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Square Enix
24/02/2023
En 2018, Square Enix no solo nos presentó Octopath Traveler, un JRPG que se encargó de capturar la esencia de la era dorada del género durante la época de los 16-bits, sino que también nos introdujo al HD-2D. Este estilo visual se convirtió en una herramienta para la compañía japonesa, y los desarrollos producidos por Tomoya Asano. Gracias a una combinación de pixel-art y elementos realistas proporcionados por el Unreal Engine, como agua e iluminación, este título fue capaz de cautivar inmediatamente al público. Lo mejor de todo, es que los encargados de Final Fantasy vieron un gran potencial en estas herramientas. Es así que en los últimos años nos han entregado una buena cantidad de proyectos que nos siguen sorprendiendo con lo hermosos que se ven.
Desde ese entonces, Square Enix nos ha entregado tres títulos que han hecho uso del HD-2D. Fuera de su apartado visual, Octopath Traveler: Champions of the Continent no cuenta con algo que necesariamente logre sobresalir de otros proyectos similares para dispositivos móviles. Sin embargo, son los otros dos los que llaman mucho la atención. A principios de 2022 vimos el lanzamiento de Triangle Strategy, la cual tomó todo lo que funcionó de Final Fantasy Tactics, y lo llevó a un nuevo nivel con una fantástica historia, un sistema táctico adictivo, y una evolución del estilo visual. Por último, a mediados del año pasado llegó Live A Live, un remake de un clásico del Super Famicom, el cual nos sorprendió, no solo por ser la primera vez que esta entrega está disponible en occidente, sino por ser una experiencia sumamente sólida, con ideas interesantes y, que en retrospectiva, bien puede ser considerado el predecesor de Octopath Traveler. Ahora, a esta lista se le ha sumado una experiencia más.
Anunciados originalmente durante el Nintendo Direct de septiembre de 2022, Octopath Traveler II es una secuela que pocos pidieron, pero que muchos se alegraron de ver. No solo se prometió que todo lo que funcionó del juego original estaría de regreso, sino que veríamos a dos personajes compartir una misma historia, algo que solucionaría uno de los mayores problemas que se tuvieron con el título de 2018. Ahora, a solo unos días de su lanzamiento, ya tuve la oportunidad de disfrutar por completo de esta secuela. ¿Es Octopath Traveler II el título que tanto estábamos esperando? ¿Hay una evolución en el HD-2D? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
Aunque ya tenemos a Live A Live como un precedente, en realidad no hay muchos juegos que cuenten con una estructura narrativa similar a la que Octopath Traveler y su secuela presentan. En lugar de tener una historia que se lleve a cabo a lo largo de las más de 50 horas que toma para llegar a los créditos, estos títulos nos presentan a ocho protagonistas, cada uno con sus propios problemas, villanos y resoluciones. Para evitar el caos que esto podría ocasionar en papel, aquí se ofrecen aventuras sencillas, que juegan con los tropos del género, y en ningún momento deciden complicarse con algún plot twist sumamente complejo. Lo mejor de todo, es que los desarrolladores saben trabajar con estas limitantes, y lo que podría ser considerado una debilidad, es una de las mayores fortalezas de esta serie, y en Octopath Traveler II no es la excepción.
Aquí tenemos, una vez más, a ocho protagonistas. A lo largo de la aventura conoceremos a Ochette, una cazadora de una pequeña isla, quien debe explorar el mundo en busca de tres criaturas míticas para así detener una catástrofe. Castti, una curandera, no solo ha perdido la memoria, sino que es acusada de crímenes que no recuerda. A ellos se les une Temenos, un clérigo que decide investigar los secretos de la iglesia tras el asesinato de un sacerdote. Osvald, quien toma el papel del erudito, ha sido encarcelado injustamente antes de encontrar una nueva magia. De igual forma, se nos presenta a Partitio, un comerciante que viaja por los continentes con la tarea de acabar con la pobreza. Agnea, la bailarina, abandona su pueblo natal con el sueño de convertirse en una estrella, igual que su madre. Throné, la ladrona, se embarca en una misión para liberarse de sus grilletes, y para eso necesita asesinar a sus mentores. Por último, pero no menos importante, Hikari es un guerrero que ha jurado vengar a su padre y recuperar el trono del reino de Ku.
