PS4
PS4
Sledgehammer Games
Activision
10/04/2018
Últimamente, hablar de Call of Duty es meterme en camisa de 11 varas. Que si está lleno de niños rata, que si los malditos camperos hijos de p$%, que si la franquicia está en decadencia, que esto que el otro, parece que no hay forma de que la gente deje de odiar el juego sólo porque… porque…. pos porque algo tienen que odiar.
Sin embargo, como fan de la franquicia, siempre me divierto muchísimo –como el diablo– al entrar en el modo multijugador, ya sabes, dando fuego de cobertura, lanzando granadas aturdidoras y encontrando diferentes formas de arrebatar la victoria al equipo contrario. Incluso, de un tiempo para acá, hasta me atrevo a desembolsar más dinero de la cuenta para adquirir los nuevos mapas multijugador que Activision y Sledgehammer Games han creado para mantener vivito y coleando al juego más reciente de la franquicia: WWII.
El primer DLC, La Resistencia, fue cumplidor, pero a mí y a muchos otros jugadores, no nos dejó completamente satisfechos. De hecho, no sentí que fuese un excelente contenido. Es verdad que el nuevo capítulo de zombies me encantó y que jugar a salvar combatientes de la resistencia era muy divertido, pero hacía falta algo más sustancioso y sorprendente, hasta ahora.
Después de la actualización del sistema de clases, los carnales de Sledgehammer nos traen el segundo DLC de Call of Duty: WWII, The War Machine, que incluye nuevos mapas para el multijugador, el modo guerra y un nuevo capítulo zombies: el trono sombrío. Pero ¿qué tal está? ¿Vale la pena pagar 14.99 dólares por estos mapas? Acompáñame a descubrirlo en la reseña de The War Machine.
Para aquellos despistados que no tienen ni la más remota de cuál es el contenido de este nuevo paquete, les comento que The War Machine incluye tres mapas para el modo multijugador, Egipto, V2 y Dunkirk –o Dunkerque, porque estamos en México–; un nuevo mapa para el modo guerra, Operation Husky; y el nuevo capítulo de Nazi Zombies, el trono sombrío.
Comencemos con los mapas multijugador. Como su nombre lo indica, estos nos llevarán a conocer algunos frentes de la guerra que no son tan comunes en el mundo de los videojuegos y que caen como cerveza fría en un día muy caluroso.
Primero está V2, un mapa situado en una la parte rural de Alemania donde hay una zona de pruebas destinada al misil V2. Llegar de extremo a extremo del mapa es bastante rápido y podrás hacer uso de cualquier arma, sin embargo, la recomendación aquí es combatir en el centro, en donde tienes la posibilidad de flanquear al enemigo desde abajo, por arriba e incluso por los lados. No sabrán ni que les pasó.
Lo más interesante del mapa es cuando se activa el misil, pues si permaneces en la zona central podrás morir calcinado, cambiando la dirección de una partida en cualquier momento. Visualmente, este fue el mapa que más me decepcionó. Aunque tiene algunos elementos cuidados a detalle como el propio misil al centro del mapa, su diseño lleno de cajas lo hacen lucir desangelado, sin mucho chiste.
Egipto nos llevará al norte de África, a las ruinas de Guiza, a donde también llegó la gran guerra. El diseño de este mapa fue mi favorito, ya que cuenta con pasillos angostos, muchísimas oportunidades para flanquear al enemigo por ambos lados y un área al centro llena de coberturas en donde se desarrollaron batallas verdaderamente épicas.
Ya sea que te dediques a dar vueltas por el mapa o a atacar directamente por la parte central, te aseguro que la neta te la vas a pasar muy bien gracias a que Egipto está diseñado para duelos frenéticos en los que puedes utilizar escopetas o subfusiles –claro que también puedes usar el arma de tu preferencia.
En el apartado estético, la excavación en la que se desarrolla toda la acción es una combinación muy interesante. Por partes podrás ver un poco de agua y hasta algo de vegetación y por el otro los daños que provocó la guerra en algunas construcciones antiguas. Sin duda, aquí fue donde la pase mejor y más me divertí.
Por último y quizá donde más sentí frustración está Dunkirk o Dunkerque, como más te guste. Se trata de un mapa situado en la costa francesa que ofrece dos frentes principales: la playa y los edificios costeros dañados.
