Adaptar cualquier obra a otro medio distinto al de origen, siempre será una labor sumamente complicada, esto por las marcadas diferencias que hay entre una película y un videojuego o entre un libro y una película. En agosto de 2011, un desconocido autor en ese momento llamado Ernest Cline, publicó una novela impresa bajo el nombre de Ready Player One, la cual, en poco tiempo comenzó a causar sensación entre la comunidad de entusiastas de la cultura popular, sobre todo de los llamados “gamers”, pues además de contar una historia de aventura llena de adrenalina y grandes momentos, hacía cientos de referencias a todo tipo de formas de entretenimiento de los años ochenta.