Cuando la amistad y el amor se ven envueltos por la oscuridad

Existen varios casos de estudios que, pese a tener muchos años de experiencia dentro de la industria, su trabajo solamente se ha enfocado a una o algunas pocas franquicias e, incluso, en un solo género. Si bien esto no es algo necesariamente malo dado que el tiempo dedicado a ello les ha permitido especializarse, resulta imposible no impresionarse y hasta preocuparse cuando nos enteramos de que dichas desarrolladoras deciden adentrarse a explorar nuevos rumbos y a crear nuevas series después de tanto tiempo de hacer lo mismo.

Gust, estudio perteneciente a Koei Tecmo, es uno de esos particulares casos que recientemente se ha sumado a la lista de situaciones similares a la antes expuesta. Famosos por haber desarrollado la serie de juegos de RPG Ar Tonelico, la desarrolladora se ha atrevido a dejar de lado su franquicia estrella para traernos un título que se sale casi por completo de la fórmula que tantos años lleva trabajando y dominando. Éste lleva por nombre Nights of Azure y destaca por ser una propuesta interesante que combina varios elementos y mecánicas propias de géneros como lo son los de acción y de rol, mismos que nos presenta dentro de un juego agradable pero que, de cierta forma, se siente limitado.

Amor, amistad, oscuridad y… ¿lesbianismo?

Si son fans de la serie Ar Tonelico o de alguno de los juegos que ha hecho Gust, seguramente ya conocen de antemano el estilo narrativo que el estudio gusta utilizar dentro de sus proyectos: historias profundas que tienden a tornarse complejas, alta carga emocional, personajes con conflictos existenciales y gusto por resaltar valores relacionados con el amor o la amistad. Nights of Azure no es la excepción a la regla aunque la sigue a través de un título con tintes un tanto lúgubres.

La historia del juego se desarrollará en una isla ficticia de nombre Ruswall, lugar conocido como “La tierra sin noche” y de la cual se dice sus habitantes han perdido la intención de dormir debido a las temibles criaturas y demonios que aparecen ahí cuando se pone el sol. Dentro de esta lúgubre locación, la trama girará en torno a dos protagonistas: Arnice, una chica mitad humana y mitad demonio cuyas habilidades la convierten en la única con la capacidad de hacerle frente a dichas bestias; y Lilysse, la mejor amiga de la guerrera y quien pronto descubrirá que en ella reside la clave para poder detener la propagación de la oscuridad que ha invadido a aquella región. Conforme se desenvuelve la narrativa iremos descubriendo los secretos que yacen en aquel lugar, todo ello al tiempo que vemos a Arnice enfrentarse al enorme dilema de tener que elegir entre salvar a la Tierra de la invasión de la oscuridad o proteger la vida de su mejor amiga de un destino totalmente injusto pero necesario para la salvación de la raza humana.

La historia de Nights of Azure, aunque compleja, resulta ser muy atractiva a primera vista, sobre todo si eres de los que disfrutan de tramas muy enredadas donde los valores como la amistad y el amor fungen como el motor principal de todos los actos que se suscitan. Sin embargo es precisamente esa complejidad la que termina por darle al traste al argumento. Conforme más avancemos en el juego se irán presentando una gran cantidad de eventos y sucesos que no consiguen embonar  del todo con la idea central  del relato, lo cual termina por hacer sentir a la historia como un conjunto de hechos intrascendentes, de los cuales es fácil perder el hilo y que no llevan a ningún lado.

A la par de lo anterior también es digno de mencionar el enorme énfasis que hace el juego al tema de la amistad entre Arnice y Lilysse, la cual llega a sentirse muy exagerada en varios momentos al punto de incluso rayar en lo lésbico. No es como si esto nos hubiese molestado o arruinado la experiencia, pero resulta curioso ver que esto pareciera ser más un intento por querer ocultar los deseos de los desarrolladores de ver a una pareja homosexual, que una justificación más que forzada por demostrar la amistad entre ambas chicas. Si ese fuera el caso, ¿qué no hubiese sido mejor dejar las cosas en claro desde el inicio?

Gameplay simple y accesible al alcance de tu mano

Pasemos al principal atractivo del juego, su gameplay. Tal y como dijimos al inicio de la reseña, Nights of Azure es un proyecto interesante debido a que éste se convierte en el primer título RPG de acción con tintes de Hack & Slash que hace Gust. Si bien el estudio es reconocido por su trabajo dentro de los juegos de rol convencional, es interesante observar la manera en cómo la desarrolladora abordó el género y se apoyó de su años de experiencia para forjar este primer experimento.

En el juego tomaremos el control de Arnice, quien tendrá a su disposición un conjunto de ataques muy básicos al alcance de un botón y con los que podrá crear diversos combos: golpes débiles y fuertes, ataques especiales que consumen parte de nuestra barra de especial, defensa y evasión son algunos de estos movimientos. Todos estos comandos podrá realizarlos con una de las varias armas que encontraremos a lo largo del camino, mismas que van desde las tradicionales espadas o dagas hasta algunas menos convencionales como lo son martillos o rifles y cañones.