En el primero podrás hacer uso del arma de tu preferencia, aunque mi recomendación es que utilices armas de mediano a largo alcance, sobre todo para llegar a la zona central, puesto que tendrás que recorrer una distancia considerable y el equipo rival te podría eliminar con un rifle de francotirador al momento de correr hacia este lugar. Aquí fue donde sentí una frustración tremenda. En éste trayecto, que no es muy largo, caí cual pato más veces de las que me gustaría admitir por culpa de los malditos camperos.
Ahora bien, del otro lado del mapa, en dónde se encuentran los edificios colapsados, la cosa fue un poco diferente. Aunque tiene balcones que facilitan el trabajo de los francotiradores, me divertí mucho más al arreglármelas para aparecer justo detrás del enemigo y darle en su mollera con mi pala con camuflaje de tréboles, esto gracias a una buena estrategia y al uso del entorno para pasar desapercibido. ¡Ah! Que grata sensación.
Visualmente, también fue uno de los que más me gustó. Combatir entre edificios en llamas y botes encallados le da un toque completamente diferente que se distingue de inmediato de entre los otros mapas de WWII. En los tres casos, puedes seleccionar tres carriles para completar tu objetivo, siendo Egipto el que más oportunidades presenta para que el jugador implemente estrategias más elaboradas y pueda flanquear al enemigo, si gusta de trabajar en equipo.
Lo siguiente que probé fue Operation Husky, el nuevo mapa del modo guerra que te lleva a invadir Sicilia, Italia. Nuestro objetivo es robar la ubicación de los puertos enemigos, transmitir dicha información y después, comer la cereza del pastel: surcar los cielos en un un caza para tener una batalla aérea legendaria.
Me gusta ser lo más honesto posible con ustedes, mi barrio, y debo decir que al principio lo sentí bastante genérico. Completar los objetivos me pareció muy similar a lo que tenemos que hacer en el resto de los mapas. Sin embargo, el estudio me cerró la boca en cuanto vi que, a lo largo del mapa, habían distribuidos cócteles molotov y cables trampa para aumentar –dependiendo del bando en el que juegues– el picosito de la partida. Además, todo cambia cuando llegas al tercer objetivo donde dejaremos las armas para montar una de esas muertes aladas que se controlan bien, ya que los controles en esta parte no son nada complejos.
Ahora, en cuanto al diseño del mapa, me parece que es una buena propuesta. A diferencia de los otros, aquí hay más objetos con los que el jugador puede interactuar, lo que se traduce en más estrategias de combate, en particular cuando queda por robar sólo una de las tres ubicaciones enemigas o defenderlas.
Por último, y lo que menos me agradó de The War Machine, fue el nuevo capítulo de Nazi Zombies, El Trono Sombrío. Éste llevará a Olivia, Marie, Jefferson y Drostan a la versión destruida de Berlín, donde los rusos están por entrar a la ciudad sin saber que Straub está en la casa. Nuestro objetivo es encontrar a los supervivientes y avisarles de lo que se viene. Iniciaremos nuestra sombría aventura en las alcantarillas de la ciudad hasta subir al nivel de calle, pasar por un teatro y una iglesia bastante aterradores.
Las oleadas de zombies se convierten rápidamente en un problema si es que no has dedicado nada de tiempo a mejorar a tu personaje y sus habilidades. En ese sentido, el mapa ofrece un buen laberinto por el cual puedes evadir por un tiempo a las hordas de los come cerebros y que también te logrará confundir sobre qué camino tomar, como en capítulos pasados. Lo malo es que los zombies no son tan aterradores como en The Darkest Shore, así que si estás esperando brincar del susto en más de una ocasión, probablemente te lleves una decepción.
En general, The War Machine es un buen DLC por el que vale pagar. Los mapas multijugador te otorgan una grata experiencia –sobretodo Egipto y Dunkirk– aunque puedes conocer altos niveles de frustración debido a la cantidad de opciones que los malos jugadores pueden aprovechar para campear. Su diseño hace que cada mapa brille por los elementos que lo componen, pero lo que parecen ser assets genéricos –Dunkirk y V2– los opacan un poco.
Operation Husky es lo mejor que obtendrás en este DLC, gracias a que incluye ligeros cambios en la fórmula del modo guerra que le darán más sabor a cada partida. Quizá lo que me decepcionó fue El Trono Sombrío, debido a que se siente menos aterrador que la entrega anterior. Respondiendo a nuestra pregunta, sí, definitivamente debes adquirir The War Machine si eres fan de la serie. Si no lo eres, también deberías darle una oportunidad porque te aseguro te llevarás un grata sorpresa.