Estos son los ocho personajes principales de la aventura. Una vez más, tienes la oportunidad de elegir el orden de los eventos. Esto quiere decir que puedes comenzar con la historia de Castti, y luego saltar a la Hikari. De igual forma, es posible ignorar por completo a algunos héroes. Si Agnea no suena como algo que te agrade, simplemente puedes optar por no reclutarla, y descubrir los misterios que Osvald esconde. Sin embargo, la supuesta libertad que ofrece el juego es artificial. Si bien es cierto que puedes completar una narrativa antes de siquiera comenzar otra, cada uno de los capítulos te obliga a tener cierto nivel. No existe una progresión que tome en consideración al jugador, ya que el título siempre dicta el orden de los eventos, incluso cuando no lo quiere admitir. Esto se puede notar especialmente con Ochette y Throné, quienes ofrecen varias rutas a seguir, pero en realidad nunca te permiten viajar como lo desees, debido a que necesitar tener cierto nivel.
Afortunadamente, Octopath Traveler II comete más aciertos que errores en su narrativa. Cada una de las ocho historias es sumamente interesante, incluso aquellas que pueden parecer aburridas al principio. Si bien no rompen el molde, sí son capaces de usar todos los tropos a su favor para crear una serie de aventuras entretenidas que dejan en claro que los clásicos nunca morirán. Tomemos a Throné y Temenos como ejemplos. Estos dos personajes recorren un camino de venganza y misterios, respectivamente, que ya hemos visto incontables veces en el pasado, y todos de los pequeños giros de tuerca que presentan, se pueden ver a la distancia. Aun así, cada uno hace tan bien su trabajo, que sientes que esta es la primera vez que estos conceptos se nos presentan.
A esto se les suma la gran personalidad de cada uno de los héroes. Sin importar qué tan clichés pueden ser, funcionan a la perfección en el contexto en que se nos presentan. La actitud escéptica de Temenos actúa de maravilla junto a Crick, su compañero de fe, quien comienza como el polo opuesto de nuestro protagonista. Por su parte, Osvald tiene una presencia lúgubre, justo como alguien que ha pasado cinco años en prisión por un crimen que no cometió, debe ser. Incluso al otro lado del espectro encontramos a Agnea, una bailarina que creció con historias de su madre, y tiene el apoyo de su padre para cumplir sus sueños, por lo que su idea de solucionar sus problemas con un baile y una canción tienen sentido. Incluso Partitio, quien no debería funcionar como un capitalista que busca una solución socialista a sus problemas, cobra sentido cuando lo vemos crecer en un pueblo que se enfrenta a un cambio similar al de la revolución industrial.
Todo esto da como resultado ocho historias muy bien construidas que constantemente van escalando hasta llegar a un clímax muy merecido en donde es imposible no gritar de emoción con cada victoria y reaccionar adecuadamente cuando el malo en turno comete una atrocidad que lleva su personalidad al extremo. Claro, hay relatos que son mucho más entretenidos que otros. Al final del día, Hikari y Throné se convirtieron en mis favoritos, pero esto no quiere decir que el resto sean malos. Todo dependerá de cada jugador y de los gustos que tenga.
Ahora, la cuestión que muchos seguramente tienen en mente es: ¿estas historias se cruzan? Aunque en el juego se nos presentan múltiples momentos en donde este puede ser el caso, como un capítulo en donde Throné tiene que infiltrarse en un orfanato dirigido por la iglesia, algo que se podría completar con la misión de Temenos, esto no sucede. Cada una de las ocho historias principales es única para sus respectivos personajes y, fuera de un par de conversaciones opcionales, no existe una interacción clara entre nuestros héroes. En su lugar, el juego opta por presentar aventuras por separado en donde dos protagonistas convergen alejados de sus propios conflictos a gran escala.
