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Volition
Deep Silver
15/08/2017
Volition es uno de esos estudios que, una vez que perfecciona las fórmulas de sus propios juegos, se atreve a tomar el riesgo de usar lo aprendido para empezar con un nuevo ciclo de desarrollo y crear así algo totalmente inédito. Lo vimos hacerlo con la serie de Red Faction y más recientemente con Saints Row, ambas franquicias que en sus inicios sufrieron para destacar pero que, con el paso de tiempo, lograron hacerse de una imagen y respeto en la industria. Ahora y luego de haber explorado todas las alternativas a las que podía llegar con éstas, el estudio ha emprendido una vez más el reto de maquinar una IP totalmente nueva.
Si algo nos ha dejado muy en claro las dos mencionadas series es que el género de los Third Person Shooter (TPS) es uno que se le da muy bien a Volition; de ahí que con más justa razón su nueva apuesta sea un proyecto de este tipo. Sin embargo y para darle un sazón distinto, el estudio optó por combinarlo con otro género al que apenas y hasta hace poco consiguió agarrarle la maña, el del mundo abierto.
Es así como ahora nos llega Agents of Mayhem, un título de acción que guarda enorme relación con el universo de Saints Row y que hace uso de los géneros expuestos para así ofrecernos una propuesta original plagada con muchos de los elementos que han hecho tan queridas a las producciones de la desarrolladora: un humor ácido e irreverente, estilo excesivo, acción explosiva por montones y un gameplay caótico pero más que funcional . ¿Qué tan bien le resultó el experimento a Volition? Bueno, eso es lo que a continuación les voy a contar.
Agents of Mayhem es un juego que desde su nombre busca hacernos entender de lo que va, sin muchos rodeos o contratiempo que compliquen su de por sí sencilla premisa. Se trata de un juego de acción en tercera persona en el que tomamos el control de un grupo de agentes que, de las maneras más caóticas y explosivas posibles, buscan llevar a cabo las misiones que les son encomendadas. Ciertamente con esta sola idea basta para que comprendamos lo que acontece en el juego; sin embargo y como los estándares de la industria así lo piden (para bien o para mal), éste fue dotado con una trama un tanto más “profunda”… por así decirlo.
La historia de Agents of Mayhem nos lleva a conocer, vivir y formar parte del enfrentamiento entre dos organizaciones secretas: LEGION, liderada por el doctor Babylon que busca hacerse con el dominio total del mundo; y MAYHEM, un organismo formado por ex integrantes de LEGION y que intentan oponerse a los objetivos de éstos últimos porque sí. Por alguna extraña razón, su nuevo duelo los llevará a combatir en una versión futurista de Seúl, Corea del Sur, ciudad en la que los villanos han situado su nueva base y en la que planean llevar a cabo nuevos estrategias con los que les sea posible someter a la raza humana. Como se podría esperar, MAYHEM no se quedará con las manos cruzadas y es por ello que llevará a 12 de sus mejores agentes para que intenten estropear lo que el doctor Baylon y sus secuaces desean obtener.
¿Suena exagerado? Pues sí, lo es… y mucho, pero curiosamente eso es parte del encanto del juego. Pese a lo rebuscado que intenta ser y al tono serio que quiere reflejar, el título no tiene reparo alguno en admitir en todo momento lo absurdo de su premisa; es más, Agents of Mayhem jamás intenta que nos tomemos en serio su historia y hasta incita a que nos la tomemos como una broma. Si planeabas encontrar aquí una narrativa profunda plagada de sucesos impactantes déjame adelantarte que no la tendrás. Aunque vamos, tras ver su portada dudo que alguien tuviera ilusión alguna de ello.
Pasando de lleno a su gameplay y como ya mencioné, éste consiste de un juego de acción y disparos en tercera persona dentro de un mundo abierto. Tal y como te podrás imaginar, dentro de esta enorme locación en la que se desenvuelve su trama se encontrarán esparcidas diversas actividades (por lo general misiones) que podremos tomar en casi cualquier momento y que, de ser cumplidas, nos recompensarán con algunos premios, objetos e ítems valiosos. Vaya, lo que se podría esperar de un juego de esta índole.
Ahora bien, ¿qué es lo que diferencia a Agents of Mayhem de otros juegos? De entrada la manera en la que se estructura el gameplay central que nos deja tomar el control no sólo de uno sino de tres personajes de manera simultánea. Al momento de lanzarnos hacia Seúl desde la base de Mayhem deberemos de formar un equipo de tres agentes de los que será posible tomar el mando en prácticamente cualquier momento que nosotros queramos y con el presionar de sólo un botón.
