Japón, desde los sucesos en la Segunda Guerra Mundial, sufrió del reproche internacional por sus acciones frente al resto de los países. Desde entonces, la falta de recursos naturales siempre se ha vista compensada con su excelente protocolo de trabajo y, mejor todavía, con sus aspectos culturales que han querido mostrar a una entidad que no se queda corta respecto a otras; sí, Japón forma parte de los países con más riquezas monetarias, simbolizadas en la tecnología y la cultura en todo el mundo. De la Tierra del Sol Naciente, tenemos muy presentes las últimas cuatro décadas con la llegada de sus animaciones al lado occidental, ya sean Los Caballeros del Zodíaco (Saint Seiya) Sailor Moon, Dragon Ball, Card Captor Sakura, Mazinger Z y muchos más, los cuales tuvieron un boom durante los últimos años. Pero, ¿por qué volvemos a verlos en televisión, series y películas? En una industria que representa al 51% de los ingresos culturales para su nación, retomar aquello que ya funciona es una jugada razonable para despertar su furor.
Cada año, Japón divide sus series, OVA’s, películas y animaciones originales en cuatro períodos, durante los cuales vemos inicios, finales y continuaciones de las mismas; así, la temporada de otoño, invierno, primavera y verano conforman 12 meses de una industria que no deja de crecer pese a que los presupuestos siguen sufriendo recortes y los estudios se ven en varias dificultades. Tan solo recordemos los últimos dos años para el estudio Khara, llevado por Hideaki Anno (aclamado por su labor en la serie Neon Genesis Evangelion) y que, finalmente, anunciaría la última cinta del llamado Rebuild of Evangelion tras haber ganado una demanda por repartición de utilidades a GAINAX. El equipo Madhouse, que ha estado detrás de producciones impresionantes como Perfect Blue, Death Note, Hellsing Ultimate y más, se dividió cuando Masao Maruyama decidió crear MAPPA. Éste último, ha realizado proyectos que se han robado nuestras horas de sueño como Inuyashiki (del mismo creador de Gantz) Terror in Resonance y el fenómeno mediático, YURI!!! On Ice.
Quizás, el ejemplo perfecto para el punto de nuestras palabras parte de YURI!!! On Ice, pues se trata de una producción original (es decir, sin tener bases en un animanga, novela, novela ligera y más) del cual ha nacido una cantidad inmensa de mercancía. A mediados de los años 90, en Japón ya se hablaba de incorporar elementos que los occidentales pudiéramos reconocer en animangas, vendiéndonos así dos cosas: la imitación de una realidad kawaii y maravillosa (aunque superficial) y todos los productos relacionados con estos personajes.
Actualmente, consumir series que antes llegaban solo gracias a la importación, la piratería o la televisión (abierta o de paga) tiene muchas alternativas, especialmente tras el arribo de los servicios de transmisión oficial como Crunchyroll, Netflix, Amazon Prime Video y Hidive. Y es que, si bien cada temporada de anime nos ofrecerá una serie de nuevas historias, paradójicamente, muchas se disuelven en el mar de las que continúan o retornan desde nuestra infancia o juventud.
No es ningún secreto que la mercadotecnia dicta qué, cómo y cuánto vamos a consumir nuestro entretenimiento, así que tener Card Captor Sakura, a Los Súper Campeones (Captain Tsubasa) y los diversos proyectos que celebran 50 años de carrera de Go Nagai, pasando por las adaptaciones de Netflix para Saint Seiya, estén a flor de piel. Solo dale un vistazo a todo lo que estamos viviendo actualmente en entretenimiento gracias a Japón.
CLAMP, el colectivo creado por Tsubaki Nekoi, Nanse Ohkawa, Satsuki Igarashi y Mokona, ha tenido años difíciles; muchos afirman que no han logrado reconciliar sus asperezas del todo, pero eso no les impidió crear una nueva saga para Card Captor Sakura después del 20mo. aniversario de la franquicia. Conocido como Clear Card Arc, la pequeña Sakura Kinomoto se envuelve en nuevas aventuras mientras busca desvelar el misterio detrás de la transparencia de las Cartas Clow.
Como lo hemos mencionado, ya llevamos más de 20 años de Sakura y Tomoyo, aunque no por ello hemos dejado de recibir ediciones renovadas de su manga, figuras y mercancía en general, al mismo tiempo que este manga habrá de revivir la chispa por obtener su edición en papel y tinta. Tan solo hasta el año pasado, se reveló que Card Captor Sakura ha vendido más de 15 millones de tomos en todo el mundo. Tampoco olvidamos que este 2018, Editorial Kamite editará su manga en formato original para México.
Y ya que hablamos de chicas, otra que estará de vuelta es Cutie Honey (original de Go Nagai) que acompaña otros proyectos del creador que está cumpliendo 50 años del inicio de su labor en el mundo del animanga. Se sabe que será este 2018 cuando Cutie Honey Universe llegue a Japón y el resto del globo, pues Netflix estará a cargo de su distribución. Si fuiste niño durante los años 90, entonces sabrás que Sailor Moon evolucionó la televisión en este lado del mundo, aunque desde 2014 hemos visto Sailor Moon Crystal en los diferentes servicios de transmisión en línea. Una versión apegada al manga de Naoko Takeuchi, es decir, sin tantas bromas y un estilo de dibujo menos infantil, no la ha tenido nada fácil, al punto en que su arco más reciente (que a su vez es uno de los más cortos) llegará en forma de películas.