Por ejemplo, al terminar el segundo capítulo de Throné y Temenos, nuestros dos héroes se embarcan en una aventura para buscar un tesoro escondido en una iglesia. En papel, esto tiene sentido, y nos da un mejor vistazo a este par fuera de lo lúgubre que pueden ser sus historias propias. Sin embargo, el resultado es mixto. La pasión que claramente se puede ver en las campañas principales no está presente en parte de los relatos adicionales. Son bastante cortos, y hay un par de emparejamientos que no tienen mucho sentido, como Osvald y Partitio. Mientras que los primeros capítulos de los pares dejan mucho que desear, eventualmente se nos presentan viñetas que funcionan como epílogos a las respectivas aventuras de los personajes, logran ser carismáticas y demuestran un potencial que, espero, tenga una evolución para una posible tercera entrega.
Claro, a lo largo de todas las historias hay pequeños guiños a un peligro que engloba a todos los personajes, pero esto no es algo que se nos presenta hasta los últimos momentos del juego, cuando seguramente ya has invertido más de 50 o 60 horas. En este sentido, me hubiera gustado más que estos pequeños relatos en pareja hubieran estado enfocados en el conflicto que involucra a los ocho, en lugar de viñetas a los que probablemente no les prestarás mucha atención.
¿Esto significa que Octopath Traveler II falla en su narrativa? No. La idea de tener ocho historias separadas es bastante interesante y, en cierto sentido, incita a la imaginación. Estos son ocho personajes que se embarcan en una aventura juntos, y si bien no ves a Hikari cazar junto a Ochette, o a Agnea aprender algo de medicina por parte de Castti, sabes que cada uno está ayudando en donde más importante, en las batallas. Junto a esto, una serie de conversaciones de taberna se encargan de presentarnos una serie de interacciones cómicas, filosóficas y emocionales en donde todo el equipo participa.
Octopath Traveler II decide caminar por una senda segura. En ningún momento decide experimentar con los tropos que nos presenta, pero sabe jugar muy bien con las cartas que tiene. Cada una de las ocho historias está bien ejecutada, y si bien todos tendrán una o dos que prefieren sobre las otras, esto no significa que el resto sean malas. Pese a que la idea de combinar a dos héroes es una sola aventura sonaba interesante, la ejecución deja mucho que desear y estos relatos se convierten en los puntos más débiles del juego. Aun así, no puedo negar que el viaje fue sumamente entretenido y la meta satisfactoria para cada uno de los protagonistas.
El HD-2D es algo hermoso, no hay otra forma de describirlo. Square Enix ha sido capaz de capturar nuestros recuerdos de jugar Chrono Trigger y Final Fantasy VI de niños, y los presenta como la evolución natural del pixel art con el que crecimos. Cada uno de los títulos que hemos visto de 2018 pueden parecer muy similares, pero todos han presentado una serie de mejoras que, tal vez, no sean tan notorias para algunos, pero van de acuerdo con el tipo de experiencia que se nos presenta. Como remake, por ejemplo, Live A Live trabajó con un material ya preexistente, mientras que Triangle Strategy tiene escenarios limitados. Por su parte, Octopath Traveler II no solo tiene la tarea de mostrar un extenso mundo con diferentes biomas, sino que ahora se incluye un sistema de día y noche.
Por sencillo que suene el hecho de que ahora pase el tiempo dentro del juego, la verdad este es un elemento que le da un mayor peso al estilo visual. Después de un par de batallas o al entrar a una nueva región, podemos ver claramente un atardecer, el cual le da un toque naranja a todos los ambientes, personajes y enemigos frente a nosotros. Eventualmente, llega la noche, cuando la oscuridad nos obliga a usar una linterna para movernos, la cual se convierte en el centro de atención en estos momentos. Lo mejor de todo, es que puedes esperar a que estos cambios sucedan de forma natural, o simplemente presionas un botón, e inmediatamente apreciar esto. Aunque modificar el tiempo tiene un mayor efecto en el gameplay, algo de lo que hablaré en unos momentos, también vale la pena simplemente ver como va evolucionando el día a día de nuestros héroes.
