La situación de distribución de consolas ha sido fructífera si hablamos de exportación, pues en países de latam muchos de estos productos llegan sin problemas y a precios que se pueden pagar con cierta facilidad, esto se debe a que los tratos de aranceles entre países son justos. Sin embargo, podría ser que gran parte de la región se vea afectada por las elecciones de presidencia que terminaron hace poco tiempo, esto a favor de alguien que en su momento ya estuvo en la presidencia de los Estados Unidos.
Las políticas comerciales propuestas por Donald Trump durante su campaña presidencial podrían tener un impacto significativo en los consumidores de tecnología, particularmente los jugadores. Trump sugirió implementar un arancel del 60% a productos importados de China, una medida que incrementaría drásticamente los precios de electrónicos de consumo como laptops, consolas y accesorios. Según la Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA), esto podría aumentar los costos de consolas como la PS5 Pro hasta casi $1,000 USD, mientras que las laptops podrían elevarse un 46% y los teléfonos inteligentes un 26%.
Los aranceles tienen el objetivo de fomentar la manufactura en Estados Unidos al hacer menos competitivo importar bienes. Sin embargo, críticos de la medida, como Ed Brzytwa, vicepresidente de comercio internacional del CTA, señalan que estos impuestos serían absorbidos por los consumidores, afectando especialmente a las personas con ingresos más bajos. Además, recalcan que es poco probable que la manufactura se traslade a Estados Unidos, ya que los costos de producción locales siguen siendo demasiado elevados para mantener precios competitivos.
El impacto en la industria del videojuego sería particularmente significativo. El costo de GPUs de alta gama, esenciales tanto para inteligencia artificial como para gaming, podría incrementarse de $900 USD a $1,300 USD. Igualmente, monitores y accesorios como audífonos y teclados experimentarían aumentos significativos, dificultando el acceso a tecnología de punta para muchos usuarios.
Aunque las medidas proponen equilibrar el comercio con China, sus críticos argumentan que la estrategia podría tener el efecto opuesto al deseado, afectando más a los consumidores que a los fabricantes. Estas posibles políticas generan incertidumbre en el mercado y subrayan la necesidad de encontrar un equilibrio entre competitividad económica y accesibilidad tecnológica.
Vía: Gizmodo