Algo que enriquece enormemente a este esquema de juego es el propio elenco de agentes que tenemos a nuestra disposición. En total existen 12 personajes diferentes de los que podemos tomar el control y entre los cuáles elegir para formar nuestros equipos. Lo mejor de todo es que todos ellos cuentan con un estilo de combate diferente, tienen habilidades especiales únicas y se especializan en el manejo de un arma distinta a la de los demás. Gracias a éste simple pero importante detalle, ninguno de los agentes se siente igual entre sí y eso, a la postre, le resta mucha monotonía a la jugabilidad.
Otro aspecto del que se vale Agents of Mayhem para profundizar aún más en su gameplay son elementos propios de un RPG. Conforme más usemos a los agentes para eliminar enemigos y cumplir misiones, éstos irán adquiriendo puntos de experiencia e ítems especiales con los que podrán ir desbloqueando nuevas armas, habilidades pasivas, movimientos especiales, skins, perks, vehículos o hasta artículos para mejorar sus estadísticas. Por tal motivo, será sumamente importante que encuentres rápidamente a aquellos personajes con los que te acomodes para que así los vayas usando y perfeccionando poco a poco mientras progresas en su absurda historia.
De la combinación de todo lo anterior se deriva una jugablidad caótica en la que la la acción está a la orden del día. Sin importar qué es lo que hagas, es prácticamente un hecho que todas tus acciones tienen el potencial necesario para desatar el desorden en la ciudad. No obstante a lo anterior, hay aspectos que le restan diversión al frenesí que se desprende de los controles. La cámara, por ejemplo, se vuelve un verdadero fastidio cuando nos adentramos en partes cerradas o en las que hay muchas cosas que podrían estorbar nuestra visión (como arbustos, cajas, o paredes contiguas). De igual manera la extraña física que tiene algunas cosas, entre ellas los propios personajes, acabarán por desconcertarte o hasta enfurecerte si es que tienes la mala suerte de toparte con ellos en reiteradas ocasiones.
En cuanto a la manera en la que se progresa en su trama, el juego se desenvuelve por medio de misiones con diferentes objetivos que están esparcidas a lo largo y ancho del mapa y que podemos realizar en prácticamente cualquier momento. Las hay desde aquellas simples que nos piden que destruyamos algún enemigo (u hordas de ellos) o maquinaria en particular, hasta otras más que nos llevan a infiltrarnos a varias de las bases de LEGION (que obviamente están resguardadas por enemigos) e, incluso, otras de recolección de objetos que van desde vehículos o armas, hasta el rescate de rehenes, capturar villanos, y mucho más.
Si bien la gama de misiones que ofrece el juego es variada y entretenida, por desgracia éstas llegan rápidamente a caer en lo repetitivo. Por más que una u otra encomienda te lleven a puntos distintos de la ciudad y a conseguir objetivos distintos, en esencia todas mantienen una estructura de la que rápidamente te percatarás que llevas jugando una y otra vez, como si se tratara de un patrón que se repite pero con algunas diferencias.
El mapa del juego tampoco ayuda mucho a restar dicha sensación de reiteración. Aunque en apariencia la ciudad de Seúl que exploramos tiene un diseño futurista sumamente colorido que la hace ver impresionante desde casi cualquier ángulo, sus limitada extensión y pocas áreas con algún punto de interacción la convierten en un enorme mapa sin muchas cosas por hacer salvo por las misiones. Para empeorar aún más esto, las secciones de las bases ocultas de LEGION a las que nos adentramos comparten una estructura muy parecida y, si te adentras a una de éstas, se puede decir que ya viste prácticamente todas las demás.
Quizá lo que salva un poco al mundo de lucir inerte son las muchos artículos y coleccionables que están dispersos por la ciudad. Personalmente, me entretuve por un buen rato y me desvié de la campaña por irme a buscar cristales de mejora, a rescatar rehenes, a destruir antenas y hasta a recolectar autos que me pedían. De igual manera, la enorme atención al detalle que se le puso a varias zonas de la urbe son motivo suficiente como para distraerse e irse a apreciarlas; mucho más si eres alguien que ama la cultura coreana.