Junto a esto, el mundo de Octopath Traveler II es inmenso, con diferentes biomas, cada uno ligado de una forma natural entre ellos. Montañas nevadas dan pie a acantilados, los cuales nos llevan a bosques y planicies, y todo culmina en playas y puertos que incitan a la aventura marítima. Lo más interesante es que, a diferencia del primer juego, en donde el mapa funcionaba como un círculo en donde todo estaba conectado, en la secuela encontramos dos continentes divididos por un océano lleno de secretos y pequeñas islas para explorar. Cada pueblo tiene un diseño diferente, dejando en claro que, pese a encontrarse en una misma región, su ubicación les da algo único.
Esto también se puede ver reflejado en el diseño de los personajes. Osvald, por ejemplo, no luce como un erudito cualquiera, ya que pasó cinco años en una prisión de hielo, por lo que lo vemos con una gabardina café, y su ropa está descuidada. Al otro extremo tenemos a Hikari. Al pertenecer a una tribu con claras influencias japonesas, su vestimenta es similar a la que se usaba en el periodo Edo de este país. Como ha sucedido en previos proyectos similares, Naoki Ikushima tomó el papel de artista principal, creando una serie de ilustraciones de primer nivel y, sin duda alguna, este es su mejor trabajo hasta el día de hoy.
Cada uno de los personajes y pueblos representa una evolución en este mundo. Mientras que el primer título claramente nos mostraba una civilización medieval, en Octopath Traveler II vemos una inspiración en el periodo de la revolución industrial. Esto se puede ver principalmente en el viaje de Partitio, donde visitamos fábricas, y nuestro objetivo es conseguir la propiedad intelectual de una máquina de vapor. Sin embargo, también es notable que partes del mapa no están listas para avanzar, como la isla de Ochette, y las incontables ruinas que esconden un pasado oscuro para estos dos continentes.
Una de las mejores decisiones que se tomaron con la primera entrega, fue el crear sprites enormes para representar a los jefes, y esto es algo que podemos ver una vez más en la secuela. Cada uno de los enemigos que simboliza el final de un capítulo en particular, o funcionan como obstáculos para la aventura en general, luce espectacular. Todos son capaces de dejar en claro lo imponentes que son, y que la aventura a la que nos enfrentamos es todo menos sencilla. Desde bandidos, pasando por asesinos, hasta dictadores, su gran tamaño se usa para espantar al jugador, por lo cual es muy satisfactorio cuando los derrotas, como David a Goliat.
Octopath Traveler II una vez más demuestra que el HD-2D llegó para quedarse. Esta entrega no solo pinta un futuro espectacular para títulos como el remake de Dragon Quest III, sino que estoy seguro que cualquier otro proyecto en el que estén trabajando Square Enix y Team Asano seguramente se verá increíble. Por su parte, esta entrega hace muy todo lo que se propone en este apartado. Desde el cambio de día a noche, pasando por los diversos biomas y cómo estos influyen las ciudades que visitamos, hasta el diseño de los personajes, que son una clara representación de diferentes situaciones, locaciones, y una indiscutible evolución para la serie.
Así como Naoki Ikushima es uno de los pilares de Octopath Traveler II por sus grandes diseños de personajes, Yasunori Nishiki también tiene un papel fundamental al momento de hablar de la música de esta serie. Si hay algo que define el trabajo de este compositor, es la variedad y un claro entendimiento de que hay que encontrar la simplicidad dentro de lo complejo. El soundtrack de estos dos títulos funciona como una máquina del tiempo, tratando de desenterrar recuerdos de nuestra infancia por medio de la música, solo que en lugar de tener composiciones creadas por medio de las limitantes de una consola de 16-bits, esta serie es capaz de mezclar a la perfección técnicas modernas, con un estilo clásico.
