Identidad comprometida
Desde hace ya unos años, es bastante sencillo identificar a un juego de Ubisoft. El publisher francés, nos guste o no, ha logrado que sus títulos tengan ese marcado ADN que nos permite reconocer de dónde es que viene. Lo anterior tiene implicaciones positivas, pero también unas negativas como por ejemplo, el hecho de que algunas de sus franquicias AAA más reconocidas, cada vez se parezcan más y más entre ellas en todos los niveles. Ghost Recon es una serie con una gran historia pero que al igual que todo lo de esta marca, ha caído en una filosofía de diseño que para algunos de nosotros, más bien ya es una especie de muletilla. En E3 2019 le pusimos las manos encima a Ghost Recon: Breakpoint y a continuación te damos nuestras impresiones.
Antes de pasar a contarte de lo que probé de este nuevo título, me gustaría dejar claro lo fan que solía ser de Ghost Recon prácticamente desde que nació. La idea de tener un shooter verdaderamente táctico que te pedía usar el cerebro más que solo jalar del gatillo, me parecía verdaderamente fascinante, sin embargo, con lo que fue Wildlands, me sentí bastante alienado por distintos factores. El primero es que la fórmula de mundo abierto de Ubisoft me parece que está sumamente gastada, y el segundo y más importante, tenía que ver con que para de verdad tener la experiencia correcta, necesitabas jugar con más personas.
Dejado de lado lo anterior, te cuento que en E3 2019 pude jugar alrededor de una hora de Ghost Recon: Breakpoint. Sobra decir que gráficamente el juego luce impresionante, con todo y que como siempre pasa con los builds tempranos de Ubisoft, los bugs y glitches estuvieron a la orden del día. Creo que lo que más llamó mi atención en este apartado además del grandísimo nivel de detalle que se ve en estos escenarios boscosos, es la animación que toma el personaje cuando bajas por una pendiente. Tanto realismo dentro de un videojuego llega a asustar.
En la demostración me encontraba con otros tres jugadores. Nuestro objetivo era el de infiltrarnos en una residencia en medio del bosque sin ser detectados. Poco a poco y usando mucha comunicación entre nosotros, fuimos eliminando a las patrullas que se encontraban vigilando la zona. Yo, al estar usando al sniper, retiraba enemigos a distancia para que mis compañeros pudieran progresar sin mayor riesgo. Sí, se siente increíble cuando tienes ese nivel de comunicación con tu equipo. Llegando al lugar, uno de mis aliados fue descubierto y provocó que se encendiera la alarma. Los enemigos llegaron por montones y una balacera se desató. Creo que aquí, el juego perdió bastante magia y se volvió un shooter más.
No te voy a mentir. La pasé bastante bien con Ghost Recon: Breakpoint. La razón de lo anterior es que me encontraba con tres personas más que estaban dispuestas a cooperar y con las que tenía comunicación constante. Me preocupación al igual que con Wildlands, es qué tan viable será para quienes preferimos jugar solos. Espero que este breve contenido previo te haya servido para darte una idea más clara de lo que Ubisoft se trae ahora entre manos con este juego.
Ghost Recon: Breakpoint se lanza el próximo 4 de octubre en Xbox One, PS4 y PC.
