#AtomixAwards2017 – Mejor Indie

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2017 ha sido un año memorable para el medio. Prácticamente desde que arrancó, hemos sido maravillados mes con mes con grandísimos lanzamientos que dieron mucho de qué hablar en todo sentido. Justo como era de esperarse, la escena independiente levantó la mano de nueva cuenta para presentarnos experiencias que se salieron por completo del estándar, logrando muchas veces que el medio encontrara nuevos horizontes en todo sentido. La elección no ha sido nada sencilla, pero creemos, éstos fueron los Mejores Indies de los últimos 12 meses.

Los nominados son…

Little Nightmares

Cuphead

Hellblade: Senua’s Sacrifice

What Remains of Edith Finch

Thimbleweed Park

Y el ganador es…

¡Cuphead!

Para muchas personas, antes que contarnos una gran historia o maravillarnos con cualquier elemento audiovisual, los videojuegos deben de ser divertidos gracias a mecánicas bien pensadas y a niveles bien diseñados. Nos parece que en cuanto cualquier persona le pone las manos encima a Cuphead por primera vez, se produce una lazo muy fuerte y casi inmediato entre el usuario y dicho título, incluso dejando de lado el espectacular apartado visual y musical alcanzando por los hermanos Moldenhauer.

Cuphead se convirtió en uno de esos juegos independientes en los que ya era difícil creer, pues tras un larguísimo proceso de desarrollo lleno de problemas de todo tipo, era natural pensar que al final, existía la fuerte posibilidad de que todo se quedara como una bella promesa no cumplida. Llegó el 29 de septiembre y tanto los usuario de un Xbox One, como los de Steam, quedamos anonadados ante uno de los mejores juegos que nos había tocado disfrutar en este 2017, el cual, cumplía casi a cabalidad con todas las arcanas o reglas que actualmente un “buen juego” debe tener.

Sí, su animación hecha completamente a mano que emula a la perfección aquellas caricaturas de los años treinta nos enamoró, al igual que su espectacular soundtrack lleno de alma y personalidad, pero en realidad, lo que de verdad nos cautivó de Cuphead fue su preciso control y asombroso diseño de jefes. Que cada uno de los enemigos a los que enfrentábamos no sólo lucía totalmente distinto al anterior, sino que presentaba patrones y mecánicas muy originales fue impresionante, todo esto con un elevado grado de dificultad que nos recordó aquella era en la que el reto era gran parte del encanto de todo buen videojuego. Muchas felicidades a StudioMDHR y esperemos, muy pronto veamos más de ellos.