Tomemos como ejemplo los ocho temas principales, cada uno para los protagonistas del juego. Nishiki se encargó de componer melodías en donde un instrumento es el centro de atención, y todo gira a su alrededor, como el saxofón de Partitio, el violín de Agnea, o la flauta de Ochette. Lo mejor de todo es que este trabajo no solo se usa para momentos específicos en sus historias, sino como que también son la base de las canciones que escuchamos específicamente como un preámbulo para las batallas contra jefes, dando pie a algunos de los momentos más impresionantes del soundtrack.
Gracias a que cada historia es única, los jefes de cada capítulo representan, no solo una batalla física, sino emocional para nuestros protagonistas. Es así que usar sus propios temas como una forma de dar paso a los distintos enfrentamientos, los cuales transicionan a la perfección a los diversos temas contra jefes, es algo que hace especial a cada uno de los clímax. Junto a esto, encontramos un nuevo tema de pelea con cada nuevo hito en nuestras aventuras. Ya sea que enfrentemos a enemigos random que se interponen en nuestro camino, o algún villano de gran altura que trate de ponerle un fin a nuestros héroes, la música siempre será de primer nivel.
El soundtrack es capaz de crear un perfecto balance entre las composiciones más tranquilas al momento de explorar un pueblo, lo misterioso que puede ser una cueva, o la intensidad que encontramos en cada batalla, lo cual culmina en una euforia cuando el tema de victoria suena tras una pelea que parecía imposible. Junto a esto, hay un par de secuencias que valen la pena resaltar. El viaje de Agnea para convertirse en una estrella cuenta con una canción única, la cual está cantada en un idioma único, lo cual le da un toque especial a esta historia, e incluso hay un par de sorpresas para todos aquellos que lleguen al final del título.
Por otro lado, todos los personajes de Octopath Traveler II cuentan con una voz única. Al igual que sus propias historias, muchas de estas interpretaciones pueden caer en lugares comunes, pero funcionan gracias a su contexto. Partitio, por ejemplo, está representado con un acento sureño que da la impresión de que formó parte de la fiebre del oro en Estados Unidos. Afortunadamente, también hay un par de casos que resaltan, como el de Temenos, que en lugar de ser una copia de Ophelia del primer juego, se nos presenta como un altanero que piensa por arriba de todos a los que se encuentra, pero se preocupa por ellos en el fondo de su corazón.
La música de Octopath Traveler II es, probablemente, el trabajo más impresionante de Yasunori Nishiki hasta el día de hoy. Utiliza todo lo que funcionó del primer título, y lo eleva al siguiente nivel al mejorar cada uno de los apartados posibles. Los ocho temas funcionan a la perfección para cada una de las aventuras. Las composicones para las batallas son capaces de combinar el rock con la orquesta para proporcionar los niveles de emoción que se requieren en todo momento, mientras que al explorar un pueblo o calabazo, se puede apreciar algo más tranquilo que, eventualmente, da pie a las composiciones más estrafalarias a las que estamos acostumbrados. Un fantástico apartado de principio a fin.
Al igual que en su presentación e historia, el gameplay de Octopath Traveler II puede parecer sencillo y un homenaje al legado de los JRPG. Sin embargo, utiliza un sistema de combate, así como un par de técnicas, para modernizar la concepción que tenemos de un clásico. Sí, este sigue siendo un juego de rol por turnos, en donde te enfrentas a enemigos random, subes de nivel, y es posible cambiar los trabajos de nuestros personajes. Todos estos son ingredientes que ya conocemos, pero como toda buena receta de cocina, es la forma en la que estos elementos se usan lo que da como resultado una experiencia capaz de refinar todo lo que se nos presenta.
Gracias a que contamos con ocho personajes, es posible crear una gran cantidad de combinaciones en nuestro equipo de cuatro. Todos y cada uno de los héroes disponibles juega un papel, e incluso cuando crees que un par funcionan de manera similar, te das cuenta de que hay una serie de diferencias que los hacen indispensables en ciertos casos. Por ejemplo, Temenos y Castti están enfocados en curar, pero la forma en la que lo hacen es diferente. El clérigo es capaz de usar magia para sanar a todos los personajes en un instante, y también puede convocar escudos. Por su parte, la curandera usa pociones que ella misma crea para aliviar el dolor de un aliado en específico, con un enfoque en eliminar el veneno u otras dolencias que alguien tenga.
