Square Enix, así como otras grandes compañías de videojuegos japonesas, saben que el dinero actualmente se encuentra en los móviles. Desde hace algunos años, esta empresa ha traído uno a uno ports de sus juegos más emblemáticos, específicamente de sus franquicias Final Fantasy y Dragon Quest.

Esta última goza de menor popularidad en Occidente debido a su larga ausencia en nuestro continente durante muchos años. Su más reciente lanzamiento en móviles es clara muestra de ello, pues no llegó a este lado del mundo hasta 16 años después de su salida original. Hablamos del JRPG Dragon Quest V: Hand of the Heavenly Bride.

No vimos este juego hasta el 2008 en un remake para Nintendo DS, mismo que vemos porteado ahora a iOS y Android. El título se mantiene intacto tanto en gráficos como en jugabilidad, sin retoques, aumentos o reducciones de ningún tipo. El verdadero valor de esta versión se encuentra en su historia, pues Dragon Quest V es un juego que marcó precedentes con elementos como la caza de monstruos (Pokémon) y la narrativa a través del tiempo (Chrono Trigger).

Además, es bastante fácil de jugar y estando en un dispositivo inteligente, no habrá mejor manera de disfrutarlo en tiempos muertos. Aunque claro, si lo suyo es respetar las consolas verdaderas y dedicarle su tiempo a un buen RPG, la versión de DS siempre será la predilecta… si es que la encuentran.

En esta aventura comenzamos desde el nacimiento para vivir tres generaciones a lo largo del juego. Nuestras primeras horas se las dedicaremos a la infancia de nuestro héroe, y esto se verá reflejado en cómo percibimos el mundo. Por ejemplo, de niño, viajar de pueblo en pueblo será automático ya que tendremos que seguir a nuestro padre, mismo que peleará junto a nosotros en las batallas aleatorias provocando daño masivo.

Tal y como cualquier otro niño, nuestras aventuras serán a escondidas, escabulléndonos de los adultos para vivir aventuras primero solo, y después junto a otros compañeros y una mascota. La magia y la fantasía fluirán desde el primer par de horas, enfrentándonos a fantasmas, hadas y palacios congelados.

Conforme avanza el juego pasaremos a otras etapas de la vida de nuestro héroe, pudiendo en un punto elegir entre tres damiselas para contraer matrimonio. De la que elijamos dependerán algunos cambios en la historia y cómo percibimos el avance en la narrativa, lo que le da un valor de rejugabilidad al título si queremos ver todas las opciones posibles.

Años antes de que existiera Pokémon, Dragon Quest V: Hand of the Heavenly Bride ya nos permitía capturar monstruos y ponerlos a pelear para nosotros, permitiéndonos subirlos de nivel y equipándolos con mejores armas y armaduras. Si son coleccionistas, deben saber que este título tiene un gran potencial para tenerlos entretenidos por decenas de horas.

De manera muy avanzada para su época, elementos como la desobediencia de un monstruo si no tenemos el nivel suficiente sorprenderán a propios y extraños. Tal vez ahora se vea como una fórmula conocida y para nada novedosa, pero si vemos este juego que salió en 1992 desde una perspectiva histórica, sabremos apreciar lo que ofrecía en su tiempo.

Una dimensión de humor acompaña al bien escrito guión, que si bien hace de la historia lineal, también la hace bastante disfrutable. Cuando somos niños, no podremos leer letreros, libros o cartas, lo que nos hará esperar con ansias crecer para poder enterarnos de cosas que no pudimos antes. Aún a más de 20 años después de su lanzamiento original, el guión nos sigue sacando sonrisas incluso a los que ya lo habíamos jugado antes.

Estar en dispositivos móviles no significa que el juego se vuelva mucho más fácil o “apto para millenials”. Una alta dificultad nos perseguirá en varios segmentos de nuestra aventura, obligándonos a grindear para subir de nivel a nuestros personajes o farmear el suficiente dinero para comprar esa pieza esencial de equipo que nos haga falta para no caer ante un calabozo.

Las batallas con los jefes tienen buenas y únicas temáticas, con sus exclusivas pantallas de fondo. La estrategia será necesaria para no caer ante los enemigos más fuertes, por lo que tendremos que definir bien qué arma y qué tipo de magia usar en cada turno. Planear de dos a tres turnos por adelantado calculando el posible daño que nos pudieran infligir será necesario en muchas ocasiones, pues la muerte nos podría tomar por sorpresa en cualquier momento.

La actualización del título en su remake hace de subir de nivel aún más disfrutable en dispositivos móviles. El combate es fluido y está de exento de molestas pantallas de carga, por lo que salir a combatir monstruos será casi imperceptible e iniciaremos a dar comandos de la forma más natural. Tendremos armas que podrán atacar a un solo enemigo u otras como el boomerang que nos permitirá atacar a todos los que tengamos en frente.

Como en la mayoría de los ports para móviles de juegos previamente lanzados en consolas, los controles son los que más sufren. Un ingenioso control virtual nos permitirá desplazarnos en más de 10 direcciones, además de que podemos modificar la interfaz a nuestro gusto. No obstante, será muy fácil barrer el dedo en la dirección equivocada y movernos de manera tropezada en bastantes ocasiones.

Uno de los aspectos que más llamó la atención de este título en su tiempo fue la capacidad de mover la cámara para ver el mismo escenario desde cualquier ángulo en 360 grados. En el Nintendo DS esto era fácilmente logrado con los botones L y R, facilidad que no se retrata en este port y hace del movimiento más complicado.

Una de las cosas que el título no actualizó fue la manera de salvar la partida. Para hacerlo, tenemos que ir a la iglesia, confesar nuestros pecados al sacerdote y de esta manera guardar nuestro avance. Esta mecánica se mantiene intacta, por lo tanto, en muchas ocasiones nos veremos obligados a cerrar el juego por diversas situaciones y rogar por que no se le acabe la pila a nuestro dispositivo o que no se borre nuestro avance en caso de no poder salvar. Un Quick Save no le hubiera venido mal al port, pero se respeta la decisión de mantener el espíritu original de los RPG de antaño.

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Comparado con los precios de otros títulos de Square Enix que rebasan los 25 dólares, Dragon Quest V: Hand of the Heavenly Bride es bastante accesible, costando 14.99 dólares en cualquier versión. La música y el trabajo artístico de genios legendarios como Koichi Sugiyama y Akira Toriyama son elementos suficientes para hacerse de esta obra maestra, que entrega una experiencia increíble aún a más de dos décadas de su lanzamiento. Tan sólo por su valor histórico, este título vale la pena.