Los juegos de acceso previo son una tendencia importante en la industria. Hemos visto juegos crecer literalmente ante nuestros ojos. Algunos han resultado en auténticos proyectos de culto. Otros no han pasado de buenas ideas y buena voluntad con una ejecución pobre pese al respaldo de la comunidad. Uno de esto proyectos lo ha generado el estudio The Fun Pimps. Hace tres años iniciaron el early access de su proyecto de supervivencia. Hoy, finalmente, está disponible para PlayStation 4 y Xbox One.

Telltale Games revolucionó las historias de zombis llevando con maestría la saga The Walking Dead a los videojuegos. Su nombre nos hace pensar en buenas historias y en títulos enfocados en desarrollar una narrativa. Son ellos, al final del día, quienes han apostado por 7 Days to Die. Un título dedicado a mantenerte con vida, como en su título más reconocido. También incluye zombis. Pero la manera de abordarlo es particularmente diferente.

¿Podrá mantenerse con vida este juego? ¿O caerá lleno de buenas intenciones?

El infierno sobre la tierra

La premisa de la sobrevivencia se está convirtiendo en un punto recurrente para los videojuegos contemporáneos. Desde el mantenerte en pie ante la devastación, especialmente social, de The Last of Us, hasta la organización de supervivientes en State of Decay. Incluso Don’t Starve juega con la idea de resistir la adversidad sin perder la vida. 7 Days to Die te pone justamente en un punto intermedio, en el cual tu resistencia ante los elementos es acompañada por enfrentamientos ante no muertos.

La Tercera Guerra Mundial ha pasado. Las provisiones se han vuelto escasas después de la catástrofe. Pero no sólo eso. El caos ha hecho que los no muertos sean creaturas que abundan.  Estás en medio de la nada, entonces. De la civilización sólo quedan ruinas. Cualquier cosa puede matarte y, ante esto, no tienes más alternativa que vivir o morir. Si tu elección es la primera, no te queda de otra: debes pelear contra la naturaleza.

Para lo anterior, tenemos un juego de Survival Horror en primera persona. El objetivo, como hemos señalado, es sobrevivir tanto tiempo como sea posible. Para ello tienes una experiencia basada en la creación de herramientas, así como en el aprovechamiento de recursos. Eso sí, las posibilidades son tan amplias que el juego falla en explicar de manera adecuada lo que puedes hacer con esta variedad. De hecho es muy fácil que un jugador se sienta abrumado por las oportunidades posibles, dado que hay mucho por hacer y aprender.

Necesitas manejar los fundamentos de creación y de exploración en un mapa generado al azar, para que el juego florezca. Al menos en lo que a jugabilidad se refiere. Los recursos del juego son muy extensos. Pueden ir de los más básicos, como piedra y madera, a elementos más avanzados. Empezarás recolectándolos con tus propias manos para después elaborar herramientas que hagan tu vida y la pelea por mantenerla más fácil.

Debes tener mucho cuidado, porque no se trata sólo de obtener recursos. También está el factor de mantener en buen estado tu medidor de salud. Pase lo que pase, debes tratar de que no baje de cierto nivel. Si lo hace, los elementos no serán los únicos que podrán eliminarte. También serás presa fácil de los zombis que pululan por el ambiente.

La noche es un momento en el que esta experiencia se vuelve dura y sobrevivir es complicado. Tanto que pasar la primera noche llega a ser un momento decisivo. No sólo te encuentras en un momento donde la luz natural se ha ido. También hace que las criaturas y enemigos sean más duros.  Imagina lidiar con todo esto a la vez. Es un tanto complicado, especialmente por todas las complicaciones pues la interfaz y el combate no son de lo mejor que puedes encontrar.

Conflictos de vida o muerte

El juego tiene, como principal ventaja, la posibilidad de ofrecer una experiencia de juego intensa. Especialmente durante el juego de noche. El sentimiento que deja enfrentarte a los elementos es bastante denso. La preocupación por sobrevivir y la necesidad de buscar recursos se conjuntan en un sentir que aumentará tu ritmo cardiaco. Incluso puedes personalizar tu partida para poder disfrutarla a tu modo.

Puede dejar que las condiciones sean al azar, o personalizar la agresión de los enemigos. También puedes manejar cuánto dura el día, cuánto abundan los enemigos y hasta el tiempo que dura el día en comparación con el tiempo real. De esta manera cada juego puede resultar diferente. Eso sí, lo más recomendable es que los novatos acomoden estas medidas para tener una travesía un poco más sencilla de disfrutar.

Por desgracia te enfrentas no sólo a los elementos, ni a los zombis. También a detalles a los cuales le hizo falta un poco más de trabajo. La interfaz de juego es más complicada de lo debido, pues necesitas presionar muchos botones para realizar acciones simples. Incluso, en vez de funcionar de manera intuitiva, lo hace con un cursor simulando un mouse. Pese a los intentos por hacer algunas opciones más sencillas, no es la mejor decisión que pudo tomarse en materia de diseño. No en consolas.

La presentación y diseño no es la mejor realizada. Gráficamente hay mucho camino por recorrer, especialmente en materia de texturas. Incluso hay glitches que impiden disfrutar el juego de manera correcta. Esto llega a ser molesto, especialmente sumado a un combate poco optimizado. Si de por sí ya estás en desventaja ante enemigos fuertes y complicados, ahora imagina con estos problemas técnicos.

La intención es buena y, por momentos, lo logra. 7 Days to Die ofrece una experiencia dura y densa, la cual te pondrá a sudar aprovechando tus recursos y buscando dónde guarecerte tanto de los elementos como de los enemigos. Sin embargo, como suele suceder en los juegos independientes, la ejecución no es la adecuada. Fallos técnicos y de diseño se suman a una traslación inadecuada del juego a consolas. Hay que ser honestos: como una experiencia previa en PC puedes aceptarlo, especialmente al esperar mejoras conforme avanza el desarrollo. Pero como un juego definitivo es difícil de tragar. Quizá, al final, hay juegos que deben quedarse en la computadora.