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Capcom
Capcom
19/09/2017
Marvel vs. Capcom es una de esas series de la cual uno pensaría que es prácticamente imposible que alguien pueda odiar. Ya sea por su gran elenco de peleadores conformado por los personajes más populares de los juegos de Capcom y cómics de Marvel; su increíble, ágil, profundo y más que funcional gameplay; o hasta lo vistoso que han sido los apartados visuales y gráficos que engalanaron a cada una de sus entregas, son sólo algunos de esos elementos que han cautivado a millones de fanáticos de ambas compañías. Con semejante perfil, resultaría más que obvio imaginarse la inmensa emoción que generaría el anuncio de un nuevo título de esta exitosa saga; irónicamente y con un juego en puerta, esto es algo que no está ocurriendo en estos momentos.
Durante la pasada edición de PlayStation Experience en 2016 y en medio de una oleada de rumores que ya llevaban circulando por varios meses, Capcom anunció con bombo y platillo Marvel vs. Capcom: Infinite, un nuevo capítulo dentro de su popular saga crossover y que estaría lanzando a más tardar el próximo año. Aunque en su momento todo fue alegría y emoción, con el paso de los meses los ánimos por el juego fueron decayendo paulatinamente hasta llegar a un punto en el que, más que expectativa, éste se volvió en blanco de críticas. ¿Qué fue lo que provocó esto? Si bien se podrían decir muchas causas al respecto, creo que muchos asentirán cuando digo que una de las principales se relaciona con la propia línea de desarrollo que Capcom adoptó desde hace ya algún tiempo y que nos ha dejado juegos o que se sienten incompletos o hasta hechos a la carrera. Además, el rumor de que Disney se encontraba inmiscuido tanto en el proceso de creación como en la toma directa de decisiones es algo que en definitiva no hacía más que levantar sospecha y desconfianza.
¿Es Marvel vs. Capcom: Infinite un juego por el cual deberíamos de sentirnos preocupados? Aún más importante, ¿son acaso ciertos todos esos rumores negativos que se han dicho de éste? Tras pasar un tiempo probándolo creo que puedo decir que, aunque no está exento de terribles fallas, el título no es ese bodrio que muchos pensaban que sería.
Antes de pasar a otros puntos, creo que lo más conveniente es empezar por el apartado más importante de todo el juego: el de su gameplay. Después de todo, éste es el que fue mejor trabajado y del que considero que quizá menos quejas derivarán.
Cuando el juego fue revelado oficialmente a finales del año pasado muchos se sorprendieron cuando notaron varias de los cambios que sufriría respecto a su última entrega. De entrada, lo que más llamó la atención fue que éste dejaba de lado el ya tradicional esquema de batalla entre dos equipos de tres contra tres por uno en el que se enfrentaban dos bandos de parejas, algo que no se había visto en la serie desde Marvel vs. Capcom: Clash of Super Heroes. Como miles, fui uno de los tantos jugadores que se preocupó de que éste tipo de acercamiento le afectara negativamente al y le restará parte de esa fluidez y velocidad que tanto caracterizaba a la saga pero, para mi sorpresa, el temor se quedó sólo en eso.
Marvel vs. Capcom Infinite es un título de combate rápido que sigue el mismo estilo de sus predecesores. Si bien ahora controlamos a un peleador menos, esto por ningún motivo lo vuelve más pasivo o menos frenético. A lo mucho, podría decir que éste se percibe como un juego un tanto más técnico, pero eso es algo que deriva de su propios controles y no tanto por el esquema de las peleas en sí.
Los controles de igual manera sufrieron un cambio notable debido a que retoman el bosquejo que muchos conocimos (y amamos) de Marvel vs. Capcom 2: New Age of Heroes. Una vez más y en lugar de tener cuatro tipos de ataques, contamos con dos variantes de golpes y patadas (fuertes y débiles) asignados a los botones principales de nuestro mando así como algunos comandos adicionales básicos como lo son bloqueo o agarres, la asistencia/intercambio rápido de nuestro compañero, una barra dedicada especialmente para liberar Hyper Combos de diversos niveles, o un par de poderes nuevos conocidos como habilidades del Infinito.
Una de las novedades presentes en el juego consiste en la inclusión de las piedras del Infinito, las mismas que conocimos en los cómics de Marvel y que tomarán un rol fundamental dentro de las próximas cintas de los Avengers. Previo a cada combate y tras seleccionar a nuestros peleadores, se nos pedirá que escojamos una de entre seis de dichas piedras (mente, espacio, tiempo, poder, realidad y alma) que, como ya te imaginarás, nos otorgarán poderes extras con los que podremos estructurar nuestros combos. La primera de dichas destrezas es la Infinite Surge, misma que no es tan potente pero que es posible activar en cualquier momento con el presionar de un botón; la segunda lleva por nombre Infinity Storm y no es otra cosa sino una especie de destreza especial a la que sólo podemos tener acceso una vez que llenamos una barra dedicada enteramente a las rocas y que nos brinda poderes sobrehumanos por tiempo limitado (visto de manera práctica, ésta ultima vendría a ser el equivalente al X Factor de MvsC3).
