanzan a terminar la misión.
Dentro de la escuela, destrozando el set, se encuentran con Pfeifer. Al intentar salir, se dan cuenta que algo los dejó encerrados, algo los atisba, un ente nada amigable y desconocido. Los cuatro empiezan a experimentar situaciones aterradoras e incómodas dentro de la escuela, tanto que los llevará al extremo de la locura.
Desde hace algunos años, el found footage se ha popularizado entre en el cine para el terror. Uno de los pioneros del terror en este género es Cannibal Holocaust en 1980, el cual generó mucha polémica ya que el director se metió en problemas legales hasta que confirmara que las muertes del filme no eran reales. El siguiente salto se dio con The Blair Witch Project de 1999, cinta que promovió el morbo hacia el falso documental y que saltó a la fama de manera grandiosa. Aún así, el género aún no se había hecho popular, eso sucedió con la llegada de Paranormal Activity y REC, ambos del 2007; la moda y el recurso fue vertiginoso. En lo personal, estas últimas dos cintas se me hacen malas, un género que se hizo moda y explotado en cada posibilidad, dentro del terror se estigmatizó.
Hoy en día es un recurso fácil y de bajo presupuesto, en donde sólo la creatividad va a dar pauta para hacer una buena película (tal como sucedió como VHS) o hacer muy malos productos, como los que vemos hoy en día.
La película es muy vacía, no da pie a un análisis en cuanto a narrativa; es la clásica historia de un fantasma que habita en el lugar de su propia tragedia, no hay un trasfondo que valga la pena comentar, sólo sigue la clásica receta de cocina para hacer una película de terror con screamers y found footage. En cuanto a las actuaciones, puedo decir que no son nada impresionantes, parece que son muchachos que apenas están abriendo su camino hacia el mundo del cine, poco creíbles, excepto por Cassidy Gifford, su gestos horrorizados son bastante creíbles.
Las tomas found footage son muy atrabancadas, entiendo que el género en ocasiones así lo requiere, pero los personajes se la pasan corriendo. Un buen detalle fue la combinación de las diferentes cámaras que se usaron durante viven el terror, un nightshot que nunca falla al momento de darle tensión a las escenas.
A final de cuentas es una película que no generó mucha expectativa, no prometía tanto como sucedió son Insidious 3 o el remake de Poltergeist. Es una película que no amerita el pagar el precio del cine, a menos que vayas a cabulear con tus cuates.
La cinta se estrena en cines mexicanos el día 17 de julio de este año.