Bien dicen por ahí “si no está roto, no lo arregles” y con el animanga emblema de Yoichi Takahashi, la regla se cumple varias veces. Con cerca de cuatro reboots o reinicios, Los Súper Campeones (Captain Tsubasa) estarán de regreso este abril en, sí, un borrón y cuenta nueva que nos habrá de contar el ascenso de Oliver Atom, Benji Price y compañía en el mundo del fútbol.
Los números respaldan esta versión pulida de los dibujos que vimos hace dos décadas en la televisión de nuestra región, pues cerca de 70 millones de tomos de su versión impresa se han adquirido en todo el planeta. Por el momento, David Production (el estudio encargado de su animación) ha confirmado que no veremos grandes cambios en Los Súper Campeones, ni siquiera en el estilo para dibujarlos, pero sí respecto a la calidad de su animación. A juzgar por su primer adelanto oficial, ésta luce impresionante.
Otra de las series que se considera un clásico en Latinoamérica es Saint Seiya o, como mejor se le conoce, Los Caballeros del Zodiaco, la cual llegará en un formato que ha sido criticado especialmente tras su película La leyenda del santuario (2014) sí, nada menos que la animación generada por computadora o CGI por sus siglas en inglés. Netflix sigue ganando terreno en todos los ámbitos del entretenimiento, pues desde sus contratos millonarios con figuras como Adam Sandler y Will Smith, el anime no es algo que se les escape de las manos.
Ya en otoño del 2017, la líder en contenidos digitales de entretenimiento anunciaba que concentraría sus esfuerzos en crear y llevar más series anime y doramas asiáticos a cada rincón del mundo, lo cual significa que invertirán en sus propias producciones con talento japonés, así como ponerles su clásica etiqueta “Serie Original” aunque solo sea en el caso de la distribución, como ha sido el caso de Aijin y Knights of Sidonia de Polygon Pictures.
Bajo un esquema de 30 minutos por cada uno de sus 12 episodios ya estipulados, se reveló que Netflix cubrirá la trama del Torneo Galáctico hasta Los Caballeros de Plata, pese a que no se sabe mucho sobre los cambios estéticos ya vimos en la obra original de Masami Kurumada, hasta la animación de Toei Animation. De nuevo recalcamos que, si bien el director Yoshiharu Ashino ha hecho gran parte de su carrera en Japón, el resto del equipo es occidental o han trabajado con series como Avengers: Secret Wars y hasta Ben 10.
Este mes, Netflix estrena Devilman Crybaby, una reimaginación en términos técnicos, pero adaptado al manga original de Go Nagai, mientras que Mazinger Z / Infinity (cuyo estreno se llevará a cabo el 13 de enero en Japón) se proyectará en salas de cine en México este mismo marzo. Sí, parece que la fiebre por Koji Kabuto está a punto de hacer ebullición y con ella, la jugosa mercancía para Toei Animation. Una serie que también se encuentra de fiesta, específicamente por sus primeros 25 años, es nada menos que Yu Yu Hakusho de Toshihiro Togashi, la cual también tendrá una animación original (OVA) que acompañará a su edición de aniversario y que, hasta el momento, se maneja como una exclusiva para Japón.
Por si fuera poco, las adaptaciones de varios animanga estarán a la orden del día durante los próximos años; solo basta con recordar que ya se ha confirmado que One Piece y Cowboy Bebop tendrán su adaptación live action en Hollywood, mientras que este 2018, Alita: Battle Angel llegará de la mano de Robert Rodriguez y James Cameron. Akira, original de Katsuhiro Otomo, sigue en el limbo después de casi 10 años de haberse anunciado, por lo que no nos queda más que esperar que las compañías niponas protejan la integridad de su mensaje en este hemisferio.
Akira Toriyama, la mente detrás de Dragon Ball, podrá no estar tan involucrado en el proyecto como hace varios años, pero algo es cierto: sigue recibiendo los frutos de su ingenio tras haber hecho la transición de un manga de aventuras a uno de peleas. Dragon Ball Super es el ejemplo perfecto de una serie que, a pesar de evidenciar su origen oriental, mezcla tecnología con ciencia ficción en un entorno que se vuelve casi internacional. Así como Akira de Katsuhiro Otomo abrió el mercado de las películas de animación japonesas al mercado occidental, Dragon Ball lo hizo a finales de la década de los 80.
Si separamos los problemas técnicos y argumentales que ha tenido su versión animada, el manga de Super no se ha posicionado entre los 10 más vendidos en su país de origen según Oricon durante el 2017, mientras que la mercancía de Gokú, Jiren y compañía se encuentra hasta en la sopa en dicha región. Con el rumor de una nueva serie de películas, es evidente que Toei Animation no dejará ir a sus héroes saiyajin en mucho tiempo