Algo que llenó mucho mi atención es la inconsistencia que hay en la construcción de sus personajes. Como ya expliqué, uno de los puntos fuertes que el juego busca enaltecer en todo momento es su amplio elenco de agentes que se sienten y manejan de forma diferente. Sin embargo y cuando los analizamos más allá de sus mecánicas de juegos, nos damos cuenta de que cuentan con apartados ambivalentes. Por un lado, todos estos tienen un diseño extremadamente genérico y ninguno consigue llamar la atención por su sola apariencia. Sí, es verdad que algunos sobresalen más que otros y que incluso hay unos que con su simple imagen te causarán curiosidad pero, lamentablemente, todos generan esa sensación de que”ya se ha visto antes” en otros juegos, incluso dentro de los propios que ha desarrollado Volition.
Irónicamente el aspecto por el que todos estos capturan nuestra atención – o que al menos los salvan de caer fácilmente en el olvido – es su personalidad que, al igual que como sucede con sus estilos de combate, es variado. Así como tenemos agentes con ese aire “cool” y enérgico, hay otros más que son enigmáticos, rudos, alegres, enojones y más. Para complementar y enfatizar aún más su carácter, todos reflejan un humor negro que va acorde con el incongruente e irreverente estilo que maneja el título.
Siendo honesto los agentes que conocemos aquí no destacan por ser uno de los personajes más memorables que haya visto en un videojuego aunque tampoco es como si se tratasen de héroes destinados a caer en el olvido. Si les das su debido tiempo a cada uno de ellos, te mostrarán algo que muy probablemente te hará reír o al menos ubicarlos mejor.
La presentación del juego es otro ambivalente apartado que pudo haber dado para más. A primera vista el juego desborda una enorme personalidad que se deriva en buena medida de sus bien estructuradas interfaces que son fáciles de navegar y comprender. Adicionalmente, las geniales y coloridas cinemáticas con etilo caricaturesco que suelen acompañar a la narrativa son un punto que hacen brillar al juego en pantalla en todo momento. Cualquier amante de las caricaturas sabatinas o de las animaciones de superhéroes que invadieron las décadas de los ochenta/noventa, disfrutarán a más no poder las secuencias de su trama.
Infortunadamente lo mismo no se puede decir de su apartado sonoro. Musicalmente hablando, Agents of Mayhem carece de personalidad alguna ya que su repertorio musical es inexistente y sólo se limita a ambientar – a niveles muy tenues – las secuencias o momentos que son claves; ni más ni menos. Asimismo, la exagerada interpretación de algunos personajes acaba por darle al traste a un departamento tan importante como lo es el del audio.
No se confundan, el juego luce increíble y es uno que en definitiva es agradable de ver. Empero, componentes como su intrascendente música, secciones áridas, diseño genérico de sus personajes o bugs visuales le restan valor a una presentación que en primera instancia da la finta de que estamos frente a algo “muy cool”.
Mentiría si dijera que no me entretuve jugando Agents of Mayhem. Aunque no puedo decir que éste es el mejor sandbox que haya probado en mi vida, reconozco que la enorme personalidad que desborda, su caótico y explosivo gameplay, su variado elenco de personajes y el humor que maneja, me hicieron pasar un rato ameno.
Dicho ésto, me resulta imposible no dejar de sentir que el título se prestaba para ofrecernos más. Fallas como lo estéril de su vistoso mundo abierto, lo rápido que sus misiones se vuelven repetitivas, el diseño súper genérico de sus personaje (al menos estéticamente), sus extrañas físicas, problemas de cámara y lo forzado que se llega a percibir su personalidad por momentos, hacen de éste un juego entretenido más no así memorable.
Todos los fans de Volition o de la serie de Saints Row ciertamente le encontrarán su encanto a Agents of Mayhem y tolerarán más fácilmente todas esas fallas que entorpecen su experiencia. De ahí en fuera, sólo aquellos que estén buscando un juego de acción con un mundo abierto, un frenético gameplay y que sepan por adelantado de lo que éste va, hallarán entretenida esta nueva propuesta.
Volition logró sacar una nueva propuesta que tiene lo necesario como para mantenerse momentáneamente de pie. Sí sus desarrolladores toman nota de todas las fallas que seguramente les irán sabiendo llegar durante los próximos meses y ponen manos a la obra, entonces no me queda duda de que podrían hacer que una hipotética secuela sea mucho más disfrutable y convincente de lo que es el título de ahora.