Por la descripción expuesta seguramente muchos podrían pensar que la inclusión de las piedras del Infinito desbalancearía drásticamente al gameplay, sobre todo porque hay algunas que a primera vista parecerían ser más útiles que otras. Siendo honestos yo fui uno de los que pensó eso pero, tras experimentar con cada una de ellas, me di cuenta de que más bien están pensadas para ajustarse a múltiples estilos de juego. Por mencionar algunos ejemplos, aquellos que gusten de ser muy ofensivos optarán por elegir las piedras del poder o de la realidad ya que otorgan más potencia a nuestros golpes; quienes sean más defensivos, se inclinarán por las piedras de la mente o el alma dado que nos dejan o detener a nuestro adversario en seco o recuperar vida con cada golpe bien conectado; y los que gusten de hacer mucho combos encontrarán en las rocas del tiempo y espacio el mecanismo ideal para generar más combinaciones rápidas o para acorralar al adversario para que quede a merced de nuestros embates.
La combinación de todos los elementos antes mencionados dan como resultado un gameplay que se percibe simple y relativamente profundo al mismo tiempo. Gracias a su estructura cualquier persona puede tomar el control y ponerse a jugar fácilmente aunque serán los más dedicados quienes aprenderán a sacarle jugo a las combinaciones que se pueden generar con su esquema. Si lo tuviera que comparar con el juego anterior, diría que éste es un tanto más complicado de dominar, pero no por mucho.
Lamentablemente, los geniales controles que aquí tenemos se ven manchados por dos aspectos. Éstos consiste de un sistema de “auto combo” con el que podemos crear una secuencia de ataques con el presionar constante de un sólo botón (el del golpe débil) y la opción para realizar un hiper ataque cuando oprimimos los botones de las agresiones fuertes. En sí éstas dos alternativas se insertaron con la intención de permitirle a prácticamente cualquier persona (sobre todo a los que nunca han tocado un juego de peleas) realizar combos y ataques vistosos con el más mínimo esfuerzo, pero esto a la larga acaba por restarle valor a la jugabilidad de un título perteneciente a una serie que solía premiar la habilidad. Aunque se pueden deshabilitar, su sola presencia las hacen sentir como una especie de trampa a la que bien podría recurrir toda persona que se sienta oprimida y acorralada durante los combates.
Una parte que fundamental dentro de cualquier juego de peleas – sobre todo en un crosover – es su elenco de peleadores. En el caso de Marvel vs. Capcom: Infinite, el que éste nos ofrece se siente mucho más limitado que el que vimos en su entrega previa, aunque no por ello deja de ser variado. En total contamos con 30 personajes diferentes y de los cuales la gran y amplia mayoría (24) regresaron de Marvel vs. Capcom 3. No obstante, éste se expandirá en los próximos meses con la adición de seis combatientes más.
Para muchos, que lo desarrolladores hayan retomado a varios de los peleadores del último juego podría set tomado como algo negativo y que le resta sorpresa a todo. Afortunadamente esto no es completamente cierto debido a que a todos los retornantes se les dieron algunas técnicas, ataques o habilidades nuevas. Si solías usar a cualquiera de los que aquí volvieron, entonces es un hecho que conforme más juegues te irás percatando de las novedades que traen.
Por su parte los personajes debutantes tienen estilos de combate, movimientos y ataques que los hacen sentir únicos y diferentes de los demás, lo suficientemente originales como para justificar su presencia y hasta para convencernos de que les demos una oportunidad. Eso sí, eso no evita que el roster que conforman se siento más escaso que al que vimos en lo dos juegos anteriores.
Algo que resulta inegable e imposible de ignorar es el enorme cambio al que se sometió el elenco de peleadores por el enfoque que Marvel quería darle al juego. Como tal, MvC:I busca enaltecer al universo cinematográfico de la compañía de héroes y no tanto así a los cómics y eso se nota demasiado cuando volteamos a ver a los personajes que aquí se incluyeron; prácticamente todos han aparecido en una de las cintas más recientes de la empresa o, en su defecto, harán acto de presencia en alguna producción futura.
No quiero sonar quisquilloso pero, en verdad, se resiente mucho la ausencia de otros personajes de la talla de los X-Men (Wolverine, Storm, Magneto, X-23, Phoenix), Deadpool, Sentinel, Taskmaster, Dr. Doom, Super Skrull, M.O.D.O.K., Iron Fist o hasta Shuma Gorath. Todos ellos hacían lucir al útimo MvC mucho más balanceado y diverso, como algo que representaba mejor a la compañía de lo que lo hace el elenco en turno. No es como si éste último sea malo pero no tiene el mismo sabor. Del lado de Capcom, la cosa se siente más pareja.
De igual manera, resulta evidente que la perspectiva influenció enormemente al diseño de los personajes de ambas empresas. Mientras que los héroes y villanos de Marvel se ven mejor trabajados y delineados, varios de los de Capcom se ven feos, extraños y sin muchos detalles. Los escenarios también se vieron afectados por esto ya que, pese a que cuentan con elementos provenientes de los juegos de Capcom, éstos no dejan de verse como si hubieran sido sacados de alguna de las películas de la ahora empresa de Disney.
