Hace nueve años comenzó todo, durante mucho tiempo leimos acerca de Xbox, que era una nueva consola en el mercado, entre una disputa de dos concursantes, en la cual Microsoft penetró con la ayuda de UN TÍTULO.
Es difícil imaginarse una consola de la familia Xbox que no esté acompañada por un juego de Halo, un nombre que nueve años después, es conocido por todos y cada uno de los videojugadores que se jactan de serlo, muchos de ellos aman el juego, pero de la misma manera… muchos otros lo odian.
Esta situación en extremo contraste, se debe a un balance que fue creado por sus fans, quienes al día de hoy lo consideran una de las mejores series en la historia, sus detractores rechazan este concepto, pero no hay duda alguna de que le pese a quien le pese, Halo ha marcado una generación y ha impulsado a la consolas de Microsoft a tener una vida sana en una despiadada guerra.
A lo largo de cinco títulos, dos novelas gráficas, seis novelas y otros productos, Microsoft trataba de armar su propio Star Wars y aunque me parece exagerada la comparación, no dista mucho de ser la aspiración de Bungie y todo aquel que tocara de alguna manera la serie.
Más alla de números, aquellos que hemos disfrutado de la serie, sabemos de manera ambigua, que Halo es un lenguaje entre nosotros y todo aquel que juegue con nosotros, ya que aunque muchas de las ideas detrás de la historia de la serie sean prestadas, no tengo duda alguna de que cada pieza, estructura, arma u objeto dentro de este universo me ha creado una fascinación, sin importar que sea de la UNSC, Covenant o Forerunner.
Halo: Combat Evolved fue el segundo paso con el pie derecho que tuvieron los First-Person-Shooters en consolas y aunque hoy en día existen otros títulos que pueden complacer a toda la amplia gama de gustos en los fans del género, no podemos cerrarnos un ojo e ignorar que fue Halo quien impulsó el género a lo que es hoy en día en nuestras consolas, las computadoras tienen una historia diferente por supuesto, pero esa deberá de ser contada por alguien más afín a ellas.
Un inusual sentimiento de tristeza era quien me acompañaba en la primera ocasión en que cruzaba por la campaña de Halo: Reach, por razones internas y externas al juego; por un lado su desarrollador Bungie se despide de la serie… Por al menos diez años, por otra parte todos los que conocemos a fondo la historia de la serie sabemos el final de este episodio, sabemos que Reach cae, sabemos que al final de este capítulo perdemos.
Una lucha que se desmorona a medida que avanza el juego y que no tiene a ningún John-117 a la vista para salvarnos.
Aunque por años, Bungie trataba de que cada jugador se pusiera en el lugar del Master Chief a falta de darle un rostro, era claro que no todos nos poníamos en sus zapatos al jugarlo, contrario a esa situación en Halo: Reach tu personaje: Noble Six es quien tú quieres que sea y los cambios físicos que hagas en él o ella, serán los que acompañen su campaña y su inevitable desenlace.
Todo aquel que en el pasado haya jugado un título de la serie sabe perfectamente a lo que le entra, sólo que en algunos puntos Reach es mejor, sobre todo en la manera en que se narra la historia, dejando fuera todos los excesos en querer relatar sucesos que en ocasiones realmente pertenece al universo expandido, Halo: Reach se limita a contar una tragedia a todo aquel que quiera probarla, así conozca toda la historia o sea su primer juego.
Contrario al pasado donde el juego limitaba sus personajes principales a un soldado espacial sin rostro y una inteligencia artificial, Halo: Reach te cuenta la historia de seis espartanos, los cuales en su mayoría podrás conocer sus rostros, alejado del concepto del lobo solitario, seis súper soldados que saben más de lo que deberían, una característica indispensable en todo espartano.
Sin embargo aunque la historia fluye bastante bien, dista mucho de ser óptima, ya que algunos de sus personajes me parecen completamente fuera de lugar aunque al final no dañan tanto la experiencia.
La narrativa, jamás explica por completo la razón por la cual estás en X o Y lugar, pero es bienvenida la nueva manera de contar las cosas sin tanto rodeo, sin embargo dista de tener un equilibrio en este departamento.
Un año despues de Halo 3: ODST podemos ver que Bungie a mejorado en algunos departamentos y en otros no tanto, por un lado vemos un juego que casi corre en 720p (al parecer son 1152 x 720, cuando la resolución 720p es 1280 x 720) ya que aunque el Xbox 360 es capaz de escalar su resolución nativa a 1080p, esto no necesariamente significa que esta sea su resolución real, pero puedo asegurarles que no corre a 640p como Halo 3 y ODST, en pocas palabras Reach se ve mucho mejor que otras entregas de la serie, quizás no es el juego con mejores gráficas del mundo pero por otra parte Bungie jamás ha tenido esto como objetivo principal, de cualquier manera es imposible no quedarse con la boca abierta con la atmósfera que logran crear en algunos momentos del juego, todo esto gracias al departamento de arte de Bungie (que en ocasiones falla pero en la mayoría le atina) y a el talentoso Marty O´Donnell, quien en mi opinión es responsable del 60% de mi gusto por la serie, sin embargo aunque el soundtrack de Reach es bueno, no es el mejor trabajo, trono que aún mantiene la música de Halo 3: ODST, pero nos queda claro que todo paso que da el equipo de desarrollo en los juegos de Halo va acompañado de un tema épico creado por él.
La madurez del Gameplay en la serie de Halo, no sufre de cambios drásticos, al contrario en muchas ocasiones han sido modificados para volver a sus raíces y aunque al final en general es un mejor producto, no podemos evitar desear una verdadera evolución en la serie, Halo: Reach es para Halo: Combat Evolved lo que Mario Galaxy 2 fue para el primer Galaxy, no tan sólo una expansión, pero si un conjunto de todo lo que ha aprendido Bungie a lo largo de la serie, que aunque no lo parece no deja de ser lo mismo, que muchos disfrutemos de lo mismo no significa que todos van a encontrar el paso para adelante que la serie necesitaba y que quizas ahora que ya no esté Bungie, la serie nunca dé.
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