Junto a esto, cada personaje posee una o dos armas determinadas, por lo cual también tienen ciertos atributos que funcionan mejor contra algunos enemigos. Hikari y Ochette son los que se encargan de causar el mayor daño posible, pero mientras que el primero usa espadas y lanzas, la segunda emplea arcos y hachas. Ahora, te preguntarás: ¿esto qué tiene de importante? Bueno, Octopath Traveler II, al igual que su predecesor, hace uso del break system. Cada enemigo, sin importar si se trata de un gusano nivel uno, o el jefe final de alguna campaña, tiene un escudo que evita que le causes verdadero dolor, y la única forma de romper su defensa, es abusando de sus debilidades.
Todos los enemigos son débiles a cierta arma o magia, y es tu tarea averiguar dónde flaquean. Es así que tener un equipo con la suficiente variedad de opciones a tu disponibilidad siempre es óptimo. Una vez que las defensas de tus enemigos han sido destruidas, no podrán moverse, y cuentas con un turno para hacer tanto daño como sea posible. Aquí entra la segunda capa del combate. Similar a Bravely Default, Octopath Traveler II cuenta con el sistema de boost, el cual nos permite hacer uso de puntos que se generan automáticamente cada rotación, para golpear aún más fuerte.
Mientras que en Bravely Default se nos permite llevar a cabo hasta cuatro acciones diferentes en un turno, en Octopath Traveler II el boost se usa para aumentar el poder de todas las habilidades. ¿Quieres que tu magia sea capaz de curar más? Utiliza dos o tres puntos más. ¿Estás listo para darle el tiro de gracia a un jefe, pero no crees que el poder sea suficiente? Aumenta tu fuerza hasta cuatro veces. ¿Tu enemigo aún tiene cuatro puntos de defensa? Puedes realizar un ataque básico múltiples veces seguidas.
Junto a estos dos elementos, Octopath Traveler II introduce el Latent Power. Esta nueva mecánica funciona como una habilidad especial para cada personaje, la cual hacen uso de una barra que se llena al destruir escudos de enemigos y recibir daño. Aquí encontramos desde nuevos movimientos devastadores para Ochette y Hikari, pasando por puntos de boost gratuitos para Partitio, hasta modificaciones sustanciales a la forma en la que ciertos poderes funcionan. Por ejemplo, la magia de Osvald es capaz de golpear a varios enemigos al mismo tiempo de forma natural, pero con su Latent Power puede atacar a un solo contrincante con más poder. Este es un sistema que funciona como una capa adicional al gameplay, y en algunos casos será necesario para obtener la victoria.
De esta forma, tienes que estar al tanto de estos tres elementos, y planear tu estrategia a su alrededor. ¿Guardas tus puntos de boost para el momento en donde tu contrincante ya no tenga su escudo? ¿Utilizas diversos golpes seguidos para destruir una defensa? ¿El Latent Power lo empleas de forma ofensiva o defensiva? La decisión es completamente tuya. Claro, en los combates contra enemigos comunes no hay una gran necesidad de pensar mucho, pero cuando se trata de un jefe, será mejor que estés al tanto de todo lo que está sucediendo. Para hacer estos enfrentamientos aún más complicados, hay villanos que pueden aumentar sus puntos de defensa y cambiar sus debilidades en un instante. Afortunadamente, no solo eres capaz de hacer uso de ciertos ítems para ayudar en los momentos críticos, sino que cada uno de los ocho personajes cuenta con sus propias habilidades, tanto fuera como dentro del combate, que te ayudarán a obtener la victoria.
Octopath Traveler II también hace uso de un sistema de acciones. Esto quiere decir que cada personaje no solo es capaz de tener habilidades específicas en el campo de batalla, como la magia de Osvald, o los bailes que proporcionan mejoras pasivas para el equipo de Agnea, sino que todos interactúan de forma única con el mundo que se nos presenta. Al encontrarnos con un NPC, tenemos una serie de opciones que nos dan acceso a nuevos ítems o una serie de beneficios en un pueblo, lo cual no solo es necesario para completar misiones secundarias, sino que expande sustancialmente nuestro conocimiento de este mundo.