Aunado a lo anterior y dada la naturaleza de la propia protagonista, Arnice también tendrá acceso a varias transformaciones que mejorarán las habilidades y destrezas de la chica y que iremos descubriendo a lo largo de la historia. Como se podría intuir, dichas fases solamente pueden ser activadas por medio de una barra especial dedicada a esta función, misma que se va llenando conforme intercambiemos golpes con los enemigos, hagamos combos o recibamos daño.

Invocando sirvientes de otro mundo

Hasta ahora Nights of Azure podría aparentar ser un juego más de RPG y acción con muy pocas variantes y opciones de comandos respecto a otras series. Sin embargo éste se desprende de los demás exponentes del género debido a la implementación de un sistema adicional.

Junto a la gama de ataques, Arnice también cuenta con la facultad de invocar monstruos conocidos como Servans para que le ayuden en los combates. Dichas criaturas poseen diversas habilidades útiles para las peleas que comprenden desde ataques especiales o aptitudes curativas o de mejora, hasta  movimientos de defensa o cualidades para infligir status negativos en los oponentes. Todos ellos podrán subir de nivel entre más participen en las peleas e irán adquiriendo nuevas habilidades conforme más experiencia obtengan.

Más que un sistema que complementa a las batallas, el juego incita a que los jugadores experimenten y forjen sus propias estrategias por medio de la invocación de los diferentes monstruos con los que nos topemos. Para ello el título permite que contemos con hasta un total de cuatro equipos distintos de cuatro monstruos cada uno, aunque sólo podremos invocar a uno solo de esos escuadrones a la vez. De esta forma el juego permite que tengamos bandos de Servans de reserva que puedan ajustarse a diversas situaciones y que sean capaces de cubrir una amplia gama de estrategias y tácticas.

Si bien la adición de las criaturas le da un brío de frescura a una jugabilidad que de por sí es predecible, por desgracia el juego no ofrece nada diferente o adicional más allá de esto. Visto de manera general, Nights of Azure cumple con la intención de ofrecernos un título con los elementos más básico y simples de un juego de RPG y acción, pero hasta ahí. De hecho y como un producto con esta peculiar característica, el gameplay rápidamente puede tornarse repetitivo al punto de caer en la nefasta etiqueta de “jugar al botonazo”. Y como si no fuese suficiente, el dudoso nivel de dificultad con el que fue dotada su campaña lo hace ver y sentirse como una aventura con poco reto.

Esta simpleza también afecta al sistema de los Servans. Pese a que invocar al combate a las criaturas es algo que hace sentir menos monótono al gameplay, la poca variedad de monstruos a nuestra disposición y lo tardado que resulta entrenarlos para hacerlos más fuertes, hacen sentir a dicha función como algo limitado y hasta tedioso de querer explotar al máximo. Es más, para cuando te topes con Servans más fuertes – lo cual ocurre muy tarde en la historia-, preferirás quedarte con los monstruos que ya tienes en tu equipo dado el tiempo que ya habrás invertido en ellos. Además, para ese entonces, estos no tendrán nada que pedirle a los más fuertes.

Un mundo interconectado por un hotel

La manera en la cual se estructura el juego es otro rubro que, lamentablemente, también peca de los mismos errores del gameplay. En contraste a otros títulos, Nights of Azure se erige como un juego  en donde todas y cada una de sus misiones partirán de un mismo punto, el hotel Ende, el cual sirve como nuestra base principal. Además de fungir como nuestro refugio, éste se convierte en muchas otras cosas como lo es ser el foco principal que conecta a todas las zonas de la isla a las que tengamos acceso; el único lugar en donde se venden los ítems y es posible desarrollar y mejorar tanto a Arnice como a los Servans; y el espacio en donde prácticamente ocurrirán todas las interacciones importantes entre los personajes. Casi todo el progreso está atado a éste lugar y eso, en cierta forma, hace ver enclaustrado al mundo del juego.

La trama del juego se irá desarrollando a través de misiones principales y secundarias que nos llevarán a explorar la isla de Ruswall y todos los caminos que conectan a los diversos puntos importantes de ella. Para intentar darle mayor dinamismo y velocidad a nuestro accionar durante las misiones, el juego por default nos brindará 15 minutos de tolerancia para cumplir con el objetivo principal de éstas o, en su defecto, para encontrar la siguiente puerta que nos sirva de checkpoint para volver directamente desde el hotel.

Con la adición de un tiempo límite para cada una de las misiones y la necesidad de tener que volver al hotel al finalizar cada una de ellas, resulta más que obvio que Gust buscó hacer sentir al juego como un mundo peligroso del cual tuviésemos que buscar resguardo y protección.  Por desgracia de poco ayudan estas adiciones cuando, salvo por las misiones relacionadas con la historia, los objetivos y encomiendas por hacer resultan ser obsoletos al no contar con una verdadera justificación existencial de por medio.