Viéndolo como un paquete general, Marvel vs. Capcom: Infinite cumple con tener lo más básico que se esperaría de un juego de peleas. A la par de su modo multijugador local para hasta dos personas, en éste podemos disfrutar de un modo arcade simple – en el que tristemente no hay un final para cada peleador – , misiones tanto generales que nos enseñan las bases del juego como a realizar algunos combos por cada peleador, una opción de entrenamiento libre, una modalidad online con varios apartados (partida casual, de clasificación, liga de principiantes y modo espectador) y un modo historia – este último merece su propia mención aparte -. A la par de éstas también hay una galería en la que se van desbloqueando ilustraciones, videos, sonidos y más cosas conforme más jugamos.
Haciendo un breve paréntesis en el online, durante el tiempo que probamos el juego nos fue un poco complicado encontrar partidas y, cuando las hallábamos, éstas solían tardar un poco en empezar y en ocasiones iniciaban con un poco de lag. Fuera de estos contratiempos, jamás tuvimos problemas de descononexión o de lag en medio de las peleas, y eso nos hace creer que este modo se mantendrá estable una vez que el juego salga a la venta.
Con toda esta gama de modalidades resulta difícil ponerle un pero al juego ya que tiene varias cosas como para mantenernos entretenidos por un buen rato. Curiosamente de entre todas éstas la de su modo historia, la que se supone sería su principal fortaleza, es la peor de todas. ¿Por qué? Simple, por que ésta nos ofrece una trama relativamente corta (de entre tres a cuatro horas de duración) en la que vemos desenvolverse una premisa absurda en la que nada tiene coherencia y en la que jamás se explican las razones que hicieron toparse a los personajes de Marvel y Capcom ni mucho menos los motivos que los incitan a actuar de la manera que lo hacen; peor aún, ésta intenta en todo momento que nos la tomemos demasiado en serio, lo cual resulta inviable gracias a las exageradísimas actuaciones de voz, ausencia de expresiones que denoten algún tipo de emoción y a su música que en todo momento busca ser igual de épica que en las películas. Además, su pobre estructuración nos llevará a ver demasiadas cinemáticas entre cada enfrentamiento que, por cierto, tienden a ser contra algún tipo de enemigo genérico y pocas veces contra algún otro personaje.
Pero como si todas las fallas anteriores no bastaran, el título cuenta con un error aún más grande que, por desgracia, termina afectando a todos los apartados: sus pantallas de carga. Éstas duran demasiado – unas incluso más de un minuto – y aparecen en prácticamente todo momento y sin importar si te encuentras jugando, viendo pasar las cinemáticas de la historia, esperando a que inicie una partida en cualquiera de sus modos o hasta cambiando de secciones en los menús. Me sorprendió a sobremanera la forma en la que éstas últimas pueden romper con el ritmo de juego tan bruscamente.
Musicalmente hablando, el soundtrack del juego es muy genérico. Éste se conforma de varios arreglos de los temas de muchos personajes que ya hemos escuchado en otros títulos, así como de otros que son originales. El problema de éstos es que o consisten de remixes electrónicos que no son para nada emocionantes o de composiciones que, al igual que la trama central, buscan sonar épicas cuando no lo son.
Marvel vs Capcom: Infinite no es ese bodrio que muchos creían que sería. En contraste a lo que sucedió con Street Fighter V, éste se siente como un paquete completo desde el inicio y ofrece varias modalidades y contenidos que nos mantendrán ocupados por un buen rato. Además, su genial y funcional esquema de controles y gameplay lo convierten en un juego muy entretenido y hasta adictivo.
Lamentablemente el juego no se salva de tener errores que, aunque pocos, acaban por influir enormemente en su presentación general. Un modo de historia muy corto e inverosímil que intenta en todo momento ser épico pese a lo absurdo que es; mecánicas de juego que, aunque interesantes, se llegan a percibir como trampa; pantallas de carga constantes y muy tardadas; música genérica y olvidable; un elenco de personajes al que le faltaron más peleadores que ya eran fundamentales; y un apartado visual que claramente favorece a los del bando de Marvel, son sólo parte de esa gama de fallas que alejan al juego de ser otro choque soñado por los fans.
Si son apasionados del género de peleas y aman a la serie de Marvel vs. Capcom por su gameplay, puedo decirles sin temor a equivocarme que Infinite les encantará, aún y con todos sus defectos. Por otro lado y si son de los que lo esperaban por ver a los personajes que en él aparecerían, puede que se lleven una decepción con éste, no una enorme, pero si decepción al fin y al cabo. De ahí en fuera, éste bien podría ser un gran juego para todos aquellos que nunca hayan jugado un título de la serie; después de todo, se nota a leguas que fue desarrollado con la intención de apelar a los principiantes del género y, en especial, a todos los que conocieron a Marvel por medio de las películas y no en los cómics.