Cada personaje tiene dos acciones diferentes que puede usar con un NPC, uno para el día, y otro para la noche. Por ejemplo, Partitio es capaz comprar ítems de alguien o contratarlo para que nos ayude en batalla. Por su parte, Castti tiene la habilidad de obtener información única o dejar inconsciente a alguien con una de sus posiciones, lo cual nos da acceso a zonas previamente bloqueadas. Todos los personajes tienen funciones únicas que te harán explorar de pies a cabeza cada rincón del mundo con el objetivo de conseguir equipo especial, o tener una batalla única.
En general, hay cuatro diferentes tipos de acciones: adquirir ítems, conseguir información, noquear a alguien, y conseguir ayuda. Lo que hace interesante a este sistema, es que hay diferentes factores que se emplean en cada caso. Por ejemplo, Osvald, Partitio y Throné son capaces de obtener ítems de un NPC, pero la forma en que lo hacen es única. El erudito tiene que pelear por estos objetos, el comerciante los compra, y la ladrona, roba. El primero funciona a base del nivel de tu personaje, el segundo con el dinero que has recolectado, y la tercera opción es un juego de probabilidades, en donde la reputación que tengas en un pueblo se verá manchada si fallas constantemente.
Siempre habrá una forma de llevar a cabo una de estas acciones. ¿Quieres obtener información de alguien, pero no tienes el nivel requerido para hacerlo con Castti? Utiliza a Osvald y arriesga tu reputación, o espera a la noche, y Hikari podrá pagar por lo que desear conocer. Aunque al principio puede sonar confuso que cada persona tenga dos habilidades dependiendo de la hora del día, una vez que logras conocer todos los parámetros que tiene este sistema, será muy fácil elegir a un equipo para explorar un pueblo en su totalidad. Por si fuera poco, cada personaje también tiene algo que los hace únicos en el campo de batalla.
Temenos, Agnea y Partitio pueden emplear la ayuda de ciertos NPCs que consigues en pueblos. Hikari no solo noquea oponentes al retarlos, sino que también aprende habilidades únicas que le dan acceso a movimientos que no puede usar naturalmente. Ochette es capaz de capturar enemigos a punto de morir y usarlos en el campo de batalla. Castti usa ítems para crear posiciones que pueden ayudar a tus aliados, y perjudicar a tus contrincantes. El caso de Osvald y Throné es único, ya que ellos tienen acciones pasivas. El erudito revela una debilidad de los enemigos, mientras la ladrona ciega a los monstruos, pero solo de noche.
Por si fuera poco, Octopath Traveler II también cuenta con un sistema de trabajos. Al explorar el mundo, es posible encontrarse con diferentes gremios, los cuales no solo nos proporcionan licencias para hacer uso de las habilidades de otros personajes, sino que también dan información sobre cómo obtener poderes únicos y armas especiales. Si bien los ocho trabajos base son fáciles de obtener, los más raros requieren que cumplas alguna misión secundaria, o encuentres a un NPC escondido. Junto a esto, algunos poderes especiales no se desbloquean con puntos de trabajo, sino que es necesario cumplir ciertos requerimientos, lo cual incita a la exploración y que uses las acciones de cada personaje para obtener todo lo que necesitas.
Octopath Traveler II es enorme. Es un JRPG que te tomará cerca de cincuenta horas tan solo para acabar una de las ocho historias disponibles. Los dos continentes y el océano que los divide esconden mazmorras opcionales con un jefe único o un arma especial. Cada pueblo oculta diversos secretos, y siempre hay algo que obtener al interactuar con los NPCs. El sistema de combate es adictivo y, aunque sufre de la necesidad de grinding durante un punto en particular y los encuentros random pueden ser molestos, cada batalla es entretenida y retadora. Los diferentes sistemas que usa el juego ofrecen una gran libertad al momento de crear un equipo y enfrentarte a un enemigo. Gracias a todas las aventuras disponibles, el juego constantemente te exige cambiar tu agrupación principal y, aunque esto puede sonar molesto, todos los personajes están tan bien construidos que es difícil seleccionar a solo cuatro para una misión.
