Hace un buen rato que una película de terror no me provocaba cierta sensación de incomodidad. No hablemos de una sensación de miedo; el género me ha seducido a tal grado que me he hecho un poco insensible a los horrores que se pueden presentar en pantalla. Sin embargo, lo que esperaba fuera la precuela a una cinta bastante insípida –Annabelle, del director John R. Leonetti– me ha dado una grata sorpresa y después de verla estoy bastante satisfecho.
Annabelle 2: la creación (o Annabelle: Creation en su título original), es el segundo largometraje de David F. Sandberg, a quien recordarás por el popular cortometraje Lights Out. La trama es, como su nombre lo indica, el origen de la muñeca diabólica que aparece en la cinta de El conjuro. En ella podrás responder preguntas como: ¿quién es el ente que habita la coqueta muñeca? O ¿por qué es tan violenta?
Para ello conoceremos a la familia Mullins conformada por el señor Samuel, la señora Esther y su hija Annabelle, o como le dicen de cariño Bee. Todo es miel sobre hojuelas para esta encantadora familia, hasta que la adorable niña se ve involucrada en un fatal accidente. Como cualquier padre, los Mullins están dispuestos a dar cualquier cosa por su pequeña, así que deciden rezar al mismísimo Beelzeboss para lograr verla una vez más. El receptor, la muñeca artesanal de Bee –sí, adivinaste, el padre es un juguetero. Posteriormente, los Mullins buscan limpiar su pecado, acogiendo a un grupo de niñas huérfanas con todo y monja. Las pobres niñas se verán asediadas, por los constantes embates de este ser de oscuridad y una de ellas se convertirá en el nuevo cascarón del señor de las tinieblas.
La trama, no es tan profunda como algunos hubiéramos querido, pero funciona bastante bien para contar, en 1 hora 49 minutos, el origen de uno de los personajes de terror más emblemáticos de los últimos años. Sí, responderá a las preguntas básicas que probablemente varios se han formulado, pero no va más allá de eso. Incluso, en los momentos de mayor tensión, la narrativa es predecible, lo que se transforma en sustos diluidos para los que podemos ver más allá de las huérfanas y la muñeca. A pesar de todo esto, la cinta no es aburrida y se desarrolla de forma agradable.
Ahora, algo verdaderamente destacable de la película, es su diseño. Está ambientada en los años veinte, la época dorada de pocos aparatos electrónicos y mucha diversión en los ingeniosos juguetes clásicos. Las muñecas, el taller del señor Mullin, la casa con elevador de servicio y hasta los lugares ocultos te serán bastante incómodos, pues la sensación de que no pertenecen a esta época estará presente todo el tiempo. Adicionalmente, el juego de luces y sonido que emplea Sandberg te sorprenderá y si eres de esos que se asustan fácilmente estoy seguro de que estarás con las uñas clavadas a la butaca.
Todo esto se hace acompañar con sonidos estridentes bien colocados que te harán brincar de tu asiento y de un soundtrack misterioso que te obligará a permanecer en constante estrés. Particularmente una canción se quedará en tu cabeza y te verás en la necesidad de descargarla a tu celular –como yo.
En cuestión de actuación, creo que las más destacables son las de las más pequeñas del grupo, Lulu Wilson y Talitha Eliana, quienes interpretan a Linda y Janice. La combinación de sus expresiones de terror y su natural inocencia son, en gran parte, lo que genera una sensación de incomodidad bastante realista. No puedo dejar de mencionar que, a pesar de contar con actores como Anthony LaPaglia, Miranda Otto y Stephanie Sigman, la cinta no será recordada por su participación.
Para ser la segunda entrega de lo que parece ser una serie de spin offs del universo del Conjuro, Annabelle 2 tiene buen sazón y utiliza clásicos recursos del género para lograr espantar a los espectadores. No es una cinta que destaque por su trama o narrativa, pero sí cuenta con varias respuestas a las preguntas generadas por este universo. Adicionalmente su diseño de producción es realista y está bien logrado: te sentirás transportado a la época. Si eres de los que asustan fácilmente y gustas del género, insisto, es una cinta que debes ver de manera obligatoria. Te recomiendo que te quedes después de los créditos porque hay varias escenas postcréditos y no pierdas detalle a las referencias que hay al universo del Conjuro y el archivo Warren.
