Somos seres de época. Dependiendo de en qué tiempo vivamos, es nuestra reacción a diferentes cosas, sobre todo cuando hablamos de tecnología. La capacidad de asombro es algo que deberíamos de valorar mucho más, pero que desgraciadamente, cada vez es menos común. Conforme los avances gráficos en nuestros amados videojuegos han ido caminando, cada vez parece ser más y más complicado lograr empujar las fronteras, al punto de que ya nos comenzamos a preguntar ¿estamos llegando al límete gráfico de los videojuegos?
Recuerdo perfectamente el impacto que tuvo sobre mi ver por primera vez el Arwing poligonal de Fox dando piruetas en Star Fox para Super Nintendo. Ni qué decir de lo que pasaba por mi mente cuando finalmente pude apreciar un Nintendo 64 corriendo Super Mario 64 en toda su gloria. Igualmente nunca se me olvidará aquel momento en el que en una tienda en San Antonio, Texas, pocos días después de su lanzamiento, tuve la oportunidad de apreciar un Xbox 360 con Call of Duty 2 conectado a una TV 720p. Fue la primera vez que vi un videojuego HD corriendo en tiempo real frente a mis ojos. Te cuento todo esto porque esta semana se liberó una demostración del nuevo Unreal Engine 5 de Epic corriendo en tiempo real en un PlayStation 5, lo cual, finalmente causó que sintiera algo de emoción por la llegada de la nueva generación, asunto que para serte bien franco, me tenía con pocas expectativas.
Seguro que ahorita te estarás preguntando algo como “¿por qué es que hasta ahora sentiste emoción si ya se habían mostrado otras cosas?” La respuesta es muy simple: gameplay. Es verdad que con la revelación del Xbox Series X se enseñó algo de material supuestamente corriendo en tiempo real, pero nada de gameplay como tal. Como te decía, esta semana, junto con el anuncio de que el Unreal Engine 5 ya está listo, se nos enseñó un video de casi 10 minutos llamado Lumen in the Land of Nanite, el cual, luce una sección que bien podría ser parte de un nuevo juego de la siguiente generación. El ver a esta mujer caminando en estos ambientes rocosos y escalando paredes, sí logró acercarme a lo que sería el siguiente paso para los juegos AAA. Ahí justamente fue donde se encendió mi emoción, con gameplay, no con cinemáticas ni nada, gameplay.
Regresando a la pregunta original de esta columna de opinión, creo que dar cualquier tipo de respuesta puede ser sumamente arriesgado, pues básicamente estamos hablando de predecir el futuro, sin embargo, después de ver la demostración de la que te conté, me parece que estamos cerca. Ver la manera en la que están construidas las rocas y cómo es que se ven afectadas por la luz, de verdad me puso a pensar en que ya estamos cerca de no poder diferenciar entre un videojuego corriendo en tiempo real, y la realidad. Evidentemente, aquí no va a faltar el que me diga “eso dijimos hace dos o tres generaciones y mira cómo hemos avanzado” Sí, totalmente. Y justo por eso comencé este contenido diciendo que somos seres de época, pero, en algún punto deberíamos de alcanzar cierto límite ¿no? Todo elemento en nuestro universo, al menos hasta donde sabemos, cuenta con una frontera.
¿La era del PS5 y el nuevo Xbox será la llega a este momento de quiebre? Eso no lo sabremos sino hasta dentro de cinco o seis años y al final, de los únicos de los que dependerá, será de los desarrolladores, pues las marcas que fabrican el hardware ya hicieron su trabajo y desde hace años, queda claro que los chips procesadores de todo tipo, están sobrados respecto al software que corren. Como sea, me alegra que finalmente haya sentido algo de emoción y expectativa por lo que será el cambio de generación de consolas aunque claro, aún falta mucho por ver, sobre todo juegos que de verdad estén en desarrollo y pensados para estrenar el nuevo hardware. Los videojuegos hacen a la consola, no al revés.