Temenos y su magia curativa siempre estaban presentes. Hikari, con todo su poder, no podía faltar en un enfrentamiento contra un jefe. Osvald tiene un gran dominio de la magia ofensiva, así que era difícil dejarlo fuera de la acción. La velocidad y habilidad con el cuchillo de Throne me salvaron en más de una ocasión. Todas las criaturas que capturé con Ochette jugaron un papel fundamental en varios combates. Si quería aprovechar la debilidad de un jefe, llamaba a Castti para apoyo. Aunque Agnea y Partitio no contaban con un gran poder, fueron instrumentales para la victoria en múltiples ocasiones gracias al soporte que le ofrecieron al equipo.
Aunque el sistema de boost y break no fueron modificados, no lo necesitaban, funcionaron a la perfección en el primer juego, y en la secuela cumplen la misma función. El Latent Power es un agregado más que bienvenido, el cual proprociona más opciones a la hora del combate. Pese a tener dos acciones que varían dependiendo de la hora del día puede ser complicado, y ocasiona que constantemente estés cambiando de equipo en un pueblo, esto proporciona una buena cantidad de opciones que te permiten conseguir una serie de beneficios dependiendo de tu estilo de juego. Octopath Traveler II funciona de maravilla. Es un juego que no se dedica a revivir glorias del pasado, sino que se encarga de crear sus propias victorias gracias a todo lo que nos presenta, y es algo que los fans del género deben de jugar día uno, sin excepción.
Octopath Traveler II va a la segura. En lugar de innovar en el género, decide utilizar todos los elementos que ya conocemos de los JRPG, y los ejecuta de una forma magistral. La historia, pese a ser sencilla, funciona muy bien como una aventura única para cada uno de los ocho personajes. Si bien es cierto que las narrativas en pares dejan mucho que desear, especialmente en sus capítulos de introducción, eventualmente son capaces de presentar epílogos y viñetas carismáticas que funcionan muy bien en las últimas horas de juego. ¿Pudieron ser mejor? Por supuesto, pero tampoco tienen tanto peso como para estropear la experiencia en general. El enfoque siguen siendo los relatos únicos.
La presentación es impecable. El HD-2D es una forma de reimaginar los clásicos con una serie de herramientas modernas, y el gran mundo que nos presenta esta secuela deja en claro todos los puntos positivos de este estilo. Una vez más, Naoki Ikushima tiene para nosotros un trabajo de primer nivel. Por su parte, el apartado sonoro y las composiciones de Yasunori Nishiki son espectaculares. La unión entre el rock y la orquesta funciona a la perfección, y la filosofía del compositor al momento de crear cada uno de los temas principales eleva sustancialmente esta entrega.
Cuando hablamos de su gameplay, Octopath Traveler II tiene múltiples capas y sistemas de combate que se complementan uno con el otro, dando como resultando una experiencia que está construida para que puedas derrotar al más grande de los jefes con la combinación de personas que lo desees, siempre y cuando sepas qué estás haciendo. El boost, break, Latent Power, los trabajos y las diferentes acciones son herramientas creadas para que cada uno de los ocho personajes se sienta único, y sea muy difícil encontrar una selección de cuatro permanentemente, ya que siempre quieres usar a Castti, Osvald, Temenos, Throné, o al resto.
Octopath Traveler II es un fantástico JRPG que es tan apegado al género, que todos aquellos que no soportan este tipo de juegos, deben de alejarse por completo, pero todos los que adoramos el trabajo que ha hecho Square Enix a lo largo de las décadas, y añoramos los días que pasamos junto a Terra o Chrono, podrán apreciar de principio a fin todo lo que Octopath Traveler II representa. Es un juego para los fans del género.