Aunado a ello y por tratar de hacer al juego demasiado oscuro, Gust desaprovechó una enorme oportunidad al ignorar un aspecto tan importante como lo es el día (porque sí, en Ruswall también sale el sol… aparentemente). Dentro del esquema de progreso y desarrollo de Arnice, la heroína puede llevar a cabo tareas y actividades durante el periodo que hay luz solar y con las que subirá varios de sus stats. Este apartado habría sido uno de los más llamativos de no ser por el simple hecho de que, aunque sabes que sucede, nunca los ves o puedes hacer como tal. Con tal de enclaustrar al título en un tono gótico y justificar todavía más su ambientación, el estudio desatendió un apartado que se nota fue contemplado para añadirse pero, por una u otra razón desconocida, solamente se limitó a colocar de manera rápida y sin mucho chiste.

Oscuro y lúgubre, pero bien bonito

La presentación de Nights of Azure es sorprendente y muy hermosa. Dicho esto  y al igual que como sucede en otros apartados como la historia o el gameplay, también muestra carencias y no logra ocultar sus defectos por completo. El más notorio de todos se relaciona con su apartado gráfico, el cual denota sus orígenes como título de PS3 y expone en varios momentos que el juego no es otra cosa sino un port para PS4 de su versión original de la generación previa. No obstante, esto no es algo tan malo si lo comparamos con otros aspectos.

La ambientación del juego da justo en el blanco y consigue transmitir la idea del mundo que Gust quiso implementar en el juego. Nights of Azure nos permite explorar un mundo gótico, lúgubre, con elementos propios de la magia oscura y el inframundo. Todos estos aspectos, en conjunto a un diseño general al más puro estilo anime, hacen sentir a Ruswall como un lugar en el que, pese a la oscuridad, existe la felicidad. Hasta en este sentido, la desarrolladora pudo plasmar el tono que siempre ha caracterizado a su famosa serie de juegos de rol.

Aunque el trabajo en la ambientación de escenarios es bueno, por desgracia no se puede decir lo mismo del diseño de niveles. Como tal cada una de las secciones que recorremos de la isla se sienten vacías, sin muchos elementos para interactuar y muy lineales. Si bien se pueden explorar algunas de las diversas rutas en las que se divide el camino por el que andamos, al final del día todos estos conducen a un mismo punto. Pese a ello y de manera irónica, esta misma rectitud hace sentir a la isla como un mundo interconectado entre sí y no como zonas dispersas que están unidad por un simple mapa.

Hablando del diseño de personajes, todos embonan con el tono y el estilo del juego pero, de nueva cuenta, no de la manera más óptima. Por un lado las protagonistas, Arnice y Lilysse, son quienes acaparan la atención del jugador, ya sea tanto por la trama que se desarrolla en torno a ellas o por su peculiar diseño que, hay que admitir, es demasiado llamativo por un par de razones que saltan rápidamente a la vista. Más allá de ellas, el elenco de personajes secundarios y de soporte termina por convertirse en mero relleno para la historia. Aunque por varios momentos el juego busca justificar su inclusión con algún rol importante, diálogos cómicos e interacción con las chicas, al final su aparición dentro del relato acaba por convertirse en algo intrascendente. Créenos que de ellos no te vas a acordar una vez que termines con el juego.  Lo anterior también aplica para los Servans y enemigos quienes, pese a tener diseños llamativos, acaban siendo olvidables debido a la poca variedad y repetitivos modelos que hay de estos.

Quizá uno de los aspectos que menos resiente ese desbalance de atención es del departamento musical y sonoro. La música del juego dota a cada una de las ambientaciones, escenarios y momentos con el tono que es debido, mientras que las batallas se convierten en todo un frenesí de rock cargado de acción. En cuanto a las voces, el juego se encuentra solamente con su audio en japonés y subtítulos en inglés, lo cual lo convierte en uno de esos títulos que disfrutarán más los seguidores del anime.

Para ser el primer juego de RPG y acción Gust, Nights of Azure logra cumplir con las expectativas mínimas que se esperarían de un título como éste. Pese a la temática oscura y lúgubre que maneja, su gameplay básico y simple lo convierte en un título idóneo para todos aquellos que sientan interés por el género o que apenas se inician en el mismo. Así mismo y gracias a la implementación de sus funciones adicionales como lo es el sistema de Servans, el juego logra ofrecer un poco más de variedad que los principiantes agradecerán y disfrutaran enormemente.

No obstante a lo anterior y aunque el experimento del estudio de Koei Tecmo consiguió aprobar la prueba de fuego, por desgracia resulta imposible no sentir que éste terminó  convirtiéndose en un juego demasiado limitado, simple y en cierta forma muy fácil. No podemos dejar de pensar que, de plantearse las ideas principales un poco más y de haber invertido un poco más de esfuerzo, tiempo y capital, el juego habría mejorado notablemente. Más aún cuando, tras terminarlo, lo incentivos que te ofrece para volver a él resultan ser poco atractivos.

Si eres fan del trabajo del estudio Gust o te apasionan los juegos con tramas rebuscadas y propias de un juego japonés, Nights of Azure podría convertirse en un viaje que disfrutarás. Sin embargo y si eres fan asiduo del género, el título bien podría obtener tu sello de aprobación aunque, no dudamos, te dejará un sabor un tanto insípido.