Muchos padres afirman que tener un hijo es una experiencia mágica, pero pocos pueden contar que procrear consiste en tener docenas de hijos con siete hermosas chicas para combatir monstruos en laberintos y salvar al mundo. Eso es Conception II: Childen of the Seven Stars.
Este RPG desarrollado por Spike Chunsoft vio la luz en año pasado en Japón, y por primera vez la franquicia salió del país oriental para llegar a nuestro continente. El Nintendo 3DS y el PlayStation Vita fueron los encargados de recibir este controversial juego que combina fórmulas clásicas del género con una historia altamente sexual y llena de referencias los animes más traviesos sin caer en la pornografía.
La historia se enfoca en un protagonista masculino cuyo nombre el jugador puede modificar a su gusto: el joven crece en un mundo donde monstruos demoniacos representan una amenaza constante contra la sociedad desde hace veinte años. Un día, el desafortunado adolescente presencia la muerte de su hermana a manos de estos monstruos, y recibe entonces una marca del Star God en su cuerpo, el cual lo convierte en un ser capaz de combatir a estos entes. Como en muchas narrativas de esta índole, hay algo que hace al protagonista especial, y aquí son las grandes concentraciones de ether que lleva en su cuerpo. Esta característica le permite entrar a espacios llamados dusk circles, los cuales fungen como los calabozos de donde brotan los monstruos. En todo el tiempo desde la aparición de los dusk circules nadie había podido entrar a combatirlos, sólo podían contenerlos desde afuera, y es por ello que el protagonista se convierte en el God’s Gift (Regalo de Dios), haciéndolo el centro de atención tanto de las chicas como de sus superiores y en la envidia de sus demás compañeros.
Después de esta premisa fantástica, nos introducimos a la vida diaria en una academia que entrena adolescentes para concebir Star Children, y con ellos combatir a los demonios que salgan de los dusk circles. Con nuestro protagonista acompañado de una de las siete chicas y sus bebés entraremos a estos laberintos para eliminar toda amenaza desde el núcleo y evitar que se propague. Cada laberinto estará generado aleatoriamente y contará con sub jefes y jefes a los que deberemos derrotar y encerrar para destruir el calabozo y evitar que mas demonios sigan apareciendo.
En sí, el gameplay del juego representa un homónimo al de la serie Persona: en una parte del día podremos realizar un cierto número de actividades como interactuar con las chicas, comprar en la tienda, ir a clases, entrenar en cámaras virtuales, completar misiones secundarias, y por supuesto, procrear. Una vez que realizamos el límite de actividades disponibles y preparemos nuestros equipos de combate, procederemos a entrar a los laberintos para avanzar hasta donde sea posible o terminarlos si somos lo suficientemente poderosos. Es así como la historia avanza y como iremos desbloqueando la narrativa y mayor contenido para el juego.
“Touch my heart, I just wanna make love to you…”
El núcleo principal del juego, y sobre el cual se inspira el título es la concepción. Tendremos a nuestra disposición a lo largo de la historia siete chicas con las cuales podremos interactuar para realizar un ritual de apareamiento y así generar Star Children. El género RPG se hace presente en esta mecánica, ya que cada adolescente tendrá diferentes atributos (físicos y no-físicos) que la harán mejor para una u otra tarea. Así podremos obtener una gran cantidad de combinaciones diferentes de Star Children que podrán variar y especializarse en ataque físico, mágico, armas y demás. Cabe destacar que no sólo se trata de elegir a las chicas aleatoriamente y generar niños porque sí; la estrategia que utilicemos tendrá mucho que ver, ya que entre más profunda sea nuestra relación con nuestra pareja, mejores atributos tendrá nuestro equipo. Como habrá un límite de actividades por día, tendremos que escoger muy bien a qué chica atendemos y a cuál ignoraremos para proceder en la historia.
Afortunada (o desafortunadamente para algunos), no hay ningún contenido altamente gráfico e inapropiado en Conception II: el ritual de apareamiento consiste simplemente en una escena donde la chica realiza algunas poses sensuales para terminar estrechando su mano con la del protagonista. La concepción se lleva a cabo no de manera natural (es decir, biológicamente), sino que el poder de los padres se concentra en una matrioska de la cual sale el niño que haya sido engendrado.
Por lo que el juego destaca y se vuelve único es por su picante narrativa inundada de referencias sexuales, empezando porque todos los protagonistas están en una edad de entre 16 y 18 años. Sumado a la mecánica principal del título y sus fuertes influencias de anime, Conception II: Children of the Seven Stars nos entrega bastantes momentos ardientes en los que los más sensibles brincarán de sorpresa con cada evento de esta naturaleza. Chicas sonrojándose, ropa interior, lesbianismo, viejos pervertidos y poses sensuales nos sorprenderán e irán subiendo de tono conforme vayamos avanzando en la historia, así que si les gusta de este tipo de humor, estarán más que satisfechos.
Tristemente, lo anterior es donde más destaca el juego. En general, el resto de las mecánicas implementadas se sienten incompletas, como si no se les hubiera puesto demasiada atención por el hecho de que toda estaba enfocada a la narrativa (misma que no está exenta de clichés). Los laberintos aleatorios carecen de personalidad que haga al jugador engancharse, ya que sólo se tratan de pasillos en forma de cuadrilátero que no varían de un cuarto a otro. Los encuentros con los monstruos se vuelven repetitivos debido a que después de ver al mismo enemigo tres o cuatro veces, las peleas no varían para nada, sólo se trata de realizar las mismas acciones sin cambiar el estilo de pelea.
Hay algunas inclusiones que se agradecen, como los poderes especiales que se logran al combinar los esfuerzos de los protagonistas. Elementos como las habilidades en conjunto de los Star Children que varían de acuerdo a sus trabajos (espadachín, pistolero, médico, etc.) le añaden algo de variedad a los combates. También, mecánicas como el ataque en cuatro direcciones o la posibilidad de encadenar combos para detener las acciones de los enemigos son el aderezo que hace las batallas más sustanciosas. Sin embargo, carecen de alma y su complejidad no va más allá que la de poner la configuración automáticamente.
De la manera más triste, nos daremos cuenta después del segundo calabozo que el juego está excesivamente automatizado: al momento de formar nuestros equipos podremos configurarlos automáticamente para que sean más ofensivos, defensivos o balanceados; al momento de pelear podremos saltarnos cada batalla calculando los resultados automáticamente y pasando directo a la siguiente acción sin presionar un botón; no importa qué opción elijamos al hablar con las chicas, no habrá gran diferencia en las respuestas que provoquen una reacción positiva o negativa. Las mecánicas no representarán un gran reto debido a que prácticamente todo el juego se puede pasar en automático, la dificultad consiste en subir de nivel lo suficiente para poder derrotar al jefe de algún calabozo, para lo cual tendremos que repetir los anteriores varias veces.
Conception II: Children of the Seven Stars confía demasiado en su premisa narrativa y en sus guiños a la cultura del anime, per debido a esto, cojea en muchos aspectos de gameplay que tal vez muchos pasen por alto, pero que si lo que buscan es un buen reto y profundidad en las mecánicas, no lo encontrarán.
