En una industria que poco a poco se deshace de los objetos, manuales y demás plásticos, Skylanders estableció una idea increíblemente atractiva para los compulsivos que nacimos en los ochenta y disfrutamos los juguetes de los noventas.
Si bien, en la práctica la colección de figuras tiene un costo bastante alto, la satisfacción de ver un “juguete” cobrar vida en un videojuego puede ser mágica, sobre todo para aquellos dispuestos a dejarse llevar por una mecánica tan interesante.
En Disney Infinity la mayoría de los personajes son caras conocidas de películas contemporáneas de Disney (principalmente de Pixar), y las figuras están extremadamente bien hechas, no es que las de Skylanders no lo estén, sino que las de Infinity están varios niveles más alto.
Antes que nada, recuerden que pueden ver nuestro hands-on en video del juego, para que sepan de primera mano lo que les espera.
El concepto de “juguete que cobra vida” está completamente desarrollado en un modo llamado Toy Box, que es precisamente lo que su nombre dice, una caja de juguetes que te permite —virtualmente— crear lo que se te ocurra y compartirlo en línea. Incluso podrás establecer reglas para darle cierto orden a las metas del mundo que creaste; si bien Minecraft es lo más cercano a LEGO, Disney Infinity sería equivalente a los playsets que comprábamos de de Mighty Max, Jurassic Park, Ghostbusters y TMNT. Al final tu creatividad está directamente atada a cuántas piezas tienes, y cómo deseas jugar con ellas. Desde la esfera de Spaceship Earth de Epcot, hasta la bóveda de Rico McPato, Disney Infinity tiene un gran balance de fan service, que se toma sus libertades pero que también es cohesivo.
Las herramientas de creación son fáciles de entender y usar (Disney sabe perfectamente que su target está compuesto mayormente por niños y Ashers). Simplemente debes escoger un objeto y ponerlo donde quieras, un amigable sistema de colores te indica si es posible ponerlo donde en determinado lugar; crear una ciudad o una pista no debería tomarte más de unos minutos. Establecer las reglas para crear un mundo interactivo te tomará algo más de tiempo, pero la manera en que puedes aprender cómo es breve y opcional.
Toy Box es sin lugar a dudas el platillo principal que se cocina a medida que vayas progresando en las otras partes del juego, ya sea jugando en los playsets de diferentes franquicias, o comprando más figuras y discos.
Estos ítems están repartidos en los playsets incluídos en el Starter Pack, que incluye a Jack Sparrow, Sulley, Mr. Incredible y sus respectivos mundos. Cada franquicia tiene su propio playset; es decir, existe un mundo de Pirates of the Caribbean al cual pueden entrar únicamente personajes de la franquicia. La única manera de jugar con personajes de distintas franquicias simultáneamente es en Toy Box.
Hablando de estos playsets, cada uno de ellos tiene su propia aventura: por ejemplo el de The Incredibles es un sandbox muy al estilo de Crackdown, el de Pirates of the Caribbean es un mini-Uncharted y el de Monsters University te pone una serie de divertidas fetch-quests de la vida universitaria, podrás jugar cooperativamente en split-screen con alguien más, siempre y cuando tengas una figura más del mundo que corresponde.
La mayoría de los personajes comparten habilidades desarrolladas para un juego de plataformas, mientras que otros se controlan completamente diferente: en el caso de Cars, los personajes se manejan como automóviles, y algunos personajes tienen habilidades muy características, como Dash, que puede correr a gran velocidad. Lo interesante es que no hace falta haber jugado Disney Infinity para conocer de qué es capaz la figura que compremos, aunque esto hace —inevitablemente— algunas figuras más atractivas que otras.
En el caso de Cars y The Lone Ranger tendrás que comprar el playset que incluye dos de las figuras y el juego, representado físicamente en una figura transparente, tal y como lo hacían las expansiones de aventura en el primer Skylanders. El playset de Cars incluye a Lightning McQueen, Holly (de Cars 2) y un modo de campaña en Radiator Springs. En el caso de The Lone Ranger, la campaña es un mini Red Dead Redemption. Cada una de estas campañas, al igual que las incluidas en el starter pack, tienen una duración de cuatro a cinco horas, e incluye una decena de ítems para Toy Box.
También existen los Power Discs, que se venden por separado en los Blind Packs (de ésos en que no puedes ver qué te tocó hasta abrirlos), cada uno con contenido adicional para tus personajes, o temas para tus creaciones en Toy Box; obviamente no son necesarios para el progreso de tus aventuras, pero son un buen aderezo para el juego.
Cuando los jugadores suben de nivel, puedes desbloquear más habilidades. Además obtendrás tokens, que más tarde podrás cambiar por un ítem de Toy Box al azar; esto tiene un límite por personaje, casi obligándote a que compres más figuras para desbloquear más ítems de Toy Box, ya que para tener todos habrá que invertir mucho dinero.
Hablando de Toy Box, podrás compartir tus creaciones con el mundo tal y como lo hace LittleBigPlanet. En este instante ya hay cosas que serán del interés de todo fan de Disney; un buen ejemplo sería Cave of Wonders de Aladdin, la cuál era una pista tipo Mario Kart. Se trata de un contenido hecho por usuarios, que incluye las reglas para comenzar a correr, con una meta de inicio y varias vueltas, como lo harías en cualquier juego de carreras.
El juego que usé para esta reseña fue de Wii U, pero he leído en muchos lugares que la mejor versión es la de Xbox 360 (sobre todo por el frame rate), por lo que si tienes la opción, recomendaría que te hicieras de esta última.
El tratamiento de todas las franquicias incluidas es impecable y bastante fiel, pues crean mecánicas y atmósferas ad-hoc a la franquicia en la que se basan, incluyendo la música y el carácter de los personajes retratados. Jugar con Jack Sparrow no es como si jugaras con Johnny Depp, más bien estás en control del personaje que el actor intenta recrear.
Gráficamente Disney Infinity no es un juego espectacular pero hace un excelente trabajo incluyendo referencias y objetos de las franquicias, situándote perfectamente en tono de las películas.
Éste es un excelente juego para el público infantil, pero la variedad y familiaridad de los mundos incluidos lo hacen una excelente opción para todo tipo de usuarios; las maneras de expandir estas aventuras con franquicias como Star Wars o Marvel podrían hacerlo aún más atractivo para un público que no necesariamente disfruta de la tradición de Disney.
Por otro lado, considero que a Disney Infinity le hace falta tradición. Es claro que el target del juego son las nuevas generaciones, pero bien podrían más adelante incluir personajes clásicos como Donald y Goofy, o incluso playsets y personajes de películas como Alice in Wonderland y The Little Mermaid. Aquí hay mucho potencial de expansión: este lanzamiento es un primer paso con el pie derecho de algo que —sin lugar a dudas— llegará muy lejos.